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¿Te gustaría enamorar cada día un poquito más a tu pareja?
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Si tus respuestas son afirmativas, definitivamente este libro ha sido escrito para ti
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SOBRE LA COLECCIÓN
CONSEJOS
La colección
Consejos es una herramienta indispensable para realizar cambios importantes en tu vida y es 100 % práctica. En el día a día, muchas veces actuamos de forma inconsciente o impulsiva. No nos paramos a pensar en las consecuencias que nos puede ocasionar nuestro comportamiento Esta colección, tiene como objetivo evitar que cometas errores y que tengas que arrepentirte de tus actos. Te brinda los mejores consejos para que seas mas feliz, para enamorar a tu pareja, para que tu dinero se estire y no lo desperdicies para que realices viajes muchos mas baratos y seguros.
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Seitenzahl: 90
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“El amor verdadero es aquel que se da constantemente sin exigir nada a cambio”
Norkin Gilbert
El gran error que cometemos, una y otra vez en nuestras relaciones de pareja, es que esperamos que esa otra persona nos dé algo que nosotros no tenemos, algo que evidentemente nos falta y nos complementaría. Grosa equivocación. Tú, ni ningún otro hombre o mujer, eres la media naranja de nadie. Somos seres completos, no nos falta nada para poder ser felices, todo lo que necesitamos para serlo está dentro de nosotros mismos, en nuestro corazón, en nuestra alma. Sé que para algunos puede parecer cursi lo que estoy diciendo, pero es la auténtica verdad y la base fundamental para que entendamos como tener una vida de pareja plena y satisfactoria.
Tenemos que buscar, explorar y encontrar los elementos que necesitamos dentro de nosotros, nunca en otras personas. Antes de empezar una relación de amor, debes sentirte 100% capacitado para ser feliz por ti mismo y 100% capacitado para hacer feliz a la persona con la que quieres compartir tu vida. Si no lo haces, te puedo asegurar que esa relación durará poco. Y si dura mucho será dolorosa. Porque, aunque tú no te lo creas en estos momentos, no somos felices por lo que es esa 11 otra persona (guapa, simpática, cariñosa, etc.), sino por cómo nos comportamos nosotros cuando estamos con ella. ¡En realidad nos enamoramos de nosotros! Nos encanta sentir las cosas que sentimos y nos encanta ser el ser humano en el cual nos trasformamos cuando estamos en su compañía.
El verdadero arte de amar es el desarrollo de las capacidades innatas que hay en nosotros para hacer feliz a la persona que queremos. Eso es amar, desvivirnos por dar amor, por enamorar cada día, cada instante, a nuestro/a compañero/a de viaje ideal, que sería aquella persona con la que sentimos una sintonía especial, una afinidad limpia y sana que nos une, y un respeto y una admiración mutua. Amar es dar amor. Por lo tanto, nuestro cometido sería ser lo suficientemente sabios, tenaces y altruistas como para dedicarnos a la felicidad de otros en pos de la nuestra. Y lo más curioso de todo es que cuando hacemos felices a otros, nosotros nos inundamos de felicidad. La vida tiene ese gracioso efecto bumerán.
Este pequeño libro, humilde y brevemente, te enseñará a sacar el máximo partido de ti, para que cuando te enfrentes al amor estés preparado para ser tu mejor versión. También te dará unas cuantas recomendaciones para que consigas tu objetivo; enamorar a tu pareja cuando la tengas, y para que vuestro destino se convierta en el más maravilloso de los destinos, y podáis decir algún día que vuestra vida mereció la pena, aunque solo haya sido por haber conocido y disfrutado el verdadero sentido del amor.
Y antes de dar paso a las primeras páginas del libro, me gustaría anticiparte el mayor de los consejos que podría ofrecerte: ¡nunca dejes de sorprender a tu pareja! La mayoría de las relaciones se mueren de aburrimiento y rutina. ¿Os habéis dado cuenta de que al principio, los primeros días, las primeras semanas o meses, vuestra relación parecía una fiesta continua, una agitación de hormonas y alegría desproporcionada? ¿Dónde quedó todo eso? ¿Dónde fue a parar? La respuesta es que no tengo ni idea. Lo que sí sé es por qué se fue. Porque dejó de ser algo nuevo, algo que os sorprendiese; por eso se marchó, porque ya conocía el terreno y las respuestas, ya sabía lo que se iba a encontrar. Eso es lo que pasa en nuestras relaciones pasado un tiempo, que como ya sabemos qué va a suceder y con quién, no sentimos ese punzón en el estómago que nos devoraba los primeros días.
¿Cuál podría ser la solución? Bueno, me gustaría comentarte que difícilmente una relación pueda mantener por siempre la pasión de los primeros encuentros, pero lo sí que se puede y se debe hacer es buscar nuevos recursos que nos sorprendan, que varíen la dirección lineal, que den giros a nuestra relación y que la complementen con momentos de verdadero éxtasis. ¡Sorprende a tu pareja! No dejes que caiga en la rutina y en el aburrimiento, porque eso será vuestro fin; haz que todo el día sea una fiesta y encuentra los elementos necesarios para conseguir que él o ella se divierta cada día, cada día, cada día… ¡Claro que vendrán días malos! Lo que no puedes hacer es dejar que vuestra relación se convierta en un suma y sigue de días malos. Está en tu mano. En la tuya. Es tu responsabilidad y tu felicidad está en juego. ¡Haz tu vida mucho más divertida!
