4,49 €
eBook Interactivo. Con esta sencilla colección de arte americano precolombino pretendemos mostrar las mejores muestras conservadas de una sociedad que fue completamente absorbida por las invasiones europeas del XVI. Mayas, aztecas e incas son los pueblos más importantes que nos dejaron muestras de su expresividad artística y confirmaron que el espíritu humano no puede existir sin manifestaciones artísticas que demuestren de algún modo su capacidad de creación.
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
ÍNDICE
LOS ORÍGENES
LOS HOMBRES DE ZACATENCO
LOS HOMBRES DE CUICUILCO
LA CULTURA OLMECA
LOS HOMBRES DE TEOTIHUACÁN
LAS CULTURAS OCCIDENTALES
LOS ZAPOTECAS DE MONTE ALBÁN
LA CULTURA CLÁSICA DE VERACRUZ
LOS MAYAS
LOS CHICHIMECAS
CULTURA MIXTECO - PUEBLA
LOS AZTECAS
AMÉRICA CENTRAL
AMÉRICA DEL SUR
CHAVIN
CULTURA MOCHICA
CULTURA NAZCA
LA CULTURA DEL ALTIPLANO BOLIVIANO
LA CULTURA CHIMÚ
LOS INCAS
OTRAS PUBLICACIONES
Es muy difícil señalar los orígenes de las culturas americanas. Las hipótesis más aceptadas actualmente hablan de una antigüedad de quince mil años, aproximadamente, y unos pueblos paleolíticos -cazadores nómadas- que penetraron por el noroeste de América, es decir, por el Estrecho de Behring, aunque más tarde también se tiene conocimiento de invasiones a través del Pacífico, que recalaron en las costas occidentales de América Central y América del Sur.
Lo que sí parece admitido es que el paso del paleolítico al neolítico, es decir, el descubrimiento de las técnicas agrícolas, se produjo ya en el continente americano. También se admite, no obstante, que invasores posteriores llegaron a Sudamérica con conocimientos agrícolas adquiridos.
Los primeros hallazgos en tierras americanas suponen una cultura paralela a la de Sumer, aunque con caracteres muy diferentes, por supuesto.
Estas culturas americanas primitivas se conocen como culturas PRECLÁSICAS. Han recibido este nombre para subrayar el grado de evolución que en ellas hemos descubierto y diferenciarlas de otras culturas netamente «primitivas», como las de ciertos pueblos africanos, australianos y esquimales. Los primeros pueblos americanos de los que tenemos noticia eran sedentarios, tenían organización política, conocían la agricultura en alguna de sus formas, igual que la cerámica, el tejido, la arquitectura, etc. Es un poco complicado resumir el gran número de culturas que se producen en territorio americano antes de la llegada de los conquistadores españoles en los siglos XV y XVI. Las relaciones entre ellas no están aún suficientemente claras, sobre todo por la ausencia de escritura. Todos los datos deben extraerse de los vestigios plásticos y utilitarios que estos pueblos nos han dejado de su estancia en el Nuevo Continente. Procuraremos ir enumerando aquellas culturas que nos parezcan más interesantes y evolucionadas de una manera sistemática y progresiva. Situaremos lo más concretamente posible su emplazamiento. Señalaremos, todo lo que sea posible, sus límites cronológicos. Por último, mostraremos sus restos artísticos más importantes y los comentaremos brevemente, para conseguir una explicación homogénea de todas las manifestaciones.
Esta cultura, que ha recibido su nombre del emplazamiento de uno de los poblados más notables y mejor estudiados de la misma, está situada en la Meseta de Anahuac y se conocen restos de la misma, a partir del año 1500 a. de J. C. Sus localidades más conocidas son Zacatenco, El Arbolillo y Tlatilco. Los únicos restos que merecen mención son restos cerámicos y objetos de obsidiana y algún otro mineral semiprecioso. La cerámica del periodo Zacatenco suelen ser vasos con formas femeninas bastante gruesas y, otras veces, en forma de animal o adoptando una forma puramente geométrica, preferentemente ovalada. Poco o nada sabemos de los hombres que hicieron esta cerámica. Por las figuras femeninas, les suponemos preocupados por el misterio de la fecundidad. No sólo la fecundidad de la mujer, sino la de la Tierra, como ocurre en las culturas neolíticas del Oriente Próximo (Diosa Madre, cultos de la fecundidad, etc…).
Sin signos externos de decadencia o destrucción, la cultura de Zacatenco y Tlatilco deja paso a otra cultura más evolucionada, que se puede fechar entre el siglo VII al I a. de J. C. y cuyo radio de acción es el mismo anteriormente citado: la Meseta del Anahuac. Las estaciones que mejor conocemos de esta cultura son Ticomán, Tlapacoya y Cuicuilco. La cerámica de estas zonas es más variada que la anterior e introduce elementos desconocidos en la de Zacatenco que nos hablan de un estado cultural más evolucionado. Suelen tener temas decorativos geométricos, lo que significa un grado de abstracción apreciable. Aparecen dioses desconocidos anteriormente y que, a diferencia del período Zacatenco, suelen ser masculinos, como el famoso «Dios del fuego», que tendrá una larga tradición en territorio americano.