La ciencia de hacerse rico E-Book

Wallace D. Wattles

• Herausgeber: Grupo Sin Fronteras SAS
• Kategorie: Poesie und Drama
• Sprache: Spanisch
• Veröffentlichungsjahr: 2024

Seitenzahl: 116

Beschreibung

Esta revolucionaria guía revela los principios atemporales para obtener riqueza y abundancia. Publicado en 1910 originalmente, este clásico presenta una estrategia sistemática para que las personas obtengan prosperidad financiera gracias al poder del pensamiento y de las acciones. Wattles defiende que hacerse rico no es una cuestión de suerte o de circunstancias, sino de seguir ciertas leyes y principios que cualquiera puede aprender. Siguiendo el concepto de hacer las cosas de una Cierta Manera, el autor enfatiza que quien cultive una buena mentalidad de abundancia, gratitud y visualización creativa puede hacerse rico. Con toda su experiencia como una de las figuras más influyentes de la autoayuda, Wallace D. Wattles guiará a los lectores a través de un camino transformativo hacia la independencia financiera y el crecimiento personal, todo gracias a su capacidad para convertir la obtención de riqueza en una ciencia exacta: la ciencia de hacerse rico.

Leseprobe

Título original: The Science of Getting Rich

Primera edición en esta colección: febrero de 2024

Wallace D. Wattles

© 2024, Sin Fronteras Grupo Editorial

ISBN: 978-628-7667-50-1

Coordinador editorial:

Mauricio Duque Molano

Traducción y edición:

Isabela Cantos

Diseño de cubierta y diagramación:

Paula Andrea Gutiérrez Roldán

Reservados todos los derechos. No se permite reproducir parte alguna de esta publicación, cualquiera que sea el medio empleado (impresión, fotocopia, etc.) sin el permiso previo del editor.

Sin Fronteras, Grupo Editorial, apoya la protección de copyright.

Diseño epub:Hipertexto – Netizen Digital Solutions

Contenido

PREFACIO

CAPÍTULO I

EL DERECHO A SER RICO

CAPÍTULO II

EXISTE UNA CIENCIA PARA HACERSE RICO

CAPÍTULO III

¿ESTÁN MONOPOLIZADAS LAS OPORTUNIDADES?

CAPÍTULO IV

EL PRIMER PRINCIPIO DE LA CIENCIA DE HACERSE RICO

CAPÍTULO V

AUMENTAR LA VIDA

CAPÍTULO VI

CÓMO LE LLEGAN LAS RIQUEZAS

CAPÍTULO VII

GRATITUD

CAPÍTULO VIII

PENSAR DE CIERTA MANERA

CAPÍTULO IX

CÓMO USAR LA VOLUNTAD

CAPÍTULO X

MÁS USOS DE LA VOLUNTAD

CAPÍTULO XI

ACTUAR DE UNA CIERTA MANERA

CAPÍTULO XII

ACCIONES EFICIENTES

CAPÍTULO XIII

ENTRAR AL NEGOCIO CORRECTO

CAPÍTULO XIV

LA SENSACIÓN DE SER MÁS

CAPÍTULO XV

EL HOMBRE QUE AVANZA

CAPÍTULO XVI

ALGUNAS PRECAUCIONES Y OBSERVACIONES DE CIERRE

CAPÍTULO XVII

UN RESUMEN DE LA CIENCIA DE HACERSE RICO

PREFACIO

Este libro es pragmático, no filosófico. Es un manual práctico, no un tratado sobre diferentes teorías. Está dirigido a hombres y mujeres cuya necesidad principal sea el dinero y que quieran hacerse ricos primero y filosofar después. Es para aquellos que, hasta ahora, no han encontrado el tiempo, los medios o las oportunidades para dedicarse profundamente al estudio de la metafísica, pero que quieren resultados y que están dispuestos a tomar las conclusiones de la ciencia como bases para actuar, aunque sin ahondar en los procesos a través de los cuales se llegó a esas conclusiones.

Se espera que el lector confíe a ciegas en estas afirmaciones fundamentales, tal como lo haría con afirmaciones que tuvieran que ver con la electricidad y que fueran promulgadas por Marconi o Edison. Además, se espera que, confiando en estas afirmaciones a ciegas, el lector pueda probar su verdad actuando de acuerdo con ellas sin miedo ni dudas. Todos los hombres y mujeres que hagan eso con seguridad se enriquecerán, pues la ciencia que se aplica aquí es una ciencia exacta y el fracaso es imposible.

Sin embargo, buscando beneficiar a aquellos que deseen investigar las teorías filosóficas y, de esa manera, tener una base más segura para confiar en las afirmaciones, citaré aquí a ciertas autoridades.

La teoría monista del universo (la teoría de que el Uno es el Todo, que Todo es el Uno y que una Sustancia se manifiesta a sí misma como los, aparentemente, muchos elementos del mundo material) es de origen hindú y poco a poco, a lo largo de doscientos años, se ha ido ganando algo de espacio en el pensamiento Occidental. Esa es la base de todas las filosofías Orientales, además de las de Descartes, Spinoza, Leibniz, Schopenhauer, Hegel y Emerson.

