El rufián dichoso - Miguel de Cervantes Saavedra - E-Book

El rufián dichoso E-Book

Miguel de Cervantes Saavedra

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Beschreibung

El rufián dichoso es un drama en tres actos y en verso de Miguel de Cervantes Saavedra, se public en 1615 en­tre las Ocho comedias y ocho entremeses. Su argumento está sacado de la Historia de la fundación y discurso de la provincia de Santiago de México, de la orden de predicadores. Por las vidas de sus varones insignes y casos notables de Nueva España, de fray Agustín de Dávila Padilla (1596). En El rufián dichoso Miguel de Cervantes narra la vida llena de excesos de fray Cristóbal de Lugo y su posterior conversión y muerte. Es una obra que sobresale dentro de la trayectoria literaria cervantina por ser la única comedia de santos escrita por Cervantes. Sin embargo, el valor de esta comedia no se encuentra solamente en su singularidad temática. Aquí destacan también aspectos ideológicos y formales. Asimismo las escenas del diálogo entre Curiosidad y Comedia ilustran la visión cervantina sobre el teatro.

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Seitenzahl: 92

Veröffentlichungsjahr: 2012

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Miguel de Cervantes Saavedra

El rufián dichoso

Barcelona 2024

Linkgua-ediciones.com

Créditos

Título original: El rufián dichoso.

© 2024, Red ediciones S.L.

e-mail: [email protected]

Diseño de cubierta: Michel Mallard.

ISBN rústica: 978-84-9816-369-8.

ISBN ebook: 978-84-9897-249-8.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 7

La vida 7

El santo 7

Personajes 8

Jornada primera 9

Jornada segunda 59

Jornada tercera 97

Libros a la carta 125

Brevísima presentación

La vida

Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 1547-Madrid, 1616). España.

Hijo de Rodrigo Cervantes, cirujano, y Leonor de Cortina. Se sabe muy poco de su infancia y adolescencia. Era el cuarto hijo entre siete. Las primeras noticias que se tienen de Cervantes son de su etapa de estudiante, en Madrid.

A los veintidós años se fue a Italia, para acompañar al cardenal Acquaviva. En 1571 participó en la batalla de Lepanto, donde sufrió heridas en el pecho y la mano izquierda. Aunque su brazo quedó inutilizado, combatió después en Corfú, Ambarino y Túnez. En 1584 se casó con Catalina de Palacios, no fue un matrimonio afortunado. Tres años más tarde, en 1587, se trasladó a Sevilla y fue comisario de abastos. En esa ciudad sufrió cárcel varias veces por sus problemas económicos. Hacia 1603 o 1604 se fue a Valladolid y allí también fue a prisión, esta vez acusado de un asesinato. Desde 1606, tras la publicación del Quijote, fue reconocido como un escritor famoso y vivió en Madrid.

El santo

Esta pieza relata la historia real del sevillano Cristóbal de Lugo, quien tras una vida violenta se entregó a la penitencia y el sacrificio y murió como un santo en México.

Personajes

Cristobal de Lugo, estudiante

Lobillo, rufián

Ganchoso, rufián

El alguacil Villanueva

Dos corchetes

Lagartija, muchacho

Una dama

Su marido

El inquisidor Tello de Sandoval

Dos músicos

Un sastre

Un ciego

Un pastelero

Antonia

Otra mujer

Carrascosa, padre de la mancebía

Peralta, estudiante

Gilberto, estudiante

Un ángel

La comedia

La curiosidad

El padre Cruz

Fray Antonio

Fray Ángel

El prior

Tres ciudadanos

Doña Ana de Treviño

Dos criados

Un clérigo

Saquiel, demonio

Visiel, demonio

Lucifer

Jornada primera

Salen Lugo, envainando una daga de ganchos, y el Lobillo y Ganchoso, rufianes. Lugo viene como estudiante, con una media sotana, un broquel en la cinta y una daga de ganchos; que no ha de traer espada.

Lobillo ¿Por qué fue la quistión?

Lugo No fue por nada.

No se repita, si es que amigos somos.

Ganchoso Quiso Lugo empinarse sobre llombre,

y, siendo rufo de primer tonsura,

asentarse en la cátreda de prima, 5

teniendo al lombre aquí por espantajo.

Lugo Mis sores, poco a poco. Yo soy mozo

y mazo, y tengo hígados y bofes

para dar en el trato de la hampa

quinao al más pintado de su escuela, 10

en la cual no recibe el grado alguno

de valeroso por haber gran tiempo

que cura en sus entradas y salidas,

sino por las hazañas que ya hecho.

¿No tienen ya sabido que hay cofrades 15

de luz, y otros de sangre?

