Fuerzas Opuestas - Aldivan Torres - E-Book

Fuerzas Opuestas E-Book

Aldivan Torres

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Fuerzas opuestas fue mi primera novela escrita en 2009. Fue una gran aventura en la montaña sagrada que culminó en un gran viaje a través del tiempo. Al llegar a Mimoso a princi-pios del siglo XX, nos encontramos con el desequilibrio de fuerzas opuestas. ¿Cómo reequilibrar estas fuerzas y lograr la paz tan soñada por los residentes?

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Sobre el libro: Fuerzas opuestas fue mi primera novela escrita en 2009. Fue una gran aventura en la montaña sagrada que culminó en un gran viaje a través del tiempo. Al llegar a Mimoso a principios del siglo XX, nos encontramos con el desequilibrio de fuerzas opuestas. ¿Cómo reequilibrar estas fuerzas y lograr la paz tan soñada por los residentes?

Dedicación

En primer lugar, al Dios creador para quien todo vive; A mis maestros de vida que siempre me han guiado; A mis familiares, aunque no me animaban; A todos aquellos que aún no han sido capaces de reunir las "fuerzas opuestas" de sus vidas.

Aldivan Torres

Fuerzas Opuestas

Fuerzas opuestas

©2018-Aldiván Torres

Todos los derechos reservados

______________________________________________

Este libro, incluidas todas sus partes, está protegido por derechos de autor y no puede ser reproducido sin el permiso del autor, revendido o transferido.

Impresión y distribución a cargo del autor:

tredition GmbH, Halenreie 40-44, 22359 Hamburgo, Alemania

ISBN

EBOOK

978-3-384-35181-4

____________________________________________

La obra, incluidas sus partes, está protegida por derechos de autor. El autor es responsable del contenido. Cualquier uso no está permitido sin su consentimiento. La publicación y la distribución se llevan a cabo en nombre del autor, que puede ser contactado en: tredition GmbH, departamento "Impres-sumservice", Halenreie 40-44, 22359 Hamburgo, Alemania.

"El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en el campo. Una noche, cuando todos dormían, llegó su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando el trigo creció y las espigas comenzaron a formarse, también apareció la cizaña. Los siervos fueron a ver al dueño y le dijeron: "Señor, ¿no has sembrado buena semilla en tu campo?" ¿De dónde vienen las malas hierbas? El dueño respondió: "Fue algún enemigo el que lo hizo". Los criados le preguntaron: «¿Quieres que arranquemos la cizaña?» El dueño respondió: No. Puede suceder que, al arrancar la cizaña, también arranques el trigo. Que crezcan uno y otro hasta la cosecha. Y en el tiempo de la siega diré a los segadores: "Arrancad primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla". Luego recoge el trigo en mi granero" (Mateo 13:24-30).

Introducción

"Fuerzas opuestas" se presenta como una de las alternativas para superar la gran dualidad que existe en cada uno de nosotros. Cuántas veces en la vida nos encontramos con situaciones en las que ambas alternativas tienen puntos favorables y desfavorables, y elegir una se convierte en un verdadero martirio. Debemos aprender a reflexionar y cuestionarnos sobre el verdadero camino a seguir y las consecuencias que se derivan de esta elección. Finalmente, necesitamos reunir las "fuerzas opuestas" de nuestras vidas y hacerlas fructificar. Así, podremos alcanzar la ansiada felicidad.

En cuanto al aspecto del libro, podemos decir que surgió de un grito que escuché en la cueva de la desesperación. Este grito fue la causa de todas las aventuras narradas en el libro.

Con la misión cumplida, espero haber logrado mi mayor objetivo, que es hacer soñar a una sola persona. Esto es lo que se propone, más aún que vivimos en un mundo lleno de violencia, crueldad e injusticia. Las "fuerzas opuestas" nunca serán las mismas después de su publicación y no puedo esperar para comenzar una nueva aventura junto con los lectores que se propusieron hacerlo.

El Autor

Resumen

Sobre el libro

Dedicación

Introducción

Una nueva era

Preparativos

La montaña sagrada

La Cabaña

El primer desafío

El segundo desafío

El fantasma de la montaña

El día D

La joven

El temblor

Un día antes del último desafío

El tercero desafío

La gruta de la desesperación

El milagro

La salida de la gruta

El reencuentro con la guardiana

La despedida de la montaña

El viaje en el tiempo

¿Dónde estoy?

