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Miguel de Lucas, el popular presentador del programa 'Un país mágico' en Televisión Española y reciente Premio Nacional de Magia en Mentalismo, nos invita a acompañarle en el viaje de superación que ha sido su propia vida y nos enseña cómo hacer salir la magia que todos llevamos dentro. "Si miras a tu alrededor, verás cómo conoces a mucha gente que hace magia cada día; tú también puedes". Hay un mago en ti no es una obra para aficionados a la magia como arte escénico, sino "un libro para cualquiera que crea que lo imposible puede llegar a ser posible". Miguel es un especialista en ilusionar a su público y transmitirle el optimismo que tan necesario resulta en todos los ámbitos de la vida. Convencido de que las técnicas de sus espectáculos -estrategias para crear ilusión- pueden trasladarse a nuestros entornos profesional y personal, nos enseñará los trucos para lograrlo. Y nos explicará cómo sobreponernos a las adversidades, como él mismo se vio obligado a hacer en un momento difícil, para convertirse en uno de los mejores profesionales de su especialidad. ¿Estás preparado para la magia?
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Seitenzahl: 339
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Hay un mago en ti
Descubre tu magia interior
miguel de lucas
Primera edición: febrero de 2020
© del texto: Miguel de Lucas
© de las ilustraciones: Estudio Piorno
© de las fotos de Miguel de Lucas: Pitu López
© Editorial Diéresis, S.L.
Travessera de les Corts, 171
08028 Barcelona
Tel: 93 491 15 60
ISBN: 978-84-18011-00-9
eISBN: 978-84-18011-01-6
IBIC: VSPM
Depósito legal: B 1950-2020
Diseño: dtm+tagstudy
Impresión: Gráficas La Paz
Todos los derechos reservados.
Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los autores del copyright, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la fotocopia y el tratamiento informático, y su distribución mediante alquiler o préstamos públicos.
www.editorialdieresis.com
Twitter: @EdDieresis
¡DESPEGA LA MAGIA!
Piensa en un número del 1 al 10. Multiplícalo por 9.
Suma ambos dígitos entre sí.
Al resultado, réstale 5.
Piensa en la letra correspondiente a ese número, por ejemplo:
1=A, 2=B, 3=C, 4=D…
Piensa en un país que empiece por esa letra y recuérdalo.
Con la segunda letra de este país, piensa en un animal.
Y, por último, piensa en el color del animal.
PARA SABER LA SOLUCIÓN HAZ CLIC AQUÍ
Índice
Se abre el telón
El mejor truco
¿Qué es la magia?
Mi historia personal
¿Cómo funciona nuestro cerebro?
La importancia del lenguaje
El pensamiento mágico
Las reglas de los magos
La vida en bicicleta
Hacer realidad nuestros sueños
¿Cómo vendemos los magos?
El valor de la perseverancia
El ego de los artistas
Un bis
Notas
Soluciones
El autor
Índices
Estaba a punto de estallar. Había descubierto la ansiedad y la depresión, y lo había hecho a lo grande. Ya no podía más. Cada día mi malestar aumentaba. Me iba engullendo por dentro, poco a poco, y ya afectaba a todas las facetas de mi vida. Me impedía tener una relación fluida con el resto de personas que formaban parte de mi entorno más cercano e incluso salir a la calle. No tenía ganas de nada. No sabía lo que era sonreír, y mucho menos disfrutar de la vida. Notaba que con tan solo veintiún años me encontraba metido en un auténtico infierno. Al menos era así como yo interiorizaba los avatares de mi vida, una sensación que no me abandonaba en ningún instante. Había muy pocos momentos del día en los que no fuera consciente de mi triste situación. Era muy cansado vivir esperando a que pasaran los días, y más aún cuando no me había sucedido nada grave. El problema es que yo lo vivía todo –cualquier problema, cualquier adversidad– como una auténtica tragedia.
Tenía que tomar ya una decisión para cambiar y volver a empezar. Lo hice y, siguiendo los consejos de mis padres, marqué un número de teléfono, expliqué brevemente lo que me sucedía y en dos días tenía la primera cita. Ante mí, se abrió un nuevo mundo lleno de oportunidades para aprender. Un mundo que no conocía y por el que nunca antes me había interesado. El mundo de los pensamientos y de las emociones. Comencé un fascinante viaje lleno de verdad, que me permitió ser consciente por primera vez de lo que me pasaba y también saber que, al final del camino, podría haber una puerta que me condujera a un mundo mejor.
¡Bienvenidos al mágico viaje de la vida!
Miguel de Lucas
Se abre el telón
¿Estás preparado? Acaban de anunciar que en tan solo unos minutos se abrirá el telón y dará comienzo la función, así que toma asiento, apaga tu teléfono móvil y prepárate a disfrutar o a sufrir con ella. No te preocupes, no tengas miedo, ya que, a diferencia de los teatros convencionales, en este libro sobre el teatro de la vida que hoy empezamos a recorrer juntos te puedes tomar todos los descansos que necesites, salir del patio de butacas y volver a entrar cuantas veces quieras, pero no está permitido abandonar el recinto por nada del mundo hasta acabar la función. Ojalá consiga que seas como ese espectador que, tras ver la obra de teatro, se queda unos instantes en silencio, sentado en su butaca, tratando de poner orden en sus ideas sobre todo lo que ha visto y lo que ha sentido.
