Evangelios Gnósticos - Anónimo - E-Book

Evangelios Gnósticos E-Book

Anónimo

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En 1945 fueron hallados varios manuscritos en egipcio antiguo, redactados durante los siglos III y IV. En ellos se cuenta la verdadera historial del Grial, y hablan del ministerio de Cristo en términos muy humanos; es decir, afirman que Jesús vino al mundo a señalar la senda para caminar hacia el conocimiento verdadero. Más que ofrecer respuestas, lo que él deseaba era ser un estímulo para iniciar la búsqueda de esa verdad. A estos escritos se les conocen como Los evangelios gnósticos. Esta serie de evangelios nos muestran que las raíces del gnosticismo se caracterizan por ser una mezcla de las creencias judaicas y orientales, cuya pretensión es alcanzar el conocimiento de lo divino por medio de la intuición. Ahora tiene en sus manos uno de los secretos más escondidos por la Iglesia; un secreto que quizás nos muestre el verdadero camino.

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Los evangelios gnósticos

Los evangelios gnósticos

D.R.© Editorial Lectorum, S.A. de C.V., 2022Batalla de Casa Blanca, Manzana 147 A, Lote 1621Col. Leyes de Reforma, 3a. SecciónC.P. 09310, Ciudad de MéxicoTel. 5581 [email protected]

Segunda edición: julio 2022

ISBN: 978-607-457-741-9

D.R.© Portada e interiores: Angélica Irene Carmona BistráinD.R.© Imagen de portada: Shutterstock®

Características tipográficas aseguradas conforme a la ley.Prohibida la reproducción parcial o total sin autorización escrita del autor.

Índice

Introducción

Evangelio de Tomás

Evangelio de Felipe

Evangelio de María Magdalena

Evangelio de los egipcios

Evangelio de la verdad

Evangelio de Valentino

Revelación de Pablo

Introducción

En diciembre de 1945, en un pueblo egipcio llamado Nag Hammadi (en árabe "pueblo de alabanza") un campesino halló cerca de mil páginas en papiro: 53 textos divididos en códices, cuya antigüedad se remonta probablemente hacia el siglo IV .C. Este campesino encontró enterrada una jarra de barro; este descubrimiento le produjo cierto temor e inicialmente no quiso abrirla, ya que temía que en su interior habitase un «jinn» o espíritu, pero finalmente la rompió y halló algunos manuscritos. Lamentablemente no dio aviso del hallazgo y los amontonó cerca del horno de su casa entre la paja, lo que provocó que su madre quemase muchos papiros para alimentar el fuego. Esta fue una pérdida irremediable de una parte importante de nuestra historia que ya no podremos recuperar.

Tras algún tiempo los manuscritos sobrevivientes pasaron de unas manos a otras, entre especuladores que los vendieron en el mercado negro, hasta que algunos investigadores comenzaron a recopilarlos poco a poco. Hoy desconocemos si todo el material fue recuperado o aún quedan fragmentos en poder de algún coleccionista, u ocultos por personas que no quieren que su contenido salga a la luz. En la actualidad, lo que se ha rescatado de esos manuscritos se ha dividido en dos tipos de evangelios: los apócrifos y los gnósticos.

Los evangelios gnósticos poseen una particularidad que fue censurada durante siglos por la Iglesia: además de contar la verdadera historia del Grial, hablan del ministerio de Cristo en términos muy humanos. De acuerdo con estos textos, Jesús vino al mundo a mostrar la senda para encontrar el camino del conocimiento (de ahí la palabra gnosis). Más que ofrecer una serie de respuestas, lo que él buscaba era ser un estímulo para iniciar una búsqueda.

Esta serie de evangelios nos muestra que las raíces del gnosticismo se caracterizan por ser una mezcla de las creencias estrictamente cristianas con creencias judaicas y orientales, cuyo objetivo es alcanzar el conocimiento de lo divino por medio de la intuición o concepto, no por algo material.

En los escritos aquí reunidos, la figura de Jesús es mucho más humana que en los convencionales, donde se le adorna con atributos mitológicos que ya se encontraban en otros dioses aceptados por los paganos de todo el Mediterráneo.

Gnosticismo

Para entender por qué estos evangelios son considerados gnósticos es necesario recurrir a la filosofía. Las raíces del gnosticismo podrían remontarse a la adaptación que del sistema platónico hizo Filón de Alejandría en función del judaísmo. En su planteamiento, Dios estaría por encima del logos y del mundo de las ideas. Sus principales líneas son:

La trascendencia indudable de Dios, esto es, separado de toda forma de materia. La explicación del mundo sensible por medio de una complicada genealogía de seres que se encuentran entre la materia y Dios, del cual han emanado en decadencia. Los eones corresponderían al mundo de las ideas platónicas, y estarían en un nivel inferior a Dios.

La negatividad al respecto de la materia, la cual ocupa el menor grado en la sucesión de los seres. Esto es, la materia introduce el mal y por eso no es creación divina, al contrario, su origen está en el pecado de algún ser intermedio, que es el Yavé del Antiguo Testamento, el Dios semita. Por eso, el Dios verdadero envió a su hijo Jesús: para liberar a quienes creyeran en El y destruir el mal.

La concepción antropológica dualista. Es decir, la idea de que el hombre está compuesto de un principio malo, que es la materia, su cuerpo, y otro bueno, que es su espíritu aprisionado en este mundo y que puede regresar a la región superior de donde procede. La salvación consiste en asimilar un conocimiento (gnosis) supuestamente oculto y que es revelado a ciertos "elegidos". Esto es posible no por Dios sino por uno de los eones intermedios, es decir, Jesús.

