Adolescer 2055 - Roberto Santiago - E-Book

Adolescer 2055 E-Book

Roberto Santiago

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Beschreibung

Año 2055. Un grupo de adolescentes entra en una casa (aparentemente normal). A pasar un fin de semana (aparentemente normal). Tienen una cosa en común: todos buscan una oportunidad para salir del centro de menores en el que viven. Ese día, uno de ellos será elegido para ser adoptado. Una última cosa antes de empezar. Mi nombre es Teresa. Tengo dieciséis años. Y estoy muerta. Pero de eso ya hablaremos más adelante.

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PERSONAJES (ENTRE 15 Y 17 AÑOS)

ANA MARÍA

BASILIO

CECILIA

DANIELA

ESTHER

FRANCISCO

NARRADORA

Con la colaboración especial de:

PACO

MARÍA DEL MAR

ESCENA CERO

Sobre el escenario iluminado en penumbra, suena una alarma.

Suena con fuerza.

Una y otra vez.

Hasta que por fin entra BASILIO, muy agitado.

BASILIO

¿Hola? ¿Alguien sabe qué ha pasado...? ¿Alguien sabe algo?

Pausa.

BASILIO

¡Dicen que han tomado la ciudad! ¡Dicen que hay miles de personas en las calles! ¡Que la policía ha perdido el control! ¡Dicen que los bombardeos no han conseguido nada...! ¡Que el ejército se ha unido a los agitadores! ¿Se puede saber dónde estáis...?

Entran al mismo tiempo ANA MARÍA, CECILIA, DANIELA, ESTHER y FRANCISCO.

ANA MARÍA

¿Se sabe ya quién es el elegido?

FRANCISCO

¿Te han dicho algo?

BASILIO

¿Pero no habéis escuchado los gritos, los aviones derribados...?

CECILIA

¿Y de lo nuestro?

DANIELA

Eso, ¿qué pasa con nosotros?

ESTHER

¿Alguien sabe dónde está Teresa?

BASILIO

¿Podéis dejar de pensar en vosotros mismos por una vez?

ESTHER

¿Y tú puedes dejar de dar órdenes por una vez? ¿Puedes dejar de decirnos lo que tenemos y lo que no tenemos que hacer?

Pausa.

FRANCISCO

Tal vez han muerto... Dicen que han muerto centenares, miles.

ANA MARÍA

Si han muerto, no pintamos nada aquí.

ESTHER

Tenemos que encontrar a Teresa.

CECILIA

Si han muerto, deberíamos coger todo lo que podamos y salir corriendo. Deberíamos huir. Deberíamos saquear este lugar y escondernos.

Todos miran a CECILIA.

Entra música.

Tal vez se quedan pensativos.

Tal vez saquean el lugar.

Tal vez ponen todo patas arriba.

Hasta que entra...

La NARRADORA.

NARRADORA

Año 2055.

Un precioso y soleado día de primavera.

Un grupo de adolescentes (aparentemente normal) entra en una casa (aparentemente normal).

Todo ocurre en una casa a las afueras, en una tranquila urbanización. Tal vez es una casa con jardín, con piscina, con garaje. Muy pronto lo descubriremos.

También descubriremos durante los próximos minutos que este grupo de jóvenes vienen de un centro de acogida de menores: El Arca.

En El Arca viven en acogida casi quinientos menores.

Nuestros seis protagonistas son seis menores que van a pasar veinticuatro horas en una casa (que, como ya hemos dicho, es aparentemente normal).

Ellos son Ana María, Basilio, Cecilia, Daniela, Esther y Francisco.

Otra cosa que conviene saber es que esta casa pertenece a un matrimonio privilegiado: Paco y Marimar. Tienen un buen trabajo, muy buenos ingresos, e incluso un buen seguro médico. Lo cual, en estos tiempos, es mucho decir.

Solo les falta una cosa a Paco y Marimar para ser felices.

Un hijo. O una hija.