Anuncian de nuevo que ahora ya sí, en tan solo un minuto las luces se apagan y comienza el espectáculo, y antes de que esto ocurra quería decirte que el simple hecho de que tengas entre tus manos este libro es para mí un auténtico sueño. Nunca pensé que fuera capaz de poder escribirlo y mucho menos con la perspectiva de que mi experiencia podría ayudar a otras personas a conseguir sus propios sueños. Bueno, no siempre lo vi imposible. Un día, estando en el camerino de uno de los teatros más bonitos de España, el Teatro Principal de Zamora, y cuando tan solo faltaba un minuto para que comenzara mi actuación, imaginé que podía hacerlo. Y ese día todo cambió.
Lo conseguí con trabajo, mucho amor y creyendo en mí mismo. Luego te contaré cómo, pero, en primer lugar, te diré que luché con y contra mis fantasmas para verlo como algo posible, y así después poder hacerlo realidad. Y es que hacer posibles todas las cosas que parecen imposibles es el trabajo que los ilusionistas llevamos realizando desde hace siglos. Para ello aplicamos técnicas, usamos recursos y diseñamos estrategias que, con cierta imaginación, se pueden extrapolar a prácticamente cualquier situación de nuestra vida personal. Porque este es el objetivo del libro: aprovechar y usar aquellas técnicas, tanto generales como específicas, que los magos usamos en los escenarios para ilusionar y asombrar a nuestro público, trasladándolas a nuestro terreno personal, para conseguir así hacer magia en cada uno de los días de nuestra existencia. No hace falta que te diga que el mayor de los escenarios es el de nuestra propia vida. Cada amanecer se abre de nuevo el telón para que suceda la magia.
Hay algo en nosotros que nos lleva a cobrar conciencia en determinados momentos de que necesitamos dar un cambio a nuestras vidas. Es algo difícil de explicar, pero muy fácil de reconocer cuando se siente. A mí me pasó hace ya algún tiempo, y escribir este libro fue parte de este proceso de crecimiento personal que más adelante compartiré secretamente contigo, rompiendo una de las famosas reglas de los magos.
Te invito a compartir, reflexionar, experimentar y aprender juntos que en la vida podemos hacer magia siempre que queramos, que la magia está dentro de nosotros y que las barreras que nos separan de ella son grandes, pero no insuperables, y que una vez que descubramos nuestra propia magia, nadie nos podrá parar y podremos alcanzar todos nuestros sueños, sin olvidarnos de que un sueño es más un camino que una meta. Consiste en sentirse bien con lo que uno hace, levantarse con ganas y abrir el telón con fuerza y energía.
Creo que es complejo poder separar lo que sentimos a nivel personal y a nivel profesional. En esta sociedad el trabajo es una extensión más de nuestras propias vidas, y hay que tener en cuenta que le dedicamos una media de ocho horas diarias, ocho horas que podrán ser vividas como un cielo, o como un infierno.
Conozco muchas personas que de lunes a viernes colocan cajas en un almacén y al llegar el fin de semana se convierten en apasionados de la bicicleta, del ajedrez e incluso de la magia. Es durante el fin de semana cuando consiguen recargar las baterías que les proporcionarán la energía suficiente para llegar hasta el siguiente. Mientras, seguirán colocando cajas, y lo pueden hacer de muchas y diferentes maneras.
Sería genial poder tomarnos este proceso de colocación de cajas como un juego. Un rompecabezas diario que, además, nos permite obtener el dinero suficiente para vivir y dedicarnos a lo que realmente nos apasiona. No digo que sea sencillo, digo que merece la pena luchar por tener una nueva perspectiva que nos haga tener una vida más plena en todos los sentidos durante todos los días de la semana, no solo durante el sábado y el domingo. Quizá, en el proceso de búsqueda de esa perspectiva, te apetezca ir mucho más allá y pararte a pensar si realmente te ves colocando cajas el resto de tu vida.
Yo quise dejar de colocar cajas para siempre, y vivir en un fin de semana perpetuo, donde no hubiera lunes, dedicándome solo a lo que me hiciera sentir completamente pleno, y donde, a modo de coche eléctrico, las pilas se recargaran solas. Pero algo falló. El proceso no era fácil, había que tener en cuenta demasiados aspectos y yo no los tuve. Más adelante te contaré cómo fue, por si te pudiera llegar a inspirar.
Por todo ello te hablaré indistintamente de mi vida personal y profesional, de cómo he tratado de separarlas, y de cómo he jugado con ellas para intentar sobrellevar el estrés, la ansiedad y la depresión. Verás también que en algunos momentos me pongo como ejemplo; lo hago de manera muy consciente, para que aprendas de mis errores y no los cometas tú, o si los cometes, que veas que no eres el único que se equivoca. Además, algunas de las cosas que te cuento son muy graciosas, o al menos a mí, ahora que ya han pasado, me lo parecen, y te aseguro que si te pones en mi lugar, llegarás a sonreír en más de una ocasión.
Escribir este libro supone para mí un proceso de liberación que necesitaba así que, de antemano, te pido disculpas si algunas de las cosas que aquí lees te suenan demasiado personales, pero sentía que de alguna manera este era el mejor momento para hacerlo.