Primeras impresiones

El hotel

La cena

Un paseo por la villa

El castillo negro

Las ruinas de la capilla

La orden

Reunión de habitantes

La conversación decisiva

Visión

El inicio

El ferrocarril

El cambio

La llegada al bungalow

Audiencia con el prefecto

Reunión con los hacendados

Vuelta a casa

El anuncio

El primer día de trabajo

El picnic

La bajada de la montaña

Los desmanes del mayor

Misa

Reflexiones

El socavón

La Feria

El caso de la vaca

La prensa

Recado

Encuentro

Confesión

El secreto

Viaje a Recife

Regreso al interior

Matrimonio concertado

Visita

Paliza

La prima de Gerusa

La “bendición”

Fenómenos

Una nueva amiga

Un día antes de la boda

Tragedia

La nube negra

Los mártires

Fin de la visión

Declaración

Regreso al hotel

La idea

La figura del mayor

El trabajo

El primer encuentro con Christine

Regreso al castillo

El recado II

Ida al Climério

Decisión

La experiencia en el desierto

Los adoradores de las tinieblas

La experiencia de la posesión

La prisión

Diálogo

La visita de Renato

El tercer encuentro con Christine

La invocación del ángel

La batalla final

La caída de las estructuras vigentes

Conversación con el mayor

Despedida

La vuelta

En casa

Post-libro

Una nueva era

Después de un intento malogrado de publicar un libro, siento mis fuerzas reconstituidas y fortalecidas. Por fin, me doy cuenta de mi talento y tengo fe en que voy a realizar mis sueños. Aprendí que todo tiene su tiempo y me doy cuenta de estar suficientemente maduro para alcanzar mis objetivos. Recuerda siempre: cuando deseamos mucho un objetivo el mundo conspira para que lo alcancemos. Es así como me siento: con fuerzas renovadas. Rápidamente, miro las obras que hace tanto tiempo leí y seguramente enriquecen mi cultura y mi saber. El libro traduce atmósferas y universos desconocidos para nosotros. Siento que debo formar parte de esa historia, la gran historia que es la literatura. No importa que sea una persona anónima o un gran literato, reconocido mundialmente. Lo que importa es la contribución que cada uno proporciona a ese gran universo.

Me siento feliz por esa nueva actitud y me preparo para realizar un gran viaje. Un viaje que cambiará mi historia y la de todos aquellos que pacientemente pudieran leer este libro. Emprendamos juntos esa aventura.

Preparativos

Preparo mi maleta con mis objetos personales de 1ª necesidad: Algunas mudas de ropa, algún buen libro, mi crucifijo y mi biblia inseparables y algunos papeles para escribir. Siento que tendré mucha inspiración en este viaje. Quién sabe si no seré autor de una historia inolvidable para muchos corazones. Sin embargo, antes de irme tendré que despedirme de todos (especialmente de mi madre) Es super protectora y no me dejará ir sin un buen motivo o con promesas de que volveré pronto. Siento que tendré, un día, que dar un grito de libertad y volar como pájaro que empezó a volar y tendrá que entender eso, pues no le pertenezco y sí al universo que me escogió sin exigirme nada a cambio. Es por él por que decidí ser escritor y cumplir mi papel y desenvolver mi talento. Cuando llegue al final del camino y me haya realizado estaré listo para entrar en comunión con el creador y conocer un nuevo plano+. Estoy seguro de que también tendré un papel especial en él.

Agarro mi maleta y con eso siento una angustia dentro de mí. Me vienen a la mente preguntas y perturban mi corazón: ¿Cómo será este viaje? ¿Será peligroso lo desconocido? ¿Qué precauciones debo tomar? Lo que sé es que será aconsejable para mi carrera y estoy dispuesto a realizarlo. Agarro mi maleta (reitero) y antes de marchar, busco a mis familiares para despedirme. Mi madre está en la sala preparando la comida junto con mi hermana. Me acerco y abordo la cuestión crucial.

—¿Veis esta maleta? Será mi única compañera (excepto los lectores) del viaje que estoy dispuesto a realizar. Busco la sabiduría, el conocimiento y el placer de mi profesión. Espero que entendáis y aprobéis la decisión que tomé. Venga, dadme un abrazo fraternal y vuestros buenos deseos.

—Hijo, olvida tus objetivos pues son imposibles para los pobres como nosotros. Ya te he dicho mil veces: no serás un ídolo o algo semejante. Entiende: no naciste para ser un gran hombre. (Madre).

—Escucha a nuestra madre. Tiene bastante experiencia y tiene razón. Tu sueño es imposible pues no tienes talento. Acepta tu misión que es ser simplemente un profesor de exactas. No dejarás de ser eso. (Hermana).

—Entonces, ¿no me abrazáis? ¿Por qué no creéis en mi éxito? Os garantizo que: aunque pague para realizar mi sueño tendré éxito pues el gran hombre es aquel que tiene confianza en sí mismo. Haré este viaje y descubriré todo lo que me revele. Seré feliz pues la felicidad consiste en seguir el camino que Dios ilumina a nuestro alrededor para que seamos vencedores.

