El Libro De Juan - Brian Simmons - E-Book

El Libro De Juan E-Book

Brian Simmons

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Beschreibung

El Libro de Juan nos invita a encontrarnos con el corazón de Dios a través de su amado Hijo. La Palabra no es una colección de letras muertas; es la expresión viva de Dios: Jesucristo. El que vino en carne y sangre como hombre perfecto, y como la manifestación viva de la gloria de Dios. En estas páginas nos encontramos cos ese hermoso Cristo.   La Palabra vino con piel en calidad de Hombre perfecto y como la manifestación viva de la gloria de Dios. El Evangelio de Juan nos ayuda a encontrarnos con ese hermoso Cristo.   Este, además, es el evangelio para los que creen. Ya que revela a Jesucristo como la Luz del mundo, el Salvador, el Rey, el verdadero Ungido, el Pan de Vida, el Buen Pastor, el Cordero de Dios, el Gran Yo Soy y el verdadero Ungido. Aun cuando Mateo, Marcos y Lucas nos narran la historia de Jesús, Juan devela el misterio de Cristo. A través de este evangelio, sentimos a Jesús como un afectuoso perdonador, un tierno sanador y un intercessor compasivo.

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Traducción La Pasión (TLP)®

Juan: Amor eterno

Publicado por BroadStreet Publishing® Group, LLC

BroadStreetPublishing.com

ThePassionTranslation.com

Traducción La Pasión® es una marca registrada de Passion & Fire Ministries, Inc.

Copyright © 2019 Passion & Fire Ministries, Inc.

978-1-4245-5968-8

eISBN 978-1-4245-5969-5

Todos los derechos reservados. Ninguna porción de este libro puede reproducirse en forma alguna, excepto como se indica a continuación, sin la autorización por escrito del editor.

El texto de Juan:Amor eterno, puede ser citado en cualquier modalidad (escrita, visual, electrónica o en audio), hasta treinta versículos o menos, sin el permiso por escrito del editor; siempre que los versículos citados no sumen el veinte por ciento o más del texto total de la obra en la que se citan y no se citen en un comentario u otra obra de referencia bíblica. En caso de citarse, una de las siguientes líneas de crédito debe aparecer en la página legal, donde aparecen los derechos de autor de la obra:

Las citas de las Escrituras marcadas con las letras TLP pertenecen a Traducción La Pasión®. Copyright © 2017, 2018 por Passion & Fire Ministries, Inc. Usadas con permiso. Todos los derechos reservados. ThePassionTranslation.com.

Todas las citas de las Escrituras pertenecen a Traducción La Pasión®. Copyright © 2017, 2018 por Passion & Fire Ministries, Inc. Usadas con permiso. Todos los derechos reservados. ThePassionTranslation.com.

Cuando se usen citas de TLP en medios no comerciales, como boletines de iglesias, sermones, boletines informativos o se proyecten en lugares de adoración, no se requiere el aviso de derecho de autor completo, sino las iniciales TLP; las cuales deben aparecer al final de cada cita.

Las citas que no cumplan estas pautas u otras solicitudes de permiso deben ser aprobadas por escrito por BroadStreet Publishing Group, LLC. Envíe las solicitudes a través del formulario de contacto en ThePassionTranslation.com/permissions.

Para obtener información sobre ventas al mayor o ediciones personalizadas de Traducción La Pasión, por favor, comuníquese con [email protected].

El editor y el equipo de TLP han trabajado con diligencia y oración para presentar esta versión de la Biblia, Traducción La Pasión, con excelencia y precisión. Sin embargo, todas las traducciones de la Biblia están sujetas a limitaciones e imperfecciones humanas. Si encuentra un error en el texto de la Biblia o en las notas al pie, póngase en contacto con el editor a través de [email protected].

TABLE OF CONTENTS

Juan: Introducción

Juan: Amor eterno

Traducción la pasión

Acerca del traductor

JUAN

(return to table of contents)

Introduction • One • Two • Three • Four • Five • Six • Seven • Eight • Nine • Ten • Eleven • Twelve • Thirteen • Fourteen • Fifteen • Sixteen • Seventeen • Eighteen • Nineteen • Twenty • Twenty-One

JUAN

Introducción

DE UN VISTAZO

Autor: el apóstol Juan

Destinatarios: judíos de la diáspora y creyentes.