Lobillo Aqueso pido.

Ganchoso ¡Hola, so Lobo! Si es que pide queso,

pídalo en otra parte, que en aquésta

no se da. Si no...

Lobillo ¡Basta, seor Ganchoso!

O logue luenga, y téngase por dicho, 20

que entrevo toda flor y todo rumbo.

Ganchoso ¿Pues nosotros nacimos en Guinea,

so Lobo?

Lobillo No sé nada.

Ganchoso Pues apréndalo

con aquesta leción.

Lugo ¡Fuera, Lobillo!

Ganchoso Entrambos sois ovejas fanfarrones, 25

y gallinas mojadas, y conejos.

Lobillo ¡Menos lengua y más manos, hideputa!

(Entran a esta sazón un Alguacil y dos corchetes; huyen Ganchoso y Lobillo; queda solo Lugo, envainando.)

Corchete [1] ¡Téngase a la justicia!

Lugo ¡Tente, pícaro!

¿Conó[ce]sme?

Corchete [1] ¡So Lugo!

Lugo ¿Qué so Lugo?

Alguacil Bellacos, ¿no le asís?

Corchete 2 Señor nuestro amo, 30

¿sabe lo que nos manda? ¿No conoce

que es el señor Cristóbal el delinque?

Alguacil ¡Que siempre le he de hallar en estas danzas!

¡Por Dios, que es cosa recia! ¡No hay paciencia

que lo pueda llevar!

Lugo Llévelo en cólera, 35

que tanto monta.

Alguacil Ahora, yo sé cierto

que ha de romper el diablo sus zapatos

alguna vez.

Lugo Mas que los rompa ciento;

que él los sabrá comprar donde quisiere.

Alguacil El señor Sandoval tiene la culpa. 40

Corchete 2 Tello de Sandoval es su amo déste.

Corchete 1 Y manda la ciudad, y no hay justicia

que le ose tocar por su respeto.

Lugo El señor alguacil haga su oficio,

y déjese de cuentos y preámbulos. 45

Alguacil ¡Cuán mejor pareciera el señor Lugo

en su colegio que en la barbacana,

el libro en mano, y no el broquel en cinta!

Lugo Crea el so alguacil que no le cuadra

ni esquina el predicar; deje ese oficio 50

a quien le toca, y vaya y pique aprisa.

Alguacil Sin picar nos iremos, y agradézcalo

a su amo; que, a fe de hijodalgo,

que yo sé en qué parará este negocio.

Lugo En irse y en quedarme.

Corchete 1 Yo lo creo, 55

porque es un Barrabás este Cristóbal.

Corchete 2 No hay gamo que le iguale en ligereza.

Corchete 1 Mejor juega la blanca que la negra,

y en entrambas es águila volante.

Alguacil Recójase y procure no encontrarme, 60

que será lo más sano.

Lugo Aunque sea enfermo,

haré lo que füere de mi gusto.

Alguacil Venid vosotros.

(Éntrase el Alguacil.)

Corchete 1 So Cristóbal, ¡vive

que no le conocí!; ¡sí, juro cierto!

Corchete 2 Señor Cristóbal, yo me recomendo; 65

de mí no hay qué temer; soy ciego y mudo

para ver ni hablar cosa que toque

a la mínima suela del calcorro

que tapa y cubre la coluna y basa

que sustentan la máquina hampesca. 70

Lugo ¿Dónde cargaste, Calahorra?

Corchete 2 No sé; Dios con la noche me socorra.

(Éntranse los dos corchetes.)

Lugo ¡Que solo me respeten por mi amo

y no por mí, no sé esta maravilla!;

mas yo haré que salga de mí un bramo 75

que pase de los muros de Sevilla.

Cuelgue mi padre de su puerta el ramo,

despoje de su jugo a Manzanilla;

conténtese en su humilde y bajo oficio,

que yo seré famoso en mi ejercicio. 80

(Entra, a este instante, Lagartija, muchacho.)

Lagartija Señor Cristóbal, ¿qué es esto?

¿Has reñido, por ventura,

que tienes turbado el gesto?

Lugo Pónele de sepultura

el ánimo descompuesto. 85

La de ganchos saqué a luz,

porque me hiciese el buz

un bravo por mi respeto;

mas huyóse de su aspecto

como el diablo de la cruz. 90

¿Qué me quieres, Lagartija?

Lagartija La Salmerona y la Pava,

la Mendoza y la Librija,

que es cada cual por sí brava,

gananciosa y buena hija, 95

te suplican que esta tarde,

allá cuando el Sol no arde

y hiere en rayo cencillo,

en el famoso Alamillo

hagas de tu vista alarde. 100

Lugo ¿Hay regodeo?