Dicho esto, dirijo mis pasos en dirección a la puerta con la seguridad de que seré vencedor en este viaje. Viaje que me llevará al destino desconocido.

La montaña sagrada

Algún tiempo atrás, oí hablar de una montaña extremadamente inhóspita en la región de Pesqueira. Forma parte de la sierra del Ororubá (nombre indígena) donde habita el pueblo indígena Xukuru. Dicen que pasó a ser sagrada después de la muestre de un gurú misterioso de una de las tribus Xukuru. Es capaz de convertir cualquier deseo en realidad, siempre que la intención sea pura y sincera. Este es el punto de partida de mi viaje cuyo objetivo es convertir en posible lo imposible. ¿Os lo creéis, lectores? Entonces permaneced conmigo prestando atención a la narración.

Siguiendo la Carretera BR-232, llegando al municipio de Pesqueira y aproximadamente a 24 km del centro de ese municipio se ubica Mimoso, uno de sus distritos. Un puente moderno, recientemente construido, da acceso al lugar que queda entre las sierras del Mimoso y del Ororubá, bañado por el río Mimoso que corre al fondo de un valle. La montaña sagrada queda exactamente en ese punto y es hacia la que me voy a dirigir.

La montaña sagrada queda próxima al distrito y en poco tiempo estoy en su falda. Mi mente vaga por espacios y tiempos distantes imaginando situaciones y fenómenos desconocidos. ¿Qué me espera al subir la montaña? Ciertamente serán experiencias revitalizadoras y aconsejables. La montaña tiene poca altura (700 m) y a cada paso que doy me siento más confiado y expectante. Me vienen a la memoria recuerdos de experiencias vividas intensamente en esos 26 años. En este breve período, sucedieron situaciones fantásticas que me hicieron creer que era especial. Gradualmente, podré compartir esas reminiscencias con vosotros, lectores, sin culpa. Sin embargo, este no es el momento. Continuaré subiendo los senderos de la montaña en busca de la realización de todos mis deseos. Es lo que espero. Debo haber recorrido la mitad del trayecto. No siento el cansancio físico sino sobre todo el peso de soportar voces extrañas pidiéndome que volviese atrás. Insisten mucho. Sin embargo, no me doy por vencido fácilmente. Quiero llegar a la cumbre de la montaña por mucho que me cueste. La montaña respira para mi aires de transformación que emanan para los que creen en su sacralidad. Cuando llegue allí, creo que sabré exactamente qué hacer para llegar al camino que me conducirá a tan inesperado viaje. Permaneceré en mi fe y en mis objetivos pues tengo un Dios que es el Dios de lo imposible. Continuaremos la caminata.

Ya he recorrido 3⁄4 del trayecto total y continúo siendo perseguido por las voces. ¿Quién soy? ¿Hacia dónde iré? ¿Por qué siento que mi vida cambiará radicalmente después de la experiencia en la montaña? A excepción de las voces, parece que estoy solo en ese camino. ¿Será que otros escritores sintieron lo mismo al recorrer caminos sagrados? Creo que mi misticismo será diferente al de cualquier otro. Tengo que proseguir, tengo que vencer y soportar todos los obstáculos. Los pinchazos que hieren mi cuerpo son extremadamente peligrosos para el ser humano. Si sobrevivo a esa subida, me consideraré un vencedor.

Paso a paso, me voy acercando a la cima. Ya estoy a pocos metros. El sudor que escurre por mi cuerpo parece impregnado de aromas sagrados de la montaña. Paro un poco. ¿Mis seres queridos estarán preocupados? Bueno, eso ahora no importa. Tengo que pensar en mí mismo, en este momento, para alcanzar la cumbre de la montaña. De esto depende mi futuro. Algunos pasos más y llego a la cima. Sopla un viento frío, voces atormentadas me confunden el raciocinio y no me encuentro bien. Las voces gritan:

—¡Lo consiguió, va a ser agraciado! - ¿Será porque es digno de ello? - ¿Cómo consiguió escalar toda la montaña? Me siento confuso y tonto, creo que no me encuentro bien.

Los pájaros cantan y los rayos de sol acarician todo mi rostro. ¿Dónde estoy? Me siento como si me hubiese emborrachado un día atrás. Intento levantarme, pero un brazo me lo impide. Veo que está a mi lado una señora de mediana edad, cabellos rubios y piel bronceada.

—¿Quién es? ¿Qué me pasó? Me duele el cuerpo entero. Siento mi mente confusa y vaga. ¿Esta cumbre es la causa de todo esto? Creo que debería haberme quedado en casa. Mis sueños me empujaron hasta aquí. Escalé con energía la montaña, lleno de esperanzas en un futuro mejor y apuntando a un auto crecimiento. Aunque, prácticamente no puedo moverme. Explíqueme todo eso, se lo imploro.