Fecha: 80–85 d.C., aunque posiblemente 50–55.

Género literario: biografía histórica antigua.

Temas principales: la persona y obra de Jesús, la salvación, el Espíritu Santo y el fi n del mundo.

Esquema:

Prólogo — 1:1–18

El testimonio de Juan el Bautista — 1:19–51

El nuevo orden de Jesús — 2:1–4:42

Jesús como mediador de la vida y el juicio — 4:43–5:47

Jesús como el pan de vida — 6:1–71

Jesús como el agua y la luz de la vida — 7:1–8:59

Jesús como la luz y el pastor de la humanidad — 9:1–10:42

Jesús como la resurrección y la vida — 11:1–54

Jesús como el Rey victorioso — 11:55–12:50

Ministerio de Jesús a sus discípulos antes de su muerte — 13:1–17:26

Muerte y resurrección de Jesús — 18:1–20:31

Epílogo — 21:1–25

Sobre Juan

¡Cuánto anhela Dios que lo conozcamos! Lo descubrimos al leer y estudiar su Palabra viva. Pero la «Palabra» no es simple letra muerta; es la Expresión Viva de Dios, Jesucristo. El Verbo vino revestido como el Hombre perfecto, Aquel que es la expresión propia de Dios y la plenitud de su gloria; ¡él era Dios encarnado!

El Nuevo Testamento, en su comienzo, presenta cuatro biografías para describir los cuatro aspectos principales de este Cristo glorioso. El Evangelio de Mateo da testimonio de que él es el Rey, el Cristo de Dios conforme a las profecías del Antiguo Testamento, el que trae el reino de los cielos a la tierra. El Evangelio de Marcos lo presenta como el Siervo Amado de Dios, el siervo perfecto que realiza su labor fi elmente para Dios. El relato de Marcos es el más simple, porque un siervo no necesita un registro detallado. El Evangelio de Lucas presenta una imagen completa de Cristo como el verdadero Hombre y el Salvador compasivo de todos los que vienen a él. El Evangelio de Juan lo revela como el Hijo de Dios, el mismo Dios encarnado, para ser vida para el pueblo.

¡En el Evangelio de Juan hay milagros por todas partes! El agua se convirtió en vino. Los ojos de los ciegos fueron bendecidos con la vista. Incluso los muertos resucitaron para volver a caminar cuando Jesús vivía entre los hombres. Cada milagro era una señal que nos inspira a preguntar quién es realmente este hombre. El libro de Juan nos trae una perspectiva celestial llena de revelaciones maravillosas en cada versículo. No hay nada que se pueda comparar con los escritos de Juan. Fue un profeta, un visionario, un enamorado, un evangelista, un escritor, un apóstol y un hijo del trueno.

Los otros tres Evangelios nos presentan la historia de Cristo, pero Juan escribe para revelar el misterio de Cristo. Se ve a Jesús como el Cordero de Dios, el Buen Pastor, el Buen Perdonador, el Tierno Sanador, el Intercesor Compasivo y el gran YO SOY. ¿Quién puede resistirse a este hombre cuando atrae su corazón para acercarlo a sí? Leer el Evangelio de Juan es encontrarse con Jesús. Lector, que esta sea su meta al leer.

Hay tres cosas que son importantes recordar acerca de Juan, el autor de este Evangelio: primero, era un seguidor apasionado de Jesucristo. Había visto los milagros de Jesús de primera mano y había escuchado las palabras ungidas que enseñó. Caminó con Jesús y lo siguió de todo corazón, y se convirtió en uno de los siervos como apóstol de Cristo.

En segundo lugar, Juan se describe a sí mismo como «el discípulo a quien Jesús amó» (Jn 21:7, 20). Este término no era para indicar que Jesús amaba a Juan más que a los demás, sino que Juan se veía a sí mismo como alguien a quien Jesús amaba. Tú también podrías decir eso de ti: «¡Yo soy el discípulo a quien Jesús ama!». Cada creyente puede repetir la descripción que Juan hace de sí mismo, ya que esas palabras deben convertirse en la verdadera definición de nuestra identidad.

