Los milagros de la mente - Néstor Braidot - E-Book

Los milagros de la mente E-Book

Néstor Braidot

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Desde las primeras páginas el autor nos invita a pensar en el cerebro como un campo cuántico dado que los átomos que nos conforman contienen un 0,00001% de materia. El resto (99,99999 %) es vacío energético. Como este "vacío" no es un vacío, sino un enorme espacio constituido por frecuencias que generan un circuito de información interconectada, debemos ser conscientes de su enorme poder y aprender a capitalizarlo para vivir mejor.   Por ejemplo, y teniendo en cuenta que gran parte de la corriente energética se genera y se irradia a través de la mente, cuyo soporte físico es el cerebro, una de las aplicaciones más interesantes de la física cuántica consiste en replantearnos nuestra forma de pensar con respecto a nosotros mismos, lo que conocemos y lo que desconocemos.   Este libro nos da las claves fundamentales para convertir a nuestra mente en una máquina creadora de realidad, una maravillosa posibilidad de diseñar nuestra vida y destino, incluso, de influir en el de otros, puesto que aplicar los avances de la neurociencia y la física cuántica permite al ser humano liberarse de lo que se conoce como destino, dado que facilita un control positivo sobre el presente y, paralelamente, un direccionamiento de pensamientos y acciones hacia el futuro deseado.

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ÍNDICE
Capítulo 1: El poder del cerebro y los milagros de la mente
Capítulo 2: La física cuántica en el cerebro
Capítulo 3: La importancia de atreverse
Capítulo 4: La creación cuántica
Capítulo 5: Mundo cuántico
Bibliografía

Braidot, Néstor

Los milagros de la mente : entrenamiento neurocuántico / Néstor Braidot. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : LID Editorial Argentina, 2024.

Libro digital, EPUB - (Biblioteca Braidot / Néstor Braidot ; 1)

ISBN 978-987-4467-53-9

1. Neurociencias. 2. Física Cuántica. I. Título.

 

CDD 535.15

© Néstor Braidot, 2024

www.braidot.com

 

© LID Editorial Empresarial SRL 2024

LID Editorial Empresarial, S.R.L.

A. Magariños Cervantes 1592 – CABA – Argentina

argentina@lidbusinessmedcom

@lideditorialarg

LID Editorial Arg

LID Editorial Argentina

www.lideditorial.com.ar

 

ISBN 978-987-4467-53-9

Dirección general: Lía Sottanis

Dirección editorial: María Laura Caruso

Edición: MLC Servicios Editoriales

Corrección: Pablo Di Julio - Marisol Rey

Diseño de interior y cubierta: Donagh I Matulich

 

Este libro es una nueva edición, extraída del título Neurocuántica publicado por el autor en Amazon durante el año 2023.

No se permite la reproducción total o parcial, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

 

Editorial y patrocinadores respetan íntegramente los textos de los autores, sin que ello suponga compartir lo expresado en ellos.

Te escuchamos. Escríbenos con tus sugerencias, dudas, errores que veas o lo que quieras. Te contestaremos, seguro: [email protected]

CAPÍTULO 1

EL PODER DEL CEREBRO

Y LOS MILAGROS DE LA MENTE

Implicancias de la coherencia mente-cuerpo-cerebro

en los logros y la calidad de vida

 

El cambio cuántico como recurso: claves para vivir mejor

 

En marzo de 2022, cuando comencé a escribir esta obra, el mundo se presentaba como un lugar hostil para millones de personas. A una pandemia que no terminaba de extinguirse y los problemas generados por el cambio climático, ambos con repercusiones caóticas en la economía, se sumaron hechos que muchos pensamos que eran aguas pasadas, como una potencia imperial invadiendo un país decidido a ser libre de elegir su presente y su futuro.