—Soy la guardiana de la montaña. Soy el espíritu de la montaña que sopla de allá para acá. Me enviaron para aquí pues superó el reto. ¿Quiere realizar sus sueños? ¡Le ayudaré a conseguirlo, hijo de Dios! Aún tiene que enfrentarse a muchos desafíos. Lo prepararé para eso. No tema. Dios está con usted. Descanse un poco. Volveré con agua y alimentos para cubrir sus necesidades. Mientras tanto, descanse y medite como hace siempre.

Dicho esto, la señora desapareció de mi vista. Esta imagen perturbadora me dejó afligido y lleno de dudas. ¿Qué desafíos tendría que superar? ¿Qué etapas constituían estos desafíos? La cima de la montaña era realmente un lugar esplendoroso y tranquilo. Desde lo alto se alcanzaba a ver toda la aglomeración de casas del Mimoso. Se veía como un altiplano lleno de caminos angostos y repletos de vegetación por todas partes. ¿Este lugar sagrado, virgen de la naturaleza, me ayudaría realmente a realizar mis planes? ¿Me convertiría en escritor al salir de él? Solo el tiempo podría responder a esas preguntas. Ante el retraso de la señora, me puse a meditar sobre la cima de la montaña. Emplee la siguiente técnica: en primer lugar, dejo la mente en blanco (libre de cualquier pensamiento). Empiezo a entrar en sintonía con la naturaleza de alrededor, contemplando todo el lugar mentalmente. A partir de ahí, empiezo a entender que formo parte de la propia naturaleza y que estamos totalmente interrelacionados, en un gran ritual de comunión. Mi silencio es también el silencio de la madre naturaleza; mi grito también es su grito; gradualmente, empiezo a sentir sus deseos y aspiraciones y así recíprocamente. Siento su llamada de auxilio por la vida y sus menciones a la destrucción humana: la deforestación, extracción de minerales, caza y pesca excesivos, emisión de gases contaminantes a la atmósfera y otras atrocidades humanas; en contrapartida, me escucha y me apoya en todos mis planes. Estamos completamente interrelacionados durante la meditación. Toda esa armonía y complicidad me tranquilizó totalmente y me concentré en mis deseos. Hasta que algo cambió: sentí el mismo toqué que me despertó con anterioridad. Abrí los ojos, con fuerza, y me di cuenta de que estaba delante de la misma Señora que se hacía llamar la guardiana de la montaña sagrada.

—Veo que comprendió el secreto de la meditación. La montaña le ayudó a descubrir un poco de su potencial. Va a crecer en muchos sentidos. Lo ayudaré en ese proceso. Antes de nada, le pido que vaya a tomar de la naturaleza vigas, listones, soportes y cuerdas para construir su cabaña y leña para hacer una hoguera. La noche está cayendo y necesita protegerse de los animales feroces. A partir de mañana, le enseñaré la sabiduría del bosque para que pueda superar su verdadero desafío: la gruta de la desesperación. Solamente el corazón puro sobrevive al fuego de su análisis ¿Quiere realizar sus sueños? Entonces pague el precio por ellos. El universo no da nada gratis a nadie. Somos nosotros los que nos volvemos dignos de alcanzar el éxito. Esta es una lección que debe aprender, joven.

—Entiendo. Aprenderé todo lo que sea necesario para superar el desafío de la gruta. No tengo ni idea de lo que sucederá, pero tengo confianza. Si vencí a la montaña, también venceré a la gruta de su cima. Cuando salga de allí, creo que estaré preparado para vencer y tener éxito.

—Espere, no muestre tanta confianza. No conoce la gruta de la que estoy hablando. Sepa que muchos guerreros fueron probados por su fuego y fueron destruidos. La gruta no tiene lástima de nadie ni siquiera de los soñadores. Tenga paciencia y aprenda todo lo que le voy a enseñar. Así se convertirá en un verdadero vencedor. Recuerde: la autoconfianza ayuda en su justa medida.

—Comprendo. Gracias por todos sus consejos. Prometo seguirlos hasta el final. Cuando la desesperación de la duda me castigue me acordaré de ellos y del dios que me protege siempre. Cuando no tenga más salida en la noche oscura del alma, no la temeré. ¡Venceré a la gruta de la desesperación! La gruta de la que nadie consiguió escapar nunca.

La Señora se despidió amigablemente prometiendo volver otro día.