El amor descifra misterios. Al amar a Jesús, nuestros corazones se abren para ver más de su belleza y gloria. Cuando dejamos de definirnos en función de nuestros fracasos, y nos definimos más bien como aquellos a quienes Jesús ama, nuestros corazones comienzan a abrirse al impresionante descubrimiento de la maravilla de Jesucristo.

En tercer lugar, es importante tener en cuenta que Juan no incluyó todo lo que Jesús hizo y enseñó. De hecho, si se reúnen todos los datos de los Evangelios y se concentran, ¡solo tenemos información para cubrir unos pocos meses de la vida y el ministerio de Jesús! Solo se nos muestran instantáneas, fragmentos de lo que enseñó y algunos de los milagros que realizó. Desde su nacimiento hasta la edad de doce años, no sabemos prácticamente nada de su vida; y desde los doce años hasta que comenzó su ministerio público a los treinta, tampoco se nos da casi ninguna información acerca de él en los Evangelios. Juan resume su relato incompleto en el último versículo de su Evangelio:

Jesús hizo innumerables cosas que no he incluido aquí. Si se escribieran todas sus obras y se describieran una por una, ¡creo que no habría espacio en el mundo entero para que cupieran todos los libros que habría que escribir! — Juan 21:25

Juan nos da el cuarto Evangelio, que corresponde a la cuarta de las criaturas vivientes mencionadas en el libro de Apocalipsis: el águila que vuela. Esto presenta ante nuestros corazones a Cristo como Aquel que vino del cielo y revela la realidad del cielo a quienes lo aman. En [Deuteronomio] Dn 3:25, el cuarto hombre que caminaba sobre el fuego tenía la forma del Hijo de Dios. Este cuarto hombre revelado en el cuarto Evangelio es Aquel que en el cuarto día puso el sol en el cielo (Gn 1:7).

Según comenta Tertuliano, uno de los padres de la iglesia, para silenciar el ministerio de Juan, este fue sumergido en aceite hirviendo frente a una gran multitud que llenaba el Coliseo Romano. Pero Dios aún no había terminado con su anciano apóstol. ¡Tertuliano relata que Juan salió sano y salvo del caldero en llamas! Este milagro resultó en la conversión masiva a Cristo de casi todos los testigos del hecho. Juan fue desterrado más tarde a la isla de Patmos, donde escribió el libro de Apocalipsis, la revelación de Jesucristo.

Esta traducción de las buenas nuevas de Juan está dedicada a todos los fieles evangelistas y predicadores del evangelio. Ustedes son un regalo para el mundo y, por medio de su ministerio, millones de personas han sido llevadas al reino de Dios. Estamos eternamente agradecidos a Dios por sus vidas y su mensaje.

Amigo lector, puede confiar en cada palabra que lea de Juan, porque dice la verdad. Su Evangelio le llevará a una gloria más alta, donde Jesús está ahora sentado y exaltado a la diestra de Dios. A medida que el Evangelio de Juan revela a Jesús en la magnificencia de su presencia, siéntese a su lado en el trono. Su vida nunca será la misma después de asimilar la gloria gloria que presenta el libro de Juan.

PROPÓSITO

El Evangelio de Juan trata de Cristo y su belleza. Juan nos cuenta por qué escribió este fascinante libro:

Jesús continuó haciendo muchas más señales milagrosas en presencia de sus discípulos, que ni siquiera están incluidas en este libro. Pero todo lo que está registrado aquí es para que crean plenamente que Jesús es el Ungido, el Hijo de Dios, y para que, por medio de su fe en él, ¡experimenten la vida eterna por el poder de su nombre! —Juan 20:30–31

Aquí hay un doble propósito: escribe a los no creyentes, en su mayoría judíos, pero también a los gentiles, para que crean que Jesús es Aquel por medio del cual encontrarán y experimentarán la vida eterna; también les escribe a los creyentes para que la fe de ellos sea más plena, para que experimenten la plenitud de esa vida mediante el poderoso nombre de Jesús.

El término creer aparece cien veces en Juan. ¡Es el Evangelio que enfatiza creer! Creemos que Jesucristo es la Expresión Viva de Dios y la Luz del Mundo. Él es el Salvador, el Rey, el Ungido, el Pan vivo y el Pastor amoroso. Por eso seguimos basándonos en este libro magistral para enseñar y predicar: para inspirar fe en la gente y crezcan en su fe. El Evangelio de Juan nos revela estas verdades.

