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eBook Interactivo. Como resultado directo de la conquista de la Península Ibérica por las legiones romanas, la romanización se inicia desde el primer momento, se acentúa durante el Imperio, o sea, desde el año 19 a. de J.C. en adelante, y se completa, por influjo del Cristianismo, en los siglos III y IV de nuestra Era.
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ÍNDICE
1. La romanización de Hispania
2. Murallas de Tarragona
3. Murallas de Barcelona
4. Murallas de Lugo
5. Templo de Augusto. Barcelona
6. Edículo a la entrada del Puente de Alcántara. Cáceres
7. Templo de Marte en Mérida
8. Anfiteatro de Itálica. (Vista general)
9. Anfiteatro de Itálica. (Ambulatorios)
10. Anfiteatro de Mérida
11. Teatro de Málaga
12. Teatro de Mérida
13. Teatro de Mérida. (Escena)
14. Teatro de Sagunto
15. Caldas de Malavella. Termas
16. Termas de Alange. (Reconstrucción)
17. Arco de Bará. Tarragona
18. Arco de Medinaceli. Soria
19. Arco de Cáparra. Cáceres
20. Torre de los Escipiones. Tarragona
21. Templo sepulcral de Fabara. Zaragoza
22. Sepulcro de Sádaba. Zaragoza
23. Reconstrucción de templo funerario
24. Calzada romana
25. Puente romano de Salamanca
26. Puente romano de Alcántara
27. Puente romano de Mérida
28. Acueducto de Segovia. (Vista general)
29. Acueducto de Segovia. (Detalle)
30. Acueducto de Tarragona
31. Acueducto de Los Milagros. Mérida
32. Torre de Hércules. La Coruña
OTRAS PUBLICACIONES
El arte romano puede considerarse en general como una continuación del griego y por tanto su influencia en el arte español también es una prolongación de los helenos. Presenta su mayor originalidad en la arquitectura, no sólo por sus aportaciones técnicas sino por sus estilos que aunque continúan a los helenos muestran una fuerte originalidad en comparación con las otras artes. En cambio en escultura y pintura no puede decirse que los romanos presenten grandes innovaciones. El mosaico, en cambio, si es un campo en el que brillan con fulgor desconocido por culturas anteriores. Hay que decir que también beben los romanos de sus antecesores etruscos, pero estos mismos también tienen una gran deuda con el arte helénico por lo que al fin y al cabo terminamos en la misma cuenta.
Las construcciones hispano-romanas son semejantes a las de los otros lugares del Imperio. Se construyen anfiteatros, como los de Mérida o Itálica, circos como el de Sagunto, baños públicos como las Caldes de Malavella o los espléndidos de Alange, acueductos como el de Segovia, Puentes como el de Alcántara, Arcos de Triunfo como el de Medinaceli, monumentos funerarios como los de Fabara o Sádaba, y tantos y tantos otros como vamos a repasar en la presente serie. Algunos, como el Teatro de Mérida o el Acueducto de Segovia, en excelente estado de conservación después de casi dos mil años, lo que demuestra la firmeza y calidad de sus construcciones arquitectónicas, semejantes a sus incomparables vías o carreteras que surcan toda la península lo mismo que gran parte de Europa y que consiguieron mantener en pie un Imperio económico y militar, como el romano, durante más de cuatro siglos.
La escultura presenta la novedad del realismo que es lo que la distingue de la griega, sobre todo en el arte de los retratos masculinos y femeninos, de los que se han encontrado buenos ejemplares en el territorio peninsular. El mosaico fue otra de las obras en las que los romanos destacaron notablemente de los helenos, y en Hispania nos han quedado varias muestras de los mismos. También la cerámica nos ha dejado ejemplares que presentan cierta originalidad frente a la de los helenos y que se fabricaron en muchos talleres de Hispania como apuntamos en los ejemplares que hemos tenido que citar.
Sin más preámbulos, vamos a intentar describir las mejores obras artísticas que nos han quedado de la Hispania romana y comenzaremos por señalar las «civitates» más afortunadas en donde se han encontrado.