La Cabaña

Nace un nuevo día. Los pájaros silban y cantan sus melodías, el viento es noreste y su brisa refresca el sol que en esa época es fuerte incluso cuando amanece. El mes actual es diciembre y representa para mí uno de los más bellos meses por ser el comienzo de las vacaciones escolares. Es un merecido descanso después de un largo año de dedicación al curso de licenciatura en Matemáticas. El momento requiere olvidar todas las integrales, derivadas y coordenadas polares. Necesito preocuparme ahora con todas las pruebas que la vida me ponga delante. De esto depende mi sueño. Mi espalda, me duele y ese es el resultado de una noche mal dormida en el terreno aplanado que he preparado. La cabaña que construí con mucho esfuerzo y la hoguera que encendí me proporcionaron una cierta seguridad durante la noche. Sin embargo, no deje de oír ruidos y pasos alrededor de ella. ¿Hacia dónde me llevarán mis sueños? A un fin del mundo donde las comodidades de la civilización no llegan. ¿Qué harías lector? ¿Se arriesgaría a emprender un viaje para alcanzar sus sueños más profundos? Continuemos la historia.

Envuelto en pensamientos y preguntas ni me di cuenta de que a mi lado estaba la extraña señora que prometió ayudarme en mi camino.

—¿Despertó bien?

—Si bien significa estar entero, sí.

—Antes de nada, debo avisarle de que el suelo que está pisando es sagrado. Por lo cual, no se deje llevar por la apariencia o por el impulso. Hoy es su primer desafío. No le traeré más alimentos o agua. Irá a buscarlos usted mismo. Siga a su corazón en todas las situaciones. Debe probar que es digno.

—¿Existen agua y alimentos en ese monte y debo tomarlos? Mire, señora, que estoy acostumbrado a hacer la compra en el supermercado. ¿Ve esta cabaña? Me costó sangre, sudor y lágrimas y creo que no es segura. ¿Por qué no me concede el don que necesito? Creo que ya he probado ser digno en el momento en el que escale esa montaña tan inhóspita.

—Busque el alimento y el agua. La montaña es apenas una etapa de su proceso de perfeccionamiento espiritual. Aún no está preparado. Debo recordar que no concedo dones. No tengo poder para eso. Solo soy la flecha que indica el camino. La gruta es quién concede los deseos. Se llama gruta de la desesperación porque la buscan aquellos que tienen sueños imposibles.

—Voy a intentarlo. No tengo nada que perder. La gruta es mi última esperanza de éxito.

Dicho esto, me levanté y comencé a realizar el primer desafío. La señora desapareció como el humo.

El primer desafío

A primera vista, me doy cuenta de que enfrente de mi había una ruta de camino trillado. Comienzo a andar por ella. Delante de aquel matorral lleno de espinas lo mejor será seguir el sendero. Las piedras que mis pasos hacen rodar parecen querer decirme algo. ¿Estaré en el camino correcto? Pienso en todo lo que deje atrás para buscar mi sueño: casa, alimentos, ropa lavada y mis libros de Matemáticas. ¿Valdrá la pena? Creo que lo voy a descubrir (El tiempo dirá). La señora extraña parece no habérmelo dicho todo. Por mucho que ande, no encuentro nada. La cima no parecía ser tan extensa al llegar a ella. ¿Una luz? Veo una luz de frente. Necesito ir hasta allí. Llego a un gran claro en el que los rayos de sol reflejan claramente el aspecto de la montaña. El sendero desaparece y reaparece en dos caminos distintos. ¿Qué hacer? Llevó andando muchas horas y mis fuerzas parecen haberse agotado. Me siento un momento para descansar. Dos caminos y dos opciones. Cuantas veces, en la vida, nos encontramos con situaciones como esta. El empresario que tiene que escoger entre la supervivencia de la empresa y el despido de alguno de sus empleados. La madre pobre de una región del campo del noreste que tiene que escoger a uno de sus hijos para proporcionarle alimento. El marido infiel que tiene que escoger entre su esposa y la amante. En fin, son numerosas estas situaciones en la vida. Mi ventaja es que solo me afectaría a mí mismo. Necesito seguir mi intuición como me recomendó la señora.

Me levanto y escojo el camino de la derecha. Doy zancadas en ese sendero y no tardó mucho en ver otro claro. De esta vez, encuentro un pozo de agua y algunos animales alrededor. Se refrescan en el agua limpia y transparente. ¿Cómo proceder? Encuentro el agua, pero está infestada de animales. Consulto mi corazón que me dice que todos tienen derecho al agua. No puedo ahuyentarlos y privarlos de ese bien. La naturaleza proporciona en abundancia sus recursos para la supervivencia de sus seres. Soy uno de los hilos que teje. No soy superior hasta el punto de considerarme dueño de ella. Con mis manos, puedo recoger agua y llenar una vasija que traje de casa. La primera parte del desafío está cumplida. Ahora necesito encontrar el alimento.