AUTOR Y AUDIENCIA

Muchos creen que Juan escribió este Evangelio alrededor de los años 80 y 85 d.C. Sin embargo, los Rollos del Mar Muerto aluden a una fecha anterior que se remonta a los años 50-55 d.C., ya que algunos de los versículos encontrados en los Rollos del Mar Muerto son casi idénticos a los versículos encontrados en el Evangelio de Juan. La fecha anterior, aunque impugnada por algunos, parece más probable. ¿Por qué esperaría Juan para escribir y compartir las buenas nuevas de Jesús? Parece probable que Juan escribió su Evangelio antes del 66 d.C. cuando comenzó la guerra romana contra los judíos, pues menciona que el templo aún estaba en pie y que el estanque «tiene» (no «tenía») cinco soportales. Todo esto fue destruido durante la guerra romana de los años 67-70 d.C.

Juan recibió el llamado de seguir a Jesús mientras remendaba una red, lo cual parece apuntar al enfoque de su ministerio. El mensaje de Juan «remienda» los corazones de los hombres y brinda sanidad al cuerpo de Cristo mediante la revelación que nos trae.

Existe la interesante posibilidad de que tanto Jacob (Santiago) como Juan (hijos de Zebedeo) fueran realmente primos de Jesús. Al comparar Mt 27:56 con Mr 15:40, vemos que la esposa de Zebedeo era Salomé. Se cree que Salomé podría ser la hermana menor de María, la madre de nuestro Señor Jesús, lo que convertiría a sus hijos Jacob y Juan en primos de Jesús.

TEMAS PRINCIPALES

La persona de Jesús como Dios. De todos los temas principales del Evangelio de Juan, la pregunta: «¿Quién es Jesús?» es medular en él, sobre todo a la hora de distinguirla de los otros tres Evangelios. Para Juan, Jesús es el Hijo de Dios. Él solo hace las cosas que Dios el Padre le dice y le muestra que diga y haga. Jesús es el único Mensajero de Dios, que afirma ser Dios y sin embargo se somete a Dios. A través de su obediencia y dependencia, Jesús se convierte en el eje de la revelación de las mismas palabras y obras de Dios. ¡Esto significa que el Evangelio de Juan trata tanto de Dios como de Jesús!

La obra de Jesús en la salvación. Juan deja claro que Dios el Padre es el que inicia la salvación humana. Y el que trae la salvación del Padre es el Hijo. Jesús es el Cordero de Dios, que vino para quitar los pecados del mundo, lo que significa que necesitamos ser salvos de esos pecados. Él es el Buen Pastor que da su vida por sus ovejas. Él es también el Pan de Vida, la Luz del Mundo, la Verdad y la Vida, todos estos nombres apuntan a la salvación que se encuentra en Jesús.

Es verdad que la fe ocupa un lugar prominente en el Evangelio de Juan, invitando a la gente a tomar una decisión y a confirmarla practicando la verdad. Pero Juan también enseña que tal decisión simplemente revela lo que Dios mismo está haciendo en aquellos que con el tiempo se convertirán en sus hijos, ¡salvarlos por medio de Jesús!

El Espíritu Santo. El Espíritu de Dios llena las páginas de Juan de la misma manera que llena los otros Evangelios: Jesús recibe el Espíritu durante su bautismo; Jesús bautizará a su pueblo en este Espíritu; Jesús está dotado con el Espíritu de manera única; al ser el único que tiene y da el Espíritu, Jesús nos muestra las características de él. Sobre todo, en este Evangelio, Juan conecta la entrega del Espíritu Santo al pueblo de Dios con la muerte y la exaltación del Hijo. ¡En buena parte del Evangelio de Juan, y por medio de él, hemos llegado a conocer la preciosa doctrina de la Trinidad!

El pueblo de Dios. Uno de los temas principales del Evangelio de Juan se inspira en el Antiguo Testamento: la formación de un pueblo, una comunidad que encarne y lleve adelante la misión de Jesús. Esta comunidad del pueblo de Dios a la que llamamos discípulos comienza con una especie de encomienda, en la que Jesús les insufla su aliento, marcándolos como su pueblo de la nueva creación. Este acto recuerda la creación original del primer ser humano cuando Dios insufló su aliento en Adán. Así como Moisés pronunció su discurso de despedida en Deuteronomio, Jesús se dirige a sus seguidores (ver caps. 13–17) para cumplir sus propósitos de redención.

