Miguel de Cervantes Saavedra
Tao Te King
(Clásicos de la literatura)
e-artnow, 2015
ISBN 978-80-268-3576-9
Índice
Capítulo 1: El Tao Con Nombre y Sin Nombre
Capítulo 2: La Dialéctica Natural de Todas las Cosas
Capítulo 3: El Perjuicio de la Ambición; El Beneficio de la Moderación
Capítulo 4: La Singularidad del Tao
Capítulo 5: La Imparcialidad Universal
Capítulo 6: La Mujer Misteriosa: La Madre del Universo
Capítulo 7: NO a la Egolatría; SI a la Abnegación
Capítulo 8: Acercamiento al Tao
Capítulo 9: Los Excesos generan Perjuicios
Capítulo 10: La Gran Virtud
Capítulo 11: La Esencia es más útil que la Apariencia
Capítulo 12: Las Superficiales Distracciones
Capítulo 13: La Ansiedad y sus Desconcicertos
Capítulo 14: La Universalidad Trascendente del Tao
Capítulo 15: Cualidades de los Sabios
Capítulo 16: La Introspección es la Premisa del Tao
Capítulo 17: Relaciones entre La Gente y Los Líderes
Capítulo 18: Consecuencias de la Pérdida del Tao
Capítulo 19: SI a la Sencillez Natural; NO a los Valores Superficiales
Capítulo 20: La Gente solo se Distrae; Solo El Sabio Piensa
Capítulo 21: El Método del Tao para alcanzar el Conocimiento
Capítulo 22: El Sabio fomenta el Bien Común y la Justicia Social
Capítulo 23: Lo único Permanente es el Cambio
Capítulo 24: La Contraproducencia de la Superfluidad
Capítulo 25: La Naturaleza Universal del Tao
Capítulo 26: Calma y Concentración: Premisas para alcanzar la Sabiduría
Capítulo 27: Características de la Iluminación del Sabio
Capítulo 28: Equilibrio entre los Opuestos; Retorno al Orden Natural
Capítulo 29: La Dialéctica del Mundo y su Naturaleza Acrática
Capítulo 30: Armas de Doble Filo
Capítulo 31: Guerra Nefasta
Capítulo 32: La Eternidad del Tao
Capítulo 33: Discernimientos Extrínsecos e Intrínsecos
Capítulo 34: Ecuanimidad y Abnegación Natural del Tao
Capítulo 35: El Tao no es Agradable, pero es Útil
Capítulo 36: El Misterio Oculto
Capítulo 37: El Deseo Codicioso Impide la Evolución del Mundo
Capítulo 38: Utilidad de la Virtud del Tao; Inutilidad de la Corte y la Religión
Capítulo 39: Unidad como base de la Prosperidad; Humildad como base de la Grandeza
Capítulo 40: La Mutabilidad del Tao
Capítulo 41: El Conocimiento del Tao requiere de una Actitud Mental Seria y Comprometida
Capítulo 42: Mutación Perpetua
Capítulo 43: Meditación y No-Restricción: Aprendizaje y Desarrollo Sin Límites
Capítulo 44: Armonía con la Naturaleza
Capítulo 45: Al Orden Natural se lo suele Rechazar, por considerársele Inusual
Capítulo 46: La Ambición es la generadora de la Calamidad
Capítulo 47: El Conocimiento no se obtiene de la Apariencia Exterior, sino de la Esencia Interior
Capítulo 48: Conocimiento, Humildad y Emancipación
Capítulo 49: Abnegación y Educación: Premisas del Sabio
Capítulo 50: Secretos de la Vida
Capítulo 51: Mutaciones del Tao y el Te: Continuidad Natural de la Vida
Capítulo 52: El Conocimiento del Origen Común permite Perpetuar la Vida
Capítulo 53: El Lujo y la Riqueza son contrarios al Tao
Capítulo 54: Conocer la Realidad para cultivar la Virtud
Capítulo 55: La Perfecta Armonía
Capítulo 56: La Misteriosa Totalidad
Capítulo 57: El Gobierno y su Legalidad son los causantes de la Ignominia
Capítulo 58: El Gobierno ejerce la Restricción; El Sabio ejerce la No-Restricción