Continúo andando todo recto, por el sendero, esperando encontrar alguna cosa para comer. Mi estómago ruge pues ya pasa de mediodía. Empiezo a mirar de reojo, tal vez el alimento esté dentro del bosque. Cuantas veces buscamos el camino más fácil pero no es ese el que nos lleva al éxito (Ni siempre el escalador que recorre un sendero consigue ser el primero en alcanzar la cima de una montaña). Los atajos nos llevan más rápido al objetivo. Con esa idea, salgo del sendero y poco tiempo después encuentro un bananero y un cocotero. De ellos voy a tomar el alimento. Necesito subirme a ellos con la misma fuerza y fe que escalé la montaña. Lo intento una, dos, tres veces. Lo conseguí. Volveré ahora a la cabaña pues cumplí el primer desafío.

El segundo desafío

Al llegar a la cabaña, encuentro a la guardiana de la montaña más fulgurante que nunca. Su mirada no es capaz de separarse de la mía. Pienso que soy realmente especial para Dios. En todo momento, siento su presencia. Me resucitó en todos los sentidos. Cuando estaba sin trabajo me abrió las puertas; cuando no tenía oportunidades de crecer profesionalmente, me abrió caminos; cuando estaba en crisis, me liberó de las garras del demonio. En fin, aquella mirada de aprobación de la señora extraña me recordó al hombre que era hasta hace poco tiempo atrás. Mi objetivo actual era vencer sin importar los obstáculos que tuviese que franquear.

—Entonces superó el primer desafío ¡Enhorabuena! (Exclamó la señora). El primer desafío tenía como objetivo explorar su capacidad de tomar decisiones, de compartir y de sabiduría. Los dos caminos representan las “Fuerzas Opuestas” que dominan el universo (el bien y el mal). El ser humano es totalmente libre de escoger cualquiera de los dos caminos. Si se escoge el camino de la derecha tendrá plena luz y la ayuda de los ángeles, en todos los momentos de la vida. Fue el camino que escogió. Sin embargo, no es un camino fácil. Muchas veces, la duda asaltará su corazón y se preguntará si ese camino valdrá la pena. Las personas del mundo siempre le lastimarán y se aprovecharán de su bondad. Además, la confianza que tendrá en los otros se verá casi siempre decepcionada. Cuando se aflija, recuerde: Su Dios es fuerte y nunca le abandonará. Nunca permita que la riqueza o lujuria perviertan su corazón. Es especial y debido a su valor Dios lo considera su hijo. Nunca pierda esa gracia. El camino de la izquierda pertenece a todos los que se rebelaron a la llamada del padre. Todos nacemos con una misión divina. Aunque, algunos se desvían de ella sea por materialismo, malas influencias, corrupción del corazón. Todos los que escogen el camino de la izquierda no tienen un buen destino, nos lo enseñó Jesús. Todo árbol que no da buenos frutos será arrancado y lanzado a las tinieblas exteriores. Es el destino de los malos porque el padre es justo. En el momento en el que encontró el pozo y aquellos animales sedientos su corazón hablo más alto. Escúchelo siempre hijo y llegará lejos. El don de repartir resplandeció en aquel momento y su crecimiento espiritual fue sorprendente. La sabiduría que tiene le ayudó a encontrar alimento. No siempre el camino más fácil es el correcto para seguir. Creo que ahora está preparado para el segundo desafío. De aquí a 3 días, saldrá de su cabaña y buscará un traje. Actúe según su conciencia. Si tiene éxito, pasará al tercer y último desafío.

—Gracias por acompañarme todo este tiempo. No sé lo que me espera en la gruta ni lo que me sucederá. Su contribución es muy importante para mí. Desde que escalé la montaña, siento que mi vida cambió. Estoy más tranquilo y convencido de lo que quiero. Voy a cumplir el segundo desafío.

—Muy bien. Te veo de aquí en tres días.

Dicho esto, la señora desapareció una vez más. Me dejó solo en la quietud del atardecer con los grillos, mosquitos y otros insectos.

El fantasma de la montaña

Cae la noche sobre la montaña. Enciendo la hoguera y su crepitar calma más mi corazón. Ya hace dos días que subí a la montaña y aún me parece desconocida. Mi pensamiento vuela y recae en mi infancia. Me acuerdo bien del día que me vestí de indio: con arco, flecha y lanza. Ahora, estaba en una montaña que era sagrada por haber muerto un indígena misterioso (el gurú de la tribu). Tengo que pensar en algo pues el miedo congela mi alma. Ruidos ensordecedores rodean la cabaña y no tengo ni idea de que o quien se trata. ¿Cómo vencer el miedo en una de esas ocasiones? Responderme lector pues no lo sé. La montaña es todavía desconocida para mí.

El ruido se acerca cada vez más y no tengo hacia donde huir. Salir de la cabaña es una temeridad pues podría ser devorado por animales feroces. Voy a tener que enfrentarme a sea lo que sea. El ruido para y surge una luz. Me deja aún con más miedo. Con un arrebato de coraje, exclamo:

—¿Quién es, por Dios?

