La Santa Cruz de Caravacs - Anónimo - E-Book

La Santa Cruz de Caravacs E-Book

Anónimo

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Beschreibung

La santa cruz de Caravaca es un relicario con forma de cruz de dos brazos horizontales; en su interior se conserva Lignum Crucis, o sea, un trozo de la auténtica cruz en la que Jesús fue crucificado. este libro, de autor anónimo, es una pieza única pues en él se recopilan las oraciones exorcismos y fórmulas que, a lo largo del tiempo, se han utilizado para proteger al creyente. Mil repetidas pruebas han dado el convencimiento absoluto de la eficacia de estas oraciones; mil testimonios imparciales han proclamado su virtualidad para casos específicos. Pero ni las pruebas ni los testimonios podrían tener ningún valor si las oraciones por sí mismas no se recomendasen con la mayor de las elocuencias, con la elocuencia del hecho. Acúdase a ellas, pues, como un perfecto e infalible remedio.

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La santa Cruz de Caravaca

La Santa Cruz de CaravacaTesoro de oraciones

Batalla de Casa Blanca, Manzana 147–A, Lote 1621Col. Leyes de Reforma, 3a. SecciónC.P. 09310, Ciudad de MéxicoTel. 55 5581 [email protected]

Segunda edición: octubre 2022ISBN: 978-607-457-759-4

D.R.© Portada: Angélica Carmona BistráinD.R.© Imagen de portada: Shutterstock®

Características tipográficas aseguradas conforme a la ley.Prohibida la reproducción parcial o total sin autorización escrita del editor.

Índice

Prefacio.Sic Nomen Domini BenedictumCoplas

Prefacio

El 3 de mayo de 1232 en el pueblo de Caravaca, España, durante el reinado de Fernando III el Santo, rey de Castilla, y en pleno territorio árabe, aconteció un suceso prodigioso que incluso hoy en día maravilla por su carácter sagrado.

El territorio de Murcia, donde se encuentra Caravaca, había sido conquistado por Abu-Zeit, el jefe almohade de Valencia, quien teniendo como prisioneros a varios cristianos los interrogó sobre sus respectivos oficios para que realizaran algunas labores para él. Entre los prisioneros se encontraba Ginés Pérez Chirinos, un sacerdote originario de Cuenca y que predicaba el evangelio; Abu-Zeit, lleno de curiosidad e interés sobre la misa, dispuso todo lo necesario para presenciar el acto litúrgico y trajo de tierras cristianas lo necesario para que se pudiera celebrar la misa en el salón principal del castillo. Sin embargo, cuando el sacerdote estaba a punto de comenzar, se detuvo y dijo que era imposible continuar ya que en el altar faltaba el crucifijo. En ese preciso momento, por la ventana del salón principal, entraron dos ángeles que transportaban una Cruz —posteriormente se supo que pertenecía al obispo de Jerusalén—, misma que colocaron en el altar. Ante la milagrosa aparición, Abu-Zeit y toda su corte se bautizaron.

Después de unos años en los que las tropas castellanas custodiaron la Cruz, la Orden Militar de los Templarios fue la encargada de proteger y resguardar el castillo y la Cruz. Los Templarios estuvieron en Caravaca aproximadamente 46 años, dejando posteriormente su tarea a la Orden de Santiago, la cual protegió este territorio, el castillo y la Cruz a lo largo de casi cinco siglos y medio.

A Caravaca llegaron importantes órdenes religiosas, así como personajes ilustres (como San Juan de la Cruz y Santa Teresa), quienes fundaron conventos que existen actualmente. Incluso frailes misioneros transportaron la noticia, devoción y reproducciones de la Cruz más allá de España: a América y el resto de Europa.

Su fama de ser una cruz prodigiosa y milagrosa, así como de ser un símbolo especial, atrae a numerosos visitantes. Caravaca se ha constituido en un lugar de peregrinación famoso en todo el mundo.

La Santa Cruz de Caravaca es un relicario de dos brazos horizontales (uno de 7 y el otro de 10 cm) y con 17 cm de alto; en su interior se conserva Lignum Crucis, o sea, un trozo de la auténtica Cruz en la que Jesús fue crucificado.

