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EL MÉTODO PROBADO PARA SUPERAR CON ÉXITO CUALQUIER TIPO DE OPOSICIÓN ¿De dónde saco tiempo para estudiar? ¿Cuál es la mejor técnica de estudio? ¿Y si no se me da bien memorizar? ¿Cómo logro encontrar la motivación y la constancia necesarias para aprobar? ¿Seré capaz de compaginar el estudio con el resto de mis responsabilidades? Si te has embarcado en la aventura de conseguir una plaza fija en la Administración Pública, este es tu libro. Con un enfoque muy práctico, encontrarás las claves para que no te atasques con tu oposición y consigas aprobar en poco tiempo. Sus técnicas y herramientas te servirán para encarar los retos comunes a los que se enfrentan los opositores: desde la gestión efectiva del tiempo y la planificación del estudio, hasta el fortalecimiento de la mentalidad y la disciplina. No importa qué oposición prepares, qué edad tengas ni cuánto tiempo lleves sin estudiar: con este método podrás superar obstáculos como la conciliación del estudio con las responsabilidades cotidianas y el desarrollo de habilidades clave como la memoria, las técnicas de estudio y la táctica de examen. Sin falsas promesas ni atajos milagrosos, este libro te ofrece un camino claro hacia la plaza en el desafiante mundo de las oposiciones.
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Seitenzahl: 259
© del texto: Inma Torres, 2024.
© de esta edición: RBA Libros y Publicaciones, S. L. U., 2024.
Avda. Diagonal, 189 - 08018 Barcelona.
rbalibros.com
Primera edición: octubre de 2024.
REF.: OBDO381
ISBN:978-84-1132-844-9
EL TALLER DEL LLIBRE• REALIZACIÓN DE LA VERSIÓN DIGITAL
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A MI AMIGA CRISTINA, POR CREER SIEMPRE EN MÍ Y ANIMARME HASTA EL FINAL
—Y ahora... ¿qué quieres hacer? —me preguntó Emilio.
—Ahora quiero vivir —le contesté yo, con entusiasmo—. Quiero hacer cosas, aprender, viajar. Ya me toca. Me he cansado de la lucha diaria, de las horas de esfuerzo. Ahora voy a vivir tranquila, a disfrutar. Empieza una nueva vida para mí.
—Esto lo tienes que poner en tu libro —me contestó.
Era verano. Ya tenía mis resultados del último examen. Mi amigo Emilio y yo llevábamos tiempo sin vernos. La oposición te desconecta de tus amigos. Algunos te esperan. A otras amistades, ya nunca las vuelves a recuperar.
Lo que sentía era imposible de describir con palabras. Solamente quien ha pasado por aquí sabe a lo que me refiero. Si echaba la vista atrás, no podía creer que todo hubiese cambiado tanto. Después de meses de miedos, frustraciones, incertidumbre, horas de estudio, esfuerzo, llantos... Si alguien me hubiera dicho hace un año todo lo que conseguiría al aprobar las oposiciones, no le habría creído.
Una vida con tiempo libre, para gastarlo donde quiero: en la gente que amo, en nuevas aficiones, en cuidarme o en descansar. Un trabajo que me encanta, asegurado de por vida, con un buen sueldo que nunca falla a fin de mes. Una vida sin estrés, con un ritmo y un horario de trabajo razonables.
Opositar te sacude, por dentro y por fuera. No te voy a engañar. Posiblemente sea uno de los retos más difíciles que te ponga la vida. Opositar no es solo memorizar temarios y hacer exámenes; es una travesía que remueve cada rincón de tu vida. Desde tus relaciones personales hasta tu manera de afrontar los problemas, todo será distinto después de esta etapa. Créeme: el esfuerzo vale la pena; y si estás leyendo estas páginas, si has decidido opositar, sabes que es así.