Capítulo 59: Moderación, Virtud y Mutación Perpetua: Premisas del Tao para restablecer la Armonía Universal
Capítulo 60: Gobernar con el Tao
Capítulo 61: El Beneficio Mutuo requiere de Diplomacia
Capítulo 62: El Tao es la Magnanimidad Interior de Todos los Seres
Capítulo 63: El Te se halla en Todas las Cosas; Se lo puede usar para Superar las Dificultades
Capítulo 64: No Interferir contra el Orden Natural de las Cosas
Capítulo 65: El Adoctrinamiento Desarmoniza; La Misteriosa Virtud Armoniza
Capítulo 66: La Humildad del Sabio
Capítulo 67: La Sabiduría del Sabio
Capítulo 68: La Armonía requiere de Modestia
Capítulo 69: Combate Cauteloso y solo en caso de Necesidad
Capítulo 70: Sabio Rechazado; Sabiduría Ignorada
Capítulo 71: La Aceptación del Error es el Método para la Depuración
Capítulo 72: Corregir el Oprobio requiere de Conocer sus Causas
Capítulo 73: Ser Valiente pero Prudente: Normativa necesaria para alcanzar la Armonía con el Cosmos
Capítulo 74: Sentencia de Muerte
Capítulo 75: Privilegios para el Soberano; Desgracias para el Pueblo
Capítulo 76: La Flexibilidad de la Vida; La Rigidez de la Muerte
Capítulo 77: El Tao Universal promueve la Igualdad; La Ley del Hombre genera la Desigualdad
Capítulo 78: Adaptable como el Agua
Capítulo 79: Indulgencia del Sabio; Imparcialidad del Universo
Capítulo 80: Mejor un Pequeño Reino de Paz que un Gran Reino de Guerra
Capítulo 81: La Sabiduría del Tao
Lao Tse
Tao Te King
(Siglo VI a. de C.)
Capítulo 1: El Tao Con Nombre y Sin Nombre
Índice
El Tao que puede llamarse Tao
no es el verdadero Tao.
El nombre que se le puede dar
no es su verdadero nombre.
Sin nombre es el principio del Cielo y la Tierra;
y con nombre, es la madre de las diez mil cosas.
Desde el No-Ser comprendemos su esencia;
y desde el Ser, sólo vemos su apariencia.
Ambas cosas, Ser y No-Ser, tienen el mismo
origen, aunque distinto nombre.
Su identidad es el Misterio.
Y en este Misterio
se halla la puerta de toda maravilla.
Capítulo 2: La Dialéctica Natural de Todas las Cosas
Índice
Todo el mundo toma lo bello por bello,
y eso es porque conocen qué es lo feo.
Todo el mundo toma el bien por el bien,
y eso es porque conocen qué es el mal.
Porque, el Ser y el No-Ser se engendran mutuamente.
Lo fácil y lo difícil se complementan.
Lo largo y lo corto se forman el uno de otro.
Lo alto y lo bajo se aproximan.
El sonido y el tono armonizan entre sí.
El antes y el después se suceden recíprocamente.
Por ello, el Sabio maneja sus asuntos sin interferir,
y difunde sus enseñanzas sin adoctrinar.
No niega la existencia de las innumerables cosas.
Las construye sin atribuirse nada.
Hace su trabajo sin acumular nada por él.
Cumple su tarea sin vanagloriarse de ella, y,
precisamente por no vanagloriarse,
nadie se la puede quitar.
Capítulo 3: El Perjuicio de la Ambición; El Beneficio de la Moderación
Índice
No ensalzar los talentos
para que el pueblo no compita.
No estimar lo que es difícil de adquirir
para que el pueblo no se haga ladrón.
No mostrar lo codiciable
para que su corazón no se ofusque.
El sabio gobierna de modo que
vacía el corazón de deseos,
llena el vientre de alimentos,
debilita la ambición,
y fortalece hasta los huesos.
Así evita que el pueblo tenga codicia
y ambiciones,
para que los oportunistas
no busquen aventajarse de los otros.
Quien practica la no-acción,
todo lo gobierna.