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Se considera el raja-yoga como el más elevado y profundo de todos los métodos yóguicos. De la mano de Ramiro Calle, un maestro con muchos años de experiencia en la práctica, la enseñanza y la divulgación del yoga, nos adentramos en las enseñanzas esenciales que constituyen este «yoga real» o rey de los yogas. El objetivo principal del raja-yoga consiste en dominar la mente para reorientarla hacia la Realidad Última. Para ello es necesario una buena comprensión de los estados y cualidades de la mente, de los vericuetos del trabajo interior y el autoconocimiento, acerca de las prácticas éticas y corporales que lo complementan, o las técnicas de respiración, concentración y –finalmente– meditación que nos aproximan al fruto de la práctica espiritual: la liberación.
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Seitenzahl: 167
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Ramiro Calle
Raja-yoga
La mente serena
© 2023 Ramiro Calle
© de la edición en castellano:
2023 Editorial Kairós, S.A.
www.editorialkairos.com
Diseño cubierta: Katrien Van Steen
Imagen cubierta: Gosain Sagargir, Mankot, c. 1700
Composición: Pablo Barrio
Primera edición en papel: Septiembre 2023
Primera edición en digital: Septiembre 2023
ISBN papel: 978-84-1121-173-4
ISBN epub: 978-84-1121-214-4
ISBN kindle: 978-84-1121-215-1
Todos los derechos reservados.
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«La meditación es el camino más directo hacia el Ser».
BABA SIBANANDA de Benarés
Estoy muy agradecido a todas las personas que forman el magnífico equipo editorial de Kairós.
Mi gratitud para los alumnos que a lo largo de más de cincuenta años han pasado por Shadak.
Siempre agradecido a mis buenos amigos Nuria Santander, Antonio García Martínez, Jesús Fonseca, José Ignacio Vidal Morán y Jordi Fortia que siempre, con gran empeño, cooperan en la difusión de mi obra.
Y estoy en continua deuda de gratitud con Luisa por su aliento, su cariño, su apoyo y su presencia.
Desde mi niñez, mi insatisfacción era tan profunda que me condujo a indagar sin tregua en todas las disciplinas que me pudieran ayudar a encontrar enseñanzas y métodos para aproximarme a la «sabiduría» y encontrar la paz interior, como referí con detalle en mi obra Autobiografía espiritual.
A los quince años tuve la fortuna de que un buen amigo, Rafael Masciarelli, nos hablara sobre el yoga a mí y a mi hermano Miguel Ángel: nos explicó que era una disciplina para conocer y dominar la mente. Entonces, me di cuenta de que podía resultar muy bueno para mí, dadas mis inquietudes, mi desorden mental y mi necesidad de hallar procedimientos para conocerme y sosegarme. No mucho después, mi madre, María del Mar (que tanto me había enseñado como mi primera maestra, ya había despertado mi interés por la literatura y por Oriente), me recomendó tomar las clases de hatha-yoga que ella recibía de un instructor hindú, radicado en las afueras de Madrid. Comencé con las clases y enseguida empecé a buscar libros de yoga y de disciplinas afines en distintos países de Latinoamérica y en Francia.
Mi necesidad de empezar a dominar y sosegar la mente hizo que enseguida comenzara a practicar la meditación, además de formarme en yoga durante años, hasta que comencé a dar clases a domicilio y fundé una academia, llamada Asana, para enseñarlo por correspondencia.
Asimismo, empecé a escribir y a publicar, lo que no he dejado de hacer desde que mis primeros libros vieron la luz, como: ABC de la filosofía oriental, Yoga, refugio y esperanza e Introducción al yoga, entre otros.
Al mismo tiempo, fui explorando otras técnicas de autorrealización de Oriente (zen, budismo, tantra, etc.) y comencé a conectar con muy diversas personas especializadas en esas y otras disciplinas de autodesarrollo. Mi viaje interior cada vez se afianzaba más.
En 1971, inauguré el centro de yoga y orientalismo Shadak en compañía de Almudena Hauríe y, un año después, comenzaron los viajes a la India y la implacable búsqueda de yoguis, sadhus anacoretas, swamis, sannyasins y maestros a los que entrevistar. Almudena y yo conocimos a innumerables maestros de yoga, desde Yogenga a Muktananda, desde Ananda Ma Yi a Dadaji (el que fuera el médico personal de Gandhi y luego se hizo gurú). En varias ocasiones recorrimos Sri Lanka para consultar a los más destacados mentores budistas, como Nyanaponika, Narada, Madihe, y tantos otros. En Nepal, también entrevistamos a innumerables lamas. Parte de todas estas entrevistas están incluidas en mis obras Conversaciones con yoguis y Conversaciones con lamas y sabios budistas (editorial Kairós).
Finalmente, fundamos el Círculo de Estudios Budistas Narada y comencé a dar clases, durante muchos años en la Universidad Autónoma de Madrid y, junto con Almudena, en las Aulas de la Tercera Edad, todo ello sin dejar de llevar a cabo toda suerte de actividades orientalistas en Shadak, donde recibíamos a swamis, yoguis, lamas, eruditos y especialistas muy diversos.
Durante años invertí mi tiempo en impartir clases de raja-yoga y hatha-yoga, en escribir, en mi sadhana personal y en viajar. Hoy en día, Shadak ha cumplido cincuenta y dos años de existencia y han pasado por él seiscientos mil practicantes.
Desde hace ya un buen número de años comencé a publicar parte de mis obras más valiosas en la editorial Kairós. Dada la buena acogida que han tenido mis libros El milagro del yoga y Hatha-yoga esencial, le propuse a Agustín Pániker escribir, para su publicación también en Kairós, el presente libro Raja-yoga, que configura con los dos anteriores una trilogía sobre el yoga auténtico.
En mi adolescencia, recibí el yoga como un valiosísimo presente y a lo largo de toda mi vida he tratado de compartirlo con los demás. Esa honda e invariable motivación me ha llevado una vez más a compartir la enseñanza con los lectores. Como dice un antiguo adagio: «Sin el Dharma no hay nada», y a mí me gusta añadir: «Sin sadhana no hay nada».