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EL ENTIERRO DE LAS RATAS (EDICION EXTENDIDA Y ANOTADA) - POR BRAM STOKER "El Entierro De Las Ratas" es un cuento de suspense y terror gótico escrito por Bram Stoker. La historia sigue a un joven inglés que, mientras explora los barrios marginales de París, se adentra en un peligroso mundo de pobreza y desesperación. A medida que avanza por una inquietante región llena de basura y traperos, descubre que la situación es más siniestra de lo que parecía. El cuento explora temas de supervivencia, la naturaleza humana en circunstancias extremas y el peligro oculto en los márgenes de la sociedad, creando una atmósfera de creciente tensión y amenaza. ACERCA DE ESTA EDICIÓN COMENTADA Esta edición especial de "El Entierro De Las Ratas" ha sido cuidadosamente ampliada para incluir las principales lecciones de vida extraídas de este extraordinario libro. Cada lección, extraída del rico tapiz de la novela, ofrece una visión más profunda de los temas principales de la obra y su relación con nosotros mismos, la sociedad y la cultura. Estas reflexiones enriquecen el texto original, proporcionando a los lectores valiosas perspectivas que resuenan más allá de la narración, haciendo de esta edición una lectura obligada tanto para los nuevos lectores como para los que regresan. CONTENIDO El Entierro De Las Ratas Lecciones Clave Guía De Ejercicios
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Seitenzahl: 59
INFORMACIÓN LEGAL
El Entierro De Las Ratas - Edicion Extendida Y Anotada
por BRAM STOKER
©2024/BRAM STOKER.
Todos los derechos reservados.
Contacto:
34744 Emerald Coast Parkway, Destin, FL 32541
ISBN: 978-1-300-90862-3
EDICION EXTENDIDA Y ANOTADA
POR
BRAM STOKER
ACERCA DE ESTA EDICIÓN COMENTADA
Esta edición especial de “El Entierro De Las Ratas” ha sido cuidadosamente ampliada para incluir las principales lecciones de vida extraídas de este extraordinario libro. Cada lección, extraída del rico tapiz de la novela, ofrece una visión más profunda de los temas principales de la obra y su relación con nosotros mismos, la sociedad y la cultura. Estas reflexiones enriquecen el texto original, proporcionando a los lectores valiosas perspectivas que resuenan más allá de la narración, haciendo de esta edición una lectura obligada tanto para los nuevos lectores como para los que regresan.
CONTENIDOS
EL ENTIERRO DE LAS RATAS
LECCIONES CLAVE
GUÍA DE EJERCICIOS
BramStoker
Saliendo de París por la carretera de Orleans, se cruza las Murallasy,girandoaladerecha,unoseencuentraenunbarrioalgosalvajeynada agradable. A derecha e izquierda, por delante y por detrás, portodos lados se levantan grandes montones de basura y suciedadacumulados por el paso del tiempo.
París tiene su vida nocturna y diurna, y el turista que entra en suhotel de la calle Rivoli o de la calle St. Honore a altas horas de lanocheosaledeélaprimerahoradelamañana,puedeadivinar,alacercarse a Montrouge -si no lo ha hecho ya-, la finalidad de esosgrandes carros que parecen calderas con ruedas y que encuentraparados por todas partes a su paso.
Cada ciudad tiene sus instituciones peculiares creadas a partir desus propias necesidades; y una de las instituciones más notables deParís es su población de traperos. A primera hora de la mañana -y
la vida parisina comienza a temprana hora- se pueden ver en lamayoría de las calles, en el camino frente a cada patio y callejón yentre cada pocas casas, como todavía en algunas ciudadesamericanas, incluso en partes de Nueva York, grandes cajas demadera en las que las empleadas domésticas o los inquilinos vacíanla basura acumulada del día anterior. Alrededor de estas cajas sereúnen y pasan, cuando el trabajo está terminado, a los nuevoscampos de trabajo y a los pastos nuevos, hombres y mujeresescuálidos y de aspecto hambriento, cuyos instrumentos de trabajoconsisten en una bolsa o cesta tosca colgada al hombro y unpequeño rastrillo con el que dan la vuelta y examinanminuciosamente los cubos de basura. Recogen y depositan en suscestas, con la ayuda de sus rastrillos, todo lo que encuentran, con lamisma facilidad con la que un chino utiliza sus palillos.