Quiero que este libro sea tu compañero de viaje, tu guía en los momentos de duda y tu fuente de inspiración cuando las fuerzas flaqueen. No importa qué tipo de oposición prepares o cuáles sean tus circunstancias. Este libro da soluciones a la mayoría de los problemas que tienen las personas que opositan: elegir oposición, buscar temario, planificar y organizar el estudio, gestionar el tiempo, aprender a memorizar y a no olvidar lo que se estudia, mantener la motivación y la autodisciplina, superar los bloqueos, etc.
¿Y quién soy yo para dar consejos? Ya sabrás, porque lo habrás leído en la contraportada, que soy funcionaria del Estado. Conseguí, en muy poco tiempo, tres plazas en el Cuerpo de Estadísticos, de niveles C1, A2 y A1 (en este orden). A mis 46 años, después de décadas sin estudiar. Y te puedo asegurar que ni soy una gurú de la memoria ni una persona con una mente privilegiada. Tampoco mis condiciones han sido las más favorables: con cuatro niños en casa y un trabajo a tiempo completo a 628 km de distancia, fácil (lo que se dice «fácil») no ha sido.
¿Y cómo lo he hecho? Pues con estrategia, organización, método y mentalidad. Las que te cuento en el libro. Y si cuando termines de leerlo te quedas con la sensación de que, en realidad, ya lo sabías todo «porque es de cajón», significa que he hecho bien mi trabajo y que ya manejas con soltura lo fundamental para aprobar tu oposición:
Elegir bien la oposición y todo lo que necesitas para empezar.Acompañarse de un buen grupo de apoyo.Comprender lo que significa comprometerse al 100$$$% con la oposición.Reorganizar la vida y cambiar tus prioridades para hacer espacio al estudio.Compatibilizar la oposición con el trabajo y las responsabilidades familiares.Elegir las mejores técnicas de estudio y aprender a memorizar de una vez.Hacer una buena planificación.Sacarles el máximo provecho a tus sesiones de estudio.Mantener una mentalidad resiliente, positiva y enfocada.Desarrollar una fuerte fuerza de voluntad.Acallar el diálogo interior y superar los bloqueos.Decir adiós a la pereza y aprender a ser constante.Mejorar la concentración y atención en el estudio.Gestionar la soledad y la incertidumbre.Crear un entorno favorable para el estudio, incluso en vacaciones y festivos.Aplicar técnicas para superar la recta final y el día del examen.Y eso precisamente quiere ser este libro: una guía práctica, que va al grano y da herramientas para manejarse en esto de opositar lo mejor posible. Pretendo ser realista, sin necesidad de falsas promesas y sin atajos milagrosos.
No puedo garantizarte que, si lees este libro, aprobarás la oposición. Nadie te va a garantizar eso. La incertidumbre te acompañará durante todo el viaje de opositar, y hay que vivir con ello. No sé si aprobarás o no, pero, con este humilde manual, pretendo simplemente poner a tu alcance gran parte de lo que necesitas para acortar el camino hacia esa plaza que te está esperando. Y que el trayecto sea más liviano, que no es poco.
Sé que no estás para perder el tiempo. Por eso, me dejo de rodeos y entremos en materia.
No te deseo suerte, porque las oposiciones van de otra cosa. Te deseo fuerza. Porque valentía ya tienes, si no, no estarías aquí.
En casi todo en esta vida, conviene empezar por el principio. Y lo primero, en el caso de las oposiciones, es tener claro qué vas a opositar. Parece obvio, pero después, cuando los días se pongan cuesta arriba —que se pondrán—, llegarán las rumiaciones: «igual opositar no es para mí», «quizás tendría que hacer otra cosa», «me he equivocado de camino...». No queremos perder el tiempo ni la energía en estos ires y venires, así que te recomiendo que, si decides opositar, ya está: decisión tomada.