Creo, además, que es muy posible que te sientas identificado con algunas de ellas, y quizá nos sirva a ambas partes para aprender y seguir creciendo. De eso se trata, de seguir aprendiendo y creciendo, disfrutando del aquí y ahora, un concepto tan sencillo y especial que debería ser requisito indispensable desde la educación infantil hasta en los más avanzados programas de doctorado.
Acabo de entrar en mi cuarta década de vida, lo que me concede una perspectiva interesante sobre muchos aspectos. Tengo una familia maravillosa y un trabajo que me sigue gustando, pero también muchos sueños por alcanzar. Como ya te he dicho, he vivido años de montaña rusa absoluta, un tiovivo de emociones que a veces jugaban a favor, otras en contra y en ocasiones ni tan siquiera jugaban. No hay nada raro, pues en ello consiste el trabajo de las emociones, del que luego hablaremos largo y tendido.
A lo largo de este libro trataré de compartir algunos trucos que he aprendido para ver que las cosas no son tan malas como parecen, y que, la mayor parte de las veces, lo que ocurre solo sucede en nuestra mente y no en la realidad, aunque nosotros lo vivamos como si realmente estuviera pasando. En este sentido, será decisiva la calidad de nuestros pensamientos, ya que determinarán lo que sintamos y, a su vez, condicionarán en diferentes grados nuestra manera de actuar frente al mundo.
En este libro te propondré algunos ejercicios. Es importante que los hagas, solo así sabrás si funcionan. Dame una oportunidad. Te adelanto que cuando yo leía un libro considerado de autoayuda o crecimiento personal y me proponían un ejercicio práctico, me daba cierta pereza y pensaba que no me serviría para nada. Hasta que realmente probé a hacer uno. Así comprendí la importancia de esta serie de ejercicios, no solo por el hecho de hacerlos, sino porque acometer una tarea dedicada a uno mismo es una manera maravillosa de dedicarse un tiempo que, de no ser así, quizá no nos concederíamos nunca. Es muy importante dedicarnos tiempo a nosotros mismos. Dime, por favor, cuántas de las 24 horas que tiene el día te dedicas a pensar sobre cómo estás. Pensar sobre cómo te sientes, qué cosas quieres cambiar de tu vida, hacia dónde vas… Seguramente tu respuesta será que muy poco tiempo, ¿verdad?
Además, tu mente ya habrá imaginado y pensado unas cuantas excusas para justificar que esta situación de «abandono» personal tenga que ser así, y no de otro modo: el trabajo, la salud, los hijos… cualquier excusa es buena.
No te preocupes, es normal, hablaremos de ello a lo largo del libro y veremos los motivos que nos llevan a pensar de esta manera y, en consecuencia, a comportarnos así. Por cierto, antes de que sigas leyendo: ENHORABUENA ¿Por qué? Porque leyendo este libro ya te estás dedicando un tiempo a ti mismo y, repito, esto es muy importante.
También trataré de compartir contigo una idea que me apasiona y que además da nombre a este libro, y en la que creo profundamente.
Dentro de nosotros existe alguien que nos puede ayudar mucho más de lo que nunca te hayas podido imaginar. Es un concepto muy difícil de explicar, pero muy fácil de entender, ya que tiene que ver más con las sensaciones y las creencias que con ser una especie de superhéroe. Me refiero a una mejor versión de nosotros mismos, una versión que vive el presente, aprende del pasado y se ocupa –que no preocupa– del futuro. Creo fervientemente que todos tenemos esa versión en nuestro interior, solo hay que atreverse a descubrirla, y aquí tienes la autopista libre de peajes que te puede conducir hasta ella.
Si conseguimos conectar con esta mejor versión de nosotros mismos seremos capaces, sin duda, de superar situaciones que en un principio parecen desbordantes, y para las que no tenemos una buena solución a mano. Desde ya quiero decir que todo lo que aquí leas está alejado de cualquier parecido con teorías esotéricas o espirituales, por llamarlas de alguna manera. No tengo nada en contra de ellas, siempre y cuando ayuden a las personas, pero yo he tratado de ser muy práctico y de justificar todas y cada una de las técnicas que aquí vas a leer. La mayor parte de ellas proceden de las disciplinas de la psicología, el coaching, la inteligencia emocional, la programación neurolingüística y el sentido común, que dicen que es el menos común de todos los sentidos, pero que a veces también ayuda y mucho.
Espero de todo corazón que disfrutes este libro, y que, si alguna vez coincidimos, me digas que te ha ayudado a tener una vida más plena y, en consecuencia, más feliz.
A lo largo de las próximas páginas dedicaré un pequeño espacio a explicar algunos efectos de magia o trucos, para que puedas experimentar en tus propias manos el significado literal de la palabra magia. Seguro que te resultan muy interesantes y con ellos dedicarás un tiempo estupendo a trabajar la mente y el corazón, dos de los componentes más importantes en cualquier acto de magia. Eso sí, te pido que antes de probar estos juegos con público los practiques una y otra vez hasta que te salgan perfectos. De no ser así, la magia no funcionará. Me referiré a estos juegos como efectos de magia o trucos de magia, de una manera indistinta. En realidad, es lo mismo. A los magos nos gusta más hablar de efectos de magia que de trucos, ya que, a lo largo de la historia, el término truco ha estado relacionado con conceptos como la mentira, el engaño, o ciertas estratagemas, todos ellos muy alejados del auténtico significado que para mí tiene la palabra magia: ilusión, creatividad, etc. Elige el que más te guste, porque no es momento de ponerse exquisito y lo importante es entenderse.