Vida eterna ahora y más adelante. Como sucede con los otros Evangelios, el de Juan se centra en la vida, muerte y resurrección de Jesús, cuyo propósito es que la humanidad pueda tener vida eterna en la era venidera, y a la vez experimentar el sabor de la vida en el presente. La vida eterna e inagotable en esta era final, es un regalo dado a las personas que creen en la redención de Cristo; la alternativa es el juicio. Pero esta realidad no es meramente para después, es también para ahora; la vida eterna es ya y todavía no. Juan enfatiza el disfrute presente de esta vida eterna y sus bendiciones. Pero también deja claro que Jesús volverá para reunir consigo a los suyos en la morada que les ha preparado.

JUAN

Amor eterno

La Expresión Viva

1En el principioa la Expresión Vivab ya estaba ahí.

La Expresión Viva estaba con Dios, aunque era plenamente Dios.c

2Estaban juntos, cara a cara,d en el principio.e

3Por medio de su inspiración creadora,

esta Expresión Viva hizo todas las cosas,f

¡pues nada existe aparte de ella!

4La vida llegó a existirg gracias a ella,

porque su vida es luz para toda la humanidad.h

5Y esta Expresión Viva es la Luz que irrumpe en la penumbra,i

¡la Luz que la oscuridad no puede atenuar!j

6Entonces apareció de repente un hombre que había sido enviado por Dios,

un mensajero llamado Juan.k

7Vino para actuar como testigo, para señalar el camino a la Luz de la Vida,

y para ayudar a todos a creer.

8Juan no era esa Luz, sino que vino a mostrar quién es.

Pues él era tan solo un mensajero encargado de decir la verdad sobre la Luz.

9Porque la Luz de la Verdadl estaba a punto de entrar en el mundo

y brillar sobre todos.m

10Entró en el mismo mundo que él creó,

aunque el mundo no se dio cuenta.n

11Vino al mismo pueblo que él creó,o

a aquellos que deberían haberlo reconocido,

pero no lo recibieron.

12Sin embargo, los que lo acogieron y se aferraron a su nombrep

¡recibieron autoridad para convertirse

en los hijos de Dios!

13No nació por la unión de padres humanosq

ni por medios naturales,r ni por deseo de un hombre,

sino que nació de Dios.s

14Y así la Expresión Viva

se hizo hombret ¡y vivió entre nosotros!u

Y contemplamos el esplendor de su gloria,v

la gloria del que es Uno y Únicow

¡que vino del Padre rebosante

de tierna misericordiax y verdad!

15Juan enseñó la verdad sobre él

cuando le anunció al pueblo:

«¡Él es el Elegido! ¡Entréguenle sus corazones!

Ya les dije que vendría después de mí,

aunque está muy por encima de mí,

pues él ya existía antes incluso de que yo naciera».y

16¡Y ahora de su plenitud nos llenamos!z

¡Y de él recibimos gracia acumulada sobre más gracia!aa

17Moisés nos dio la Ley, pero Jesús, el Ungido,

nos revela la verdad envuelta en una tierna misericordia.

18Nadie ha contemplado jamás la plenitud del esplendor de Dios

excepto el Hijo amado de una forma única,

quien recibe el mayor aprecio del Padreab

y está apegado a su corazón.

¡Ahora él nos ha reveladoac

la plena explicación de quién es Dios en verdad!

El ministerio de Juan el Bautista

19Algunos de los líderes judíosad enviaron un séquito de sacerdotes y sirvientes del temploae desde Jerusalén para interrogar a Juan. Le preguntaron: «¿Tú quién eres?».

20Juan les respondió sin rodeos,af diciendo: «¡Yo no soy el Mesías!».

21«¿Entonces quién eres?—pregun-taron—. ¿Eres Elías?».

«No», contestó Juan.

Entonces le insistieron: «¿Eres tú el profeta que Moisés dijo que vendría, el que esperamos?».ag «No», contestó.

22«¿Entonces quién eres? — exigieron—. Necesitamos una respuesta para los que nos enviaron. Cuéntanos algo sobre ti, ¡lo que sea!».

