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Adaptación a Lectura Fácil de una de las novelas americanas más importantes del siglo XX. Todas las personas con dificultades de comprensión lectora podrán viajar a los locos años 20 y disfrutar de las fiestas, lujos y vicios de la alta sociedad de Nueva York. Nick Carraway se muda cerca de Nueva York para empezar en un nuevo trabajo. Pronto conocerá a su vecino Jay Gatsby, un millonario que siempre organiza fiestas y vive rodeado de lujos. Junto a Daisy y su marido Tom, Nick conocerá la vida de la alta sociedad y descubrirá el pasado misterioso de Gatsby. Lecturia es una editorial especializada en Lectura Fácil, que pretende acercar la literatura a todas aquellas personas que tienen dificultades para comprenderla y para disfrutarla.
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F. Scott Fitzgerald
El gran Gatsby
Adaptación de Fermín Zabalegui Sanz
Ilustraciones de Matías Zabalegui Sanz
El gran Gatsby
F. Scott Fitzgerald
© Adaptación a Lectura Fácil: Fermín Zabalegui Sanz
Validación de la adaptación: Sangita Alía Ramos
© De las ilustraciones: Matías Zabalegui Sanz, 2023
Diseño de colección y maquetación: La Granja Estudio Editorial
Corrección ortotipográfica: María Campos Galindo
Composición digital: Pablo Barrio
ISBN: 978-84-19502-16-2
Este logo identifica los materiales que siguen las directrices internacioles de la IFLA (International Federation of Library Associations and Institutions) para personas con dificultades lectoras. Lo otorga la Asociación Lectura Fácil. Para más información: www.lecturafacil.net
© Logo europeo de la lectura fácil.
Más información en www.easy-to-read.eu
Todos los derechos reservados. Cualquier tipo de reprodución, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo podrá realizarse con la autorización de los titulares, con la excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra, a través de la web www.conlicencia.com o por teléfono en el 91 702 19 70 / 93 272 04 47
Introducción
1. Me presento, soy Nick Carraway
2. Tom y Daisy Buchanan
3. La cena en la mansión de Tom y Daisy
4. La amante de Tom
5. Myrtle nos invita a su apartamento
6. Gatsby me invita a una fiesta
7. Por fin conozco a Gatsby
8. Las 2 caras de la señorita Baker
9. Gatsby quiere pedirme un favor
10. Jordan Baker me cuenta el secreto
11. Invito a Daisy a tomar el té
12. El reencuentro entre Daisy y Gatsby
13. La mansión de Gatsby
14. La verdadera historia de Jay Gatsby
15. Tom visita la mansión de Gatsby
16. Tom y Daisy van a la fiesta de Gatsby
17. La comida en casa de Tom y Daisy
18. La discusión en Nueva York
19. El accidente
20. El día después del accidente
21. El funeral
22. Me marcho de West Egg
Cubierta
Portada
Créditos
Índice
Comenzar a leer
Notas
Francis Scott Fitzgerald nació en Estados Unidos en 1896,
aunque su familia era de origen irlandés.
Fue a la Universidad,
pero no llegó a terminar sus estudios.
Se apuntó como voluntario para luchar
en Europa, en la Primera Guerra Mundial.
Cuando regresó, escribió su primera novela,
“A este lado del paraíso”, que se convirtió en un éxito.
Se casó con Zelda Sayre y se fueron a vivir a Francia.
Juntos vivieron unos primeros años de éxito y felicidad.
Pero después, pasaron unos años muy difíciles:
él se volvió alcohólico
y ella tuvo problemas de salud mental.
Scott Fitzgerald escribió 5 novelas
y muchos relatos cortos.
“El gran Gatsby” es su novela más famosa.
También trabajó como guionista de películas
en Hollywood.
Allí murió a los 44 años.
Se le considera uno de los escritores estadounidenses
más importantes de la historia.
Forma parte de la “Generación Perdida”,
un grupo de escritores norteamericanos
que, de jóvenes, lucharon en la Primera Guerra Mundial.
Después de la Primera Guerra Mundial,
la gente en Estados Unidos
tenía ganas de vivir y disfrutar.
La década de 1920 fue una época de cambios en el arte
y en la forma de divertirse de la gente:
el cine y los cabarets eran los espectáculos favoritos,
la música jazz se hizo muy popular
y los deportes tenían cada vez más seguidores.
En esos años hubo muchos cambios sociales,
por ejemplo, las mujeres consiguieron
algunos derechos importantes.
En esa época de libertades,
algunas personas pensaban que Estados Unidos
se estaba volviendo un país inmoral y peligroso.
Por eso, el gobierno aprobó la “Ley seca”,
que prohibía vender y beber alcohol.
Así surgieron muchos mafiosos y traficantes
que vendían alcohol de manera ilegal.
En esos años, Estados Unidos era
la economía más importe del mundo.
Muchas personas soñaban con hacerse ricas
y empezaron a trabajar o jugar en la bolsa.
Hubo personas que se hicieron millonarias
y parecía que cualquiera podía conseguirlo.
A esa idea la llamaban “el gran sueño americano”.
Sin embargo, esa época de dinero y diversión
terminó en 1929, con la caída de la bolsa.
Muchas empresas quebraron
y otras perdieron todo su dinero
y se quedaron en la ruina.
Mi nombre es Nick Carraway.
Vengo de una familia rica del interior de Estados Unidos.
Mi padre siempre me decía
que no estaba bien juzgar a la gente.