Eso sí, es una decisión importante, así que hay que pensarla bien. Sé consciente de lo que supone opositar: se trata de una gran inversión de tiempo y esfuerzo, donde nadie te promete nada. Además, tendrás que estar dispuesto a cosas como estas:
Gastar dinero: seguramente tendrás que invertir en temarios, academias, preparadores o cursos para la fase de concurso.Esperar: ¿cómo te manejas con la incertidumbre? Convocatoria, inconvenientes, retrasos, publicación de resultados, etc.Lidiar con la soledad: no siempre las personas de tu entorno te apoyarán o te entenderán.Ser dependiente:hay muchas variables que no dependen de ti ni de tu trabajo: número de plazas, número de oponentes, preparación de estos, preguntas del examen, etc.Si al final te decides a opositar, te voy a dar un truco para no dudar. Hazte la siguiente pregunta:
¿Para qué quiero ser funcionario?
¿Para qué quiero ser funcionaria?
Algunos ejemplos de razones pueden ser: estabilidad laboral, un buen sueldo revisado periódicamente, beneficios sociales, promoción profesional, igualdad de oportunidades, más tiempo libre, calidad de vida, etc.
No sé cuál es tu «para qué», pero tenlo claro desde el principio, apúntalo y acude a él cuando lleguen las dudas.
Ahora vamos a la segunda decisión importante que tomar. Esto de tomar decisiones depende del talante de cada uno. A mí me cuesta horrores. Tal vez a ti no, y lo tienes clarísimo. Te felicito.
Sin embargo, si te pasa como me pasó a mí, que no tenía claro qué oposición elegir, detente un momento y dedícale un buen tiempo a esto. Opositar supone mucho esfuerzo para que luego te hayas equivocado de camino. De todas formas, tampoco pasaría nada, será por giros que da la vida.
Te cuento cómo lo hice yo. Como soy cuadriculada, hice un cuadrante, que llamé «Matriz de toma de decisiones». Tenía un aspecto similar a este:
CRITERIOS
Peso criterio %
Opción 1
Opción 2
Opción 3
Relación con mis estudios y habilidades
Sueldo/nivel de ingresos
Condiciones de trabajo: horario, entorno, teletrabajo, etc.
Tipo de proyectos y tareas, responsabilidades
Calidad de vida
Posibilidad de promoción
Geolocalización: cercanía con mis seres queridos
Tiempo en conseguirla
Nivel de dificultad de la oposición
Ratio (dividiendo el número de aspirantes entre el número de plazas ofertadas)
Puntos totales ponderados
Y elegí la oposición que más puntos obtuvo, según mi criterio y mi ponderación (peso o porcentaje de importancia que le di a cada ítem).
Igual tienes otro método para tomar decisiones o quieres usar el mío adaptándolo a tu manera. No importa la forma de hacerlo, pero no tomes esta decisión a la ligera. Gran parte de tu futuro dependerá de la opción que elijas ahora, así que piénsalo bien.
A lo mejor quieres aventurarte a estudiar dos oposiciones a la vez. Mi postura ante esto es clara: no lo hagas. Es cierto que yo sí lo hice, pero, primero, el temario de una estaba incluido en la otra y, segundo, aun así no lo recomiendo. A lo largo de la lectura del libro, ya te iré argumentando mejor esto.
Esta es otra de las preguntas que, como opositor, te vas a hacer al principio. Y la respuesta correcta depende de distintos factores: tu capacidad de independencia, tu nivel de disciplina, tu experiencia como opositor o tus recursos económicos.
En el siguiente cuadro, te indico algunos de los pros y contras de cada opción:
ACADEMIA
PREPARADOR
POR LIBRE
Pros
Contras
Pros
Contras
Pros
Contras
Proporciona temario y materiales.
Planifica- ción y orga-nización.
Ambiente grupal motivador.
Resolución de dudas.
Buen precio.
Los ritmos son lentos.
No siempre profundizan en el temario.
Todos el mismo material.
Consume más tiempo.
Proporciona temario y materiales.
Planifica- ción y orga-
nización.
Resolución de dudas.
Atención personali-zada.
Más disciplina.
Precio normal-mente elevado.
Sin ambiente grupal.
Indepen-dencia y trabajo autónomo.
Marcas tú el ritmo.
Tu material es único (distinto al resto).
La opción más económica.
