Cuentos del Bardo - Matías Herane - E-Book

Cuentos del Bardo E-Book

Matías Herane

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Beschreibung

¡Descubre la mágica voz de Antonio Paso Rápido, el inolvidable bardo! Después de muchos años viajando por reinos gobernados por calaveras y bosques que caminan sobre sus propias raíces, este prodigioso narrador ha decidido compartir con nosotros sus mejores experiencias en una colección única, repleta de misterios arcanos y de fuego creativo. Una amalgama de relatos fantásticos, como ese del niño que vive más allá del mar y que ha logrado armar un gólem de roca y metal con sus propias manos en honor a sus padres. También tenemos la leyenda de un guerrero blanco con una corona de plumas de todos colores, la encarnación del miedo en pleno campo de batalla. O una canción del pasado, referida a la alianza entre hadas y humanos en los tiempos del rey Oberón. Que no los engañe el formato de libro. La música nos ofrecerá un maravilloso hechizo del pasado.

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Seitenzahl: 69

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© Cuentos del Bardo

Sello: Tricéfalo

Primera edición digital: Abril 2024

© Matías Herane

Director editorial: Aldo Berríos

Ilustración de portada: José Canales

Ilustraciones interiores: José Canales

Corrección de textos: Aldo Berríos

Diagramación digital: Marcela Bruna

Diseño de portada: Marcela Bruna

© Áurea Ediciones

Errázuriz 1178 of #75, Valparaíso, Chile

www.aureaediciones.cl

[email protected]

ISBN impreso: 978-956-6183-70-9

ISBN digital: 978-956-6183-93-8

Este libro no podrá ser reproducido, ni total

ni parcialmente, sin permiso escrito del editor.

Todos los derechos reservados.

- Introducción a la magia -

Creo que fue durante el verano del año pasado: Antonio me escribió para juntarnos. No había escuchado de él en mucho tiempo, cosa difícil cuando hablamos de un personaje tan popular en nuestro continente. Pero yo sé cómo es el gnomo bardo, y me imaginaba que trabajaba en algo grande.

El día de nuestra reunión, el alegre personaje entró por la puerta de la taberna donde quedamos de reunirnos; venía quince minutos atrasado, sin una preocupación en su rostro y desbordando energía. Se robó las miradas de aquellos admiradores que formaban el público y los logró calmar, prometiéndoles un espectáculo privado después de conversar conmigo. De más está decir que esta presentación fue fantástica, como todas las que lo caracterizan.

Pero antes de ese evento, Antonio se sentó frente a mí y me entregó una pequeña nota que me pidió leer en voz alta, sin ningún tipo de saludo previo. Con cara de intriga, abrí la nota y empecé a leer una lista de palabras: “genio, increíble, fantástico, idílico” y muchos sinónimos más. Estas eran las palabras que aparecían en la nota. Mi cara de intriga pasó a una de confusión y mi pregunta selló el trato:

“¿Qué es esto?”, le dije a mi amigo, con cara dudosa.

“Las palabras que te prohíbo ocupar en la introducción de mi primer libro”, respondió.

Acto seguido, el gnomo se paró sobre la mesa y empezó a cantar y animar a todo el público presente.

Debo admitir que es difícil describir a Antonio Paso Rápido sin utilizar estas palabras. Créanme, lo he intentado y fue una tarea ardua la que me dio mi amigo. Pero creo que esta historia que les acabo de contar resume quién es realmente este despampanante artista.

Las historias que están a punto de leer son las que mi buen amigo bardo logró recolectar en sus viajes. Muchas de estas se escucharon originalmente en diferentes tabernas de nuestro mundo conocido y forman parte de la memoria colectiva, mientras que una en específico es inédita, y les aseguro que vale la pena.

De más está decir que, al abrir este libro en cualquiera de sus páginas, se encontrarán con frases y versos que maravillarán su imaginación y harán explotar su instinto aventurero, invitándolos a tomar sus pertenencias y recorrer este mágico mundo que habitamos.

Antonio decidió dejar fuera sus aventuras más conocidas, por lo que no leerás cómo investigó la mítica Biblioteca de Simetría, o cómo consiguió su fiel espada Creadora de Viudas; historias que, al final del día, todos se saben al derecho y al revés.

Lo que sí encontrarán serán historias emocionantes, apasionadas y hasta atemorizantes. Y es que la pluma de Antonio es tal como es él…

Ágil, aguda y extremadamente talentosa.

Sé que prometí no ocupar esta palabra. Pero, damas y caballeros, realmente están delante de la obra de un genio. No puedo decir más que: ¡a disfrutarlo!

