Arena y espuma - Gibran Khalil Gibran - E-Book

Arena y espuma E-Book

Gibran Khalil Gibran

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Beschreibung

Arena y espuma recoge aforismos, frases y dichos de Gibran, pacientemente reunidos por sus discípulos; son la quintaesencia de su pensamiento y de su pulso vital: «He puesto en él, entre sus granos, granos de mi corazón… porque en los anhelos de todo hombre y toda mujer hay un poco de arena y un poco de espuma».

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Veröffentlichungsjahr: 2016

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Arena y espuma recoge aforismos, frases y dichos de Gibran, pacientemente reunidos por sus discípulos; son la quintaesencia de su pensamiento y de su pulso vital: «He puesto en él, entre sus granos, granos de mi corazón… porque en los anhelos de todo hombre y toda mujer hay un poco de arena y un poco de espuma».

Gibran Khalil Gibran

Arena y espuma

Título original: Al-maujua al-ramel

Gibran Khalil Gibran, 1926

Inicio

Siempre estoy vagando en esta playa, entre la arena y la espuma.

La marea borrará las huellas de mis pies y el viento esparcirá la espuma.

Pero el mar y la playa continuarán por siempre jamás.

* * *

Un día encerré en mi mano un poco de niebla.

Y al abrir el puño, ¡ay!, la niebla se había convertido en gusano.

Volvía cerrar y abrir el puño, y ¡albricias!, en mi palma había un pájaro.

Nuevamente cerré y abrí el puño, y vi que en mi palma había un hombre, de pie, de rostro triste, que me observaba.

Y volví a cerrar el puño; al abrirlo, no había más que niebla.

Pero escuché un canto de inenarrable dulzura.

* * *

Apenas ayer me sentía una partícula oscilando sin ritmo en la espera de la vida.

Ahora sé que soy la espera, y toda la vida palpita en rítmicos fragmentos en mi interior.

* * *

Me dicen, en su vigilia:

«Tú y el mundo en que vives no sois más que un grano de arena en la infinita playa de un mar infinito».

Y yo les digo, en mi sueño:

«Soy el mar infinito, y todas las palabras no son más que granos de arena en mi playa».

* * *

Sólo una vez me quedé sin palabras.

Fue cuando un hombre me preguntó:

«¿Quién eres?».

* * *

El primer pensamiento de Dios fue un ángel.

La primera palabra de Dios fue un hombre.

* * *

Fuimos criaturas ondulantes, vagarosas, ansiosas, un millón de años antes de que el mar y el viento del bosque nos dieran palabras.

Ahora bien, ¿cómo podremos expresar lo muy antiguo que hay en nosotros, sólo con los sonidos de nuestros recientes ayeres?

* * *

La esfinge habló sólo una vez, y dijo: «Un desierto es un grano de arena, y un grano de arena es un desierto; y ahora, volvamos a guardar silencio».

Oí lo que dijo la Esfinge, pero no lo comprendí.

* * *

Una vez miré el rostro de una mujer y en él vi a todos sus hijos aún no nacidos.

Y una mujer me miró a la cara, y conoció a todos mis antepasados, muertos antes de que ella naciera.

* * *

Ahora me realizaría plenamente. Pero ¿cómo, a menos que llegue yo a ser un planeta con seres inteligentes que moren en él?

¿No es ésta la meta de todos los hombres?

* * *

Una perla es un templo, construido por el dolor en torno a un grano de arena.

¿Qué ansiedad construye nuestros cuerpos, y en torno a qué granos?

* * *

Cuando Dios me arrojó, a mí, una piedrecilla, a este maravilloso lago, turbé la superficie del agua con incontables círculos.

Pero cuando alcancé la profundidad, me quedé en gran quietud.

* * *

Dadme silencio y desafiaré a la noche.

* * *

Conocí mi segundo nacimiento cuando mi alma y mi cuerpo se amaron y casaron.

* * *

Una vez, conocí a un hombre de oído sumamente fino, pero mudo. Había perdido la lengua en una batalla.

Ahora sé en qué batallas combatió ese hombre antes de llegar el gran silencio. Y me alegré de que ese hombre estuviera muerto.

El mundo no es suficientemente vasto para que cupiéramos él y yo.

* * *

Largo tiempo yací en el polvo de Egipto, silente, y ajeno a las estaciones.

Luego, el Sol me hizo nacer, me erguí, y caminé por las riberas del Nilo, cantando con los días y soñando con las noches.

Y ahora, el Sol me persigue con mil pies, para que caiga nuevamente en el polvo de Egipto.

Pero ¡oíd la maravilla y el acertijo!: ni el Sol mismo, que unió mis elementos, puede esparcirlos.

Aún estoy levantado, y mi pie es seguro; sigo caminando por las riberas del Nilo.

* * *

Recordarse es una manera de encontrarse.

* * *

El olvido es una forma de libertad.

* * *

Medimos el tiempo según el movimiento de incontables soles; y ellos miden el tiempo con pequeñas máquinas que llevan en los bolsillos.

Ahora, decidme: ¿cómo podremos reunirnos alguna vez, en el mismo sitio y a la misma hora?

* * *

El Espacio no representa espacio alguno entre la Tierra y el Sol, para quien mira desde las ventanas de la Vía Láctea.

* * *

La humanidad es un río de luz, que corre desde la ex eternidad hasta la eternidad.

* * *

¿No envidian los espíritus que moran en el éter el dolor del hombre?

* * *

Camino a la Ciudad Santa, encontré a otro pere [...]