No tienes quien te resuelva las dudas.
Sensación de soledad.
Tú te buscas el temario y el material.
Si te decides por una academia o centro donde preparar tus oposiciones, te aconsejo que mires con lupa los siguientes factores:
Especialización: necesitas un centro que esté especializado en el tipo de oposición que vas a estudiar. No todas pueden ser expertas en todo.Los profesores: es mejor que sean funcionarios y profesionales de la materia que imparten.La atención a medida: ¿tienes la opción de preguntar dudas concretas? ¿Te ofrece un seguimiento personalizado de tu evolución en el estudio? Todo esto suma.El índice de aprobados: no te fíes solo de lo que dicen en su publicidad; pregunta a antiguos alumnos, investiga por otras vías.El temario y los recursos: es importante que esté siempre actualizado y que te ofrezcan ejercicios extras, exámenes resueltos, simulacros, esquemas y resúmenes, o cualquier otro material que te ahorre tiempo y te facilite el estudio.La planificación y organización:pregunta si te ofrecen un plan de estudio acorde a ti y que te permita optimizar tu tiempo.El precio: tu elección de academia no se debe centrar solo en esto. La mejor academia no es la más cara ni la más barata, sino la que de verdad te ayude a conseguir tu plaza.Desde mi punto de vista, la academia tiene ciertas ventajas: sentirte acompañado, el nivel de compromiso, te proporciona el temario, te avisa de las novedades, etc.; aunque, si queda poco tiempo para tu examen, quizás ir a una academia de oposiciones no sea la mejor opción, ya que suelen preparar a mediano y largo plazo (salvo cursos intensivos).
En mi caso, me decidí por una combinación de las opciones:
Principalmente, estudié por mi cuenta.También me inscribí en una academia (en realidad, en varias), para contar con el temario y con más material que el que yo tenía y para disponer de ayuda para dudas.Me busqué varios grupos de gente que opositaba (tanto de mi misma oposición como de otras oposiciones): esto para mí fue la clave para no perder la motivación. Te lo cuento con detalle un poco más adelante.Otra vez te toca decidir, la pelota está en tu tejado. No te bloquees demasiado por esta elección, ya que, en cualquier momento, tienes la libertad de cambiar de rumbo: inscribirte en una academia si aún no lo has hecho, optar por trabajar con un preparador, o dejarlo todo y aventurarte en solitario. Aquí no te puedo ayudar, ya que no hay una opción correcta para todo el mundo. La mejor opción dependerá, en gran medida, de tus circunstancias individuales y de tu propia idiosincrasia. Sin embargo, si estás en etapa inicial, te recomiendo ir acompañado.
El temario de tus oposiciones es la lista de temas que tienes que estudiar para el examen o exámenes de esa oposición.
En las bases de cualquier convocatoria de oposiciones, se incluyen no solo los requisitos esenciales para participar, sino también la descripción detallada de las pruebas que superar y otros aspectos importantes del proceso selectivo; entre ellos, el temario sobre el cual versarán las preguntas del examen.
Por lo tanto, la mejor manera de conocer los temas que necesitas estudiar es consultando las bases específicas de la convocatoria a la que planeas presentarte.
Si tienes interés en una oposición concreta y deseas comenzar a prepararte con antelación, incluso antes de la publicación de sus bases, puedes recurrir a las bases de convocatorias anteriores (del mismo organismo y categoría). Es común que, entre una convocatoria y otra, no existan muchas diferencias, a menos que hayan transcurrido varios años.
Ahora bien, ahí solo encontrarás un listado de temas, pero no el desarrollo de esos temas, que es lo que realmente necesitas para estudiar.
Por ejemplo, si el tema 12 de tu oposición es «La Unión Europea: Antecedentes. Objetivos y naturaleza jurídica. Los Tratados originarios y modificativos. El Tratado de la Unión Europea y el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. El proceso de ampliación. Las cooperaciones reforzadas», ¿de dónde puedes sacar cada uno de los puntos de los temas desglosados para estudiártelos?, ¿cuál es el nivel de profundidad en el que debes entrar en cada uno de ellos? Y seguro que aún te haces muchas preguntas más.