Una voz, nasal y oscura, responde:

—Soy el guerrero valiente a quién la gruta de la desesperación destruyó. Desista de su sueño o tendrá el mismo fin. Yo era un pequeño indígena de una aldea de la nación Xukuru. Tenía la ambición de ser jefe supremo de mi tribu y ser más fuerte que el león. Entonces busqué la montaña sagrada para alcanzar mis objetivos. Superé los tres desafíos que me impuso la guardiana de la montaña. Sin embargo, al entrar en la gruta, me devoró el fuego que despedazó mi corazón y mis objetivos. Hoy, mi espíritu sufre y está unido irremediablemente a esa montaña. Escúcheme o tendrá el mismo final.

Mi voz se congeló en mi garganta y por unos instantes no pude responder al espíritu atormentado. Había dejado atrás abrigo, alimentos, un calor familiar. Estaba a dos desafíos de la gruta. La gruta que podría hacer lo imposible realidad. No iba a desistir fácilmente de mi sueño.

—Escúcheme, guerrero valiente. La gruta no realiza sueños mezquinos. Si estoy aquí, es por un motivo noble. No ambiciono bienes materiales. Mi sueño va más allá de eso. Quiero realizarme profesional y espiritualmente. En resumen, quiero trabajar en lo que me gusta, ganar dinero con responsabilidad y contribuir con mi talento a un universo mejor. No desistiré de mi sueño tan fácilmente.

El fantasma replicó:

—¿Conoce la gruta y sus trampas? No deja de ser un pobre joven que desconoce la alta peligrosidad del camino que está siguiendo. La guardiana es una charlatana que lo está engañando. Quiere su ruina.

La insistencia del fantasma me cansó. ¿Acaso, me conocía? Dios, en su bondad, no permitiría mi fracaso. Dios y la Virgen María estaban efectivamente siempre a mi lado. Como prueba de eso estaban las varias apariciones de la Virgen en mi vida. En Visión de un médium (libro que nunca publiqué) se describe la escena en la que estoy sentado en un banco de la plaza, en la que los pájaros y el viento me perturbaban, pensaba en el mundo y en la vida. Repentinamente, no más que de repente, apareció la figura de una mujer que, al verme, preguntó:

—¿Crees en Dios, hijo?

Enseguida, respondí:

—Ciertamente y con toda la fe.

Al mismo tiempo, colocó la mano sobre mi cabeza y pidió:

—Que el Dios de la gloria te cubra de luz y te otorgue dones.

Diciendo eso, se alejó y cuando me di cuenta, ya no estaba a mi lado. Simplemente desapareció.

Fue la primera aparición de la virgen en mi vida. Otra vez, se disfrazó de mendiga y se acercó a mi pidiendo algo de dinero. Dijo que era agricultora y aún no tenía alojamiento. Enseguida, le entregue algunas monedas que tenía en el bolsillo. Al recibir el dinero, lo agradeció y cuando me di cuenta se había esfumado. En la montaña, en aquel momento, ya no tenía la menor duda de que Dios me amaba y que estaba a mi lado. Por consiguiente, respondí al fantasma de manera ruda.

—No escucharé sus consejos. Conozco mis límites y mi fe. ¡Lárguese! Vaya a ensombrecer una casa o cualquier otro sitio. ¡Déjeme en paz!

La luz se apagó y se escuchó un ruido de pasos alejándose de la cabaña. Me había librado del fantasma.

El día D

Pasaron los tres días que me separaban del segundo desafío. Era una mañana de viernes, clara, soleada y resplandeciente. Estaba contemplando el horizonte de esa mañana cuando la extraña señora se acercó.

—¿Está preparado? Busque un traje inusitado en el bosque y actúe conforme a sus principios. Es su segunda prueba.

—Está bien. Hace tres días que espero ese momento. Creo que estoy preparado.

Rápidamente, me dirigí al sendero más próximo que daba acceso al bosque. Mis pasos seguían una cadencia casi musical. ¿En qué consistía realmente ese segundo desafío? La ansiedad se apoderó de mí y mis pasos se aceleraron en busca del objetivo desconocido. Después enfrente, apareció el mismo bosque en el que el sendero desaparecía y se bifurcaba. Cuando llegué, para mi sorpresa, la bifurcación ya no existía y pude visualizar la siguiente escena: un niño, que estaba siendo arrastrado por un adulto, lloraba mucho. La emoción me embargó al ver la injusticia y por eso grité:

—¡Suelte al niño! Es pequeño y no se puede defender.

—¡No lo suelto! Le estoy pegando porque no quiere trabajar.

—¡Bruto! Los niños no deben de trabajar. Deben de estudiar y ser bien educados. ¡Suéltelo!