Tal vez por su edad, tal vez por falta de tiempo, tal vez por otras muchas razones que ahora no vienen al caso, han decidido que en lugar de tener un hijo natural... van a comprar uno.

Sí, comprarlo.

Así son las cosas en el año 2055.

Con el dinero y los contactos adecuados, uno puede comprarse un hijo.

Los índices de natalidad han descendido a cotas ridículas.

Las mujeres apenas tienen tiempo, ni ganas, ni condiciones, para tener hijos.

Los más desfavorecidos son, como ha ocurrido tantas veces a lo largo de la historia, quienes tienen hijos.

Muchos de esos niños acaban en centros de acogida. Lugares como El Arca.

Comprarse un hijo.

Pero no uno cualquiera.

Un buen hijo. Que a ser posible sea guapo, listo, que no dé problemas...

Paco y Marimar tienen donde elegir.

En España hay, en el año 2055, más de cien mil menores en centros de acogida. Y la cifra sigue creciendo.

Aquí es donde comienza nuestra historia...

Un grupo de adolescentes entra en una casa (aparentemente normal).

A pasar un fin de semana (aparentemente normal).

Los seis adolescentes son muy distintos entre sí.

Pero tienen una cosa en común: todos buscan una oportunidad para salir del centro de menores en el que viven. Para dejar atrás El Arca.

Nuestros seis héroes entran en la casa.

Uno de los seis será el elegido y no regresará al centro de acogida.

Tendrá una oportunidad.

Se quedará allí para siempre.

Y su vida cambiará.

Bienvenidos a las veinticuatro horas en las que seis adolescentes viven un peculiar proceso de selección para ser adoptados por una familia.

Bienvenidos a 2055.

Ah, si escucháis ruidos, gritos, tumultos… no os asustéis. Son los agitadores. Este fin de semana hay convocadas cientos de manifestaciones ilegales. La policía y el ejército están en alerta.

Podría contaros muchas cosas sobre este asunto de los agitadores. Incluso podría llevaros a ver las manifestaciones. O al puesto de mando conjunto de la policía y el ejército, donde ahora mismo se prepara una gran ofensiva. Enseñaros las armas, los helicópteros, las barricadas, las consignas...

Sin embargo, prefiero quedarme aquí.

En esta casa (aparentemente normal).

Prefiero contaros la historia de estos seis chicos (aparentemente normales).

Una última cosa antes de empezar. Mi nombre es Teresa. Tengo dieciséis años. Y estoy muerta. Pero de eso ya hablaremos más adelante.

ESCENA PRIMERA

NARRADORA

Una luz anaranjada inunda la cocina de la casa.

Es una luz que remite a esos cuadros cotidianos de Hopper, una luz que te hace sentir transportado a la infancia.

Una luz del atardecer, seguramente.

Ana María y Basilio se observan.

Se miran el tiempo suficiente como para saber que Ana María lleva insistiendo un buen rato.

BASILIO

No.

ANA MARÍA

¿Por qué?

BASILIO

No puedo.

ANA MARÍA

¿Por qué?

BASILIO

Porque no.

ANA MARÍA

¿Pero por qué?

BASILIO

Porque no.

ANA MARÍA

¿Pero por qué?

BASILIO

Porque no.

ANA MARÍA

Ya, pero... ¿por qué?

Pausa.

BASILIO

Hice una promesa... hace mucho tiempo... No puedo, ya te lo he dicho: no puedo...

ANA MARÍA

Qué clase de promesa es esa.

BASILIO

La gente hace promesas todo el tiempo.

ANA MARÍA

¿Entonces?

BASILIO

No.

ANA MARÍA

¿Seguro?

BASILIO

Es una promesa.

ANA MARÍA

A ver, a ver, es que no me ha quedado claro...

BASILIO

¿Cómo que no te ha quedado claro?

ANA MARÍA

¿No puedes... o no quieres?

BASILIO se queda pensativo.

Muy pensativo.