París es una ciudad de centralización, y centralización yclasificación están estrechamente relacionadas. En los primerostiempos, cuando la centralización se convierte en un hecho, su
precursor es la clasificación. Todas las cosas que son similares oanálogas se agrupan, y de la agrupación de grupos surge un todo opuntocentral.Vemosirradiarmuchos brazosextensoscon
innumerables tentáculos, y en el centro se eleva una cabezagigantesca con un cerebro exhaustivo y ojos agudos para mirar atodosladosyoídossensiblesparaoír,yunabocavorazparatragar.
Otras ciudades se asemejan a todas las aves y bestias y pecescuyos apetitos y digestiones son normales. Sólo París es laapoteosis analógica del pulpo. Producto de la centralización llevadaal ad absurdum, representa con justicia al pez diablo; y en ningúnaspecto es más curiosa la semejanza que en la similitud del aparatodigestivo.
Aquellos turistas inteligentes que, habiendo entregado su
individualidad en manos de los señores Cook o Gaze, "hacen" Parísen tres días, a menudo se quedan perplejos al saber cómo es que lacenaqueenLondrescostaríaunosseischelines,puedetomarsepor tres francos en un café del Palais Royal. No tienen queasombrarse más si no consideran la clasificación que es unaespecialidad teórica de la vida parisina, y adoptan en conjunto elhecho del que procede el trapero.
ElParísde18yonoeracomoelParísdehoy,yquienesvenelParís de Napoleón y del barón Haussmann difícilmente pueden
darse cuenta de la existencia del estado de cosas de hace cuarentay cinco años.
Sin embargo, entre otras cosas que no han cambiado están losbarrios donde se acumulan los residuos. La basura es basura entodo el mundo, en todas las épocas, y la semejanza familiar de losmontones de basura es perfecta. El viajero, por lo tanto, que visitalos alrededores de Montrouge puede retroceder en la fantasía sindificultadalaño 18yo.
En este año yo estaba haciendo una estancia prolongada enParís. Estaba muy enamorado de una joven que, aunque
correspondía a mi pasión, cedía tanto a los deseos de sus padresque había prometido no verme ni mantener correspondenciaconmigo durante un año. Yo también me había visto obligado aacceder a estas condiciones con la vaga esperanza de laaprobación de los padres. Durante el período de prueba había
prometido permanecer fuera del país y no escribir a mi queridahasta que expirara el año.
Naturalmente, el tiempo se me hizo pesado. No había nadie de mifamilia o de mi círculo que pudiera hablarme de Alice, y ninguno de
los suyos tuvo, lamento decirlo, la generosidad suficiente paraenviarme siquiera una palabra ocasional de consuelo sobre su saludy bienestar. Pasé seis meses vagando por Europa, pero como nopude encontrar ninguna distracción satisfactoria en los viajes, decidívenir a París, donde, por lo menos, estaría a poca distancia deLondres en caso de que la buena fortuna me llamara allí antes deltiempo previsto. Aquello de que "la esperanza aplazada enferma elcorazón" nunca se ejemplificó mejor que en mi caso, pues ademásdel perpetuo anhelo de ver el rostro que amaba, siempre meacompañaba una angustiosa ansiedad por si algún accidente me
impedía demostrar a Alice a su debido tiempo que, durante el largoperíodo de prueba, había sido fiel a su confianza y a mi propio amor.Así, cada aventura que emprendía tenía un feroz placer propio, puesestaba cargada de posibles consecuencias mayores que las quehubiera soportado ordinariamente.
Como todos los viajeros, agoté los lugares de mayor interés en elprimer mes de mi estancia, y en el segundo me vi impulsado abuscardiversiónencualquierlugar.Despuésdehaberhechovariosviajes a los suburbios más conocidos, empecé a ver que había unaterra incognita, en lo que respecta a la guía, en el desierto socialque se encuentra entre estos puntos atractivos. En consecuencia,comencé a sistematizar mis investigaciones y cada día retomaba elhilo de mi exploración en el lugar donde lo había dejado el díaanterior.
Con el tiempo, mis andanzas me condujeron cerca de Montrouge,y vi que por allí se encontraba la Ultima Thule de la exploraciónsocial, un país tan poco conocido como el que rodea el nacimiento