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Benito Perez Galdos - Los cien mil hijos de San Luis (1877) es la sexta novela de la segunda serie de los episodios nacionales de Benito Perez Galdos. Esta contada en su mayor parte en primera persona por Genara de Barahona, y describe su viaje a Francia comisionada para apoyar la invasion de los franceses (llamados los cien mil hijos de San Luis) a España para restaurar el absolutismo.
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BENITO PÉREZ GALDÓS
EPISODIOS NACIONALES 16
Para la composición de este libro cuenta el autor con materiales muy preciosos. Además de las noticias verbales, que casi son el principal fundamento de la presente obra, posee un manuscrito que le ayudará admirablemente en la narración de la parte o tratado que lleva por títuloLos cien mil hijos deSan Luis. El tal manuscrito es hechura de una seño-ra, por cuya razón bien se comprende que será dos veces interesante, y lo sería más aún si estuviese completo. ¡Lástima grande que la negligencia de los primeros poseedores de él dejara perder una de las partes más curiosas y necesarias que lo componen!
Sólo dos fragmentos, sin enlace entre sí, llegaron a nuestras manos. Hemos hecho toda suerte de labo-riosas indagaciones para [6] allegar lo que falta, pero inútilmente, lo que en verdad es muy lamentable, porque nos veremos obligados a llenar con relatos de nuestra propia cosecha el gran vacío que entre ambas piezas del manuscrito femenil resulta.
Este tiene la forma de. Su primer fragmento lleva por epígrafe De Madrid a Urgel, y empieza así:
En Bayona, donde busqué refugio tranquilo al separarme de mi esposo, conocí al general Eguía (1).
Iba a visitarme con frecuencia, y como era tan indiscreto y vanidoso, me revelaba sus planes de conspiración, regocijándose en mi sorpresa y riendo conmigo del gran chubasco que amenazaba a los franc-masones. Por él supe en el verano del 21 que Su Majestad, nuestro católico Rey D. Fernando (Q.
D. G.), anhelando deshacerse de los revolucionarios por cualquier medio y a toda costa, tenía dos comisionados en Francia, los cuales eran:
l.º El mismo general D. Francisco Eguía, cuya alta misión era promover desde la frontera el levantamiento de partidas realistas.
2.º D. José Morejón, oficial de la secretaría de la Guerra y después secretario reservado de Su Majestad, con ejercicio de decretos, el cual tenía el encargo de gestionar en París con el Gobierno francés los medios de arrancar a España el cauterio de la Constitución gaditana, sustituyéndole con una cataplasma anodina hecha en la misma farmacia de donde salió la Carta de Luis XVIII.
Yo alababa estas cosas por no reñir con el anciano general, que era muy galante y atento conmigo; pero en mi interior deploraba, como amante muy fiel del régimen absoluto, que cosas tan graves se empren-dieran por la mediación de personas de tan dudoso valer. No conocía yo en aquellos tiempos a Morejón; pero mis noticias eran que no había sido inventor de la pólvora. En cuanto a Eguía, debo decir con mi franqueza habitual que era uno de los hombres más pobres de ingenio que en mi vida he visto.
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