Nosotros teníamos dinero,
pero otras personas no lo tenían fácil.
Por eso, nunca me gustó criticar a los demás.
Si no tienes prejuicios en la vida,
puedes conocer gente diferente y asombrosa.
Os voy a contar la historia de un hombre muy especial.
Lo conocí en el verano de 1921.
Se llamaba Jay Gatsby, el gran Gatsby.
Yo estudié en Oxford, una universidad muy importante.
Me gustaba escribir, quería ser escritor.
Pero cuando terminé mis estudios en 1915,
tuve que ir a Europa a luchar en la Gran Guerra.
Cuando la guerra acabó, volví a Estados Unidos.
Ya no me apetecía ser escritor.
Tenía ganas de hacer algo diferente
y de empezar a disfrutar de la vida.
Casi todos mis amigos vivían en Nueva York
y muchos de ellos se dedicaban a la bolsa.
Yo también quería ir allí y empezar una nueva vida.
Hablé con mi padre y me dio algo de dinero.
En la primavera de 1921,
me mudé a un pueblo llamado West Egg,
que estaba a 30 kilómetros de la gran ciudad.
Todos los días tenía que ir a Nueva York,
donde trabajaba en la bolsa.
Me gustaba vivir en un pueblo pequeño.
Nueva York era muy grande y ruidosa.
West Egg estaba en una pequeña isla,
en medio de la naturaleza.
En esa isla había 2 pueblos: East Egg y West Egg.
Cada uno estaba en un extremo de la bahía.
Había una carretera desde la isla a Nueva York.
También había una línea de tren.
East Egg era un lugar muy elegante.
Allí vivía la gente rica y con clase.
Estaba lleno de mansiones preciosas.
West Egg también tenía casas grandes,
pero eran más feas.
Los habitantes de West Egg también tenían dinero,
pero no tenían el estilo y la clase de la gente de East Egg.
Como yo no podía gastar mucho,
alquilé una casa pequeña en West Egg.
Mi casita estaba justo en la bahía.
Por las noches, al mirar por mi ventana,
veía las luces de las mansiones lujosas de East Egg.
Justo al lado de mi casa había una mansión enorme.
No era muy bonita, pero era muy grande.
Era la mansión de Jay Gatsby, el gran Gatsby.
Pero yo no lo conocía todavía.
Una tarde de verano, fui a cenar a East Egg,
a una de esas mansiones blancas y lujosas.
Era la casa de mi prima Daisy y su marido Tom Buchanan.
Tenían una niña pequeña.
A su marido Tom lo conocí en la universidad.
Era un hombre grande, alto y fuerte.
Había sido uno de los mejores deportistas del país.
Él pertenecía a una de las familias
más ricas y poderosas de Estados Unidos.
Tom y Daisy tenían mucho dinero.
La mansión de los Buchanan era preciosa.
Estaba al lado de la playa y tenía un embarcadero.
Allí había una barca a motor.
El jardín era muy grande, estaba lleno de plantas y flores.
Las enredaderas cubrían las paredes.
Tom me esperaba en la puerta de la mansión.
Llevaba el traje de jinete,
porque acababa de montar a caballo.
Tom tenía más de 30 años,
pero seguía estando fuerte y musculoso.
Me cogió de un brazo con su mano enorme
y me invitó a entrar en su casa.
Tom y yo nos caíamos bien,
aunque nunca habíamos sido muy amigos.
La mansión también era muy bonita por dentro.
Por los ventanales se veía el jardín verde.
Había 2 mujeres jóvenes descansando
en un sofá muy grande.
Vestían de blanco y no se movían.
Una de ellas era mi prima Daisy.
Cuando me vio, se rio y dijo:
—¡Qué feliz estoy de que hayas venido, Nick!
Volvió a reír y me cogió de la mano.
Se quedó un rato mirándome a la cara.
Estaba muy contenta de verme.
Mi prima Daisy empezó a hacerme preguntas.
Se le notaba en la voz que estaba emocionada.
Era una mujer muy guapa y apasionada,
sus ojos eran brillantes y siempre sonreía.
—Tienes que conocer a mi bebé —me dijo—.
Está dormida. Tiene 3 años.
—Me encantaría —respondí.
Tom interrumpió mi conversación con Daisy:
—¿A qué te dedicas, Nick?
—Soy agente de bolsa —contesté.
—¿Con quién trabajas?
Le conté a Tom con quién trabajaba,
pero él no conocía a ninguno de mis compañeros.
Eso me molestó un poco,
porque Tom solía conocer a toda la gente importante.
La otra mujer se levantó del sofá y estiró los brazos.
—Llevo demasiado tiempo tumbada en este sofá —dijo.
—No es mi culpa —respondió Daisy—.
Llevo todo el día intentando convencerte
para ir a Nueva York.
La mujer joven era la señorita Jordan Baker.
Era guapa, alta y delgada.
Yo estaba seguro de que la había visto antes.
Ella me miraba con curiosidad.
Me hizo una pregunta con un tono un poco clasista:
—¿Vives en West Egg? Conozco a alguien allí.
—Sí, vivo allí —le contesté—,
pero todavía no conozco a nadie.
—Debes conocer a Gatsby —me dijo.
De repente, Daisy se dio la vuelta y preguntó:
—¿A Gatsby? ¿Qué Gatsby?
La señorita Baker iba a responder,
pero en ese momento nos llamaron para ir a cenar.
Tom Buchanan me cogió del brazo
y me llevó fuera de la habitación.