El auge del gnosticismo ocurrió en el siglo II. Aparecen en Siria: Satornilo (h 98-160), Cerdón (s. II), discípulo de Valentín, y Marción, discípulo de Cerdón. En Alejandría, Basílides (h 120-161), su hijo Isidoro y Carpócrates (h130-160). En la región itálica: Valentín (s. II); su pensamiento se difundió por toda esa región y por la oriental, a finales del siglo Il y principios del III.

Probablemente, él fue el gnóstico más influyente. Su pensamiento fue ampliamente difundido, entre otros, por Tolomeo (h 140) considerado como el autor de la principal obra gnóstica: Epístola a Flora; y Heracleón (h 145-180) quien le dio una exégesis de orientación gnóstica al evangelio de San Juan.

En resumen, en estos evangelios aparece con frecuencia la teoría gnóstica: el cuerpo de Cristo es puramente aparencial. La divinidad de Cristo no le permitiría, por definición, corporizarse.

Los gnósticos

Los gnósticos se consideraban conocedores o gnostikoi, denotando que poseían la gnosis o el conocimiento divino. Vivieron en su mayoría durante los tres o cuatro primeros siglos de la Era Cristiana. No eran sectarios ni miembros de una nueva religión; eran personas que compartían entre sí cierta actitud ante la vida que consistía en la convicción de que el conocimiento directo, personal y absoluto de las verdades auténticas de la existencia es accesible a los seres humanos. Y la obtención de tal conocimiento debe siempre constituir la suprema realización de la vida humana.

En las décadas iniciales del cristianismo encontramos la primera mención de cristianos "gnósticos"; en ese entonces aún no se había definido ninguna ortodoxia o una única doctrina aceptable del pensamiento cristiano. Por ello se sugiere que el gnosticismo fue una de muchas corrientes que formaban las aguas profundas de la nueva religión.

Los gnósticos no negaban el beneficio de la Torah ni la magnificencia de la figura de Jesús, el Ungido del Dios Supremo. Para terminar, diremos que se sustentaban en los siguientes conceptos: a) El mundo material no es adecuado para el ser humano. b) Afirmaban ser depositarios de las enseñanzas secretas de Jesús.

Evangelio de Tomás

Texto copto de Nag Hammadi

Estas son las palabras secretas que enunció Jesús el Viviente y que Dídimo Judas Tomás consignó por escrito.

1. Y dijo: "Quien encuentre el significado de estas palabras no experimentará la muerte".

2. Jesús dijo: "El que busca no debe dejar de buscar hasta que encuentre. Y cuando encuentre se estremecerá, y tras su estremecimiento se llenará de asombro y reinará sobre el universo".

3. Jesús dijo: "Si aquellos que los guían les dicen: Vean, el Reino está en el cielo; entonces las aves del cielo les tomarán la delantera. Y si les dicen: Está en la mar, entonces los peces les tomarán la delantera. No obstante el Reino está dentro de ustedes y fuera de ustedes. Cuando lleguen a conocerse a ustedes mismos, entonces serán conocidos y se darán cuenta de que son hijos del Padre Viviente. Pero si no se conocen a ustedes mismos, están inmersos en la pobreza y son la pobreza misma".

4. Jesús dijo: "Un anciano a su edad no vacilará en preguntar a un niño de siete días por el lugar de la vida, y vivirá; pues muchos primeros vendrán a ser últimos y terminarán siendo uno solo".

5. Jesús dijo: "Reconoce lo que tienes ante tu vista y lo que está oculto se te manifestará, pues nada hay escondido que no llegue a ser manifiesto".

6. Le preguntaron sus discípulos diciéndole: "¿Quieres que ayunemos? ¿Y de qué forma debemos orar y dar limosna, qué debemos de observar respecto a la comida?" Jesús dijo: "No mientan ni hagan lo que aborrezcan, pues ante el Cielo todo está manifiesto, ya que nada hay oculto que no acabe por quedar expuesto y nada escondido que pueda mantenerse sin ser revelado".

7. Jesús dijo: "Dichoso el león que al ser ingerido por un hombre se hace hombre; detestable el hombre que se deja devorar por un león y éste se hace hombre".

8. Y dijo: "El hombre es como un pescador inteligente que echó su red al mar y la sacó de él rebosante de peces pequeños.

Al encontrar entre ellos un pez enorme y bueno, aquel inteligente pescador echó todos los peces pequeños al mar y escogió sin titubear el pez grande".

9. Jesús dijo: "He aquí que el campesino salió, llenó su mano y esparció (pizcas de semillas). Algunas cayeron en el camino y vinieron las aves y se las llevaron. Otras cayeron sobre piedra y no enraizaron en la tierra ni hicieron brotar espigas hacia el cielo. Otras cayeron entre espinas - éstas sofocaron el grano y el gusano se las comió. Otras cayeron en buena tierra y (ésta) dio una buena cosecha, produciendo 60 y 120 veces por medida".

10. Jesús dijo: "He lanzado fuego sobre el mundo y vean que lo mantengo hasta que arda".

11. Jesús dijo: "Pasará este cielo y pasará de la misma forma el que está encima de él. Y los muertos no viven ya, y los que están vivos no perecerán. Cuando comían lo que estaba muerto, lo hacían revivir; ¿qué van a hacer cuando estén en la luz? El día en que eran una misma cosa, se hicieron dos; después de haberse hecho dos, ¿qué van a hacer?"

