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Die Geschichte des kleinen Bassethundes Pipo spielt sich in der Schönheit der argentinischen Pampa und den Farben der italienischen Umbria ab. Eines Tages jedoch wird er aus seiner heilen Welt gerissen, denn brutale Hundefänger entführen ihn, um einen Kampfhund aus ihm zu machen. An einem grausamen Ort, wo Hunde sprechen können und sich gegenseitig dabei helfen, ihrem Schicksal zu entfliehen, setzt sich am Ende doch die Hoffnung auf ein anderes Leben durch. Der Mensch steht symbolisch für das Elend und die niederen Instinkte, während das Tier zum Ausdruck der Menschlichkeit wird. Leopoldo Ceballos schenkt uns eine Metapher des Lebens, in der lebendigen Sprache Argentiniens.
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Seitenzahl: 28
a mi madre, Betty
Leopoldo Ceballos nació en Córdoba, Argentina en 1966. Es Técnico Agrónomo egresado de la Escuela Agrotécnica de Bell Ville y trabaja como Parrillero y Cocinero en las ciudades de Düsseldorf y Colonia.
Leopoldo Ceballos wurde 1966 in Córdoba, Argentinien, geboren. An der Schule für Agrartechnik in Bell Ville hat er eine Ausbildung als Agrartechniker absolviert. Er arbeitet als Koch in Düsseldorf und in Köln als Griller.
Un hombre, un perro, una trufa blanca
Der Mann, der Hund und der weiße Trüffel
POESÍA / GEDICHTE
Y si somos amigos?
Und wenn wir Freunde werden?
Tú vas en una barca pequeña
,
Du fährst in einem kleinen Boot
,
Y es el sol, la luna, las estrellas
,
Die Sonne, der Mond, die Sterne
,
En un Agriturismo1 de la Umbria, Italia, vivía un perrito de nombre Pipo con su mamá Nini, ambos de raza Basset. Llevaban una vida muy tranquilos, y juguetones, solían correr por el campo. Nini fue a una escuela para aprender a buscar trufas y Pipo, a pesar de ser cachorro, aprendía de su mamá.
El Agriturismo era muy lindo, venían personas de todas partes, los domingos se hacían excursiones en busca del oro blanco de los hongos, la trufa. La verdad es que Nini nunca encontró una trufa, pero su amo, don Pedro, la quería mucho y la cuidaba porque la abuela de Nini, que se llamaba Sisi, había encontrado hace muchos años, unas cuantas trufas blancas, muy grandes y de muy buena calidad. Al venderlas, el padre de Pedro, compró las tierras para el Agriturismo. El padre, un día le dijo a Pedro: “Quiero que me cuides a Sisi siempre, gracias a ella tenemos estas tierras.” Pedro, no sólo cuidó a Sisi, sino también a sus crías y a las crías de éstos, de donde nació Nini.
Un día que fueron a buscar trufas por los montes de la Umbria, (ese día estaba nublado y habían venido muchas personas), estaban Sisi, Pipo y otros perros; ninguno de los perros encontraba trufas y algunas de las personas se enojaron y se quejaban: “En Umbria no hay trufas blancas, pagamos por una excursión en donde estos perros nunca encuentran nada”. Uno de los excursionistas le gritó a Sisi: “Perra, tú no sirves ni para encontrar champignones!”. Sisi se asustó y salió corriendo y Pipo la siguió, empezaba a llover con fuerza, con truenos y relámpagos. Pipo perdió de vista a su madre, un relámpago seguía a otro, Pipo corría, corría, ya no estaba más con el grupo. Se puso debajo de un árbol para protegerse de la lluvia, pasaron las horas, Pipo se puso a caminar y estaba perdido.
Llegó la noche, caminaba sin rumbo, asustado, entre los sonidos de la oscuridad. Con cansancio, con hambre y con frío, se quedó dormido, se despertó por unos ladridos y salió corriendo pensando que llegaba a su casa. Mientras se acercaba al lugar, los ladridos eran más fuertes y diferentes a los que él estaba acostumbrado, escuchaba a hombres que gritaban y a perros que peleaban rabiosos de furia, caminaba y vió muchas jaula grises y feas. Entonces gritó: “Hola, hay alguien ahí?”.