La Dulce Ilusión que siempre Soñé - Tamy Rezepka Heran - E-Book

La Dulce Ilusión que siempre Soñé E-Book

Tamy Rezepka Heran

0,0

Beschreibung

Hola, soy Tori, una joven de dieciocho años llena de imaginación. Recién salí de cuarto medio, me encanta la música y los libros románticos. Mi mayor anhelo es conocer al amor de mi vida, alguien que me quiera de verdad. No busco al chico perfecto. ¿Será real? Te presento mi diario de vida, con todas mis emociones y pensamientos a flor de piel. Cada página es un pedacito de mi ser. Acompáñame en esta búsqueda llena de ilusión. Porque todos necesitamos un sueño para seguir adelante.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 117

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



© La dulce ilusión que siempre soñé

Sello: Nenúfares

Primera edición digital: Julio 2024

© Tamy Rezepka Heran

Director editorial: Aldo Berríos

Ilustración de portada: Claudia Riquelme

Corrección de textos: Aldo Berríos

Diagramación digital: Marcela Bruna

Diseño de portada: Marcela Bruna

_________________________________

© Áurea Ediciones

Errázuriz 1178 of #75, Valparaíso, Chile

www.aureaediciones.cl

[email protected]

ISBN impreso: 978-956-6386-01-8

ISBN digital: 978-956-6386-36-0

__________________________________

Este libro no podrá ser reproducido, ni total

ni parcialmente, sin permiso escrito del editor.

Todos los derechos reservados.

“Para todas las románticas que sueñan

con encontrar al amor de su vida.”

1

Enchanted, de Taylor Swift.

Querido diario:No puedo dormir, como siempre. Sé lo que tengo que hacer para conciliar el sueño: pensar en ti, el incógnito amor de mi vida. Aún no te conozco, pero está bien, porque de esa manera puedo soñar cómo será ese día en el que nos encontremos y cómo comenzará nuestra bellísima historia de amor.

Sé que será incluso mejor que en los libros y las películas, porque va a ser mi historia.

Bueno, la nuestra.

Cierro los ojos y te imagino con poca claridad, mi cuerpo te busca entre las sábanas en la oscuridad, en silencio.

Una vez me contaron una leyenda japonesa que dice que todos estamos conectados a nuestra alma gemela por un hilo rojo en nuestro meñique. El hilo se puede estirar, contraer, enredar, pero nunca romper.

Eso significa que el amor está predeterminado.

Algo así como el destino.

En lo personal, no sé si creo en esas cosas, aunque he visto a muchos perder la esperanza cuando se quedan sin amor. Por eso, normalmente uso una pulsera roja de hilo en la muñeca derecha. Se supone que cuando te conozca, cuando llegue la persona correcta, la pulsera se caerá sola.

¿Qué pierdo con intentar?

¿Una pizca de mi infinita esperanza?

Qué más da.

Te imagino como una silueta que responde a cada una de mis caricias, desatando un cariño que nunca he conocido. Se me escapa una tonta sonrisa que me hace pensar que ya me quedé dormida.

Sé que existes, que estás ahí afuera… aunque sea la única que lo crea.

Porque confío en el amor.

Te busco y no sé dónde estás.

Tampoco cuándo nos conoceremos.

Y tus ojos me buscan en sueños. Todavía no distingo el color, pero siempre me miran como si fuera la primera vez.

Tu voz me calma en medio de la noche, aunque nunca la he escuchado. Me tomas de la mano y me llevas muy lejos, donde nadie puede encontrarnos.

Donde solo somos tú y yo, juntos.

Necesito saber algo de ti.

Dime tu nombre, por favor.

2

Start of Something New, de High School Musical.

Hoy es mi primer día de preuniversitario, la oportunidad perfecta para conocerte. Quizás tomaré asiento y mientras saque mis materiales para tomar apuntes, no note tu llegada a la clase. Estaré tan concentrada con biología molecular, mi materia favorita, que será inesperado.

Sé que tengo que enfocarme, es importante para mi futuro, pero cuando pienso en ti, las células ya no me parecen tan interesantes.

Imagino toda la escena: yo, cambiando de lápices para que mi cuaderno se llene de colores; uno de ellos se cae al piso. Al agacharme a recogerlo, una mano agarra el lápiz y me lo devuelve. Ahí me encontraré con tu sonrisa. Tú, la persona que llevo años esperando. Tú, el significado impaciente de todo mi amor. Nuestras manos se tocan por una fracción de segundo, pero mi corazón se acelera. Soy tan enamoradiza, que de seguro se asomará mi torpeza.

Y todos seguirán estudiando en sepulcro silencio, escuchando la voz del profesor. Pero sentiré la urgencia de darte las gracias, por lo que escribiré una nota en un papelito, lo doblaré y te lo entregaré con mucho cuidado:

Gracias por devolverme el destacador rosa. Es mi favorito.

Y tú me devolverás el mismo papelito, tocándome el hombro y sonriendo como si fuera tu primera vez:

Nadie debería vivir sin su color favorito. Un verdadero placer, señorita…

Yo tragaré saliva y me sonrojaré. Soy así de tímida para estas cosas.