12. Los discípulos dijeron a Jesús: "Sabemos que tú te irás de nuestro lado; ¿quién va a ser el mayor entre nosotros? Jesús les dijo: Dondequiera que se hayan reunido, diríjanse a Santiago el Justo, por quien el Cielo y la Tierra fueron creados".

13. Jesús dijo a sus discípulos: "Hagan una comparación y díganme a quién me parezco". Simón Pedro le dijo: "Te pareces a un ángel justo". Mateo le dijo: "Te pareces a un filósofo, a un hombre sabio". Tomás le dijo: "Maestro, mi boca es totalmente incapaz de decir a quién te pareces". Respondió Jesús: "Yo ya no soy tu maestro, dado que has bebido y te has emborrachado del manantial que yo mismo he templado". Luego lo tomó consigo, se alejó y le dijo tres palabras. Cuando Tomás regresó al lado de sus compañeros, éstos le preguntaron: "¿Qué es lo que te ha dicho Jesús?" Tomás respondió: "Si yo les revelara una sola de las palabras que me ha dicho, tomarían piedras y las arrojarían sobre mí: entonces saldrían llamas de ellas y los abrasaría".

14. Les dijo Jesús: "Si ayunan, se engendran pecados; y si hacen oración, se les condenará; y si dan limosnas, harán mal a sus espíritus. Cuando vayan a un país cualquiera y caminen por esas regiones, si se les recibe, coman lo que les presenten (y) curen a los enfermos entre ellos. Pues lo que entra en su boca no los manchará, mas lo que sale de su boca, eso sí que los manchará".

15. Jesús dijo: "Cuando vean al que no nació de mujer, póstrense sobre su rostro y adórenlo: El es su Padre".

16. Jesús dijo: "Quizá los hombres piensan que he venido a traer paz al mundo, y no saben que he venido a traer disensiones sobre la Tierra: fuego, espada, guerra. Pues cinco habrá en casa: tres estarán contra dos y dos contra tres, el padre contra el hijo y el hijo contra el padre. Y todos ellos se encontrarán en soledad".

17. Jesús dijo: "Yo les daré lo que ningún ojo ha visto y ningún oído ha escuchado y ninguna mano ha tocado y en ningúncorazón humano ha penetrado".

18. Dijeron los discípulos a Jesús: "Dinos cómo va a ser nuestro fin". Respondió Jesús: "¿Es que han descubierto ya el principio para que pregunten por el fin? Sepan que donde está el principio, allí estará también el fin. Dichoso aquel que se encuentra en el principio: él conocerá el fin y no probará la muerte".

19. Jesús dijo: "Dichoso aquel que ya existía antes de llegar a ser. Si se hacen mis discípulos (y) escuchan mis palabras, estas piedras se pondrán a su servicio. Cinco árboles tienen en el paraíso que ni en verano ni en invierno se mueven y cuyo follaje no cae: quien los conoce no probará la muerte".

20. Dijeron los discípulos a Jesús: "Dinos a qué se parece el Reino de los Cielos". Les dijo: "Se parece a un grano de mostaza, que es (ciertamente) la más exigua de todas las semillas, pero cuando cae en tierra de labor hace brotar un tallo (y) se convierte en cobijo para los pájaros del cielo".

21. Dijo Mariham a Jesús: "¿A qué se parecen tus discípulos?" Él respondió: "Se parecen a unos muchachos que se han acomodado en una parcela ajena. Cuando se presenten los dueños del terreno les dirán: Devuélvannos nuestra finca. Ellos se sienten desnudos en su presencia al tener que dejarla y devolvérselas. Por eso les digo: Si el dueño de la casa se entera de que va a venir el ladrón, se pondrá a vigilar antes de que llegue y no permitirá que éste penetre en la casa de su propiedad y se lleve su ajuar. Así, pues, ustedes también estén alerta ante el mundo, ciñan sus lomos con fortaleza para que los ladrones encuentren cerrado el paso hasta ustedes; pues (si no) darán con la recompensa que ustedes esperan. ¡Ojalá surja de entre ustedes un hombre sabio que —cuando la cosecha haya madurado— venga rápidamente con la hoz en la mano y la siegue! El que tenga oídos para oír, que oiga".

22. Jesús vio unas criaturas que estaban siendo amamantadas y dijo a sus discípulos: "Estas criaturas a las que están dando el pecho se parecen a quienes entran en el Reino". Ellos le dijeron: "¿Podremos nosotros —haciéndonos pequeños— entrar en el Reino?" Jesús les dijo: "Cuando sean capaces de hacer de dos cosas una, y de configurar lo interior con lo exterior, y lo exterior con lo interior, y lo de arriba con lo de abajo, y de reducir a la unidad lo masculino y lo femenino, de manera que el macho deje de ser macho y la hembra hembra; cuando hagan ojos de un solo ojo y una mano en lugar de una mano y un pie en lugar de un pie y una imagen en lugar de una imagen, entonces podrán entrar [en el Reino]".

23. Jesús dijo: "Yo los escogeré uno entre mil y dos entre diez mil; y resultará que ellos quedarán como uno solo".

24. Dijeron sus discípulos: "Instrúyenos acerca del lugar donde moras, pues sentimos la necesidad de indagarlo". Les dijo: "El que tenga oídos, que escuche: en el interior de un hombre de luz hay siempre luz y él ilumina todo el universo; sin su luz reinan las tinieblas".

