4,49 €
eBook Interactivo. Breve repaso por la época humana carente de escritura. Época muy larga y cargada de contenidos que no siempre podemos interpretar adecuadamente porque lo primero que tendríamos que explicar es cómo el ser humano pudo estar cientos de miles de años cazando y recogiendo alimentos para, después, en un periodo de cinco mil años escasos, llegar al desarrollo actual.
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
ÍNDICE
PREHISTORIA
DIVISIÓN Y SISTEMA
PALEOLÍTICO INFERIOR
PALEOLÍTICO MEDIO
PALEOLÍTICO SUPERIOR
MESOLÍTICO
OTRAS PUBLICACIONES
Llamamos Prehistoria al conocimiento histórico de los tiempos más antiguos, cuando aún no había documentación escrita. La escritura es, pues, el limite escogido para separar las dos grandes vertientes del pasado. No es una elección arbitraria ni caprichosa. La cultura humana es progresiva porque el hombre puede transmitir sus experiencias y conocimientos a otros hombresque le siguen. De este modo el hombre no se ve obligado a nacer en cada individuo, como sucede a los animales. Dentro de cada individuo humano laten y se concentran todas las inquietudes, ensayos y fracasos de la humanidad pasada. El instrumento de transmisión de conocimientos -el lenguaje- es, por tanto, uno de los elementos más peculiares del modo de ser hombre. Pero los antiguos pobladores del planeta nonos dejaron huellas de su lenguaje, hasta que aprendieron a grabarlo objetivamente en rocas y objetos, hasta que aprendieron a escribir.
Es, por tanto, la escritura el hito más importante de la evolución humana en los tiempos antiguos. El vestigio más claro y racional, el más completo, aunque sujeto a multitud de errores y falsas interpretaciones. Todos los tiempos anteriores, de los que no tenemos restos escritos, se agrupan en la enorme etapa que convencionalmente denominamos Prehistoria. Casi un millón de años de perenne nomadeo sobre la faz de la tierra, durante el cual el hombre fue dejando continuas huellas de su peregrinación. Tales son las armas, sepulturas, joyas, monumentos, vasijas, grabados rupestres y tantos otros vestigios que nos revelan sus modos de vida, de una forma más simple e incompleta que la escritura, pero también más sincera y auténtica.
Los estudiosos que desde hace un siglo aproximadamente han intentado sistematizar los conocimientos prehistóricos se han basado generalmente en los instrumentos de piedra que estos hombres hacían. (FIG. 1) Estas primeras manufacturas humanas se han conservado en grandes cantidades. Por su indefinida conservación es el resto más idóneo para un estudio sistemático. Los restos óseos, tejidos, instrumentos de madera, etc..., se han perdido irremisiblemente en la hume-dad de la tierra. Las industrias líticas son, pues, el índice más seguro para una clasificación sistemática e incluso para fijar una evolución tipológica. Por eso los prehistoriadores han llamado a la primera etapa de la Edad de Piedra, Paleolítico, o Edad de la Piedra Antigua, y la han dividido a su vez en varios períodos por comparación científica entre los diversos yacimientos de industrias líticas, estableciendo cuadros de cronología relativa. Según el estudio arqueológico y tipológico de los útiles de piedra, el Paleolítico se divide en Paleolítico Inferior, Medio y Superior. Estos períodos se subdividen a su vez en otros menores que forman el cuadro siguiente:
(Hemos propuesto la división del Paleolítico más admitida universalmente, pero hay que advertir que existen otras subdivisiones tratadas por algunos autores con duraciones algo distintas a las que hemos citado). Al final de cada período hemos añadido el lugar que le dio nombre. Casi todos son localidades francesas, donde por primera vez se realizaron estudios sistemáticos de los hallazgos líticos. Estas localidades pueden fácilmente situarse en los mapas respectivos.
Paleolítico Inferior (600.000-100.000 a.JC.):
- Abevillense (Abeville) - Chelense (Chelles) - Achelense (Saint Acheul)
Paleolítico Medio (100.000- 50.000 a.JC.):