Esta milagrosa Cruz posee un significado claro y preciso: simboliza el cariño, la paz y el amor entre los hombres. Pero, por otro lado, su presencia y bendición son una aureola defensora. Esta aureola es faro radiante que difunde luz espiritual.

Este libro, de autor anónimo, es una pieza única en la que se recopilan las oraciones, exorcismos y fórmulas que a lo largo del tiempo se han utilizado para proteger al creyente, pues las oraciones que siguen, adquiridas de distintas fuentes, son lo que con toda justicia pudiéramos llamar un tesoro de dones corporales.

Mil repetidas pruebas nos han dado el convencimiento absoluto de su eficacia; mil testimonios imparciales y severos están de acuerdo con nosotros en proclamar su virtualidad para cada caso.

Pero ni nuestras pruebas ni el testimonio ajeno podrían tener ningún valor, si las oraciones por sí mismas no se recomendasen con la mayor de las elocuencias, con la elocuencia del hecho. Acúdase a él, pues, como último e inapelable tribunal.

Pero sobre todo tienen que ser dichas con la más grande fe y devoción.

.

De suma virtud y eficacia para curar toda clase de dolencias, así como también un sinnúmero de prácticas para librarse de hechizos y encantamientos, con bendiciones y exorcismos, etcétera.

Sic Nomen Domini Benedictum

Los Sres. Emmos. Cardenales, Arzobispos y Obispos de España, han concedido 3 600 días de indulgencias a los devotos que recen con devoción, delante de la estampa que precede, un Credo y un Acto de contrición. Es abogada contra rayos, centellas y tempestades.

Coplas

De esta Cruz soberanaoigan, señores,milagros y prodigioscon mil primores;pues son tan grandes,que no hay pluma que puedabien numerarles.

De los cielos bajaroncon alegríalos Ángeles en coros,a conducirla;y pues son tantoslos milagros que obra,que es un encanto.

Hombres, niños y mujeresllevan consigola Cruz que fue bajadadel cielo Empíreo,para consuelo;líbranos de las garrasdel Dragón fiero.

Una mujer afligidase vea en el parto,ponga sobre su vientreese retrato:con facilidadesta Cruz amorosadel parto la sacará.

Cojos, mancos, tullidos,ciegos y sordos,en la Santa Cruz hallanconsuelo todos:que es tan hermosa,que la escogió Cristopara su Esposa.

Del cielo fue enviadadel Padre Eterno,para que conozcamosel Gran Misterioque es el que encierra;que así nos lo concedaDios en la tierra.

Los Serafines todoscantan y alegrana esta Cruz soberana,fina diadema:porque en el cieloes el lecho de Cristonuestro consuelo.

Dichosa Caravaca,puedes llamarte,pues gozas de los cielosel estandarte,que es la Santa Cruzdonde su vida y sangredio nuestro Jesús.

Todos los caminantesy marineros,por la mar y caminosandan sin miedo,como se valgande llevar en el pechola Cruz amada.

Son grandes los misteriosde esta reliquia,y así digamos todos,que sea bendita:para que tiembleel infierno y la genteque dentro tiene.

De muertes repentinas,incendios, robos,y otros muchos peligrosnos libre a todosla Cruz sagradaque en brazos de Cristofue desposada.

ORACIÓN A SANTA LUCÍA

Dios mío, que conservasteis libre a la bienaventurada Virgen y mártir Santa Lucía entre las llamas de fuego que la rodeaban, y la habéis dado a vuestros fieles cristianos por singular protectora contra las enfermedades de los ojos: defendednos por sus méritos e intercesión, de incendio en las casas y de movimientos de ira en nuestros corazones, y asistid benigno a nuestra espiritual y corporal vista. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN A SAN CRISTÓBAL

Conceded a los que os invocan, glorioso mártir San Cristóbal, que sean preservados de peste, epidemia y temblores de tierra, del rayo y de la tempestad, de incendios e inundaciones. Protegednos con vuestra intercesión durante la vida, en las calamidades que la Providencia tenga dispuestas, y en la muerte libradnos de la eterna condenación, asistiendo vos a nuestra última hora para poder alcanzar la eterna bienaventuranza. Amén.

