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El PACK FILOSOFOS 1 de la colección EN 90 MINUTOS reúne a 6 de los más destacados filósofos del siglo XIX - XX: FOUCAULT, WITTGENSTEIN, RUSSELL, SARTRE, KIERKEGAARD Y DERRIDA. Paul Strathern presenta un recuento preciso y experto de la vida e ideas de estos seis filósofos y explica su influencia en la lucha del hombre por comprender su existencia en el mundo. Se incluye además una selección de escritos de cada autor , una breve lista de lecturas sugeridas para aquellos que deseen profundizar en su pensamiento, así como cronologías que sitúan a cada filósofo en su época y en una sinopsis más amplia de la filosofía.
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Siglo XXI de España / En 90 minutos
Paul Strathern
Filósofos en 90 minutos (Pack 1)
(Derrida, Sartre, Foucault, Wittgenstein, Kierkegaard y Russell)
Diseño de portada
RAG
Reservados todos los derechos. De acuerdo a lo dispuesto en el art. 270 del Código Penal, podrán ser castigados con penas de multa y privación de libertad quienes sin la preceptiva autorización reproduzcan, plagien, distribuyan o comuniquen públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, fijada en cualquier tipo de soporte.
Nota a la edición digital:
Es posible que, por la propia naturaleza de la red, algunos de los vínculos a páginas web contenidos en el libro ya no sean accesibles en el momento de su consulta. No obstante, se mantienen las referencias por fidelidad a la edición original.
© De esta edición, Siglo XXI de España Editores, S. A., 2017
para lengua española
Sector Foresta, 1
28760 Tres Cantos
Madrid - España
Tel.: 918 061 996
Fax: 918 044 028
www.sigloxxieditores.com
ISBN: 978-84-323-1881-8
Siglo XXI de España / En 90 minutos
Paul Strathern
Derrida
en 90 minutos
Traducción: José A. Padilla Villate
El deconstructivismo de Derrida es nada menos que un intento de destruir toda «escritura» demostrando su inevitable falsedad. El escritor escribe con una mano, pero ¿qué hace con la otra? Todo escrito, todo texto, insiste Derrida, contiene su propia agenda escondida, sus propias suposiciones metafísicas. El propio lenguaje del escritor distorsiona inevitablemente lo que piensa y escribe. Se socava así la «verdad» de todo conocimiento; llega el postestructuralismo
En Derrida en 90 minutos, Paul Strathern expone de manera concisa y clara la vida e ideas de Derrida. El libro incluye una selección de escritos de Derrida, una breve lista de lecturas sugeridas para aquellos que deseen profundizar en su pensamiento, así como cronologías que sitúan a Derrida en su época y en una sinopsis más amplia de la filosofía.
«90 minutos» es una colección compuesta por breves e iluminadoras introducciones a los más destacados filósofos, científicos y pensadores de todos los tiempos. De lectura amena y accesible, permiten a cualquier lector interesado adentrarse tanto en el pensamiento y los descubrimientos de cada figura analizada como en su influencia posterior en el curso de la historia.
Diseño de portada
RAG
Reservados todos los derechos. De acuerdo a lo dispuesto en el art. 270 del Código Penal, podrán ser castigados con penas de multa y privación de libertad quienes sin la preceptiva autorización reproduzcan, plagien, distribuyan o comuniquen públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, fijada en cualquier tipo de soporte.
Nota a la edición digital:
Es posible que, por la propia naturaleza de la red, algunos de los vínculos a páginas web contenidos en el libro ya no sean accesibles en el momento de su consulta. No obstante, se mantienen las referencias por fidelidad a la edición original.
Título original
Derrida in 90 minutes
© Paul Strathern, 2000
© Siglo XXI de España Editores, S. A., 2002, 2014
para lengua española
Sector Foresta, 1
28760 Tres Cantos
Madrid - España
Tel.: 918 061 996
Fax: 918 044 028
www.sigloxxieditores.com
Introducción
«Nada amo más que recordar y que la memoria misma» afirmó Derrida en remembranza de su buen amigo el filósofo Paul de Man, que había fallecido recientemente. Pero, a la vez, confiesa Derrida: «Nunca he sabido cómo contar una historia». Estos dos rasgos están lejos de ser contradictorios para el autor. Como dice de sí mismo: «Pierde la narración precisamente porque conserva el recuerdo». La imagen sigue siendo «legible»; al incorporarla a una «historia» se desdibuja inevitablemente su legibilidad y se impone una interpretación. Hasta aquí, todo va bien, de modo que la sorpresa llega al descubrir que la semblanza subsiguiente no contiene ni una sola imagen de su amigo, y en absoluto un recuerdo suyo. Ni que decir tiene que no hay ni siquiera un indicio de historia acerca de él, pues eso impondría una interpretación. Sin embargo, todo este «recordatorio» está dedicado a interpretar los logros intelectuales del amigo. Según sus propias palabras, Derrida «dialoga oblicuamente» con la obra de De Man, interpretándola oscuramente mediante «una explicación prudente» y «una batería de actuaciones representativas» a cargo de personalidades como Heidegger, Austin, Hölderlin y Nietzsche.
Toda aproximación clara, de sentido común, a la obra de Derrida trabaja, por tanto, con una severa desventaja. Peor aún, va completamente en contra de la intención del autor. De modo que es justo advertir al lector de que mi intento de alcanzar claridad en la descripción que sigue de la vida y la obra de Derrida sería visto por este como contraproducente e indefectiblemente sesgado. El ingenio, por otra parte, está sin duda permitido. Derrida es un decidido partidario de los chistes, las agudezas y el humor, aunque hemos de sufrir un nuevo revés, pues se trata de un humor intelectual específicamente francés, que deriva de aquella tradición modernista del arte y el pensamiento europeo continental conocida como «el absurdo». Enfrentados a una situación absurda, los inocentes intrusos que viven fuera de este territorio intelectual privilegiado suelen reír. Semejante ingenuidad revela un lamentable malentendido. El absurdo es una idea de la mayor seriedad. Ocurre algo parecido con el humor de Derrida. No es cosa de risa. No es divertido (salvo para intelectuales franceses). Tal humor no se hace con el fin de provocar la risa. Aunque Derrida comparta con Woody Allen sus antecedentes judíos, no puede decirse lo mismo, ni en lo más mínimo, en cuanto a un humor común. Otra cuestión es si es el hipocondríaco de Manhattan o, por el contrario, el gran intelectual parisino quien mejor ilumina nuestra varia humanidad, quien es más «serio».