A fines del mismo año, en las instancias previas al diseño e impresión, el desarrollo de vacunas mitigó el daño provocado por el coronavirus, mientras que lo demás no ha cambiado. ¿Qué hacer? ¿Cómo encontrar el modo de vivir mejor en un escenario que parece no darnos tregua en materia de complicaciones? ¿Cómo sostenernos en un mundo inestable, en el que un suceso que se produce a miles de kilómetros repercute en nuestra vida cotidiana y en nosotros mismos, tanto a nivel físico como espiritual y energético?

Si bien el avance científico trae consigo varias de las herramientas que necesitamos para atravesar el túnel hasta llegar a la luz, tenemos a nuestro favor el hecho de que el ser humano es resiliente por naturaleza. Es posible que, luego de sucesos inesperados y a veces desconcertantes, no encuentre una sola salida, sino bifurcaciones que lo conduzcan hacia caminos impensados. Lo que se necesita es explorar lo desconocido, superar creencias y tener una visión que trascienda el horizonte de lo visible para llegar hasta lo que hay “más allá”.

Por ejemplo, y también en marzo de 2022, me sorprendió gratamente el mensaje de una alumna que había leído mis trabajos sobre neurociencias y física cuántica que (sintetizo) me dijo lo siguiente:

 

Una de mis hijas enfermó hace unos años, se volvió adicta a drogas pesadas, hice todo lo que se me cruzó en el camino para ayudarla y, cuando entendí lo que significa nuestro campo cuántico, no solo trabajé en mí, sino que me esforcé por tener un pensamiento constante en ella, visualizándola saludable y como una gran mujer. Tiempo después, no volvió a tener problemas de adicción.

 

Además de producirme un estado interior de enorme alegría, este mensaje me llevó a reafirmar mi convicción de que, si comprendemos los avances en la neurocuántica, tenemos un recurso extraordinario para cambiar literalmente nuestra vida. Más aún, todos podemos desarmar nuestras zonas de confort y generar macrocambios positivos, incluso en contextos adversos (temas sobre los que vengo trabajando desde hace años).

Sin duda:

 

Las grandes transformaciones no vendrán solo como resultado del avance científico, el adelanto tecnológico o la necesidad de recomponer los desastres generados por líderes dañinos y sus seguidores, sino de nosotros mismos, particularmente, de lo que seamos capaces de generar.

 

Lo primero es comprender que no vinimos a este mundo programados para ser de una determinada manera, por ejemplo, resilientes o depresivos, valientes o cobardes, tristes o alegres. Lo segundo, es que tampoco estamos configurados en un 100% por los genes, dado que estos son un componente de base.

De hecho, ha sido corroborado una y otra vez que el pensamiento, es decir, todo lo que viene de nuestro yo interior y es emplazado en nuestra mente, activa emociones y tiene un efecto enorme en el cerebro, en el cuerpo y en el tipo de energía que generamos y transmitimos.

Por lo tanto, una de las primeras lecciones que debemos aprender para hallar el camino que conduce hacia una vida más plena, tanto a nivel individual como global, procede de la física cuántica y es la siguiente:

 

Los seres humanos somos un conjunto de entrelazamientos formados por conexiones invisibles, tanto con el entorno cercano como con personas y hechos que se encuentran muy lejos. Es decir, que del mismo modo que recibimos y somos afectados por sucesos que se desencadenan a grandes distancias, podemos ser artífices, de manera individual o conjunta, de la creación de corrientes positivas de energía que repercutan en nosotros mismos y en los demás, independientemente de la ubicación en tiempo y espacio.

 

Como veremos a lo largo de esta obra, el cerebro se define también como un campo cuántico porque los átomos que nos conforman contienen un 0,00001% de materia. El resto (99,99999 %) es vacío energético. Como este vacío no es un vacío, sino un enorme espacio constituido por frecuencias que generan un circuito de información interconectada, debemos ser conscientes de su enorme poder y aprender a capitalizarlo para vivir mejor.