Tori. Me llamo Tori.

¿Cómo te llamas tú?

3

Party, de Bad Bunny.

Esta noche salgo a bailar con mis amigas a una discoteca. A pesar de que no me gustan las fiestas, el alcohol, la música que ponen ni la gente que hay en esos lugares, es una oportunidad para conocerte, y eso sí que no me lo pierdo. Sé que la probabilidad de que eso pase es sumamente baja, pero confío en mi suerte. Además, amo a mis amigas. Ellas aguantan todas mis locuras, así que también lo hago un poco por ellas.

Esto ya no es para mi diario, sino para ti: me encanta la música, también me gusta bailar. Más allá de que algunos lugares se llenen tanto, que todos se pongan acalorados y beban de más, hay algo especial en dos personas conociéndose a través del movimiento. Tan solo imagina que mi mirada se encuentra con la tuya, que todo está en cámara lenta. La música lentamente nos llevaría de la mano hacia la felicidad que ambos buscamos. Ambos nos quedaríamos petrificados, pero de alguna forma llegaríamos a conocernos. Me tomarías la mano y me sacarías de la pista. Yo, ilusa e ilusionada, te seguiría hasta una terraza vacía.

Entonces, me explicarías que estar a solas es mucho más especial, que no te gusta la misma música que a los otros.

Sacarías tu celular, dejándolo apoyado en la terraza para que escucháramos algo más adecuado a la ocasión, incluso podría ser algo romántico.

Love, de Michael Bublé.

Me tomarías la mano, y me acercarías a tu cuerpo para que podamos bailar como se hacía en los viejos tiempos. Tu otra mano en mi cintura y la mía descansando sobre tu hombro.

Guíame, me encanta cuando pasa eso.

Muéstrame una duda en tus ojos y que quieres conocerme tanto como yo a ti.

4

I Want You To Be My Man, de Stéphane Huguenin.

Querido diario:Hoy las clases terminaron antes de lo esperado, así que decidí dar un paseo e irme a pie. Escuchaba mi lista de música favorita, caminaba con ritmo, como estúpida.

El semáforo en verde, miré a ambos lados para asegurarme y crucé. Recorrí una vereda que daba a un parque muy cerca de mi casa. Amo los parques, la poquita naturaleza que nos queda. Un lugar para esconderse de todos tus problemas, lejos de las expectativas sociales. Al fin calma.

Me encantaría conocerte en un parque. Verte sentado en un banco, con una pésima postura por lo metido que estás en un libro agarrado por tus masculinas manos. De seguro estarías con audífonos, como yo. Me quitaría los míos para observar cada detalle de ese joven pensativo y soñador; tus ojos recorriendo cada línea, perdiéndote en la emoción. Séque desearía conocerte, pero antes me ganaría la curiosidad de saber qué estás leyendo. Porque un libro te dice mucho más de una persona que la persona en sí.

Primero está la portada, con colores sobrios y clásicos.

Luego está el título, tan atractivo como esperanzador.

Conociéndome, tropezaría al acercarme. Tú dejarías el libro y bajarías los audífonos al cuello, riéndote y ofreciéndome la mano.

“¿Estás bien?”, me preguntarías con una amabilidad que me derretiría por dentro.

“Sí… sí… Lo siento, estaba…”, sería lo único que mis nervios me dejarían responderte.

Pero nuestras manos estarían cerca, tanto como para sentir un escalofrío de pies a cabeza.

“Quería ver qué estabas leyendo tan concentrado”, te diría intentando esconder mis nervios.

Y entonces, tal como tu libro, te abrirías conmigo.

“Es algo tonto, descuida”.

Con esa respuesta, te ganarías todo mi respeto.

Porque yo también me siento tonta a veces.

Porque vivo en esta fantasía de encontrarte.

5

IDK You Yet. de Alexander 23.

Quiero encontrarte, quiero tenerte, quiero saber quién eres, quiero saberlo todo de ti. Sin embargo, estoy perdida, no sé nada de nada. Sueño cada día con algo imposible. Donde sea que voy, la mirada de cualquier chico, me pregunto si serás tú.

El amor de mi vida.

Pero la respuesta siempre es un rotundo no.

Sé que no es sano vivir así, que me estoy creando falsas expectativas y que poco a poco pierdo la esperanza.

La fantasía es así: un puente entre la emoción y la realidad.

Por este motivo, seguirás en mi cabeza, aunque sienta que quizás no existes. Constantemente tengo que luchar conmigo misma para seguir adelante. En ese sentido, eres lo único bello en mi vida, la última pizca de inocencia en un mundo demasiado oscuro; mis mariposas en el estómago, mi persona ideal.

Todas las mentes tienen un mecanismo distinto, pero la mía funciona así. Dibujando a alguien perfecto para mí. Si me levanto cada mañana, es para conocerte. Sueño contigo y ni siquiera te he visto.

¿Estoy loca?

¿Seré la única que piensa cosas así?