Ojalá alguno de vosotros, en alguna de las conferencias, actuaciones o eventos, me diga que el libro le inspiró, o al menos le hizo plantearse algunas cosas de su vida con las que no estaba demasiado satisfecho. De ser así, todo esto adquiriría un sentido mucho más amplio, y gratificante, y el haberme embarcado en esta aventura literaria tendría un significado más especial para mí, y seguramente también para vosotros.
Antes de que comiences a recorrer este infinito camino de experiencias e ilusiones, te quería contar también que llevaba ya mucho tiempo pensando plasmar en palabras algunas de las ideas, pensamientos y sobre todo sentimientos que copan, y han copado, mi vida personal –y por lo tanto también la profesional– durante más de quince años de escalera llena de colores. A veces negra, a veces blanca, gris e incluso de color rosa palo, que nunca supe qué color es exactamente. En definitiva, una vida que, a modo de montaña rusa, me ha llevado a recorrer prácticamente todo el mundo, conociendo infinidad de proyectos, lugares y personas, actuando en escenarios muy diferentes, presentando un programa en Televisión Española y dejando de ser un ciudadano anónimo. Todo ello sin olvidar los pilares fundamentales de mi vida, que son mi mujer y mis dos hijos, de los que tanto aprendo cada día y en los que tanto me apoyo, a veces sin que ellos mismos lo sepan.
Por último, ya que estamos entrando en sintonía, te voy a contar algunos secretos que tienen que ver con la elaboración de este libro: uno de ellos es que para su creación ha sido muy importante la música. Cada parte, cada fragmento, cada línea ha sido inspirada por una canción, que he escuchado una y otra vez mientras lo escribía, y sobre todo mientras pensaba en los contenidos de cada uno de los capítulos.
Elegí para este capítulo Viento de cara, de Supersubmarina, que además fue la primera canción que sonó en una de las escenas iniciales de la primera temporada de mi programa en La 2 de Televisión Española: Un País Mágico. Con él he recorrido España durante tres maravillosas temporadas, que puedes ver en la web de Radio Televisión Española, en la sección «A la carta». En el momento en el que estoy dando la última lectura a este libro, justo antes de enviarlo a impresión, nos encontramos grabando la que será ya su cuarta temporada.
Las demás canciones te las iré contando al final de cada capítulo, por si quisieras escucharlas. Algunas están muy relacionadas con el contenido del capítulo en cuestión, y otras las he incluido porque me tranquilizan y me inspiran a seguir viviendo en busca de la magia. Sin darte cuenta, tendrás una magnífica lista de reproducción de canciones con mucho significado que te pueden acompañar en este apasionante camino de la vida. La encontrarás completa al final del libro (página 261), donde también te he preparado un código QR con el que podrás localizarla en Spotify.
Quiero que sepas que estoy muy cerca. Las redes sociales tienen cosas muy buenas, y esta es una de ellas. Me gustaría saber de todos vosotros en cualquiera de las más habituales. Me encontraréis como @MigueldeLucasTV.
¡Que así sea!
SuenaViento de Cara, de Supersubmarina
El mejor truco
Desde niño he escuchado muchas historias fascinantes de superación personal. Casos que en ocasiones superan cualquier tipo de ficción. Seguro que sabes a lo que me refiero. Por poner algún ejemplo te diré que siempre me llamó la atención aquel accidente que ocurrió en Los Andes en 1972, en el que una dramática fatalidad llevó al límite más insospechado a un grupo de personas. Algunas sobrevivieron y otras no fueron capaces. Todos tenían ganas de vivir, pero solo algunos lo consiguieron.
¿Por qué?
Algunos de los supervivientes cuentan que, sin saber cómo, sacaron fuerzas de donde ya no las había. Se imaginaron sobreviviendo y trabajaron muy duro para que sus pensamientos durante aquellos fatídicos días fueran lo más positivos posibles. Se enfocaban en el presente, en el día a día, y centraban su atención de una manera plena y consciente en lo que estaba pasando justo en ese momento. No desfallecieron, hicieron cosas que nunca se hubieran podido imaginar. No entraremos en detalles, pero quizá la calidad de sus pensamientos y visualizarse vivos y a salvo, ayudara de alguna manera a que salieran con vida de aquella situación que ya jamás podrían olvidar.
Afortunadamente este es solo un ejemplo y además llevado al extremo. En este libro no hablaremos de situaciones tan duras, pero sí de otra serie de circunstancias que a todos nos pueden llegar a alterar en mayor o menor medida. La manera en la que las cosas que pasan a nuestro alrededor nos afectan es completamente diferente de una persona a otra. Lo que a mí me puede parecer muy duro, quizá en ti no despierte la más mínima inquietud. Situaciones del día a día, momentos de tensión, de discusión, de soledad. Momentos en los que tenemos que forzar un cambio de chip para seguir adelante.