25. Jesús dijo: "Ama a tu hermano como a tu alma; cuídalo como a la pupila de tu ojo".

26. Jesús dijo: "La paja en el ojo de tu hermano, sí que la ves; pero la viga en el tuyo propio, no la ves. Cuando hayas sacado la viga de tu ojo, entonces verás de quitar la paja del ojo de tu hermano".

27. (Jesús dijo): "Si no se abstienen del mundo, no encontrarán el Reino; si no hacen del sábado sábado, no verán al Padre".

28. Jesús dijo: "Yo estuve en medio del mundo y me manifesté a ellos en carne. Los hallé a todos ebrios (y) no encontré entre ellos uno siquiera con sed. Y mi alma sintió dolor por los hijos de los hombres, porque son ciegos en su corazón y no se percatan de que han venido vacíos al mundo y vacíos intentan otra vez salir de él. Ahora bien: por el momento están ebrios, pero cuando hayan expulsado su vino, entonces se arrepentirán".

29. Jesús dijo: "El que la carne haya llegado a ser gracias al espíritu es un prodigio; pero el que el espíritu (haya llegado a ser) gracias al cuerpo, es prodigio [de prodigios]. Y yo me maravillo cómo esta gran riqueza ha venido a alojarse en esta pobreza".

30. Jesús dijo: "Dondequiera que hubiese tres dioses, dioses son; dondequiera que haya dos o uno, con él estoy yo".

31. Jesús dijo: "Ningún profeta es aceptado en su aldea; ningún médico cura a aquellos que lo conocen".

32. Jesús dijo: "Una ciudad que está construida (y) fortificada sobre una alta montaña no puede caer ni pasar inadvertida".

33. Jesús dijo: "Lo que escuchas con uno y otro oído, pregónalo desde la cima de tus tejados; pues nadie enciende una lámpara y la coloca bajo el celemín o en otro lugar escondido, sino que la pone sobre el candelero para que todos los que entran y salen vean su resplandor".

34. Jesús dijo: "Si un ciego guía a otro ciego, ambos caen en el hoyo".

35. Jesús dijo: "No es posible que uno entre en la casa del fuerte y se apodere de ella (o de él) de no ser que logre atarle las manos a éste: entonces sí que saqueará su casa".

36. Jesús dijo: "No estén preocupados desde la mañana hasta la noche y desde la noche hasta la mañana (pensando) qué van a ponerse".

37. Sus discípulos dijeron: "¿Cuándo te nos vas a manifestar y cuándo te vamos a ver?" Jesús dijo: "Cuando pierdan (el sentido de) la vergüenza y —cogiendo sus vestidos— los pongan bajo los talones como niños pequeños y los pisoteen, entonces [verán] al Hijo del Viviente y no tendrán miedo".

38. Jesús dijo: "Muchas veces desearon escuchar estas palabras que les estoy diciendo sin tener a su disposición alguien de quien oírlas. Días llegarán en que me buscarán (y) no me encontrarán".

39. Jesús dijo: "Los fariseos y los escribas recibieron las llaves del conocimiento y las han escondido: ni ellos entraron, ni dejaron entrar a los que querían. Pero ustedes sean cautos como las serpientes y sencillos como las palomas".

40. Jesús dijo: "Una cepa ha sido plantada al margen del Padre y —como no está firmemente arraigada— será arrancada de cuajo y se malogrará".

41. Jesús dijo: "A quien tiene en su mano se le dará; y a quien nada tiene —aun aquello poco que tiene— se le quitará".

42. Jesús dijo: "Háganse pasajeros".

43. Le dijeron sus discípulos: "¿Quién eres tú para decirnos estas cosas?" [Jesús respondió]: "Basándoos en lo que les estoy diciendo, no son capaces de entender quién soy yo; se han vuelto como los judíos, ya que éstos aman el árbol y odian su fruto, aman el fruto y odian el árbol".

44. Jesús dijo: "A quien insulte al Padre, se le perdonará; y a quien insulte al Hijo, (también) se le perdonará. Pero quien insulte al Espíritu Santo no encontrará perdón ni en la Tierra ni en el Cielo".

45. Jesús dijo: "No se cosechan uvas de los zarzales ni se cogen higos de los espinos, (pues) éstos no dan fruto alguno. [Un] hombre bueno saca cosas buenas de su tesoro; un hombre malo saca cosas malas del mal tesoro que tiene en su corazón y habla maldades, pues de la abundancia del corazón saca él la maldad".

46. Jesús dijo: "Desde Adán hasta Juan el Bautista no hay entre los nacidos de mujer nadie que esté más alto que Juan el Bautista, de manera que sus ojos no se quiebren. Pero yo he dicho: Cualquiera de entre ustedes que se haga pequeño, vendrá en conocimiento del Reino y llegará a ser encumbrado por encima de Juan"-

47. Jesús dijo: "No es posible que un hombre monte dos caballos y tense dos arcos; no es posible que un esclavo sirva a dos señores, sino que más bien honrará a uno y despreciará al otro.

A ningún hombre le apetece después de haber bebido vino añejo tomar vino nuevo; no se echa vino nuevo en odres viejos, no sea que éstos se rompan, y no se echa vino añejo en odre nuevo para que éste no le eche a perder. No se pone un remiendo viejo en un vestido nuevo, pues se produciría un rasgón".

48. Jesús dijo: "Si dos personas hacen la paz entre sí en esta misma casa, dirán a la montaña: Desaparece de aquí! Y ésta desaparecerá".