Puede ser.

Porque cuando estoy triste, siento que te necesito más que nunca. Me pregunto si un abrazo tuyo resolvería mis problemas, si acaso me harías reír en mi peor momento; porque cuando alguien te saca una risa en plena tormenta, eso significa que hay una conexión especial.

Mi corazón está lleno de espacio.

El más grande está guardado para ti.

¿Se puede amar a alguien sin siquiera conocerlo? A veces pienso que estoy loca, quizás todos lo estamos un poco.

Me pregunto si también piensas cosas así, si me esperas como algo maravilloso y te duele la distancia.

¿Sabes? Estoy segura de que eres muy especial, porque no podría amarme alguien normal. Soy demasiado desafiante para eso. Además, a mí no me gusta lo común.

Pienso en ti constantemente.

Sé que está mal, pero no puedo hacer nada para cambiarlo.

Tengo muchísimas preguntas. Por ejemplo, si algún día leerás este diario. Si acaso venceré mis temores y te lo ofreceré como un regalo cuando al fin nos conozcamos.

Es tremendamente difícil escribir algo tan incierto.

Como un libro sin un final, como la vida en sí.

6

Movies, de Conan Gray.

Hoy toca vida familiar. Voy al cine con mis primos. Iremos a ver Barbie disfrazados, cosa que me encanta.

Nuestro encuentro debería ser como una película.

Ambos entrando a la misma sala, número siete, porque ese es el número del amor.

Primero vienen los comerciales, donde te muestran la salida de emergencia y te piden que silencies tu teléfono.

Miro a la pantalla atentamente, siento cómo la luz ilumina mi rostro de manera tenue. Alguien se sienta a mi lado, pero no me importa darme la vuelta para investigar quién es, hasta que me tocan sutilmente el hombro con un dedo. Me doy vuelta, ahí estás tú. Te sientas a mi lado y sonríes mientras la pantalla ilumina solo uno de tus perfiles.

“Disculpa por interrumpir”, dices un tanto nervioso.

“No te preocupes”, te tranquilizo.

“No he dejado de verte desde que entré a la sala. Me gustaría saber si el que está a tu lado es tu novio, o si puedo invitarte a salir. Es que nunca había visto a alguien como tú”.

No puedo evitar sonreír, me siento sumamente halagada. Y aunque sé que las apariencias no son lo más importante, la atracción física para mí tiene bastante peso, y me siento deseada solo muy de vez en cuando, así que me hiciste sentir especial.

“Es mi primo”, me río despacio. “Claro, me encantaría, gracias por preguntar”.

Noto que haces un gesto con la mano derecha, un puño y lo mueves un poco, como si fuera una victoria, cosa que me hace sonreír aún más.

“Va a sonar un poco cursi, pero realmente tienes una mágica sonrisa”.

“Gracias, tú tienes mucha valentía”.

“Entonces me puedo quedar a tu lado y luego… Ya sabes, ¿salimos otro día?”.

“Claro. Soy Tori, por cierto”.

“Yo…”.

Solo es un sueño.

Una fantasía que me acerca a lo que quizás eres.

7

Rescue Me, de Fontella Bass.

¿Sabes? Me encanta la música.No puedo vivir sin ella.

Hoy pensaba en esto mientras caminaba bajo la lluvia hacia la parada del autobús. No llevaba audífonos, pero escuchaba el sonido de las gotas contra mi parka. No llevaba paraguas, porque prefiero sentir el pelo mojado, el agua contra mi piel.

La lluvia es mi parte favorita de la naturaleza. Hay tanta magia en que algo caiga del cielo, que limpie todo el ambiente con delicadeza. Me parece romántico, casi como estar con una persona especial, sin miedo, sin culpa.

Imagínate que nos hubiéramos conocido hoy.

Llega la C01, para, salpicando un poco de agua. No hay nadie esperando más que yo. Saco mi tarjeta, me abren la puerta y subo el escalón metálico. Resbalo, ya que claramente mis zapatillas deportivas no son de lluvia, y es bastante peligroso. Intento agarrarme de algo, pero no hay nada, supongo que caeré, no es tan grave. Pero no caigo, estoy suspendida en el aire, mágicamente. ¿Qué pasó? Las gotas de lluvia llegan a mi rostro, abro los ojos y estás tú. Mi salvador. Tu cabello mojado como el mío, tus manos fuertes sosteniéndome por completo.

Me levanto.

Apenas logro darte las gracias, pero tú me dices que todo está bien, que me siente a tu lado. Estamos solos en la micro, no tengo miedo. Mi corazón me prueba que eres tú, que la música también existe en el mundo, en las personas y sus encuentros.

A medida que se llena el bus, nosotros cedemos nuestros asientos. Nos quedamos de pie, aferrados al mismo tubo. Cada vez que comienza a andar me voy para adelante, pero de nuevo me salvas, me tomas de la cintura y me acercas a ti.

Y la gente dice que no queda romance.

Recién en ese momento, noto que eres mucho más alto que yo. Estás todo mojado, el cabello te queda bien así.