Por ejemplo, y teniendo en cuenta que gran parte de la corriente energética se genera y se irradia a través de la mente, cuyo soporte físico es el cerebro, una de las aplicaciones más interesantes de la física cuántica consiste en replantearnos nuestra forma de pensar con respecto a nosotros mismos, lo que conocemos y lo que desconocemos1.

Precisamente, esto es lo que le ocurrió a mi alumna: en vez de caer en la desesperación de culparse como madre, con toda la angustia que eso acarrea, ubicó a su hija en su mente como una mujer saludable y, sin ningún tipo de actitud negacionista (todo lo contrario), aprovechó su energía e influyó sobre la de ella para resolver una situación que apesadumbraba a una familia completa.

¿Cómo lo hizo? A medida que avances en la lectura de este libro, hallarás varias herramientas que podrás aplicar a diferentes situaciones, no obstante, te adelanto algunas pistas:

El punto de partida

 

Desde que el mundo es mundo, miles de personas quisieron cambiarlo, casi siempre con la idea de lograr un modelo sustentable anclado en lo espiritual, lo económico, lo social, lo filosófico o lo religioso, entre tantas otras formas. Algunas lo lograron e hicieron historia. Otras se quedaron ancladas, congelando ideas brillantes que ni siquiera se convirtieron en utopías.

En la actualidad este tipo de estancamiento ya no es viable porque las situaciones que enfrentamos suelen ser tan desconcertantes y veloces que es prácticamente imposible asumir un rol de espectador.

 

La realidad nos desafía a hallar nuevas formas de mejorar nuestra calidad de vida y la de los demás, y el punto de partida es comenzar por uno mismo.

Esto nos obliga a realizar una transformación interior, porque solo de ese modo podremos atravesar escenarios políticos, económicos y sociales tan adversos.

Asimismo, los avances científicos fundamentan empíricamente la posibilidad de generar cambios internos con repercusiones altamente efectivas, tanto en nosotros mismos como en el entorno.

 

Como veremos más adelante, el solo hecho de reconocer la existencia de lo que en Física Cuántica se denomina Campo del punto cero y entrelazamiento permite comprender por qué las señales generadas por el pensamiento de un individuo pueden ser captadas por otro a muchos kilómetros de distancia, aunque no sea consciente de ello.

Asimismo, el Campo de Punto Cero no solo suministra a los átomos la energía que necesitan para existir, también les proporciona información2. Este proceso, que a priori puede parecer complejo, pero que a medida que avancemos veremos que no lo es, puede ser autodirigido:

 

Todo ser humano tiene el potencial de generar el tipo de energía que quiere intercambiar con su entorno.

Si se multiplican intercambios positivos, puede formarse una corriente de proporciones y alcance incalculables.

 

Por otra parte, en el universo no existe la quietud. Todo es energía que está siempre en movimiento, es decir, que vibra constantemente. Más aún, algunos autores arriesgan que los seres humanos, más que por un campo energético, estamos unidos por una consciencia energética, y que este fenómeno es el que permite explicar, por ejemplo, por qué nos cruzamos repentinamente con una persona cuando estamos pensando en ella, ya sea físicamente, a través del móvil o cualquier otro dispositivo.

En síntesis:

 

Cuando aprendemos a utilizar la energía cuántica, lo que estamos haciendo es adquirir coherencia para restablecer nuestro equilibrio como seres humanos.

 

Neurocuántica: contenidos y aplicaciones prácticas

 

En neurocuántica confluyen los conocimientos de las neurociencias y la física cuántica. Se trata, en términos de uno de mis colegas, de un “casamiento perfecto”:

• La física cuántica se introduce en la naturaleza a escala atómica y subatómica para estudiar el mundo de lo minúsculo, como las moléculas, los átomos y sus componentes.

• Las neurociencias se ocupan de la estructura y funcionamiento del sistema nervioso humano y analizan cómo sus diferentes elementos se relacionan entre sí para constituir la base biológica de la cognición, los pensamientos, las emociones y la conducta.

Esta confluencia ha dado lugar al desarrollo de nuevas herramientas para ampliar las capacidades cerebrales, la felicidad y la calidad de vida. También explica fenómenos que no han podido ser comprendidos hasta el presente, como muchos milagros que, como veremos más adelante, no son milagros.

Recuerda:

 

Aplicar los avances de la neurociencia y la física cuántica permite al ser humano liberarse de lo que se conoce como destino, dado que facilita un control positivo sobre el presente y, paralelamente, un direccionamiento de pensamientos y acciones hacia el futuro deseado.

 

Por ejemplo, muchas personas están convencidas de que, más allá del esfuerzo personal, gran parte de lo que ocurrirá en su vida dependerá del azar, como determinadas circunstancias de espacio-tiempo. Esta manera de pensar se relaciona más con el transcurrir que con la posibilidad de ser artífices de los propios acontecimientos.

Afortunadamente, el avance del conocimiento tiene entre sus misiones fundamentales la de ayudarnos a pensar la realidad como nunca lo habíamos hecho.

Si lo que anteriormente era considerado materia es, en realidad, un conjunto de anillos de energía vibratoria que pueden ser influenciados por el pensamiento (sustentado en los deseos y las emociones asociadas a este) estamos ante una oportunidad sin precedentes debido a lo siguiente:

En el campo cuántico existe una especie de eje conciencia-emociones y energía que los seres humanos pueden liderar para que su presente y su futuro se encuentren en sus manos.

Uno de los grandes errores de nuestros mayores ha sido la clásica frase “todo está escrito”. De este modo, se entregaban a lo que llamaban destino, desperdiciando el enorme potencial que ellos mismos tenían en su mente para forjarlo.

De hecho, antes de que existieran los equipos actuales que permiten llegar a las profundidades del cerebro y al mundo de lo microscópico, muchos conocimientos se manejaban como hipótesis. Con el correr del tiempo, estas fueron comprobadas.

 

Los milagros de la mente

 

A diferencia del cerebro, que es un órgano formado por neuronas, células gliales, vasos sanguíneos y demás estructuras necesarias para el funcionamiento cognitivo y emocional, la mente es abstracta. En este sentido, podemos hacer una analogía con los electrones: no se los puede ver ni tocar, pero nadie duda de su existencia.

 

Desde la perspectiva cuántica, la mente es un campo de energía vibratoria que transmite información, y esto abarca tanto la consciencia individual como la colectiva.

 

Por ello, muchas cosas que pueden parecer milagros o increíbles casualidades son, en realidad, creaciones energéticas de la mente. Por otra parte, hay demasiadas evidencias de que los seres humanos tenemos una conexión mucho mayor de lo que se cree con ese mundo que no puede ser captado por el sentido de la vista y los microscopios.

Como verás a medida que te informes sobre estos temas, no se trata de ciencia ficción ni de improvisaciones. De hecho, quienes aplican estas herramientas con seriedad no solo lo hacen con convicción y respeto, sino que tienen la humildad necesaria para sumar profesionales de otras disciplinas, como la medicina y la neuropsicología, para organizar equipos que trabajen en forma holística, integral, en el análisis de cada caso.

Ejemplos:

• El Proyecto GCP de la Universidad de Princeton permitió comprobar que la focalización de la atención de millones de personas en un hecho impactante y en forma simultánea, como lo han sido la muerte de la princesa Diana de Gales y el atentado a las Torres Gemelas, desencadena una corriente de energía que se puede medir y validar científicamente3.

• En su libro El experimento de la intención, Lynne McTaggart (una profesional que ha dedicado años de su vida a investigar y estudiar fenómenos cuánticos) señala que se han llevado a cabo muchísimos ensayos de este tipo en el mundo entero y los explica con lujo de detalles4.

Uno de los más interesantes fue liderado por Elisabeth Targ con resultados sorprendentes: cuarenta especialistas en curación a distancia de distintos lugares de los Estados Unidos lograron aliviar el sufrimiento de pacientes que estaban en etapas finales de Sida, a pesar de no haber estado nunca en contacto con ellos.