He dicho forzar, porque me parece un verbo muy apropiado en este momento. Además, los magos lo utilizamos muchísimo para infinidad de efectos de magia que luego podrás aprender. Es un verbo que indica intención y voluntad de hacer algo, ya que las cosas que requieren un cierto esfuerzo no suelen ocurrir solas, y menos todavía las que tienen que ver con nuestro interior. No hay nadie que pueda venir desde fuera y apretar un mágico botón escondido en algún lugar de nuestro cuerpo y que, por arte de magia, provoque todos los cambios que nos van a aportar bienestar físico y mental.
Ese botón al que metafóricamente nos estamos refiriendo existe, pero es invisible. También es muy eficaz y solo se acciona desde el interior y nunca de la misma manera en dos personas diferentes. Cada botón tiene su propio procedimiento, es único e intransferible. Es lo que podemos llamar «el gran truco». Aquellas personas que se lo descubran lo podrán llegar a accionar siempre que quieran usando para ello su propia mente, como si de grandes mentalistas se tratara. Y es que hacer magia para conseguir nuestros objetivos personales y profesionales, aquellos que desde hace mucho tiempo consideramos como inalcanzables o imposibles, es un proceso más complejo, pero al que todos podemos acceder en mayor o menor medida.
Seguro que tú también conoces historias como la de los Andes. Personas que estando en la plenitud de su vida, sufren un varapalo tan fuerte que sus cimientos personales se tambalean, incluso se llegan a hundir. ¿Cómo consiguen salir a flote? ¿Cómo son capaces de volver a vivir y abrir cada mañana el telón?
En mi propia familia tengo algunos casos. Mis tíos, a los que admiro, aunque ellos no lo sepan, y que desgraciadamente perdieron a un hijo en plena juventud, mi primo. Mi abuela, una señora luchadora, y muy buena madre, que en su vida ha tenido que ver como se le iban una hija, un marido y un nieto. Ella también ha tenido que remontar y seguir viviendo de la mejor manera posible. La gente de su generación no entiende de términos como empoderamiento, pero el caso es que ha conseguido seguir adelante, y sonreír a la vida. Todo aquello que va en contra de la naturaleza, como es el hecho de perder un hijo, al que como normal general unos padres no deberían ver morir jamás, genera una experiencia tan traumática y dura que es muy complejo saber elegir las palabras necesarias para definir ese dolor, así que no lo haré.
Menciono estos casos solo porque creo que, si te paras a pensar un poco en tu contexto más cercano, te darás cuenta de que tienes ejemplos más cerca de lo que parece en los que las personas han tenido que tirar de su mejor versión y seguir adelante. Y es que estoy convencido al cien por cien de la existencia de esta mejor versión. Algunos la podemos tener más escondida y otros más a flor de piel, pero te garantizo que está, y por eso he escrito este libro y le he puesto este título. Porque juntos nos tenemos que atrever a descubrir nuestra propia magia interior.
En uno de mis viajes por el mundo, llegué a Haití tan solo un mes después del fatídico terremoto que dejo desolada la isla el 12 de enero de 2010 a las 16:53 h. Lo que allí me pude encontrar es muy complejo describirlo, pero si a día de hoy cierro los ojos, aún puedo oler el sabor de sus calles y de sus gentes; ver cómo los más pequeños sonreían ante mis juegos de manos, sin pensar en nada más que en el espectáculo que un tipo que venía de fuera les estaba ofreciendo con unas simples piedras del suelo. Ellos fueron para mí un gran ejemplo del importantísimo concepto de vivir el aquí y ahora del que luego hablaremos.
No es necesario conocer y mucho menos vivir la historia de los Andes, ni viajar hasta Haití, para saber de la existencia de situaciones así. Te invito a que indagues un poco en tu entorno más inmediato y seguro que descubres casos inquietantes de personas que, estando muy cerca de ti, han pasado por alguna situación de la que les parecía IM-POSIBLE salir, y donde todo lo percibían de una manera negativa. No sé si esas personas están tan cerca de ti que puedes ser incluso tú misma.
Es aquí, justo aquí, donde el título de este libro adquiere todo su significado, y es que los magos somos las únicas personas que por contrato vemos posibles aquellas cosas que en un principio parecen imposibles. Hacemos todo lo que está en nuestra mente, en nuestro corazón y en nuestras manos para borrar de un plumazo la I y la M que preceden a la palabra POSIBLE.
Lee de nuevo el párrafo anterior, por favor, y hazlo despacio, sintiendo cada letra y palabra, haciendo especial hincapié en «vemos posibles». Y es que este es el primer paso para salir de una situación que nos retiene, nos angustia y nos preocupa: ver, imaginar y creer que somos capaces de hacerlo. Porque creer es crear.
Mente, corazón y manos
Mente, corazón y manos reflejan a la perfección algo de lo que ya habrás oído hablar y a lo que en esta obra también le dedicaremos unas líneas. Pensar, sentir y actuar es un ciclo que funciona a la perfección. Lo que pienso hace que me sienta de una manera determinada y, dependiendo de cómo me sienta, así actuaré, caminando en una dirección o en otra. Ya sé que esto es fácil de entender y que la solución sería sencilla: bastaría con pensar siempre de manera positiva. Pero a veces las cosas no son tan fáciles, o no somos capaces de visualizarlas así.