23Así que Juan les respondió: «Yo estoy cumpliendo la profecía de Isaías: “Soy una voz apremiante y estruendosa que grita en el desierto: despejen el camino y preparen sus corazones para la venida del Señor Yahvé”».ah

24Entonces algunos miembros de la secta religiosa conocida como los fariseosai inquirieron a Juan: 25«¿Por qué bautizas a la gente si admites que no eres el Cristo, Elías ni el Profeta?».

26–27Juan les respondió: «Yo bautizo en este río, pero Aquel que ocupará mi lugar ha de recibir más honores que yo,aj aunque ni siquiera cuando esté en medio de ustedes lo reconocerán ni lo recibirán. ¡Yo no soy digno ni de agacharme ante él y desatarle las sandalias!». 28Todo eso tuvo lugar en Betania,ak donde Juan estaba bautizando, en el punto del cruce del río Jordán.al

El Cordero de Dios

29Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía para que lo bautizara, y gritó: «¡Miren! ¡Aquí está! ¡El Cordero de Dios!am ¡Él quitaráan los pecados mundo!ao30¡Les dije que vendría un Poderosoap que es mucho más grande que yo, porque él ya existía mucho antes de que yo naciera! 31Mi bautismo era para preparar su manifestación a Israel, aunque yo todavía no lo conocía».

32Entonces, cuando bautizó a Jesús, Juan pronunció estas palabras: «Veo al Espíritu de Dios aparecer como una paloma que desciende del reino celestial y se posa sobre él. ¡Y reposó sobre él desde ese momento en adelante!aq33Y, aunque todavía no lo había conocido, cuando fui comisionado para bautizar con agua, Dios me dijo estas palabras: “Un día verás al Espíritu descender y permanecer sobre un hombre. Él será Aquel a quien he enviado a bautizar con el Espíritu Santo”.ar34Y ahora he visto y discernido. Puedo decirles con seguridad que este hombre es el Hijo de Dios».as

Los primeros seguidores de Jesús

35–36Al día siguiente, Juan estaba allí otra vez con dos de sus discípulos cuando Jesús pasó caminando junto a ellos. Juan, mirándolo fijamente, señaló a Jesús y dijo: «¡Miren! ¡Ahí está el Cordero de Dios!». 37En cuanto lo oyeron los dos discípulos de Juan, al instante lo dejaron y comenzaron a seguir a Jesús a escasa distancia.

38Entonces Jesús se giró y, al ver que lo seguían, les preguntó: «¿Qué quieren?».at Ellos respondieron: «Rabí (que significa “señor maestro”au), ¿dónde te alojas?».av39Respondió Jesús: «Vengan y véanlo ustedes mismos». Así que fueron con él y vieron dónde se alojaba y, como era ya a última hora la tarde, pasaron el resto del día con Jesús.

40–41Uno de los dos discípulos que escuchó las palabras de Juan y comenzó a seguir a Jesús era un hombre llamado Andrés.aw Fue a buscar a su hermano Simón y le dijo: «Hemos encontrado al Ungido»ax (que, traducido, es el Cristo). 42Entonces Andrés llevó a Simón para que lo conociera. Cuando Jesús vio al hermano de Andrés, le profetizó: «Tú eres Simón y tu padre se llama Juan.ay Pero de ahora en adelante te llamarán Cefas» (que significa Pedro la Roca).az

Jesús llama a Felipe y a Natanael

43Al día siguiente, Jesús decidió ir a la región de Galilea. Allí encontró a Felipe y le dijo: «Ven y sígueme» 44(Felipe, Andrés y Pedro eran todos de la misma aldea de Betsaida).ba45Entonces Felipe fue a buscar a su amigo Natanaelbb y le dijo: «¡Lo hemos encontrado! ¡Hemos encontrado al que estábamos esperando! ¡Es Jesús, hijo de José de Nazaret, el Ungido! ¡Él es el que Moisés y los profetas profetizaron que vendría!».

46Natanael se mofó: «¡Nazaret! ¿Qué de bueno podría salir de Nazaret?».bc Felipe le respondió: «¡Ven, vamos a averiguarlo!».

47Cuando Jesús vio a Natanael que se acercaba, dijo: «Aquí viene un verdadero hijo de Israel, ¡un hombre honesto sin motivaciones ocultas!».