Esta introducción fue entregada por el mismo autor del libro.

No pudimos confirmar la originalidad de su autoría por el distinguido

El’tar, alto hechicero élfico.

- Preludio - La tragedia de Hal’tar -

¡Gracias! ¡Gracias, damas y caballeros! Lo que acaban de escuchar es en verdad una composición hermosa, debo admitirlo. Mis toques personales ayudan mucho, pero aun sin ellos, esta es una de esas melodías que se quedan pegadas no solo en los oídos, sino que en el alma. Definitivamente, una hermosa canción, creada por un gran bardo, si me permiten decirlo. ¿Cómo? No, querida, no fui yo, aunque no está lejos de ser tan buena como mis composiciones, pero no. El autor de esta hermosa tonada es conocido como “el Compositor”, pero en aquellos años que compartía conmigo las cervezas, su nombre era Hal’tar.

Mis queridos escuchas, reúnanse, pues hoy escucharán la historia del incomprendido Hal’tar, uno de los bardos más grandes que existió. Y si se preguntan por qué hablo en pasado, si aún nos acompaña en este mundo… pues, escucha hasta el final esta canción, porque la historia del Compositor es una de aquellas narraciones que todos deberían oír al menos una vez.

Hal’tar, como todo buen bardo, tenía múltiples orígenes. Muchos decían que había sido criado por una bruja, entregado como una ofrenda por sus padres para proteger sus tierras. Otros decían que era el nieto de El’tar, un gran hechicero élfico, cuyos hechizos forman parte del repertorio de todo aquel que se declare practicante de las artes arcanas. Se creía también que los padres de Hal’tar eran realeza élfica y que las intenciones artísticas de este sacaron de balance la frágil mente de su padre, quien lo desheredó y echó del reino. Pero, como ya deben saber, mis queridos contertulios, en los múltiples orígenes de un bardo, cada historia es un fragmento de una realidad que no queremos aceptar.

Si bien nosotros los bardos somos hombres de varios talentos, llamados por las artes arcanas, circenses, musicales, orales y todas entre medio, hay algunos de nuestras escuelas que sienten estos llamados de forma diferente. Dentro de estos, Hal’tar escuchó toda su vida la música como el arte que más lo llamaba. Y créanme que pagó por montones, mi querido público, ya que, en las manos del buen elfo, todo objeto podía ser un instrumento que generase melodías enternecedoras, inspiradoras, tristonas y hasta, por qué no, lujuriosas. Sin lugar a duda, el mejor bardo músico que nuestra generación vio.

La vida me cruzó con Hal’tar en la majestuosa ciudad de Oradale, en el continente oriental. Para aquellos que no hayan tenido la suerte de visitar esta enorme metrópolis, les puedo contar que está llena de historias, tanto actuales como antiguas. Punto de reunión de las grandes mentes del mundo, donde todo es permitido y nada es tabú. Donde los inventores pueden inventar, los creadores pueden crear y los artistas podemos… artear. Escenario de múltiples batallas, cuyas canciones llenan tabernas, y hogar de la única gobernante en el continente. No hay otra ciudad gobernada por una mujer más que Oradale, y quizás sea esa la razón de su florecimiento.

Mientras caminaba por las amables calles de la ciudad y mi mente se iluminaba de ideas con las maravillas que veía, logré escuchar a lo lejos una melodía que nunca había escuchado antes. A pesar de mi poco tiempo viajando en aquel entonces, yo, Antonio Paso Rápido, ya manejaba toda melodía importante que un bardo debía saber, por lo que grande fue mi sorpresa al escuchar una canción tan hermosa que no se encontrara en mi repertorio.

A esto hay que sumarle, mis queridos contertulios, el sonido que armaba esta melodía. Uno sin igual a cualquiera de los instrumentos que había escuchado. Era intrigante, para un artista como yo, saber de dónde venía esta hermosa melodía. Así que, al seguirla por los recovecos y callejones de la ciudad, llegué a una humilde plaza… humilde para los estándares de Oradale, claro… y en esta, un grupo de personas, quienes parecían hipnotizadas, estaban reunidas alrededor de un elfo bardo.

Como todos los miembros de esta especie, el hombre que sostenía un instrumento jamás visto por mis ojos era sublime. Alto, ojos celestes como el cielo, cabello besado por el fuego y rasgos tan finos como la mejor joyería que el dinero pueda conseguir. Lo reconocí rápidamente, no podía ser otro que el legendario bardo Hal’tar.