—¿Quién me va a obligar? ¿Usted?

Estoy totalmente en contra de la violencia, pero en ese momento mi corazón me pidió que reaccionase ante ese canalla. Debía soltar al niño.

Con delicadeza, aparté al niño del bruto y comencé a golpearlo. El canalla reaccionó y me propinó algunos golpes. Uno de ellos incluso me acertó de lleno. Todo giró y un viento penetrante invadió todo mi ser: nubes blancas, azules y pájaros muy veloces invadieron mi pensamiento. Por un instante parecía que todo mi cuerpo fluctuaba sobre el cielo. Una voz muy aguda me llamó de lejos. Durante otro momento sentí como si traspasase puertas y puertas como obstáculos. Las puertas estaban bastante atrancadas y hacía un gran esfuerzo para abrirlas. Cada puerta daba acceso a salones o santuarios, alternativamente. En el primer salón encontré mujeres vestidas de blanco reunidas alrededor de una mesa en cuyo centro había una biblia abierta. Eran las vírgenes escogidas para reinar en un mundo futuro. Una fuerza me empujó para fuera del salón y cuando abrí la segunda puerta entré en el primer santuario. Al lado del altar, se estaba quemando incienso con peticiones de los pobres de Brasil. Del lado derecho, un sacerdote rezaba en voz alta y empezó a repetir: ¡Vidente! ¡Vidente! ¡Vidente! A su lado, estaban dos mujeres con camisetas blancas en las que estaba escrito: Sueño posible. Todo comenzó a oscurecerse y cuando volví en mi fui arrastrado violentamente hacia fuera y con tal velocidad que me dejó un poco atontado. Abrí una tercera puerta y de esta vez me encontré con una reunión de personas: un pastor, un cura, un budista, un musulmán, un espiritista, un judío y un representante de las religiones africanas. Estaban colocados en círculo y en el centro había un fuego y sus llamas dibujaban la frase unión de los pueblos y los caminos hacia Dios. Al final se abrazaban y me llamaban para unirme al grupo. El fuego se movió del centro y se posó en mi mano y escribió la palabra noviciado. El fuego era pura luz y no provocaba quemaduras. El grupo se esfumó, y el fuego se apagó y de nuevo me empujaron hacia fuera y abrí la cuarta puerta. El segundo santuario estaba completamente vacío y me acerqué al altar. Me arrodillé en reverencia al santísimo, cogí un papel que estaba en el suelo y escribí mi petición. Doblé el papel y lo coloqué a los pies de una imagen. La voz que sonaba lejos se volvía cada vez más clara y nítida. Salí del santuario, abrí la puerta y finalmente. A mi lado estaba la guardiana de la montaña.

—Entonces despertó. ¡Enhorabuena! Superó el segundo desafío. El segundo desafío tenía como objetivo explorar su capacidad de auto donación y acción. Los dos caminos que representaban las “Fuerzas Opuestas” se convirtieron en uno solo y esto significa que debe recorrer el lado derecho sin olvidar lo que aprendió al conocer el izquierdo. Su actitud salvó al niño a pesar de que no necesitase eso. Toda aquella escena fue una proyección mental mía para evaluarlo. Escogió la actitud correcta. La mayoría de las personas cuando se encuentran con escenas de injusticia prefieren no entrometerse. La omisión es un pecado grave y la persona se convierte en cómplice del agresor. Se sacrificó como hace Jesucristo por nosotros. Esa es una lección que aprenderá para toda la vida.

—Gracias por felicitarme. Siempre ayudaré a los excluidos. Lo que me intriga es la experiencia que tuve hace poco. ¿Qué significa? Me lo podría explicar, por favor.

—Todos tenemos la capacidad de penetrar en otros mundos a través del pensamiento. Es lo que se llama viaje astral. Hay algunos expertos en relación a ese asunto. Lo que vio debe estar relacionado a su futuro o al de otras personas. Nunca se sabe.

—Entiendo. Subí a la montaña, superé los dos primeros desafíos y debo estar creciendo espiritualmente. Creo que pronto estaré preparado para enfrentarme a la gruta de la desesperación. La gruta que realiza milagros y hace realidad los sueños más profundos.

—Debe superar el tercero y mañana le diré cual es. Espere instrucciones.

—Sí, General. Estaré esperando ansiosamente. El hijo de Dios, como me llamó usted está famélico y preparará una sopa para más tarde. Está invitada.

—Estupendo. Me encanta la sopa. Aprovecharé para conocerlo mejor.

La extraña señora se alejó y me dejó solo con mis pensamientos. Fui a buscar los ingredientes para la sopa en el bosque.

La joven

La montaña ya está a oscuras cuando la sopa está lista. El viento frío de la noche y el ¡cricrí!