48Natanael se quedó atónito y dijo: «Pero, si no me conoces, ¿cómo puedes saber nada de mí?».

Jesús respondió: «Natanael, justo antes de que Felipe acudiera a tu encuentro, te vi sentado bajo la sombra de una higuera».bd

49Natanael exclamó: «¡Maestro, tú eres verdaderamente el Hijo de Dios y el Rey de Israel!».

50Jesus respondió: «¿Crees simplemente porque te dije que te vi sentado bajo una higuera? ¡Vas a vivir cosas aún más impresionantes! 51Te profetizo una verdad eterna:be ¡de ahora en adelantebf todos ustedes veránbg un cielo abierto y contemplarán al Hijo del Hombrebh como una escalera que llega hasta el cielobi y a los mensajeros de Dios subiendo y bajando sobrebj él!».

 

a1:1 La mayoría de los estudiosos consideran que los primeros dieciocho versículos de Juan son palabras de un antiguo himno o poema que los creyentes en Cristo del primer siglo apreciaban mucho.

b1:1 En el griego es el logos, que posee un trasfondo rico y variado tanto en la fi losofía griega como en el judaísmo. Los griegos consideraban el logos como el principio supremo del orden cósmico. El logos de Dios en el Antiguo Testamento es su poderosa expresión de sí mismo en la creación, la revelación y la redención. En el Nuevo Testamento tenemos esta nueva visión especial que Dios nos ha dado por medio de Juan, que indica la presencia de Dios mismo en carne. Algunos han traducido este término tan rico como «Palabra» o «Verbo». También podría traducirse como «Mensaje» o «Modelo». Jesucristo es la Palabra eterna, la Palabra creadora, y la Palabra hecha visible. Él es la expresión de Dios, mediante un cuerpo de carne, de todo lo que él es, contiene y revela. Así como nosotros nos expresamos con palabras, Dios se ha expresado perfectamente en Cristo.

c1:1 La Expresión Viva (Cristo) participaba plenamente de todos los atributos de la deidad que Dios Padre posee. La Expresión Viva existió eternamente como un individuo distinto pero el mismo en esencia, como uno con el Padre.

d1:2 La palabra griega que se usa aquí y el concepto hebreo que se transmite es el de estar ante el rostro de Dios. No existe una palabra hebrea para «presencia» (es decir, la «presencia» de Dios), solo la palabra rostro.

e1:2 Tanto Gn 1:1 como Jn 1:1–2 hablan de el principio. En Génesis es el principio del tiempo, pero Juan habla de la eternidad pasada, un principio anterior a la existencia del tiempo. La Expresión Viva es Cristo, que existía en la eternidad como parte de la Trinidad. No tuvo principio, al ser uno con el Padre.

f1:3 O «todas las cosas sucedieron por él y nada sucedió aparte de él». El arameo es: «todo estaba en su mano» (de poder). Véanse Sal 33:6; Is 44:24.

g1:4 El arameo dice: «En él estaban las vidas» (plural), no solo las múltiples vidas humanas, sino también la vida espiritual, la vida eterna y la vida en todas sus formas.

h1:4 Traducido del arameo, que también se puede traducir como «la chispa de la vida humana». Jesucristo trae la luz de la vida eterna y la plena revelación de Dios. El Evangelio de Juan se divide con facilidad en tres secciones: vida (caps. 1–7), luz (caps. 8–12) y amor (caps. 13–21).

i1:5 O «sigue brillando».

j1:5 El griego tiene aquí un doble significado. La oscuridad no podía disminuir esta Luz, tampoco podía comprenderla. La oscuridad también puede ser una metáfora de los hijos de la oscuridad.

k1:6 Se refiere a Juan el Bautista.

l1:9 Traducido del arameo. El griego dice: «la Luz Verdadera».

m1:9 O «iluminar a todos».

n1:10 O «el mundo [la humanidad] no lo percibió».

o1:11 O «a lo suyo» (cosas o personas).

p1:12 O «los que están poniendo fe en su nombre». «Aferrarse a su nombre» significa creer en todo lo que él representa y poner en práctica lo que enseñó en el poder de su nombre.

q1:13 O «no de corrientes de sangre» (es decir, la sangre de un padre y una madre).

r1:13 O «del reino natural».

s