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Karoline Mayer nació en 1943 en la ciudad alemana de Eichstätt. Tras haber cursado el bachillerato en Steyl (Holanda), ingresó como novicia en la Congregación Misionera de las Siervas del Espíritu Santo. En 1968 fue enviada a Chile y al año siguiente pudo realizar su misión más profunda: vivir entre los más pobres del país, trabajando con ellos junto con otros religiosos y laicos. Se graduó como enfermera en la Universidad de Chile, promovió la creación de comunidades cristianas de base, comedores populares, parvularios y centros de salud y desarrolló programas de apoyo a organizaciones comunitarias para la capacitación de las mujeres, los jóvenes y las personas sin empleo. En 1990, con el retorno de la democracia, Karoline creó, junto con sus grandes compañeros de ruta en los años más difíciles de Chile, la Fundación Cristo Vive, que actualmente atiende a más de 30.000 personas de escasos recursos. Ha recibido numerosas distinciones, entre las que destacan la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania, el Premio Shalom por la Universidad Católica de Eichstätt, la Medalla al Mérito del Land Baden-Württemberg, el Premio Cardenal Agustín Bea de la Fundación Internacional Stiftung Humanum y la nacionalidad chilena concedida por especial gracia en 2001.