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Bendecida por los dioses del Mediterráneo, Menorca parece la isla perfecta. Sus 700 kilómetros cuadrados dan para localizar dos ciudades encantadoras y diferentes entre sí, y dos porciones de litoral antitéticos: uno salvaje, vertical, rocoso y batido por el viento; otro suave, de arenales cuasi tropicales y aromatizado por los pinos. También para hallar un paisaje interior salpicado de pueblecitos que son un prodigio de arquitectura tradicional. Ni el escritor más fantasioso podía haberla imaginado. Y, sin embargo, existe y permanece razonablemente intocada. Esta guía recopila lo mejor de Menorca para sacar el máximo provecho a una escapada de varios días. Se detallan los puntos de imprescindible visita, se proponen los mejores recorridos por la isla (con mapas), se recomiendan restaurantes especialmente seleccionados para esta guía, así como tiendas de interés para el visitante y los principales eventos que tienen lugar en sus pueblos y ciudades. Todo actualizado en 2022 y acompañado de fotografías e información práctica sobre cómo llegar y moverse por la isla, gastronomía, paisaje y clima.
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Bendecida por los dioses del Mediterráneo, Menorca parece la isla perfecta. Sus 700 kilómetros cuadrados dan para localizar dos ciudades encantadoras y diferentes entre sí, y dos porciones de litoral antitéticos: uno salvaje, vertical, rocoso y batido por el viento; otro suave, de arenales cuasi tropicales y aromatizado por los pinos. También para hallar un paisaje interior que parece importado de Irlanda. Los pueblecitos, perlas blancas desperdigadas por la isla, son un prodigio de arquitectura tradicional. Y en el centro, una montaña tótem que lo vigila todo. Ni el escritor más fantasioso podía haberla imaginado. Y, sin embargo, existe y permanece razonablemente intocada. Menorca es uno de los paraísos más próximos que tenemos.
La isla cuenta con dos litorales muy diferentes. Mientras que en el norte encontramos una costa recortada y muy sufrida, modelada por los agentes meteorológicos, con acantilados verticales y rocas perforadas, en la fachada sur se alinean calas y playas de corte absolutamente tropical, arenales soñados de aguas transparentes y arena finísima del color de la nieve. Los pinos aromáticos descienden casi hasta las olas.
El turismo llegó mucho más tarde a Menorca que a Mallorca y Eivissa , lo que redundó en un número menor de espacios sacrificados a la construcción. Ello ha motivado un gusto por la conservación muy arraigado en la isla, y son pocos los desmanes que se han cometido. De hecho, la red de reservas es tan importante con respecto al total del territorio y su armonía es tal con el resto de actividades tradicionales que la Unesco declaró la isla en octubre de 1993 Reserva de la Biosfera. Esta figura está reservada para aquellos lugares del planeta donde se experimenta un concepto de desarrollo sostenible. Hoy Menorca está entretejida de una red de reservas naturales diversas, como s’Albufera des Grau, la zona del Cap de Favàritx, el Cap de Cavalleria, el litoral norte de Ciutadella, la zona del Toro o prácticamente todo el litoral sur.
La isla reúne una ingente cantidad de restos arqueológicos procedentes de la cultura talayótica, de la cual los arqueólogos todavía no han desvelado sus misterios. Pero hoy el visitante puede ir de un yacimiento a otro en pocos minutos –la isla está repleta de ellos– admirando construcciones portentosas como las navetas o las taules, intentando adivinar en qué creían y cómo se comportaban los menorquines primitivos.
En el siglo XIII Menorca, como el resto del archipiélago, se incorporó a la corona catalana, lo que le da sus rasgos culturales actuales. Pero en fechas más recientes, hace apenas trescientos años, pasó por un periodo de dominación inglesa que dejó una impronta muy marcada. Parte de su arquitectura tradicional, algunos obras de ingeniería como el aljibe de Es Mercadal o el Camí d’en Kane y costumbres gastronómicas como la elaboración y consumo del gin, una variante de la ginebra, son hoy una seña importante de los menorquines.
Maó, el puerto natural más seguro del Mar Mediterráneo, y Ciutadella son las dos ciudades que lideran la isla, moteada por lo demás por una red de pueblecitos encantadores que obligan a visitarlos. Y entre estos dos tipos de urbes, una auténtica telaraña de explotaciones agropecuarias, muchas de ellas en pleno funcionamiento, que convierten a Menorca en un fabuloso laberinto de muros de piedra y vallas de acebuche ideal para ser recorrido sin prisa para degustar sus muchos atractivos, que siempre tienen un toque de sencillo pero que resultan grandiosos en un Mediterráneo que, en buena parte, ha perdido la belleza que le proporcionó su fama.