Para conseguir el temario de tus oposiciones, tienes varias opciones:
Comprar temarios de editoriales o academias. Suelen ser muy completos y útiles. Asegúrate de que te incluyen las actualizaciones, es esencial que siempre tengas el temario actualizado.Crear tu propio temario de oposiciones. Esta opción requiere más tiempo, pero muchos opositores y opositoras la prefieren porque les ayuda a conocer mejor el temario y se desmarcan del resto de opositores. Si tienes preparador, seguramente te dé un temario base que tú personalices y él pueda corregirlo.Buscar temarios gratuitos en internet. Tienes que tener mucho cuidado con esta opción porque esos temarios de oposiciones pueden no estar actualizados, tener errores o no ser demasiado precisos.Yo te recomendaría que inviertas en un buen temario de base redactado por una editorial o academia experta en tu oposición. Ya dependiendo del tiempo que te falte para el examen o del tipo de oposición, el siguiente paso sería adaptar un poco ese temario a tu gusto, para que te sea más sencillo de estudiar.
Tener un buen temario es importante, pero no es LO MÁS IMPORTANTE. Mucha gente pierde horas y horas en tener el mejor temario, y muy poco tiempo en estudiarlo. Recuerda que eres opositor y lo que quieres es una plaza, no un premio editorial al mejor temario. De esto te hablaré en los capítulos sobre estrategia de estudio y técnicas, más adelante.
Elijas la opción que elijas, en todos los casos, te recomiendo lo siguiente: busca tu grupo mastermind.
Te cuento: un mastermind es un grupo de personas con objetivos similares, que se reúnen periódicamente, de forma virtual o presencial. En nuestro caso concreto, se trata de que formes o te unas a un grupo de opositores en el cual cada uno de los miembros os prestéis apoyo mutuo, compartáis vuestra experiencia y os animéis los unos a los otros.
En mi caso, esta fue una de las claves de mi éxito. Yo ya había formado parte de grupos mastermind cuando fui trabajadora autónoma, donde aprendí todas las ventajas de tener un círculo de confianza con el que compartir tus miedos, tus avances, tus frustraciones o tus éxitos.
Para opositar, formé parte de varios grupos de apoyo:
Mi grupo de «Mujeres Guerreras», todas estudiantes de distintas oposiciones, distintas edades, situaciones (hijos, trabajo, etc.).Fue mi principal grupo de apoyo. Teníamos un canal de Discord con fines diversos:
• Conectarnos diariamente en una sala sin audio (con o sin cámara) mientras estudiábamos, para hacernos compañía.
• Compartir mensajes de ánimo, motivación, días de bajón, logros conseguidos en el estudio, problemas en el camino, etc. Entre todas nos ayudábamos, o al menos te sentías comprendida.
• Teníamos reuniones online periódicamente (una vez al mes o cada 15 días) para conectar más entre nosotras, apoyarnos y para abordar juntas los desafíos y problemas del día a día de la oposición.
• Tuvimos algunos encuentros en persona, más de ocio, para descansar y poder desahogarnos entre nosotras.
Ahora somos un grupo de amigas. Una gran parte de mis plazas de funcionaria se la debo a ellas. Y eso que yo me considero una persona independiente, que lucha sola todas las cruzadas y «no necesito a nadie». Pues no es verdad; al menos, no en el duro proceso de opositar.