No hay una cosa más ridícula que el dichoso “día de los enamorados”. ¿Por qué un día en concreto tenemos que celebrar que nos queremos? ¿Por qué ese día “tenemos la obligación” de regalarnos algo? Suena tan absurdo que da risa. Parece una idea de los grandes almacenes para conseguir más ventas en las semanas previas… Y lo es.
La idea en el fondo es bonita: ¡celebra el amor! Lo que no me gusta es que lo encorseten en una fecha determinada. Porque el amor debe darse y celebrarse todos los días del año. Ni uno menos. Y eso tenemos que fomentar. Y en cuanto a los regalos, debemos dar todos los que podamos y todos los que nuestro corazón diga que debemos dar. El amor es libertad y si nos pasamos semanas y meses batallando, qué sentido tiene que después nos abracemos y nos desvivamos el uno por el otro en un día del calendario. ¡Ninguno, ya te lo digo yo!
Si esto es una fiesta, que sea una fiesta todos los días. Si tú quieres que tu relación sea especial, no hagas lo que hacen el resto de las parejas. ¡Olvídate de ellas! Haz que cada momento sea especial y diferente. ¡Haz que la magia del día de los enamorados, que algunos solo disfrutan una vez al año, se reproduzca cada uno de los instantes que estéis juntos! Cualquier día es bueno para ir a buscar a tu pareja al trabajo y llevarla a cenar, para regalarle un detalle que le saque una sonrisa o para abrazarla al despertar y besarla como nunca antes lo habías hecho. ¡Cualquier día! Hoy, sin ir más lejos. Si queremos que nuestra pareja se enamore cada jornada un poquito más de nosotros, y que nosotros nos enamoremos un poquito más de nuestra pareja, debemos hacer que nuestra relación no se base en el vacío, sino en la diversión.
Mi abuelo estuvo casado con mi abuela más de sesenta años. Una vez le pregunté cuál era su secreto. Sonrió y me dijo que no había ningún secreto para eso, que ellos se había limitado a reproducir, día tras día, las sensaciones que habían tenido la noche que se conocieron en una verbena de pueblo con cohetes artificiales de fondo. Quizá ése sea el secreto, vivir la vida como si cada día fuese el más maravilloso del mundo.
Prepárate para sorprender a tu chico o chica; prepara algo especial para mañana, algo fuera de lo común, una de esas cosas que haríais dentro del marco “del día de los enamorados”. Utiliza tu imaginación y no dejes de utilizarla nunca en los próximos años; si le sacas provecho, te llevará a tener una relación de pareja sencillamente extraordinaria, algo que recordarás para siempre.
Una planta si no la riegas se muere; tardará unos días o incluso unos meses según sus características, pero acabará muriendo, porque necesita el agua para subsistir. Al amor le pasa lo mismo, necesita que lo reguemos para que no muera; no con agua, sino con más amor. Si no lo hacemos puede que dure unas semanas, en el mejor de los casos, algún año. No mucho más. Hay veces, cuando comienza una relación, que todo nos parece irrompible, nos da la sensación de que con esos sentimientos que palpitan dentro de nosotros podremos con cualquier adversidad que nos venga, ¿verdad? Sí, seguro que alguna vez has sentido algo parecido. Pero, ¿qué es lo que pasa? Que tarde o temprano esos sentimientos tan fuertes e imperecederos se marchitan. Y cuando esto ocurre, ningún nutriente consigue revitalizar el mal hecho. Nunca nada volverá a ser lo mismo, por mucho que devolvamos la vida a la agonía.
Ni tú ni yo queremos que eso ocurra, así que manos a la obra. Proponte dar lo mejor de ti a la relación, regar cada día esos sentimientos para que crezcan y que nunca desaparezcan de vuestro lado. Tu felicidad lo agradecerá, ¡ya lo verás!
Gran parte de las relaciones se rompen porque cada uno tiene objetivos independientes que chocan entre sí. O porque no se tiene ninguno y el hastío acaba por aparecer. Déjame que te diga que lo más importante es que, cuanto antes (sin pausa, pero sin prisas) empecéis a hablar de vuestros objetivos de vida. Es bueno hablar, dialogar sobre el tema, ver qué piensa la otra persona, cuáles son sus deseos y hacia dónde le gustaría dirigirse. Ten en cuenta que si obvias este tipo de conversación, tarde o temprano pueden aparecer los primeros problemas, ya que si cada uno tiene metas que le llevan a sitios diferentes, es difícil que vuestra vida en común pueda llegar muy lejos, por muy bien que os llevéis. Pero, ¿cuál es la buena noticia, entonces? La buena noticia es que si habláis, os conocéis bien, y entendéis y respetáis las necesidades del otro, el amor rompe y derriba todas y cada una de las barreras. El amor de ambos puede con todo. ¿Y en qué se basa ese amor? Más allá de la atracción física y el cariño, ese amor se basa en los puntos de conexión entre los dos. Por esa razón: