L. G. Davis escribe thrillers psicológicos impredecibles, retorcidos y de ritmo rápido que se desarrollan en pueblos pequeños. Nació en un campo de refugiados en Angola, donde pasó los primeros ocho años de su vida. Creció entre Angola, Namibia, Sudáfrica y Alemania, y ahora vive con su marido y sus dos hijos en la capital de Austria, Viena. Sus mayores alegrías en la vida son pasar tiempo con su familia, leer un buen libro, ver una buena película o soñar despierta con la próxima historia a la que quiere dar vida en el futuro.