Un grupo de Telegramde mi oposición: lo creamos para ayudarnos entre nosotros con problemas y ejercicios que no sabíamos resolver. Nos recomendábamos materiales, nos informábamos de las novedades y nos animábamos mutuamente con aquellos bloques del temario que nos daban más que hacer. Seguro que hay un grupo de estos para tu oposición (busca en Telegram), pero ojo: que sea para sumar, que encuentres apoyo y compañía. Muchos de estos grupos suelen ser muy tóxicos y hay gente que los utiliza para quejarse y transmitir negatividad. Si tu grupo es así: sal. Huye. Si no te suma, no es para ti.Un grupo de WhatsAppde la academia, también todos preparando la misma oposición. En mi caso, este grupo tenía menos movimiento, pero también servía para mantenerme informada de novedades sobre convocatoria, temario, fechas y temas relacionados con la academia y mi oposición. Si vas a una academia, puedes crear con tus compañeros de clase un grupo y tratar de apoyaros mutuamente.Sonia, mi accountability partner: persona a la que le «rindes cuentas» (pero en el buen sentido) de tu evolución en el estudio y con la que te comprometes a avanzar para alcanzar tus objetivos. Ella opositaba a lo mismo que yo y le propuse esta idea y le pareció bien. Nos reuníamos virtualmente con frecuencia y, además, nos escribíamos diariamente por WhatsApp para contarnos cómo había sido el día. Fue un gran apoyo para mí y ahora es una excelente amiga. Nos conocimos presencialmente el día del examen.El camino del opositor es un difícil reto, marcado por constantes altibajos emocionales que pueden desestabilizar incluso al más fuerte. En medio de las subidas y bajadas de ánimo, es crucial contar con un sólido sistema de apoyo para mantenerse firme.
Por ello, te recomiendo encarecidamente que busques o crees tu grupo mastermind que, al menos, tenga la condición de que sea de opositores, con los que te reúnas regularmente y sientas que te comprenden y apoyan de alguna manera.
Recuerda: no puedes enfrentar este desafío solo. Incluso si crees que puedes, contar con el apoyo de otros te permitirá enfrentar los obstáculos con mayor fortaleza y resiliencia. No esperes más, busca tu grupo de apoyo hoy mismo. Ya.
¿Qué tienen en común las personas que consiguen su plaza?
Desde que empecé a opositar, me he estado haciendo esta pregunta. También después de conseguir mis tres plazas de funcionaria de carrera. Durante todo este tiempo, he seguido de cerca a muchos opositores y con distintas circunstancias: jóvenes, no tan jóvenes, con o sin trabajo, con o sin hijos, preparando muy variopintas oposiciones, con más o menos habilidades para el estudio, etc.
Por otra parte, he ido viendo su evolución y también he podido comprobar quiénes de ellos consiguieron la plaza y quiénes no.
Y te puedo decir una cosa: los métodos de los que aprobaron tenían puntos en común, que te iré contando a lo largo de este libro. Pero uno de los principales, si no el principal, es este: todos los opositores que conozco que consiguieron su plaza se comprometieron al 100 % con su objetivo.
Imagínate que le dices a tu pareja: «Cariño, estoy comprometido con nuestra relación al 70 %». O que vas a un trabajo nuevo y hablas con la dirección para comentarles que solo puedes comprometerte al 50 %. Quizás eso no sea suficiente, ¿no crees?
He visto muchas personas paseando apuntes. No seas una de ellas. No dejes que tu tiempo de oposición se prolongue demasiado. No pierdas diez años haciendo algo que podrías lograr en dos años, o incluso menos. La vida tiene muchas etapas, pero la fase de oposición no debería ser tan larga. Es solo el inicio de un periodo más grande e importante: tu carrera como funcionario o funcionaria. Esta es mi opinión: no eternices tu oposición.
Reconozco que soy de esa gente que se propone metas y que las consigue de forma rápida. Desde muy joven, además, leí todos los libros de la biblioteca de mi escuela, conseguí mi carné de conducir a mis dieciocho años y catorce días; quise ser matemática y conseguí mi licenciatura; más tarde, me propuse divulgar la filosofía de vida minimalista y escribí en un blog, di conferencias, organicé un congreso... También he logrado implementar hábitos y rutinas de alimentación, de ejercicio, de meditación, etc.