No sé si te he dicho que en este libro no te voy a vender humo; por lo tanto, no podré decirte que pienses siempre de manera positiva y que así solucionarás gran parte de tus problemas porque, aunque en realidad sea así, pensar en positivo no es nada fácil y menos en algunas ocasiones.
Nuestra mente es el radar más eficaz del mundo jamás creado, que recoge no solo información que nos llega del exterior, sino la que nosotros mismos creamos en base a experiencias previas y a protocolos ya establecidos. Manejar este radar de una manera eficiente haciendo que juegue a nuestro favor es todo un reto y la base para tener una vida más plena.
Ver posibles las cosas que parecen imposibles
Créeme si te digo que, a día de hoy, me parece imposible que estés leyendo este libro, pero un día, como ya te he contado, puse los recursos a trabajar y ¡chan, chan! MAGIA. Además, fue en ese orden. Primero lo imaginé, pero además lo hice con todo lujo de detalles. Pensé en cómo sería la portada, en el título, en el olor que tendría el primer ejemplar que recibiría en mi casa, en las largas conversaciones con mi editor, etc. Una vez imaginado, me puse en marcha. Decidí escribir dos horas al día hasta que lo tuviera. No había excusas, aprovechaba aeropuertos, estaciones de tren, cualquier momento era bueno. Me di cuenta de que, si esperas a que todos los factores que te rodean en tu vida sean favorables para hacer algo, nunca lo harás, porque es muy raro que nos encontremos siempre en sintonía con absolutamente todo nuestro entorno. He aquí una de las grandes excusas para no luchar por nuestros sueños y postergar una y otra vez los planes de acción para conseguirlos.
Recuerda esta idea, por favor. No podemos esperar a que todo nuestro entorno nos sonría para tratar de ser felices, porque el entorno es algo que no depende de nosotros directamente. Solo está en nuestra mano elegir la manera en la que elegimos sentirnos con respecto a este entorno, es decir, frente a las cosas que nos suceden.
Comencé y, en menos tiempo de lo esperado, tenía en mis manos ese primer ejemplar que tanto me había imaginado. La sensación al hojearlo me hizo sentir muy especial. Creo que no tanto por el hecho de haber escrito un libro, sino por haber conseguido algo que me propuse. Y es que conseguir algo por nosotros mismos es muy reconfortante en todos los sentidos, y te hace ser consciente de poder lograr aquellas cosas que te propongas.
La magia funciona igual. No he visto recurso más eficaz en el trabajo con niños y jóvenes, aunque también con adultos, como cuando enseñas un efecto de magia y después de practicarlo, consiguen hacerlo a la perfección. Se produce una sensación muy bonita que suele finalizar con una gran sonrisa que significa: «Bien, lo he conseguido», o «toma ya, he sido capaz».
Conseguir objetivos
No importa el tamaño o relevancia del objetivo que persigas. Lo importante es salir a buscarlo. Para algunas personas será mucho más difícil perder 2 kg. de peso, que para otras perder 12 kg., pero la sensación final de haberlo conseguido será muy gratificante para cualquiera de ellas, y hará que su autoestima reciba una inyección de energía.
En ocasiones, en este camino de búsqueda de nuestros objetivos se nos cruzan otros, a veces de manera independiente, y a veces acompañados de una serie de creencias y pensamientos limitantes. La vida es así, no te preocupes. Lo importante es reconocerlos y establecer las prioridades necesarias que nos hagan sentir que, a cada paso que damos, nos vamos acercando un poquito más a aquello en lo que realmente queremos convertirnos el día de mañana. Se trata de estar en concordancia con lo que pensamos y sentimos.
No te imaginas cuántos pensamientos e ideas se me cruzaban cuando tenía que escribir los guiones de algunos de los juegos de magia que han protagonizado las temporadas del programa de TVE Un País Mágico. Las largas horas de rodaje, los kilómetros viajando, las presiones profesionales, las improvisaciones, y las largas y solitarias noches de hotel. Todos estos pensamientos y situaciones hacían que por instantes perdiera de vista mi objetivo real. Quería aportar al programa lo mejor de mí, y que a la gente le encantara. Por un lado, pretendía que la magia llegara de todo corazón al público, pero que a la vez, mi gremio respetara las diferentes propuestas artísticas, trabajando de una manera honesta y veraz. Siempre he contado con un equipo maravilloso, Paco Herrero en la primera temporada fue un gran apoyo. Ya en la segunda y la tercera, fue cuando pude centrarme más en la parte artística y viajé con un maravilloso equipo a través de la España mágica. Un equipo capitaneado por nuestro director Yusan, y su mano derecha Javier, de los que tanto aprendí, y no solo en el plano profesional... Ellos fueron los que me enseñaron a transformar la tensión en emoción, y así liberarme de creencias y pensamientos limitantes que no hacían otra cosa que frenarme y separarme de mi objetivo. Consiguieron que, aunque por dentro no estuviera al cien por cien, los espectadores en casa no lo percibieran. Sonreír por fuera y llorar por dentro. ¡Qué gran paradoja! Comprendí que lo que me pasaba era normal, e incluso lo llegué a percibir como algo precioso. Que tu cerebro reconozca e identifique un pensamiento como algo beneficioso y no como algo dañino es muy importante.