• Muchas curas que la ciencia actual no logra entender comienzan a ser explicadas por la física cuántica.

 

Si bien hay miles de ejemplos que continuaré aportando en esta obra, te sugiero que hagas algo sencillo y ameno: sintoniza un episodio de la serie Zac Efron (temporada 1, capítulo 2) en el que se entrevista a un médico residente en el Santuario de Lourdes.

 

Allí se informa cómo las autoridades francesas en materia de salud y la Iglesia Católica analizan con rigor científico los casos relevantes.

Uno de ellos es el de un joven de 23 años que llegó con un cáncer muy avanzado, claramente visible en las imágenes. Luego de bañarse en las aguas del santuario con un yeso, dijo que ya no sentía dolor. Al salir, dejó a un lado sus muletas y comenzó a sentir consistencia en la articulación carcomida por la enfermedad, que desapareció casi al instante.

Este hecho fue comprobado no solo por el evidente bienestar del paciente, sino también por radiografías y resonancias que estudió un equipo integrado por más de trescientos médicos. Ninguno pudo entender lo ocurrido.

Los resultados de numerosas investigaciones realizadas ante diferentes sucesos y en varios países señalan la eficacia del pensamiento colectivo (que en el caso de personas religiosas se manifiesta en forma de oración) cuando este abarca un grupo cuantioso de mentes concentradas en lo mismo y en forma simultánea.

En otros términos, cuantos más seres unen su pensamiento y energía en una meta, se potencia la posibilidad de lograr el efecto buscado. Cuando el hecho en sí involucra sentimientos positivos, como el afecto y la empatía (entre otros), se genera un estado de coherencia emo-energética que potencia los resultados5.

 

Se observó que los efectos positivos se producen cuando los contenidos van acompañados de sentimientos de amor y gratitud.

Sin duda, la mente es un instrumento tan potente que, usada de manera consciente y del modo adecuado, puede llevarnos a alcanzar objetivos inimaginables para nosotros mismos y para los demás.

 

La clave está en detenernos a analizar en qué pensamos y cómo pensamos ante los hechos, así como en las emociones y acciones que desencadenan. Y si sugiero esta pausa es porque los seres humanos, insisto, no somos conscientes del verdadero poder del pensamiento y su influencia en nuestras acciones.

Por ejemplo, Hameroff y Penrose han demostrado que lo que ellos definen como cerebro electromagnético cuántico puede interaccionar con la información presente en un campo más amplio, basado en la resonancia cuántica de la información6.

 

El reconocimiento de que el cerebro forma parte de un sistema cuántico y está en permanente interacción con otros sistemas de su misma naturaleza explica por qué no podemos considerarlo solo un órgano biológico, aunque las redes neuronales y sus constantes modificaciones debido a la neuroplasticidad sean las responsables de procesos que emergen en la consciencia en forma de pensamientos.

 

Varios especialistas, con los cuales coincido, están convencidos de que el cerebro realiza funciones que van mucho más allá de lo biológico.

Como veremos al poner en práctica las aplicaciones que propone esta obra: para salir de la cárcel que construyen la angustia y el pensamiento negativo recurrente, incentivado sin tregua por los medios de comunicación, podemos generar un estado cuántico impermeable a este tipo de influencias.

Al sumergirse en el mundo de lo minúsculo, de lo que no se puede ver a simple vista, la física cuántica ayuda a comprender que somos partículas en constante vibración y que gran parte de nuestra energía se genera y se irradia, como ya dije (y abordaré varias veces en esta obra recurriendo a ejemplos, investigaciones y casos), a través de la mente.

 

Los mejores recursos para neutralizar las vibraciones negativas que nos circundan son las vibraciones positivas que nosotros mismos podemos generar.

 

Por ejemplo: ¿te ha provocado enojo el encierro al que obligó el coronavirus? ¿te has encontrado entre aquellos indignados por la imposición de cuarentena?