El clima de las Islas Baleares es muy benigno, y puede viajarse todo el año. Pero hay que tener en cuenta que en Menorca los vientos –muy frecuentes– suelen ser bastante fríos. Sin lugar a dudas, la primavera es la mejor estación, cuando los centros de veraneo todavía no están abarrotados pero la temperatura ambiente y la del agua de mar ya permiten los baños. Además, finales de abril, mayo y junio es cuando se produce la floración en los campos y las aves están más activas, lo que resulta especialmente interesante para quienes deseen visitar las reservas naturales. El principio del otoño también es muy propicio, y es cuando la temperatura del agua del mar alcanza sus graduaciones más altas. El invierno queda reservado para viajes sosegados, con muchos centros vacacionales cerrados pero, precisamente por eso, ideal para una visita tranquila y de reposo.
Menorca goza de un clima mediterráneo puro. Es decir, temperaturas templadas todo el año, muchas horas de sol y nivel bajo de precipitaciones, concentradas en otoño e invierno. Sin embargo, precisamente por el régimen de vientos, también recibe una media de precipitaciones más alta que el resto de islas Baleares. Ello redunda en un paisaje más verde y vistoso. Pero no estamos hablando, en términos generales, de una isla muy lluviosa. La media anual de horas de sol es de 2.700. Las temperaturas medias en Menorca son:
ENERO
AGOSTO
CIUTADELLA
14ºC
28'9ºC
MAÓ
12ºC
27ºC
FERRERIES
12'8ºC
20'9ºC
MERCADAL
11'5ºC
25ºC
Durante el buen tiempo serán imprescindibles el bañador, la crema solar, el gorro o sombrero, las gafas de sol y un calzado cómodo. En invierno hay que ser cuidadoso y no dejarse tentar por la idea de un clima siempre templado, el viento de norte puede ser muy frío. Un dato estadístico chocante: en Menorca llueve una media de 160 días al año. Salvo episodios contados, no son precipitaciones abundantes ni torrenciales, pero debe tenerse en cuenta en el momento de planificar el viaje y preparar la maleta.
En las islas no se es muy formal para salir a cenar o acudir a festivales y conciertos, aunque en algunos de ellos, en función de su categoría, se esperará que los hombres acudan con pantalones largos y camisa con cuello.
En cuanto a medicamentos, es importante recordar que en España solo los expiden las farmacias con la correspondiente receta. Asegúrese de viajar con fármacos que utilice habitualmente por enfermedades crónicas y/o alergias y cualquier otra cosa podrá conseguirla en farmacias o visitando la red de centros sanitarios que hay por todo el territorio.
Resulta útil consultar itinerarios, horarios de apertura de algunos museos y otras atracciones en las oficinas de turismo que se encuentran en Ciutadella (Plaça des Born, edificio del ayuntamiento. Tel. 971 383 724); en Maó (Moll de Llevant, 2. Tel. 971 355 952); y en el aeropuerto (Terminal de Llegadas. Tel. 971 356 944). Las webs de consulta www.menorca.es y www.illesbalears.travel reúnen gran cantidad de información actualizada.
Avión
Elaeropuerto de Menorca(Tel. 913 211 000. www.aena.es) está cerca de Maó, ciudad con la que está unido mediante la línea 10 de autobuses, que parte de la terminal cada media hora en verano (de 5.55 a 00.25 h) y cada hora en invierno (de 5.55 a 22.15 h). El billete cuesta 2.75 €. Información: Tel. 902 075 066.www.bus.e-torres.net.
También hay servicio de taxi. Una carrera al centro puede costar alrededor de 25-30 €.
Barco
Los dos puertos comerciales de Menorca son Maó y Ciutadella. Además, hay una red bien distribuida de puertos deportivos para aquellos que quieren vivir la experiencia de llegar con su propia embarcación.
Las Baleares también son punto de parada de muchos cruceros que realizan escalas y diariamente hay ferris de línea regular que conectan las islas entre sí.
Las principales compañías de transporte marítimo desde la península son:
Trasmediterránea: Tel. 902 454 645. www.trasmediterranea.es.
Baleària: Tel. 912 660 215. www.balearia.com.
En avión