MILAGRO QUE HIZO NUESTRO SEÑOR DEL PERDÓN

Había una mujer que habitaba en la montaña y tenía una vida arreglada. Ésta deseó saber cuántas fueron las llagas que Cristo, nuestro Bien, había recibido en su sacratísimo cuerpo, y pidió al Señor con mucha devoción que se revelase. Se le apareció, pues, y le dijo: "Has de saber que las llagas que recibí en mi cuerpo fueron cinco mil cuatrocientas cincuenta y cinco, por lo que te digo que todo el que rezare en memoria de ellas quince Padrenuestros y Avemarías por espacio de un año, sacará quince almas del purgatorio y se le remitirá la penitencia que debía hacer por otros tantos pecados mortales, y, además, obtendrá la gracia y la confirmación de las buenas obras. Y asimismo, a quien rezare un año entero las oraciones, le daré quince días antes mi cuerpo a comer, y no tendrá hambre; mi sangre a beber, y no tendrá sed; le pondré delante la señal de la Cruz que le servirá de guarda y defensa, le asistiré con mi Madre Santísima en la hora de la muerte, recibiré su alma benignamente, la llevaré a los placeres eternos y cuando la lleve le daré a beber la Divinidad; a quien tuviere dolor y contrición de sus pecados, cumpliendo este rezo por espacio de un año, se los perdonaré todos, desde que nació hasta la muerte; le libraré del poder del demonio y de su tentación, siendo malo se volverá bueno; continuamente guardaré su alma de las penas del infierno, y lo que pidiere a mi Madre Santísima se lo concederé, dándole la vida para ir a vivir a mi reino, a fin de morar conmigo eternamente. Cualquiera que trajere consigo esta oración y la diere a leer, o la enseñare a algunas personas, tendrá en esta vida placer y galardón. Dondequiera que esté esta oración la casa será conservada en paz, así como conservé las pesadas olas del mar. Cualquier persona, sea hombre o mujer, que tuviere esta oración no morirá de muerte repentina, ni será perseguida por sus enemigos, ni vencida por ellos en batalla o en prisión, ni ahogada en el mar, ni abrasada por el fuego, ni por rayos, ni acometida de gota coral, ni depondrá contra ella ningún testigo falso. Cualquier mujer que se halle de parto, llevando esta oración, parirá felizmente sin peligro." Esta oración la trajo de Roma don Juan Cardoso y se halló en un hombre que se había arrojado al mar, con una piedra grande atada al cuello; éste anduvo por espacio de tres días sobre las aguas sin ahogarse, y luego que le sacaron las olas, le encontraron dicha oración. El que la traiga, sea con mucha fe, porque Dios no sabe faltar, y todos los días dirá la oración siguiente:

"Mi Señor Jesucristo, acordaos de mí que soy pecador. Virgen Santísima, rogad por mí: siempre seréis alabada y bendita. Rogad por este pecador a vuestro amado Hijo. Preciosa hermosura de los Ángeles, de los Profetas, de los Patriarcas; corona de los Mártires, de los Apóstoles y de los Confesores; gloria de los Serafines; corona de las Vírgenes, libradme de aquella espantosa figura cuando mi alma saliere de mi cuerpo. ¡Oh, santísima fuente de piedad y hermosura de Jesucristo, alegría de la gloria, consolación del clero, remedio en los trabajos! Con Vos, Virgen prudentísima, se alegran los Ángeles. Encomendad mi alma y la de todos los fieles cristianos; rogad por nosotros a vuestro bendito Hijo y conducidnos al Paraíso eterno, en donde reináis y vivís para siempre; y allí os alabaremos eternamente. Amén. Jesús." "Soberana Virgen María, Madre de Jesús, Hijo de Dios vivo, pues le habéis parido: rogad por todos los pecadores para que nos perdone. Libradnos del enemigo que nos combate y concedednos la gloria eterna. Amén, Jesús."

ORACIÓN AL GLORIOSO MÁRTIR SAN SEBASTIÁN

Glorioso e invicto mártir San Sebastián, insigne protector de los afligidos, desconsolados y menesterosos que ponen la confianza en Dios y esperan de su benignísima mano el remedio de sus aflicciones y necesidades: Os suplicamos, como abogado que sois también contra todo contagio, peste y epidemia, libréis nuestras casas, con vuestra intercesión, de todos estos males. Amén.

SAN CIPRIANO Y SANTA JUSTINA

Introducción