En realidad, no existía más presión que la lógica de un trabajo como es el de la tele, que conlleva horarios y jornadas acompañadas de continuos cambios de planes, pero estoy seguro de que, en tu propio trabajo, reconocerás esta presión de la que te hablo, y que la mayor parte de las veces no es una presión como tal.
Tenemos que aprender a reconocer y a jugar con el término presión, ya que existen dos tipos de presión. La exógena y la endógena. La exógena es la que nace en otros, y es la presión que de alguna manera nuestro jefe puede transmitirnos, y que puede llegar a estar dentro de unos términos de normalidad. Por otro lado, tenemos la endógena, que a mi juicio es más peligrosa porque no tiene fin. Nace en nosotros y tiene plena libertad para irnos aplastando poco a poco. Este tipo de presión está muy relacionada con el planteamiento de objetivos, el diseño de los métodos y los procesos de consecución que veremos más adelante.
Cuando consigas trabajar para cambiar la tensión y convertirla por arte de magia en emoción, verás como eres incluso capaz de disfrutar del momento, mientras consigues tus ansiados objetivos.
La tensión es algo que nos hace menos flexibles y nos bloquea. Cuando el cerebro detecta una situación ante la cual reaccionamos con cierta tensión, se prepara para el inminente peligro que pueda llegar a acontecer, y ordena que nuestras fibras musculares se tensionen, que el corazón lata más deprisa, en definitiva, que estemos alerta. En esta tesitura es mucho más complejo poder adaptarse a nuevas situaciones. Imagina un trozo de cuerda rígido como un grueso cable que queremos que se introduzca en un pequeño espacio. Lo tendremos que retorcer una y otra vez con cierto dolor hasta conseguir que se acomode a ese nuevo espacio. Si por el contrario tratamos de hacer esta misma operación, pero con un suave hilo de algodón lo tendremos mucho más fácil y además sufriremos menos.
Cambiar la tensión por emoción es un proceso solo cognitivo, que no implica nada más que pensarlo, pero es que pensar es en muchas ocasiones el primer paso para crear. No hay prisa, todo llega al final, y lo importante es el camino por el que avanzamos.
Es aquí donde una frase muy manida, «la felicidad no es un destino, es un camino», adquiere un mayor significado. Y es que cuando estás conectado con tus objetivos, luchando por conseguirlos, te sientes en plena sintonía contigo mismo, y con todo lo que te rodea, incluso eres capaz de disfrutar del proceso.
Ese radar del que antes hemos hablado que es nuestro cerebro, tiene un pequeño fallo del que nos podemos aprovechar: no es capaz de percibirlo todo todo el tiempo. Así que, si estás centrado en conseguir tus objetivos, no tendrás hueco para ideas que te generen preocupación. Eso sí, deberás ser sincero contigo mismo y plantearte una serie de objetivos que pienses y sientas como realistas. De lo contrario, obtendrás frustración y llegarás justo a lo contrario que pretendías.
Tu carta desaparece
Gracias a este juego de magia, que suelo poner como ejemplo en algunas de mis conferencias, nos podremos dar cuenta de que el cerebro no es capaz de captar toda la información todo el tiempo. Pero no te cuento más. Prefiero que te des cuenta por ti mismo. Sigue atentamente las instrucciones.
Fíjate en una de estas cartas, pero no pases la página aún. Céntrate en la que más te guste hasta estar seguro de no olvidarla.
Ahora, y antes de pasar la página, voy a retirar una carta, justo en la que estás pensando. Dame un segundo. Sí. Ya la tengo. Ahora puedes pasar la página. ¿A qué tu carta ya no está?
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Desde el principio tuve claro que no quería hacer un libro comercial, sin peso ni mensaje. Tampoco quería hacer un libro tan solo de autoayuda. He leído muchos de ellos y creo que ya los hay muy buenos. Lo que realmente quería hacer era algo diferente, algo con lo que las personas se pudieran llegar a sentir identificadas y que además se relacionara con una profesión tan especial como es la mía, que consiste en ilusionar a los demás.
Recuerdo hace años un pequeño pueblo de la sierra de Salamanca. Entre el público había una mujer de unos 70 años vestida completamente de negro, sentada en una de esas sillas de campo de toda la vida, de esas de rayas que se usaban antes y que ahora son vintage. A su lado, la que yo imaginé que sería su hija. Durante toda la actuación la miraba una y otra vez buscando su complicidad, pero no había manera: ella no sonreía por mucho que el resto del público sí lo hiciera. Por un momento pensé en pedir que me ayudara como voluntaria en uno de los juegos, pero era demasiado arriesgado porque la podía poner en un compromiso, así que pedí a una persona que estaba sentada muy cerca de la mujer en cuestión que me ayudara. Aproveché ese momento para acercarme y, muy suavemente, tocarle una mano mientras le dedicaba una sonrisa, a la vez que pedía un aplauso para la nueva voluntaria. Estos gestos pasaron completamente desapercibidos para el resto del público, que aplaudía a la nueva voluntaria que ya salía al escenario. La señora me miró, levemente me sonrío y rápidamente volvió a su rostro serio y apagado habitual. Este pequeño detalle a mí me sirvió para mucho: por un momento había conectado con ella. Fue algo que sentí muy dentro.