Lagartija Hay merienda,

que las más famosas cenas

ante ella cogen la rienda:

cazuelas de berenjenas

serán penúltima ofrenda. 105

Hay el conejo empanado,

por mil partes traspasado

con saetas de tocino;

blanco el pan, aloque el vino,

y hay turrón alicantado. 110

Cada cual para esto roba

blancas vistosas y nuevas,

una y otra rica coba;

dales limones las Cuevas

y naranjas el Alcoba. 115

Daráles en un instante

el pescador arrogante,

más que le hay del norte al sur,

el gordo y sabroso albur

y la anguila resbalante. 120

El sábalo vivo, vivo,

colear en la caldera,

o saltar en fuego esquivo,

verás en mejor manera

que te lo pinto y describo. 125

El pintado camarón,

con el partido limón

y bien molida pimienta,

verás cómo el gusto aumenta

y le saca de harón. 130

Lugo ¡Lagartija, bien lo pintas!

Lagartija Pues llevan otras mil cosas

de comer, varias, distintas,

que a voluntades golosas

las harán poner en quintas. 135

Lugo ¿Qué es en quintas?

Lagartija En división,

llevándose la afición

aquí y allí y acullá:

que la variedad hará

no atinar con la razón. 140

Lugo ¿Y quién va con ellas?

Lagartija ¿Quién?

El Patojo, y el Mochuelo,

y el Tuerto del Almadén.

Lugo Que ha de haber soplo recelo.

Lagartija Ve tú, y se hará todo bien. 145

Lugo Quizá, por tu gusto iré;

que tienes un no sé qué

de agudeza, que me encanta.

Lagartija Mi boca pongo en la planta

de tu valeroso pie. 150

Lugo ¡Alza, rapaz lisonjero,

indigno del vil oficio

que tienes!

Lagartija Pues dél espero

salir presto a otro ejercicio

que muestre ser perulero. 155

Lugo ¿Qué ejercicio?

Lagartija Señor Lugo,

será ejercicio de jugo,

puesto que en él se trabaja,

que es jugador de ventaja,

y de las bolsas verdugo. 160

¿No has visto tú por ahí

mil con capas guarnecidas,

volantes más que un neblí,

que en dos barajas bruñidas

encierran un Potosí? 165

Cuál destos se finge manco

para dar un toque franco

al más agudo, y me alegro

de ver no usar de su negro

hasta que topen un blanco. 170

Lugo ¡Mucho sabes! ¿Qué papel

es el que traes en el pecho?

Lagartija ¿Descúbreseme algo dél?

Todo el seso sin provecho

de Apolo se encierra en él. 175

Es un romance jácaro,

que le igualo y le comparo

al mejor que se ha compuesto;

echa de la hampa el resto

en estilo jaco y raro. 180

Tiene vocablos modernos,

de tal manera que encantan;

unos bravos, y otros tiernos;

ya a los cielos se levantan,

ya bajan a los infiernos. 185

Lugo Dile, pues.

Lagartija Séle de coro;

que ninguna cosa ignoro

de aquesta que a luz se saque.

Lugo ¿Y de qué trata?

Lagartija De un jaque

que se tomó con un toro. 190

Lugo Vaya, Lagartija.

Lagartija Vaya,

y todo el mundo esté atento

a mirar cómo se ensaya

a pasar mi entendimiento

del que más sube la raya. 195

«Año de mil y quinientos

y treinta y cuatro corría,

a veinte y cinco de mayo,

martes, acïago día,

sucedió un caso notable 200

en la ciudad de Sevilla,

digno que ciegos le canten

y que poetas le escriban.

Del gran corral de los Olmos,

do está la jacarandina, 205

sale Reguilete, el jaque,

vestido a las maravillas.

No va la vuelta del Cairo,

del Catay ni de la China,

ni de Flandes, ni Alemania, 210

ni menos de Lombardía:

va la vuelta de la plaza

de San Francisco bendita,

que corren toros en ella

por Santa Justa y Rufina; 215

y, apenas entró en la plaza,

cuando se lleva la vista

tras sí de todos los ojos,

que su buen donaire miran.

Salió en esto un toro hosco, 220

¡válasme Santa María!,

y, arremetiendo con él,

dio con él patas arriba.

Dejóle muerto y mohíno,

bañado en su sangre misma; 225

y aquí da fin el romance

porque llegó el de su vida.»

Lugo ¿Y éste es el romance bravo

que decías?

Lagartija Su llaneza

y su buen decir alabo; 230

y más, que muestra agudeza

en llegar tan presto al cabo.

Lugo ¿Quién le compuso?

Lagartija Tristán,