ANA MARÍA

Responde: ¿no puedes o no quieres?

BASILIO

Las dos cosas.

ANA MARÍA

No es lo mismo.

BASILIO

Eres muy... joven.

ANA MARÍA

¿Para qué?

BASILIO

Jovencísima.

ANA MARÍA

¿Pero muy joven para qué?

BASILIO

Para mí.

ANA MARÍA

Si me permites que te lo diga, es la idiotez más grande que he oído en toda mi vida.

BASILIO

Tienes quince.

ANA MARÍA

¿Y?

BASILIO

Muy joven.

ANA MARÍA

¿y?

BASILIO

Pues eso.

ANA MARÍA

Primero, no puedes... luego, la promesa... ahora, que soy muy joven...

BASILIO

Quince.

ANA MARÍA

Escúchame atentamente Basilio. Escúchame, porque no voy a repetirlo. Quiero hacerlo contigo. No espero que seamos novios, ni que me jures amor eterno, ni nada de eso. No estoy buscando al príncipe azul. Solo quiero hacerlo. Contigo. Eso es todo.

BASILIO

Ana María...

ANA MARÍA

Gallina.

BASILIO

Por favor.

ANA MARÍA

Maricón.

BASILIO

No sigas.

ANA MARÍA

¡Basilio tiene miedo! ¡Basilio es un niño pequeño! ¡Basilio maricón!

BASILIO

No uses esa palabra. No hables así.

ANA MARÍA

¿O?

Ambos se miran.

Muy cerca.

Por un momento, podría decirse que el deseo de ANA MARÍAva en aumento.

NARRADORA

Hagamos un breve paréntesis en este momento.

¿Dónde situaríais el deseo de una persona?

Es decir, si tuvierais que elegir una parte del cuerpo y decir: «Ahí está el deseo», ¿qué parte elegiríais?

Pensémoslo un momento.

¿Ahí...? ¿Ahí? ¿O tal vez ahí?

Sigamos adelante tras esta breve e interesante reflexión.

BASILIO y ANA MARÍA se observan un instante.

BASILIO (al público)

Ana María. 15 años. Ni mucho de esto ni mucho de aquello. A veces es tan fuerte que da miedo. Absolutamente nadie la ha visto llorar. Nunca.

ANA MARÍA (al público)

Basilio. 17 años. Va de sensible. De comprensivo. De amigo de todo el mundo. Muchas y muchos de El Arca darían cualquier cosa por pegarse un revolcón con él.

ANA MARÍA

¿O?

BASILIO

O le contaré a todos lo que hiciste con Esther.

ANA MARÍA

Otra pregunta.

BASILIO

Dime.

ANA MARÍA

¿Me vas a votar?

BASILIO

No.

ANA MARÍA

Bésame.

BASILIO

No.

ANA MARÍA

Tienes que votarme.

BASILIO

No.

ANA MARÍA

¿Vas a votar a Esther?

BASILIO

No.

ANA MARÍA

Maricón.

BASILIO

Es una palabra muy fea, no te pega. Aunque trates de disimularlo, eres demasiado inteligente para decir esas cosas.

ANA MARÍA

Algún día, y fíjate que ese día no creo que esté muy lejos, me suplicarás que yo te bese a ti.

BASILIO

Puede ser.

ANA MARÍA

No me trates como una idiota.

BASILIO

Ana María...

ANA MARÍA

...

BASILIO

¿Me vas a votar?

ANA MARÍA

...

BASILIO

Tienes que votarme.

ANA MARÍA

Qué me darías a cambio.

BASILIO

Pide a cambio cualquier cosa. Lo que sea.

ANA MARÍA

Si lo haces conmigo, te votaré.

De pronto, suena un RUIDO ENSORDECEDOR DE AVIONES.

Evidentemente son aviones que vuelan bajo, muy bajo, muy cerca de los edificios.

Tal vez se mezcla con el RUIDO DE HELICÓPTEROS.

Tal vez A