Al acabar la actuación, mientras recogíamos, la hija y su madre se me acercaron y me dieron las gracias por haberlas hecho sonreír aunque tan solo hubiera sido por un instante. La hija me confesó que su madre llevaba años sin hacerlo, por una serie de circunstancias duras, muy duras, que no vienen al caso.
¿Es bonita o no es bonita mi profesión?
Los magos usamos de manera consciente, y cada vez más técnicas procedentes del mundo del coaching, la psicología y la inteligencia emocional. Somos expertos en controlar la atención, en crear momentos especiales, y en vincular a través de las emociones de manera emocional nuestros efectos de magia a nuestros espectadores.
Verás que hay algunas ideas que se repiten una y otra vez en diferentes capítulos. Lo sé y he decidido mantenerlas así porque quiero darles toda la importancia que se merecen. No quiero correr el riesgo de que caigan en saco roto.
Con este libro no pretendo sentar cátedra en ningún aspecto, muchísimas personas lo harían mucho mejor que yo. Lo que sí te puedo decir es que escribirlo ha sido un viaje extraordinario a través de mis propias experiencias y por eso he de darte las gracias de nuevo, por ayudarme, aunque no lo sepas, a conocerme mejor y a seguir aprendiendo en este maravilloso viaje llamado vida.
Me he desnudado completamente con la única finalidad de mostrar y demostrar que los problemas de salud relacionados con la mente son algo completamente normal en esta era en la que vivimos, y que en nuestro país afortunadamente contamos con profesionales muy preparados que nos pueden ayudar a superar esta serie de situaciones. Llegará un día en el que puedas decir que has ido al psicólogo o al psiquiatra sin temor a que crean que has perdido la cabeza, o que estás loco.
Ir al psicólogo es tan solo dedicarte un tiempo a ti mismo. Un tiempo de calidad en el que nadie te va a juzgar, y en el que puedes decidir el grado en el que compartes tus emociones. Sabes que, al otro lado, estará una persona que se ha formado, que conoce los entresijos de la mente, y lo que es más importante, que ha tratado con otras muchas personas que han estado en tu misma situación.
Ir al psicólogo para mi tiene un significado mucho más relacionado con querer crecer y por preocuparse de uno mismo, que con estar enfermo.
El simple hecho de hablar de ti mismo durante una hora en una consulta, con alguien que sabes que no te va a juzgar, es reconfortante a todos los niveles. Quizá si aprendiéramos la importancia de escuchar, de ser y de sentir con nosotros mismos y con las personas que nos rodean, la venta de antidepresivos y ansiolíticos descendería considerablemente. Hasta que llegue ese momento, que llegará, es importante ser consciente del tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos y de la calidad de nuestros pensamientos como base e inicio de sentimientos y comportamientos.
Todos tenemos un mago dentro, recuérdalo antes de adentrarte en esta aventura. Sabes de sobra que no me refiero a que todos tengamos dentro una persona a la que le guste hacer magia y subirse a escenarios. Me refiero a que todos tenemos una mejor versión de nosotros mismos que puede ver posibles aquellas cosas que en un principio solo parecen imposibles. Esta mejor versión de nosotros suele estar ahí escondida, refugiada y preparada para cuando haya un peligro, sea real o imaginario. Tener acceso a esta mejor versión de nosotros mismos nos daría una gran ventaja a la hora de afrontar este viaje de la vida. Acceder a nuestro mago es gratis, no hay límites, pero no es sencillo. Hay que atreverse a descubrirlo. Te invito a que descifres en este libro ideas, razonamientos y reflexiones que te activen de cara a conectar con ese mago del que tanto hablaremos. Recuerda imaginar y extrapolar las situaciones que, derivadas de mi contexto profesional, voy a compartir contigo. Creo sinceramente que son buenos ejemplos, que de una manera diferente te pueden hacer entender y reflexionar sobre situaciones cotidianas de la vida.
Quiero que te atrevas a pensar, y que lo hagas además a lo grande, quedándote tan solo con aquellas ideas que te gusten y te hagan vibrar y que automáticamente deseches las demás. Estoy seguro de que sabes a lo que me refiero cuando digo vibrar. Me refiero a esas ideas con las que automáticamente te sientes identificado y que te van a producir unos segundos de pausa a nivel cognitivo. Pausa en la que te verás e imaginarás a ti mismo en una de esas situaciones. Si lo consigo con alguno de los ejemplos será que realmente he conseguido hacer magia. Además, magia de la que más me gusta, de la que hace sentir y pensar, con la que juntos podremos lograr todos tus sueños.
Ojalá consigas descubrir y pensar en esos procesos que te hagan conectar con ese mago interior. Cada uno tenemos los nuestros, así que date esta oportunidad y accede a ese ser tan especial que todos tenemos en nuestro interior, y que es capaz de echarle un par de valores (por no decir otra cosa) a la vida cuando más se necesita. Adelante, estás en el camino y será un auténtico placer poder acompañarte.
SuenaBelerofón, de Taburete
¿Qué es la magia?
En muchas ocasiones me preguntan cuál es el verdadero significado de la palabra magia en mi vida. Se trata de una pregunta clásica dentro de las entrevistas y ruedas de prensa.