Al lector que quiera ahondar en estas bases filosóficas le recomiendo que lea a Hegel y a Emerson. Además, lo beneficiará leer Las noticias eternas, un panfleto excelente publicado por J. J. Brown, del número 300 de Cathcart Road, en Govanhill, Glasgow, Escocia. Quizás también encontrará útiles una serie de artículos escritos por el autor, los cuales fueron publicados en Nautilus (Holyoke, Massachussets), durante la primavera y el verano de 1909, bajo el nombre de ¿Qué es la verdad?

Al escribir este libro, he sacrificado todas las demás consideraciones para beneficiar la sencillez y la simpleza del estilo, de modo que todos puedan entenderlo. El plan de acción que propongo aquí fue deducido a partir de las conclusiones de la filosofía. Se ha probado a conciencia y pasó el examen supremo de los experimentos prácticos. Funciona.

Si desea saber cómo se llegó a esas conclusiones, lea los escritos de los autores que mencioné más arriba. Y si desea cosechar los frutos de sus filosofías y aplicarlos en la práctica, lea este libro y haga exactamente lo que le diga.

El autor.

CAPÍTULO I

EL DERECHO A SER RICO

Sea lo que sea que se diga para alabar la pobreza, la realidad seguirá siendo que no es posible vivir una vida realmente completa o exitosa a menos que uno sea rico. Ningún hombre puede alcanzar la cima de sus talentos o del desarrollo de su alma a menos que tenga suficiente dinero, pues para desarrollar el alma y aprovechar los talentos debe tener muchas cosas que usar. Y no puede tener estas cosas a menos que posea dinero para comprarlas.

El hombre desarrolla su mente, alma y cuerpo al usar dichas cosas y la sociedad está tan organizada que un hombre debe tener dinero para convertirse en un poseedor de bienes. Por lo tanto, la base para que cualquier hombre avance debe ser la ciencia de hacerse rico.

El objetivo de toda la vida es el desarrollo y todo lo que vive posee el derecho inalienable de desarrollarse tanto como le sea posible.

El derecho de un hombre a la vida no es más que su derecho para tener un uso libre y sin restricciones de todas las cosas que sean necesarias para su desarrollo mental, espiritual y físico pleno. O, en otras palabras, es su derecho a ser rico.

En este libro no hablaré de la riqueza de una manera figurativa. Ser rico de verdad no tiene nada que ver con estar satisfecho o conformarse con poco. Ningún hombre debería conformarse con poco si es capaz de usar y disfrutar de más cosas. El propósito de la Naturaleza es el desarrollo y el avance de la vida. Y todo hombre debería tener todo lo que pueda contribuir al poder, la elegancia, la belleza y la riqueza de la vida. Conformarse con menos es un pecado.

El hombre que posee todo lo que quiere para vivir toda la vida que es capaz de vivir es rico. Y ningún hombre que no tenga el dinero suficiente puede poseer todo lo que quiere. La vida ha avanzado tanto y se ha vuelto tan compleja que incluso el hombre más ordinario requiere de una gran cantidad de riqueza para vivir de una forma que sea medianamente completa. Cada persona, como es natural, quiere convertirse en todo lo que es capaz de convertirse. Este deseo de cumplir con las posibilidades innatas es inherente a la naturaleza humana. No podemos evitar querer ser todo lo que podemos ser. El éxito en la vida se trata de convertirse en lo que usted quiera ser. Usted solo puede convertirse en aquello que quiere ser a través del uso de cosas. Y puede usar libremente esas cosas solo si se hace lo suficientemente rico como para comprarlas. Por lo tanto, entender la ciencia de hacerse rico es la parte más esencial del conocimiento.

No hay nada de malo en querer hacerse rico. El deseo de tener riquezas es, en realidad, el deseo de poseer una vida más rica, llena y abundante. Y ese deseo es digno de celebración. El hombre que no desee vivir más abundantemente es un anormal, así como el hombre que no desee tener el dinero suficiente para comprar todo lo que quiera.

Hay tres motivos por los que vivimos: vivimos por el cuerpo, vivimos por la mente y vivimos por el alma. Ninguna de las tres cosas es mejor o más sagrada que la otra. Todas son igualmente deseables y ninguna de las tres (cuerpo, mente o alma) puede vivir al máximo si alguna de las otras tiene escasez de vida o de expresión. No está bien ni es noble vivir solo por el alma y negar la mente y el cuerpo. Y está mal vivir por el intelecto y dejar de lado el cuerpo y el alma.

Todos conocemos bien las terribles consecuencias de vivir por el cuerpo y de negar la mente y el alma. Y vemos que la vida real se trata de expresar por completo todo lo que el hombre pueda dar a través del cuerpo, la mente y el alma. Digan lo que digan, ningún hombre puede vivir siendo realmente feliz o estando satisfecho por completo a menos que su cuerpo viva al máximo cada función y a menos que lo mismo sea verdad para la mente y el alma. En donde sea que haya una posibilidad no expresada o una función no realizada, existe un deseo no satisfecho. El deseo es una posibilidad buscando ser expresada o una función buscando ser ejecutada.