No soy nadie especial: soy una persona normal y corriente, que tiene sueños y va a por ellos, sin demasiadas habilidades, pero con una gran capacidad para encontrar métodos y sistemas para alcanzar de forma rápida una meta. Es mi superpoder. Cada cual tiene los suyos, yo tengo este y estoy encantada de compartir contigo y con quien quiera mi sistema para conseguir cualquier objetivo.
De eso va este libro: contarte mi método para conseguir tu plaza de forma rápida. No hay un solo truco para esto; se trata de todo un sistema y de ir paso a paso, como estás pudiendo comprobar y también leerás a lo largo de los siguientes capítulos.
Pero sí quiero decirte que hay un truco principal para conseguir cualquier objetivo, en concreto para tu oposición. Y es el siguiente:
Obsesiónate con tu oposición.
Obsesiónate con lo que quieres conseguir y no con las excusas para no hacerlo.
Ponle pasión y compromiso a todo aquello que hagas para conseguir aprobar tu examen e intenta llevarlo a cabo a pesar de las dificultades que se vayan planteando.
Usa estas frases como mantras, cada día de tu oposición:
Estoy obsesionado con mi oposición.Estoy ilusionado con mi oposición.A esto le voy a dedicar el 100 % de mi atención.Ahora mi prioridad es la oposición, por encima de todo.Mi sueño es innegociable.Lo fácil es no hacerlo. Aun así, yo lo voy a hacer.Utiliza la energía de la obsesión para hacerla funcionar positivamente, de manera que te ayude a conseguir tu único objetivo ahora: aprobar la oposición. La obsesión puede ser, en este caso, un don y no un mal.
En última instancia, si al final no pudieras ver realizado tu sueño, por lo menos, tendrás la tranquilidad de haber dado el 100 % de tu energía para ello.
• PARA NOTA •
Tienes claro tu «para qué» quieres opositar y lo has escrito y puesto en un lugar visible.Has hecho una importante reflexión sobre qué oposición elegir, mediante una «Matriz de toma de decisiones» o cualquier otro método. Tienes una lista de pros y contras para tus opciones de academia, preparador o por libre y ya sabes cómo lo vas a hacer.Si has optado por una academia, te has informado bien sobre índice de aprobados, temarios y recursos que te ofrecen, perfil de los profesores y precios. Has conseguido ya el temario de tu oposición sobre el que empezar a estudiar. Has buscado un grupo de apoyo de opositores o grupo mastermind.Te comprometes al 100 % con la oposición, convirtiéndola, a partir de ahora, en tu prioridad.A mí, con el tiempo, me pasa una cosa. En mi cabeza, brotan muchas veces al día pensamientos como «no me da tiempo» o «yo no tengo tiempo de...», o similares. Incluso, a veces, los verbalizo.
En la realidad cotidiana, los hechos objetivos dicen otra cosa: trabajo, atiendo a mis hijos, hago ejercicio, cocino, limpio, hago la compra, leo, paseo, conduzco, estoy con mi familia y amigos, veo películas, vivo experiencias, etc.
Antes de opositar, yo me resistía a la opción de ser opositora con la excusa de «yo no tengo tiempo de estudiar». Incluso ya opositando, mi cabeza, muchas veces, me decía: «no llego a tiempo, no me da tiempo». ¿Qué pasó en verdad? Sí pude hacerlo, sí me dio tiempo. Y no soy excepcional, no soy la única.
Sospecho que algo parecido le pasa a mucha gente cuando se enfrenta a encajar algo tan grande como preparar una oposición en su ajetreada vida. Además, como este mundo occidental parece diseñado para ir como pollo sin cabeza, no es de extrañar que muchas personas nos dejemos ofuscar por este pensamiento de «no tengo tiempo» y no sepamos muy bien cómo demonios hacer el puzle.
El tiempo no se tiene. El tiempo se organiza, se gestiona y se clasifica sobre la base de unas prioridades. Por eso, antes de lanzarse a coger el barco de la oposición, conviene saber qué criterios son importantes a la hora de administrar el tiempo y cómo podemos organizarnos de forma simple y efectiva. En los siguientes capítulos, vamos a verlo.
