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Quinto relato de 10 Secretos de Seducción. Había ido a Veracruz para curar su alma. Cuando el agua cálida del golfo la rodeó por fin, sintió los movimientos y las caricias del mar en su cuerpo. Y, de repente, él estaba allí, ante ella; era un extraño bronceado y musculoso, bello y masculino, con una sonrisa resplandeciente y cálida. Ella le devolvió la sonrisa y él se acercó. Al instante estaban acariciándose, explorándose el uno al otro mientras el mar los envolvía. Durante aquel atardecer descubrieron nuevas cimas de placer y pasión. No se dijeron sus nombres, y pronunciaron pocas palabras… Y sin embargo, nada volvería a ser igual para ninguno de los dos.
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Seitenzahl: 27
Editado por HARLEQUIN IBÉRICA, S.A.
Núñez de Balboa, 56
28001 Madrid
© 2008 Eden Bradley. Todos los derechos reservados.
DOS EXTRAÑOS, Nº 20 - noviembre 2012
Título original: Soul Strangers
Publicado originalmente por Harlequin Enterprises, Ltd.
Traducido por María Perea Peña
Editor responsable: Luis Pugni
Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial. Esta edición ha sido publicada con permiso de Harlequin Enterprises II BV.
Todos los personajes de este libro son ficticios. Cualquier parecido con alguna persona, viva o muerta, es pura coincidencia.
™TOP NOVEL es marca registrada por Harlequin Enterprises Ltd.
® y ™ son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited y sus filiales, utilizadas con licencia. Las marcas que lleven ® están registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas y en otros países.
I.S.B.N.: 978-84-687-2252-8
Imagen de cubierta: MAURO RODRIGUES/DREAMSTIME.COM
ePub: Publidisa
El agua cálida del golfo de México se arremolina alrededor de sus tobillos y calma el cansancio de sus huesos. El trayecto en coche desde Corpus Christi a Veracruz es muy largo. Ella no quería parar allí, ni siquiera sabía con certeza adónde iba. Simplemente, lo importante era ir.
Quería estar sola, y aquí está, rodeada de soledad en una playa casi vacía en la que solo hay unos cuantos extraños. Y como son extraños, no le importan.
Lleva tres días completamente sola. Primero, conduciendo, después en aquella playa, bañándose en el mar y durmiendo en su habitación del hotel. En realidad, la habitación es una pequeña cabaña que está en la playa. La arena llega hasta su puerta, donde ella tiene que limpiarse los pies con una toalla antes de entrar. Sin embargo, hay arena en el suelo de baldosines, y hay arena entremetida en las fibras de las alfombras de colores.
Aquel sitio huele a mar, y un poco a humedad, y a algo oscuro y exótico. A ella no le importa. Le encanta aquel olor. Le recuerda que está lejos de su hogar y de su vida. Ha dormido mucho en aquella habitación, pero de todos modos está cansada. Tiene una pesadez lánguida en el cuerpo, algo que no consigue sacudirse. No hay nada que le dé energía; ni los atardeceres brillantes de México, ni las horas de sueño, ni siquiera el poder del océano.
¿Qué es lo que necesita?
Avanza hacia el agua azul y verde, mirando hacia el horizonte del mar, donde el sol de última hora de la tarde acaricia las crestas de las olas. El océano le acaricia las rodillas, las caderas, como las manos suaves de un amante que nunca ha conocido.
Siente un movimiento junto a ella, y se da la vuelta. Hay un hombre muy cerca, con el agua por la cintura. Ella solo ve su torso y su cabeza. El sol se refleja en sus hombros anchos y bronceados. En uno de ellos tiene un tatuaje complicado, pero ella no distingue el diseño. Ve los planos y las sombras de una espalda musculosa y bonita, y una cintura muy estrecha.
De repente, se estremece. Él se da la vuelta, casi como si se hubiera percatado de que lo están mirando, y sonríe.