Manuel Rojas En 1969, a los 73 años, Manuel Rojas era ya un escritor consagrado. Había recibido el Premio Nacional de Literatura en 1957, la crítica lo había incorporado al canon de la narrativa chilena y varios de sus cuentos y novelas (Lanchas en la bahía, La ciudad de los Césares y, sobre todo, Hijo de ladrón) formaban parte del plan de lecturas escolares, mientras que varios de sus libros circulaban en América Latina. Salvo La oscura vida radiante (1971) —cuarta novela de su tetralogía protagonizada por Aniceto Hevia—, sus últimos trabajos no fueron obras de ficción, sino libros escritos a partir de viajes: el volumen memorialístico Pasé por México un día (1965); el conjunto de crónicas A pie por Chile (1967) y el ensayo-reportaje Viaje al país de los profetas (1969), todos publicados por Catalonia. El escritor chileno murió cuatro años más tarde de que su «Viaje al país de los profetas» fuera publicado en Buenos Aires, el 11 de marzo de 1973.