49. Jesús dijo: "Bienaventurados los solitarios y los elegidos: ustedes encontrarán el Reino, ya que de él proceden (v) a él tornarán".

50. Jesús dijo: "Si les preguntan: ¿De dónde han venido?, díganles: Nosotros procedemos de la luz, del lugar donde la luz tuvo su origen por sí misma; (allí) estaba afincada y se manifestó en su imagen. Si les preguntan: ¿Quién son ustedes?, digan: Somos sus hijos y somos los elegidos del Padre Viviente. Si se les pregunta: ¿Cuál es la señal de su Padre que llevan en ustedes mismos?, díganles: Es el movimiento y a la vez el reposo".

51. Le dijeron sus discípulos: "¿Cuándo sobrevendrá el reposo de los difuntos y cuándo llegará el mundo nuevo?" El les dijo: "Ya ha llegado (el reposo) que esperan, pero ustedes no se dan cuenta".

52. Sus discípulos le dijeron: "24 profetas alzaron su voz en Israel y todos hablaron de ti". El les dijo: "Han dejado a un lado al Viviente (que está) ante ustedes y hablan de los muertos!".

53. Sus discípulos le dijeron: "Es de alguna utilidad la circuncisión o no?" Y él les dijo: "Si para algo valiera, ya les engendaría su padre circuncisos en el seno de sus madres; sin embargo, la verdadera circuncisión en espíritu ha sido de gran utilidad".

54. Jesús dijo: "Bienaventurados los pobres, pues suyo es el Reino de los Cielos".

55. Jesús dijo: "Quien no odie a su padre y a su madre, no podrá ser discípulo mío. Y (quien no) odie a sus hermanos y hermanas (y no cargue) con su cruz como yo, no será digno de mí".

56. Jesús dijo: "Quien haya comprendido (lo que es) el mundo, ha dado con un cadáver. Y quien haya encontrado un cadáver, de él no es digno el mundo".

57. Jesús dijo: "El Reino del Padre se parece a un hombre que tenía una [buena] semilla. Vino de noche su enemigo y sembró cizaña entre la buena semilla. Este hombre no consintió que ellos (los jornaleros) arrancasen la cizaña, sino que les dijo: No sea que vayan a escardar la cizaña y con ella arranquen el trigo; ya aparecerán las matas de cizaña el día de la siega, (entonces) se las arrancará y se las quemará".

58. Jesús dijo: "Bienaventurado el hombre que ha sufrido: ha encontrado la vida".

59. Jesús dijo: "Fijen su mirada en el Viviente mientras están vivos, no sea que luego mueran e intenten contemplarlo y no puedan".

60. (Vieron) a un samaritano que llevaba un cordero camino de Judea y dijo a sus discípulos: "(¿Qué hace) éste con el cordero?" Ellos le dijeron: "(Irá) a sacrificarlo para comérselo". Y les dijo: "Mientras esté vivo no se le comerá, sino sólo después de haberlo degollado, cuando (el cordero) se haya convertido en un cadáver. Ellos dijeron: No podrá obrar de otro modo". El dijo: "Ustedes asegúrense un lugar de reposo para que no se conviertan en cadáveres y sean devorados".

61. Jesús dijo: "Dos reposarán en un mismo lecho: el uno morirá, el otro vivirá". Dijo Salomé: "¿Quién eres tú, hombre, y de quién? Te has subido a mi lecho y has comido de mi mesa". Jesús le dijo: "Yo soy el que procede de quien (me) es idéntico; he sido hecho partícipe de los atributos de mi Padre". (Salomé dijo): "Yo soy tu discípula". Jesús le dijo): "Por eso es por lo que digo que si uno ha llegado a ser idéntico, se llenará de luz; mas en cuanto se desintegre, se inundará de tinieblas".

62. Jesús dijo: "Yo comunico mis secretos a los que [son dignos] de ellos. Lo que hace tu derecha, no debe averiguar tu izquierda lo que haga".

63. Jesús dijo: "Había un hombre rico que poseía una gran fortuna, y dijo: Voy a emplear mis riquezas en sembrar, cosechar, plantar y llenar mis graneros de frutos de manera que no me falte de nada. Esto es lo que él pensaba en su corazón; y aquella noche se murió. El que tenga oídos, que oiga".

64. Jesús dijo: "Un hombre tenía invitados. Y cuando hubo preparado la cena, envió a su criado a avisar a los huéspedes. Fue (éste) al primero y le dijo: Mi amo te invita. El respondió: Tengo (asuntos de) dinero con unos mercaderes; éstos vendrán a mí por la tarde y yo habré de ir y darles instrucciones; pido excusas por la cena. Fuese a otro y le dijo: Estás invitado por mi amo. El le dijo: He comprado una casa y me requieren por un día; no tengo tiempo. Y fue a otro y le dijo: Mi amo te invita. Y él le dijo: Un amigo mío se va a casar y tendré que organizar el festín. No voy a poder ir; me excuso por lo de la cena. Fuese a otro y le dijo: Mi amo te invita. Este replicó: Acabo de comprar una hacienda (y) me voy a cobrar la renta; no podré ir, presento mis excusas. Fuese el criado (y) dijo a su amo: Los que invitaste a la cena se han excusado Dijo el amo a su criado: Sal a la calle (y) tráete a todos los que encuentres para que participen en mi festín; los mercaderes y hombres de negocios [no entrarán] en los lugares de mi Padre".

