El Dominio de Arnheim - Edgar Allan Poe - E-Book

El Dominio de Arnheim E-Book

Edgar Allan Poe

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Beschreibung

En "El Dominio de Arnheim", Edgar Allan Poe explora la estética y el poder de la naturaleza a través de Ellison, un hombre adinerado que crea un impresionante jardín paisajístico. Este relato trata temas de belleza, arte e idealismo, mientras Ellison utiliza su fortuna para dar forma a un refugio terrenal perfecto.

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El Dominio de Arnheim

Edgar Allan Poe

SINOPSIS

En "El Dominio de Arnheim", Edgar Allan Poe explora la estética y el poder de la naturaleza a través de Ellison, un hombre adinerado que crea un impresionante jardín paisajístico. Este relato trata temas de belleza, arte e idealismo, mientras Ellison utiliza su fortuna para dar forma a un refugio terrenal perfecto.

Palabras clave

Idealismo, Naturaleza, Arte

AVISO

Este texto es una obra de dominio público y refleja las normas, valores y perspectivas de su época. Algunos lectores pueden encontrar partes de este contenido ofensivas o perturbadoras, dada la evolución de las normas sociales y de nuestra comprensión colectiva de las cuestiones de igualdad, derechos humanos y respeto mutuo. Pedimos a los lectores que se acerquen a este material comprendiendo la época histórica en que fue escrito, reconociendo que puede contener lenguaje, ideas o descripciones incompatibles con las normas éticas y morales actuales.

Los nombres de lenguas extranjeras se conservarán en su forma original, sin traducción.

 

El Dominio de Arnheim

 

El jardín como una bella dama fue cortado Que yacía como si durmiera en deleite, Y sus ojos se cerraron a los cielos abiertos. Los campos azules del Cielo estaban 'sembled derecho En una gran ronda, con las flores de la luz. Las flores de luz, y las redondas chispas de rocío Que colgaban de sus hojas azules mostraban Como estrellas centelleantes que brillan en el azul del atardecer.

-Giles Fletcher.

 

Desde su cuna hasta su tumba, un vendaval de prosperidad llevó a mi amigo Ellison. No uso la palabra prosperidad en su mero sentido mundano. Lo digo como sinónimo de felicidad. La persona de la que hablo parecía haber nacido con el propósito de prefigurar las doctrinas de Turgot, Price, Priestley y Condorcet, de ejemplificar con ejemplos individuales lo que se ha considerado la quimera de los perfeccionistas. En la breve existencia de Ellison creo haber visto refutado el dogma de que en la naturaleza misma del hombre yace algún principio oculto, antagonista de la dicha. Un atento examen de su carrera me ha dado a entender que, en general, la desdicha de la humanidad se debe a la violación de algunas leyes sencillas de la humanidad; que, como especie, poseemos los elementos aún no forjados de la felicidad; y que, incluso ahora, en la oscuridad y la locura actuales de todo pensamiento sobre la gran cuestión de la condición social, no es imposible que el hombre, el individuo, pueda ser feliz en ciertas condiciones inusuales y altamente fortuitas.