¿Te irrita que la empresa en la que trabajas reemplace un sistema por uno que funciona peor? ¿te ha desesperado posponer un viaje en avión debido a que los controladores aéreos hicieron huelga? Luego ¿qué tal fue tu día y qué tal los siguientes?

Si me lo preguntas a mí, te diré que muchas veces he estado amargado porque pasé gran parte de mi vida viajando de un país a otro y, de repente, me vi obligado a encerrarme durante más de un año y medio, dictando mis talleres y seminarios a través de plataformas virtuales.

A principios de 2022, cuando planificaba una gira por Brasil, México y Colombia (que culminaría en España, donde resido), se produce un crecimiento exponencial de casos de covid que me obliga a postergar mis proyectos.

¿Qué hacer cuando no se puede cambiar lo que necesitamos cambiar? Admito que sumergirme en la investigación que dio lugar a este libro fue de una ayuda extraordinaria. Corroboré que, aun cuando vivimos en una era en la que problemas de todo tipo se encuentran agazapados para acecharnos en el momento menos pensado, todos podemos hacer un trabajo interior con resultados positivos.

Esto no tiene que ver con la mística ni con la religión que profeso, dado que hallé numerosas pruebas respaldadas por la ciencia de que los seres humanos tenemos potencial para curarnos a nosotros mismos y a los demás, tanto física como mentalmente.

 

Una de las claves está en aprender a reprogramarnos para que cerebro, mente y cuerpo trabajen juntos, en otras palabras, para que nuestros pensamientos coincidan con nuestras emociones y acciones.

 

Te aseguro que funciona: debido al extraordinario fenómeno de la neuroplasticidad, se ha comprobado que una hora de concentración en un tema puede duplicar la cantidad de conexiones neuronales asociadas a este, enriqueciendo los neurocircuitos cerebrales y mejorando el estado corporal7.

Las neurociencias lo explican de manera sencilla: todos tenemos una especie de fábrica de químicos en el cerebro que puede ser dirigida aprendiendo a pensar de una forma determinada.

Por ejemplo:

 

Utilizar todos los sentidos para generar mentalmente una experiencia placentera provoca un aumento en el nivel de dopamina y otros neurotransmisores asociados, bienestar físico y emocional, haciendo que el cuerpo también cambie.

 

Todo lo que tienes que hacer es utilizar esta herramienta con constancia. Al cabo de un tiempo, tú mismo te asombrarás con los resultados.

 

Implicancias de la coherencia mente-cuerpo-cerebro

en los logros personales

 

La dicotomía coherencia-incoherencia se utiliza conceptualmente para diferenciar dos fenómenos físicos que se originan como resultado del pensamiento.

 

La coherencia se produce cuando el cerebro comienza a unificar grupos de neuronas debido a la focalización de la atención en un tema específico.

La incoherencia es opuesta: se desencadena cuando el pensamiento salta de un tema a otro, normalmente en personas proclives a la dispersión, el estrés y la ansiedad.

 

Cuando hay incoherencia, se genera una especie de desorden que hace que las redes neuronales trabajen en grupos que se conectan y desconectan en forma repetitiva y desordenada, generando un estado opuesto al holístico, que es el que se necesita para estar bien.

La neurocuántica proporciona varias herramientas destinadas a generar coherencia positiva, entre otras razones, porque este fenómeno está estrechamente relacionado con la armonía interior y el desarrollo de la energía que facilita un mejor desempeño de las funciones cerebrales.

Cuando existe coherencia, hay bienestar interior.

Ello se refleja en las relaciones con el entorno, en los logros, la buena salud y la calidad de vida.

A nivel neurológico, la coherencia puede ser negativa, por ejemplo, cuando las personas focalizan recurrentemente su atención en sucesos que en realidad deberían olvidar, como ocurre en algunas sesiones de terapia en las que el paciente es llevado una y otra vez a rememorar sucesos dolorosos, empeorando su estado energético, en vez de mejorarlo.