65. El dijo: "Un hombre de bien poseía un majuelo y se lo arrendó a unos viadores para que lo trabajaran y así poder percibir de ellos el fruto. Envió, pues, a un criado para que éstos le entregaran la cosecha del majuelo. Ellos prendieron al criado y le golpearon hasta casi matarlo. Éste fue y se lo contó a su amo, quien dijo: Tal vez no los reconoció; y envió otro criado. También éste fue maltratado por los viñadores. Entonces envió a su propio hijo, diciendo: ¡A ver si respetan por lo menos a mi hijo! Los viñadores —a quienes no se les ocultaba que éste era el heredero del majuelo— lo prendieron (y) lo mataron. El que tenga oídos, que oiga", 66. Jesús dijo: "Muéstrenme la piedra que los albañiles han rechazado; ésta es la piedra angular".

67. Jesús dijo: "Quien sea conocedor de todo, pero falle en (lo tocante a) sí mismo, falla en todo".

68. Jesús dijo: "Dichosos ustedes cuando se les odie y se les persiga, mientras que ellos no encontrarán un lugar allí donde se les ha perseguido a ustedes".

69. Jesús dijo: "Dichosos los que han sufrido persecución en su corazón: éstos son los que han reconocido al Padre de verdad". (Jesús dijo): "Dichosos los hambrientos, pues el estómago de aquellos que hambrean se saciará".

70. Jesús dijo: "Cuando realicen esto en ustedes mismos, aquello que tienen los salvará; pero si no lo tienen dentro, aquello que no tienen en ustedes mismos los matará".

71. Jesús dijo: "Voy a des[truir esta] casa y nadie podrá [re]edificarla".

72. [Un hombre] le [dijo]: "Di a mis hermanos que repartan conmigo los bienes de mi padre". El replicó: "¡Hombre! ¿Quién ha hecho de mí un repartidor?" Y se dirigió a sus discípulos, diciéndoles: "¿Es que soy por ventura un repartidor?"

73. Jesús dijo: "La cosecha es en verdad abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al Señor que envíe obreros para la recolección".

74. El dijo: "Señor, hay muchos alrededor del aljibe, pero no hay nadie dentro del aljibe".

75. Jesús dijo: "Muchos están ante la puerta, pero son los solitarios los que entrarán en la cámara nupcial".

76. Jesús dijo: "El Reino del Padre se parece a un comerciante poseedor de mercancías, que encontró una perla. Ese comerciante era sabio: vendió sus mercancías y compró aquella perla única. Busquen ustedes también el tesoro imperecedero allí donde no entran ni polillas para devorar(lo), ni gusano para destruir (lo)".

77. Jesús dijo: "Yo soy la luz que está sobre todos ellos. Yo soy el universo: el universo ha surgido de mí y ha llegado hasta mí. Partan un leño y allí estoy yo; levanten una piedra y allí me encontrarán".

78. Jesús dijo: "¿A qué salieron al campo? ¿Fueron a ver una caña sacudida por el viento? ¿Fueron a ver a un hombre vestido de ropas finas? [Miren a sus] reyes y a sus magnates: ellos son los que llevan [ropas] finas, pero no podrán reconocer la verdad".

79. Una mujer de entre la turba le dijo: "Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron". El [le] respondió: "Bienaventurados aquellos que han escuchado la palabra del Padre (y) la han guardado de verdad, pues días vendrán en que dirán: Dichoso el vientre que no concibió y los pechos que no amamantaron".

80. Jesús dijo: "El que haya reconocido al mundo, ha encontrado el cuerpo. Pero de quien haya encontrado el cuerpo, de éste no es digno el mundo".

81. Jesús dijo: "Quien haya llegado a ser rico, que se haga rey; y quien detente el poder, que renuncie".

82. Jesús dijo: "Quien esté cerca de mí, está cerca del fuego; quien esté lejos de mí, está lejos del Reino".

83. Jesús dijo: "Las imágenes se manifiestan al hombre, y la luz que hay en ellas permanece latente en la imagen de la luz del Padre. El se manifestará, quedando eclipsada su imagen por su luz".

84. Jesús dijo: "Cuando contemplan lo que se les parece, se alegran; pero cuando vean sus propias imágenes hechas antes que ustedes —imperecederas y a la vez invisibles—, ¿cuánto podrán aguantar?"

85. Jesús dijo: "El que Adán llegara a existir se debió a una gran fuerza y a una gran riqueza; (sin embargo), no llegó a ser digno de ustedes, pues en el supuesto de que hubiera conseguido ser digno, [no hubiera gustado] la muerte".

86. Jesús dijo: "[Las zorras tienen su guarida] y los pájaros [su] nido, pero el Hijo del hombre no tiene lugar dónde reclinar su cabeza (y) descansar".

87. Jesús dijo: "Miserable es el cuerpo que depende de un cuerpo, y miserable es el alma que depende de entrambos".

88. Jesús dijo: "Los ángeles y los profetas vendrán a su encuentro y les darán lo que les corresponde; ustedes den asimismo lo que está en su mano, dénselo (y) díganse: ¿Cuándo vendrán ellos a recoger lo que les pertenece?"

89. Jesús dijo: "¿Por qué lavan lo exterior del vaso? ¿Es que no comprenden que aquel que hizo el interior no es otro que quien hizo el exterior?"

90. Jesús dijo: "Vengan a mí, pues mi yugo es adecuado y mi dominio suave, y encontrarán reposo para ustedes mismos".

91. Ellos le dijeron: "Dinos quién eres tú, para que creamos en ti. El les dijo: "Ustedes observan el aspecto del cielo y de la Tierra, y no han sido capaces de reconocer a aquel que está ante ustedes ni de intuir el momento presente".