Los hombres no pueden vivir completos en el cuerpo sin buena comida, ropa cómoda y un refugio cálido, así como sin ser libres de esfuerzos excesivos. El descanso y la recreación también son necesarios en la vida física.

No pueden vivir completos en la mente sin libros y tiempo para estudiarlos, sin la oportunidad para viajar y observar o sin compañía intelectual.

Para vivir completos en la mente deben tener recreaciones intelectuales y deben rodearse a sí mismos de todos los objetos de arte y belleza que sean capaces de usar y apreciar.

Para vivir completos en el alma, los hombres deben tener amor. Y el amor es una expresión negada de la pobreza.

La mayor felicidad de los hombres yace en darles beneficios a aquellos que aman. El amor se expresa de la manera más natural y espontánea al dar. El hombre que no tiene nada que dar no puede cumplir con su papel como esposo, padre, ciudadano u hombre mismo. Es en el uso de las cosas materiales que el hombre encuentra la vida completa para su cuerpo, desarrolla su mente y despliega su alma. Por lo tanto, es de lo más importante que sea rico.

Está perfectamente bien que usted desee ser rico. Si es un hombre o una mujer normal, no podrá evitar quererlo. Está perfectamente bien que usted le preste la mayor atención a La ciencia de hacerse rico, pues es el estudio más necesario y noble de todos. Si deja de lado este estudio, está incumpliendo su deber consigo mismo, con Dios y con la humanidad, pues no puede prestarles a Dios y a la humanidad un mejor servicio que el crear la mejor versión de sí mismo.

CAPÍTULO II

EXISTE UNA CIENCIA PARA HACERSE RICO

Existe una ciencia para hacerse rico y es una ciencia exacta, como el álgebra o la aritmética. Existen ciertas leyes que gobiernan el proceso de adquirir riquezas. Una vez que cualquier hombre aprenda y obedezca esas leyes, se volverá rico con una certeza matemática.

El tener dinero y propiedades llega como resultado de hacer las cosas de cierta manera. Quienes hacen las cosas de esta Cierta Manera, ya sea a propósito o por accidente, se hacen ricos, mientras que quienes no hacen las cosas de esta Cierta Manera, sin importar cuán duro trabajen o qué tan capaces son, seguirán siendo pobres.

Es una ley natural que las causas similares siempre producen efectos similares y, por lo tanto, cualquier hombre o mujer que aprenda a hacer las cosas de esta Cierta Manera se hará rico sin lugar a dudas.

Que la afirmación de arriba es verdadera se demuestra por los siguientes hechos:

Hacerse rico no es una cuestión de entorno, pues, si lo fuera, todas las personas de ciertos barrios se harían ricas; todas las personas de una ciudad serían ricas, mientras que las de otros pueblos serían pobres, o los habitantes de un estado se regocijarían en riquezas, mientras que los del estado continuo vivirían en medio de la pobreza.

Pero en todas partes vemos ricos y pobres viviendo unos junto a otros, en el mismo entorno y a menudo dedicados a las mismas vocaciones. Cuando dos hombres están en la misma localidad y en el mismo negocio y uno de ellos se hace rico mientras el otro sigue siendo pobre, se demuestra que hacerse rico no es, principalmente, una cuestión de entorno. Algunos entornos podrán ser más favorables que otros, pero cuando dos hombres están en el mismo negocio y viven en el mismo barrio y uno se hace rico mientras el otro fracasa, eso indica que hacerse rico es el resultado de hacer las cosas de una Cierta Manera.

Y, además, la habilidad de hacer las cosas de esta Cierta Manera no solo se debe a la posesión de un talento, pues muchas personas que tienen un gran talento siguen siendo pobres, mientras que otras que tienen poco talento se hacen ricas.

Estudiando a las personas que se han hecho ricas, descubrimos que son bastante promedio en todos los aspectos y que no tienen talentos o habilidades mayores que otras. Es evidente que no se hacen ricas porque posean talentos y habilidades que otros hombres no poseen, sino porque resulta que hacen las cosas de Cierta Manera.

Hacerse rico no es el resultado de ahorrar o comprar de segunda mano. Muchas personas que se esfuerzan por ahorrar son pobres, mientras que quienes gastan con libertad a menudo son ricos.

Hacerse rico tampoco se debe a hacer las cosas que otros no hacen, pues dos hombres que están en el mismo negocio a menudo hacen casi las mismas cosas y uno se vuelve rico mientras que el otro sigue siendo pobre o se va a la bancarrota.

Por todas estas cosas, debemos llegar a la conclusión de que hacerse rico es el resultado de hacer las cosas de Cierta Manera.

Si hacerse rico es el resultado de hacer las cosas de Cierta Manera y si las causas similares siempre producen efectos similares, entonces cualquier hombre o mujer que pueda hacer las cosas de esa forma puede hacerse rico. Y todo el asunto queda en el reino de las ciencias exactas.