Sharon Kendrick empezó a contar historias a los once años y nunca ha dejado de hacerlo. Le gusta escribir novelas románticas con héroes tan sexys que te harán sentir bien. Vive en la hermosa ciudad de Winchester, donde puede ver la catedral desde su ventana (¡si se pone de puntillas!). Tiene dos hijos, Celia y Patrick, y sus pasiones son la música, los libros, cocinar y comer, y soñar despierta mientras elabora nuevas tramas.