92. Jesús dijo: "Busquen y encontrarán: mas aquello por lo que me preguntaban antaño —sin que yo entonces les diera respuesta alguna— quisiera manifestárselos ahora, y ustedes no me hacen preguntas en este sentido".

93. Ilesús dijo]: "No echen las cosas santas a los perros, no sea que vengan a parar en el muladar; no arrojen las perlas a los puercos, para que ellos no las [...]".

94. Jesús [dijo]: "El que busca encontrará, [y al que llama] se le abrirá".

95. [Jesús dijo]: "Si tienen algún dinero, no lo presten con interés, sino dénselo a aquel que no va a devolvérselos".

96. Jesús [dijo]: "El Reino del Padre se parece a [una] mujer que tomó un poco de levadura, la [introdujo] en la masa (y) la convirtió en grandes hogazas de pan. Quien tenga oídos, que oiga".

97. Jesús dijo: "El Reino del [Padre] se parece a una mujer que transporta(ba) un recipiente lleno de harina. Mientras iba [por un] largo camino, se rompió el asa (y) la harina se fue desparramando a sus espaldas por el camino. Ella no se dio cuenta (ni) se percató del accidente. Al llegar a casa puso el recipiente en el suelo (y) lo encontró vacío".

98. Jesús dijo: "El Reino del Padre se parece a un hombre que tiene la intención de matar a un gigante: desenvainó (primero) la espada en su casa (y) la hundió en la pared para comprobar la fuerza de su mano. Entonces dio muerte al gigante".

99. Los discípulos le dijeron: "Tus hermanos y tu madre están afuera". El les dijo: "Los aquí (presentes) que hacen la voluntad de mi Padre, éstos son mis hermanos y mi madre; ellos son los que entrarán en el Reino de mi Padre".

100. Le mostraron a Jesús una moneda de oro, diciéndole: "Los agentes de César nos piden los impuestos". El les dijo: "Den a César lo que es de César, den a Dios lo que es de Dios y denme a mí lo que me pertenece".

101. Jesús dijo): "El que no aborreció a su padre y a su madre como yo, no podrá ser [discípulo] mío; y quien [no] amó [a su padre] y a su madre como yo, no podrá ser [discípulo] mío; pues mi madre, la que [.], pero [mi madre] de verdad me ha dado la vida".

102. Jesús dijo: "¡Ay, de ellos, los fariseos, pues se parecen a un perro echado en un pesebre de bueyes!: ni come, ni deja comer a los bueyes".

103. Jesús dijo: "Dichoso el hombre que sabe [por qué] flanco van a entrar los ladrones, de manera que (le dé tiempo a) levantarse, recoger sus [...] y ceñirse los lomos antes de que entren".

104. [Le] dijeron: "Ven, vamos hoy a hacer oración y a ayunar". Respondió Jesús: "¿Qué clase de pecado he cometido yo, o en qué he sido derrotado? Cuando el novio haya abandonado la cámara nupcial, que ayunen y oren entonces!"

105. Jesús dijo: "Quien conociere al padre y a la madre, será llamado hijo de prostituta".

106. Jesús dijo: "Cuando sean capaces de hacer de dos cosas una sola, serán hijos del hombre; y si dicen: ¡Montaña, trasládate de aquí!, se trasladará".

107. Jesús dijo: "El Reino se parece a un pastor que poseía cien ovejas. Una de ellas —la más grande— se extravió. Entonces dejó abandonadas (las) noventa y nueve (y) se dio a la búsqueda de ésta hasta que la encontró. Luego —tras la fatiga— dijo a la oveja: Te quiero más que a (las) noventa y nueve".

108. Jesús dijo: "Quien bebe de mi boca, vendrá a ser como yo; y yo mismo me convertiré en él, y lo que está oculto le será revelado".

109. Jesús dijo: "El Reino se parece a un hombre que tiene [escondido] un tesoro en su campo sin saberlo. Al morir dejó el terreno en herencia a su [hijo, que tampoco] sabía nada de ello: éste tomó el campo y lo vendió. Vino, pues, el comprador y —al arar— [dio] con el tesoro; y empezó a prestar dinero con interés a quienes le pedían".

110. Jesús dijo: "Quien haya encontrado el mundo y se haya hecho rico, que renuncie al mundo!"

111. Jesús dijo: "Arrollados serán los cielos y la Tierra en su presencia, mientras que quien vive del Viviente no conocerá muerte ni (...); pues Jesús dice: Quien se encuentra a sí mismo, de él no es digno el mundo".

112. Jesús dijo: "¡Ay de la carne que depende del alma! ¡Ay del alma que depende de la carne!"

113. Le dijeron sus discípulos: "¡Cuándo va a llegar el Reino?" (Jesús dijo): "No vendrá con expectación. No dirán: ¡Helo aquí! o ¡Helo allá!, sino que el Reino del Padre está extendido sobre la Tierra y los hombres no lo ven".

114. Simón Pedro les dijo: "¡Que se aleje Mariham de nosotros!, pues las mujeres no son dignas de la vida". Jesús dijo: "Mira, yo me encargaré de hacerla macho, de manera que también ella se convierta en un espíritu viviente, idéntico a ustedes los hombres: pues toda mujer que se haga varón, entrará en el Reino del Cielo".

