El verdadero ritmo de la vida - Lydia Carrillo Solís - E-Book

El verdadero ritmo de la vida E-Book

Lydia Carrillo Solís

0,0

Beschreibung

Selección de relatos que nos acercan a Granada (España), para recorrer sus calles y conocer a algunas de las personas más cercanas a la autora. Nos cuentan sus sueños, aprendizajes emocionales y mucho más. Es una lectura amena que se completa con una guía de actividades didácticas para ser realizadas con alumnos de la ESO.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 45

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



El verdadero ritmo de la vida
Lydia Carrillo Solís
Kohelet
Copyright © 2024 Editorial Kohelet
Título original: El verdadero ritmo de la vida Primera edición en Editorial Kohelet: septiembre de 2024Copyright del texto ©Lydia Carrillo Solís Derechos reservados para todas las ediciones: © Editorial Kohelet C/Circunvalación Encina 23, 7 C 18015 Granada (España) E-mail: [email protected] www.kohelet.es ISBN: 978-84-129258-2-1 Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar y escanear algún fragmento de esta obra.
Contents
Title Page
Copyright
El verdadero ritmo de la vida
Prólogo
Yo tenía un abuelo
El reino de los molinos
El amigo fiel
El verdadero ritmo de la vida
El último sombrerero
Un agujero en el pecho
El sueño de David
Las estrellas de mar
Una buhardilla en el corazón
La aviadora
Modelo de actividades para trabajar en la ESO
El verdadero ritmo de la vida
A mis abuelos, por sus recuerdos cálidos de niñez, porque un día se marcharon, pero siempre siguieron cerca.
Prólogo
Sentir la magia de lo cotidiano hace de la vida una verdadera experiencia para todo nuestro ser. Sentir esa magia se puede lograr con la serena lectura de los relatos que nuestra escritora Lydia Carrillo nos despliega en este libro con su pluma hecha de inspiración propia, corazón y alma. La vida está hecha de momentos reales y concretos que son puente para conectar con esa magia que a veces pasa inadvertida ante los ojos de nuestro corazón. Con cada relato Lydia Carrillo nos toma de su brazo y nos hace pasear por ella sintiendo nuestro corazón y nuestra alma.
Diego Carranza Álvarez
Yo tenía un abuelo
Yo tenía un abuelo
Yo tenía un abuelo que cada día se levantaba bien temprano, se vestía con su traje y su corbata y se iba a su cafetería a tomar café y a leer el periódico.
Mi abuelo no era un abuelo normal, podríamos decir que era un abuelo mágico, tenía catorce nietos y a todos nos sacaba siempre una sonrisa. Yo a eso lo llamo magia, pero de la buena.
Leía el periódico boca arriba y boca abajo, de un lado y de otro y recordaba todos los titulares y nos contaba las historias como nadie, tenía una memoria de elefante, recordaba con detalle todas sus aventuras desde pequeño: su primer trabajo fue de ayudante de pastelero, en la pastelería más antigua de Granada, era muy pequeño y se le indigestaron los pasteles y el pastelero, así que un día salió por la puerta y se fue a buscar trabajo a la farmacia de enfrente, la vida allí no era tan dulce, pero aprender un oficio nunca estaba de más.
Más tarde, se subió a una bicicleta cien veces más grande que él, y cargado con ella, empezó a repartir paquetes de tabaco que, pesaban mucho, pero mi abuelo era fuerte y tenía tanta fuerza porque, aunque fuera pequeño, era muy cabezón.
Tenía unas gafas tan grandes que tenía que dejarlas aparcadas en la puerta porque no entraban en la casa y eran tan potentes que con ellas podía ver lo que no era capaz de ver nadie. «Tiempo al tiempo, que el tiempo todo lo dice». Esa era una de sus frases sabias.Era tan bajito mi abuelo que aprendió a mirar hacia arriba, para ver los ojos de todo el mundo y lo hacía con tanto arte que nunca se tropezaba. En el barrio, cuando paseaba a su perrito, la gente lo saludaba. Tenía tantos años y tanto carisma que todo el mundo lo conocía y todo el mundo lo quería.
Yo tenía un abuelo que nunca soltaba el cigarro porque el humo del tabaco le hacía olvidar los ratos malos y siempre decía la misma frase, «Cigarrito pal pecho por lo bien que lo he hecho». Y tanto le gustaba el cigarrito que se pasó media vida trabajando en la fábrica de tabaco, pero espero que el trabajo no consistiera en probar cigarros.
Yo tenía un abuelo que jugaba al dominó con personas importantes. Generales que ganaron grandes batallas perdían cada tarde contra mi abuelo, era un hombre pequeño, pero nada fácil de derribar.
Mi abuelo tenía un anillo mágico que siempre llevó en su dedo anular, con una piedra azul que ganó jugando a las cartas contra su suegro, le ganó la hija y le ganó el anillo, con él y con ella, conquistó todas las demás batallas de la vida.
Mi abuelo era especialista también en otras materias importantes, era un artista del parchís, cada noche se reunía con su mujer y sus hijos para ganarles la partida y tenía muy mal genio cuando perdía, sobre todo cuando ponía dinero.
Pero aun así, era su momento favorito del día.
Mi abuelo era tan mágico que se pasaba el día haciendo cuentas y se equivocaba menos que una calculadora, daba clases de matemáticas a los niños y sabía tanto de números que podía pasarse los días contando y contando sin que se le olvidara una sola cifra. Decía que la cabeza era la mejor calculadora y que la letra con sangre entra, esto último lo decía con el puño cerrado y ahí daba miedo.
Mi abuelo tenía tanta labia que fue vendedor ambulante, era capaz de vender una enciclopedia a los que no sabían leer, y tanta labia tenía que convenció a la abuela para que se casara con él. ¡Eso sí que fue un triunfo!