Así que deja de excusarte. Aburres. Y busca la manera de organizarte. Vamos a ello.
Seguro que conoces a una persona que está en varios proyectos, va a actividades con sus hijos, tiene una excelente vida sentimental, hace deporte y, además, disfruta plenamente de su tiempo de ocio. ¿Y qué diferencia a esa persona de una que va corriendo por la vida, sin tiempo para nada? Pues la diferencia está en cómo prioriza su tiempo.
Te cuento esta fórmula gráfica que a mí me ha funcionado desde siempre para organizar mis prioridades.
Paso 1. ¿A qué dedicas tu tiempo? Clasifica todo aquello que haces en varias categorías. Por ejemplo:
Trabajo: tanto las horas de trabajo como los desplazamientos.Descanso: nocturno, siesta, etc.Autocuidado: higiene, deporte, citas médicas, meditación, etc.Responsabilidades familiares: hijos, pareja, padres, etc.Quehaceres del hogar: cocina, supermercado, limpieza, orden, colada, etc.Gestiones: finanzas, facturas, matrículas, citas, etc.Relaciones personales: familia, amigos, conocidos, etc.Ocio: salidas, series y películas, redes sociales, leer, aficiones, etc.Otros compromisos de cualquier tipo: asociaciones, comunidad de vecinos, voluntariado, favores, cursos, etc.Ahora hay que incluir aquí el opositar. Opositar tiene que ser tu prioridad. No la única, pero sí una de las primordiales.
Paso 2. Reagrupa las anteriores categorías en solo 5, de manera que en el top 3 esté opositar.
Por ejemplo:
Responsabilidad familiar: atender a las necesidades básicas de mi familia.Trabajo.OPOSITAR.Salud: dormir, cuidar mi energía, higiene, alimentación, etc.Todo lo demás: pareja, relaciones personales, quehaceres del hogar, gestiones, ocio, compromisos, etc.Otro ejemplo:
Trabajo.OPOSITAR.Salud: dormir, cuidar mi energía, higiene, alimentación, etc.Pareja y relaciones personales.Todo lo demás: quehaceres del hogar, gestiones, ocio, compromisos, etc.Otro ejemplo:
OPOSITAR.Salud: dormir, cuidar mi energía, higiene, alimentación, etc.Pareja y relaciones personales.Todo lo demás: quehaceres del hogar, gestiones, ocio, compromisos, etc.Si te has dado cuenta, el apartado salud debe de estar también en el top 3. Si no, no vas a rendir en el estudio, y el tiempo que dediques no te servirá para nada.
Paso 3. Reparte las horas del día (o de la semana). Mi recomendación es la siguiente para todo el mundo:
Entre 1 y 2 horas de autocuidado al día (ducha, comida, deporte, meditación, etc.).Entre 6 y 8 horas de dormir o descansar.Entre 2 y 10 horas de opositar al día (un mínimo de 15-20 horas a la semana).Si trabajas o tienes responsabilidades familiares, tendrás que repartir el tiempo entre estos bloques.
Como yo soy muy visual, me gusta dibujar una barra de prioridades, donde cada porción de la barra es el porcentaje de tiempo que le he asignado a cada bloque.
También puedes hacer la barra de prioridades a escala semanal, no diaria, si tus días no son tan iguales, o si el fin de semana tienes más tiempo para estudiar.
Fíjate que, cuando estás opositando, el bloque «todo lo demás» no ocupa más del 10 % de tu tiempo. De momento no te estreses con esto; más adelante, te explico cómo encajarlo en ese 10 %.
Paso 4. Organiza tus días sobre la base de estos tiempos. Este es el paso más difícil, pero el que realmente te ayudará a dedicar tu tiempo a tus prioridades. Más tarde hablaremos sobre cómo planificar las horas del día y de la semana, y tendremos muy en cuenta la barra de prioridades. Mientras tanto, revisa tus días actuales y reflexiona: ¿estás dedicando las horas que te gustaría a cada bloque, según el reparto que acabas de hacer?
Paso 5.