Fragmentos griegos de Oxyrhynchus

Oxyrh. Pap. 1 (logia 26-33 y 77)

"… y entonces deberán quitar la pajita que está en el ojo de su hermano"

Jesús: "Si no hacen abstinencia del mundo, no encontrarán el reino de Dios; y si no observan el sábado, no verán al Padre".

Dice Jesús: "Estuve en medio del mundo y me dejé ver de ellos en carne; y encontré a todos ebrios y no di con ninguno que estuviera sediento entre ellos.

Y se aflige mi alma por los hijos de los hombres, porque están ciegos en su corazón y no miran a... la pobreza".

Dice Jesús: "Donde estén [...], y donde hay uno solo [...] yo estoy con él. Levanta la piedra y allí me encontrarás, hiende el leño y yo allí estoy".

Dice Jesús: "No es adepto un profeta en su patria, ni un médico obra curaciones entre los que le conocen"

Dice Jesús: "Una ciudad edificada sobre la cumbre de un alto monte y fortificada, ni ca[e]r puede, ni estar escondida".

Dice Jesús: "Tú escuchas con uno de tus oídos...

Oxyrh. Pap. 654 (logia 1-6)

...Tales son los [...] discursos que tuvo Jesús, Señor viviente a [...] y a Tomás. Y les dijo: Todo el que oyere estas palabras, no gustará la muerte.

Dice Jesús: "El que busca... no cese hasta que encuentre; y cuando haya encontrado, se quedará consternado; y consternado, reinará; y en reinando, descansará".

Dice Judas: "¿Quiénes son, pues, los que nos arrastran a lo alto del Cielo, si es que el Reino está en el Cielo?" Dice Jesús: "Las aves del cielo, las bestias y todo lo que puede haber bajo la Tierra, o sobre ella, y los peces del mar, son los que los arrastran hasta Dios. Y el Reino de los Cielos dentro de ustedes está.

Quien, pues, conozca a Dios, lo encontrará, porque, conociéndole a El, se conocerán a ustedes mismos y entenderán que son hijos del Padre, el Perfecto, y, a la vez, se darán cuenta de que son ciudadanos del Cielo. Ustedes son la ciudad de Dios".

Dice Jesús: "Todo lo que no está ante tu vista y lo que te está oculto, te será revelado; pues no hay cosa oculta que no llegue a ser manifiesta y sepultada que no se desentierre".

Le preguntan sus discípulos y (le) dicen: "¿Cómo ayunaremos y cómo oraremos y cómo haremos limosna y qué observaremos de cosas semejantes?" (Les) Dice Jesús: "Miren, no sea que pierdan la recompensa. No hagan sino las obras de la verdad. Pues, si hacen éstas, conocerán el misterio escondido. Les digo: Bienaventurado es el que..."

Oxyrh. Pap. 655 (logia 36-37 y 39)

"No estén preocupados desde la mañana hasta la tarde, ni desde la tarde hasta la mañana, ni por su comida, qué van a comer, ni por su vestido, qué van a ponerse. Mucho más valen que los lirios, los cuales crecen y no hilan. Teniendo un vestido, ¿por qué l...] también ustedes?"

"¿Quién sería capaz de añadir (algo) a su estatura? Él (Dios) les dará su vestido". Le dicen sus discípulos: "¿Cuándo te manifestarás a nosotros o cuándo te podremos ver?" (Jesús les) Dice: "Cuando se despojen (de sus vestidos) y no sientan vergüenza".

[Laguna]

Decía: "Han ocultado las llaves del Reino; ellos no entraron ni dejaron pasar a los que entraban".

"Pero ustedes sean prudentes como serpientes y sencillos como palomas."

Evangelio de Felipe

1. Un hebreo hace un hebreo y se [le] nombra de esta manera: "prosélito". Pero un prosélito no hace otro prosélito; [algunos] son como [...] y forman otros; [otros sin embargo] se conforman con llegar a existir.

2. El [esclavo] únicamente aspira a ser libre y no anhela los bienes de su señor; pero el hijo no es sólo hijo, por el contrario reclama para sí la herencia del padre.

3. Aquellos que heredan de los muertos están muertos ellos mismos y son herederos de quienes están muertos. Quienes heredan del que está vivo viven ellos mismos y son herederos de quien está vivo y de quienes están muertos. Los muertos no heredan de nadie, pues ¿cómo va a heredar el que está muerto?

Si el muerto hereda de quien está vivo, no morirá, sino que vivirá con mucha mayor razón.

4. Un hombre pagano no muere, pues en realidad nunca ha vivido, para que luego (pueda) morir. El que ha llegado a tener fe en la verdad, ha encontrado la vida y está en riesgo de morir, pues se mantiene vivo.

5. Desde la venida de Cristo, el mundo es creado, las ciudades son adornadas y se retira lo que ha perecido.

6. Cuando éramos hebreos, éramos huérfanos: teníamos (únicamente) a nuestra madre. Pero, al hacernos cristianos surgieron un padre y una madre para nosotros.

7. Los que siembran en invierno, recolectan en verano. El invierno es el mundo; el verano es el otro eón... ¡Sembremos en el mundo para que podamos cosechar en verano! Por eso resulta benéfico para nosotros no hacer oraciones en invierno. Al invierno le sobreviene el verano; pero si uno (se empeña en) cosechar en invierno, no hará cosecha, sino que la destruirá.

8. Así como uno esté, él [no] engendrará fruto —y no sólo [….]—, sino que incluso el siguiente sábado permanecerá [...] estéril.