Cultura y arte Carolingio y Otoniano - Ernesto Ballesteros Arranz - E-Book

Cultura y arte Carolingio y Otoniano E-Book

Ernesto Ballesteros Arranz

0,0
4,49 €

oder
-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

eBook Interactivo. Los imperios de Carlomagno y de los Otones fueron el gran intento germánico medieval por "resucitar" la política y el imperio romanos. Nunca pudieron conseguirlo y sus frutos fueron demasiado humildes para poder compararse en modo alguno con el gran imperio romano. Pero esta idea tuvo hondas consecuencias en la política y la cultura occidentales, y por supuesto en el arte, como podemos ver en esta sencilla colección.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



ÍNDICE

EL IMPERIO DE CARLOMAGNO

LA CULTURA CAROLINGA

ARTE CAROLINGIO

EL SACRO IMPERIO ROMANO-GERMÁNICO

ARTE OTONIANO

OTRAS PUBLICACIONES

Estudiamos en este capítulo los dos núcleos de la cultura occidental que tomaron más importancia en los siglos IX y X. Ante todo el Imperio de Carlomagno, que es la primera construcción histórica medieval con ambiciones totalitarias e imperialistas. Más tarde, el Sacro Imperio Romano Germánico de Oton I, renovador de las ilusiones universalistas de Carlomagno. En estos dos Imperios se produjo la cultura y el arte más característico de la Alta Edad Media (siglos IX a XI).

Se debería dedicar otra parte del tema al Arte Ramirense o asturiano del siglo IX y X, y al arte mozárabe español, que tuvieron lugar hacia la misma época. Pero para el estudio de este tema, remitimos al lector al capítulo correspondiente de la “Historia del Arte Español” de esta Editorial.

EL IMPERIO DE CARLOMAGNO

El divorcio con los cristianos orientales y la llegada del Islam como nueva idea motriz de la Edad Media, rompen la unidad mediterránea y se enfrentan al Cristianismo romano dejándole reducido al espacio occidental de Europa. Esto sucede a finales del siglo VIII y principios del IX, que es la fecha que nosotros escogíamos para separar la Primera Edad Media de la Alta Edad Media. La Primera Edad Media había sido una época de barbarie, de predominio del espíritu germánico en Europa, con múltiples divisiones de reinos bárbaros: ostrogodos, francos, visigodos, etc... Durante esta época, no obstante, la influencia cristiana y romana habían realizado una labor profunda de penetración y proselitismo que comienza a salir a la superficie en la época siguiente: la Alta Edad Media. Y este rasgo es precisamente el más característico de la Alta Edad Media. Del siglo IX al XI los reinos europeos no se conforman ya con el mantenimiento de sus costumbres germánicas, sino que intentan resucitar el esplendor Imperial, basado en la idea cristiana y en el Imperio Romano por partes iguales. La Alta Edad Media es la época en que se impone esta idea, que es lo mismo que decir que los monjes cristianos y el Derecho Romano han saturado ya el individualismo germánico y salen a la superficie en forma de grandes construcciones imperiales. Pero aún hay otro rasgo distintivo. Estos Imperios de la Alta Edad Media son continentales, es decir, grandes extensiones de terreno con escaso contacto activo con el mar, que descansan por lo tanto en un régimen económico y social cuyo fundamento es la agricultura. Son Imperios alejados del mar y por ello del comercio y la industria, que sólo existen cuando hay posibilidad de vender excedentes a otros núcleos de consumo. Este nuevo aspecto está determinado por el Islam que bloqueó el Mediterráneo que era la vía comercial del Imperio Romano y desconectó, casi totalmente el Imperio Bizantino y el comercio oriental de los reinos occidentales europeos. Estos, obligados a vivir autárquicamente, es decir, consumiendo exclusivamente lo que producían por sí mismos, se desinteresaron cada vez más de la producción industrial y del comercio, y quedaron aislados del mundo. Los árabesdominaban el Mediterráneo y, por tanto, toda salida hacia Africa y Asia. Por el Este, los eslavos, escitas y magiares ocupaban grandes extensiones de terreno en las actuales Hungría, Rusia, Rumanía, Servia, etc... incomunicando también a los occidentales con los bizantinos a través del Danubio. De este modo, los occidentales crecieron y se desarrollaron en torno a un núcleo central: Roma, que para ellos era el símbolo de la cultura y de la religión. Aferrados a la idea cristiana que los separaba de los musulmanes y de los bárbaros asiáticos (magiares, búlgaros, etc...), queda Europa cercada por ideas, economías, razas y culturas diferentes. En este momento comienza a individualizarse Europa, comienza a dibujarse su cultura propia y original. Estamos pues, en este tema, a las puertas de la Europa actual, que no es más que una evolución de la Europa medieval.

Todavía en esta época reina en Europa un caos cultural producido por la mezcolanza de gentes romanas y pueblos semibárbaros. La Iglesia es la conservadora del espíritu romano y de la idea universalista cristiana, en torno a la cual se va a formar Europa. Los árabes tomaron Marsella y Narbona, cerrando las salidas de los francos al Mediterráneo. Se habían apoderado ya de Hispania y poco después lo hicieron de Sicilia y el sur de Italia. La Galia, encerrada en sus límites agrícolas, abandonó su próspera economía mercantil de tiempos del Imperio y se encerró en una economía feudal. Las ciudades del sur de Galia se arruinaron y con ellas la burguesía que las sostenía y las escuelas que se levantaban en su ámbito. El rey merovingio no tenía dinero y tuvo que dejar el poder en manos de los poderosos nobles francos, que llegaron a tener más tierras bajo su jurisdicción que el propio monarca. Los más fuertes eran los nobles carolingios del norte de Galia, antepasados de Carlomagno. Por su gran poder llegaron a ejercer como mayordomos hereditarios de los reyes meroveos. Uno de estos mayordomos, Pipino el Breve, desplaza totalmente al rey merovingio y gobierna en su lugar. La sociedad y el Estado habían caído en manos del noble más poderoso y audaz. El feudalismo se impuso a la monarquía merovingia de la Primera Edad Media.