0,99 €
«El rey se divierte» está ambientada en París en la década de 1520. La obra cuenta la trágica historia de Triboulet, un bufón de la corte, el licencioso rey François el Primero de Francia y la bella hija de Triboulet, Blanche. Presentada por primera vez el 22 de noviembre de 1832, la obra fue prohibida por el gobierno francés después de una noche y, a pesar de las vanas batallas judiciales, permaneció así durante 50 años.
Finalmente tuvo una segunda presentación en la Comédie-Française el 22 de noviembre de 1882, la fecha del 50 aniversario de la obra, lo que llevó a 19 actuaciones ese año y 28 más en 1883.
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
Veröffentlichungsjahr: 2020
Víctor Hugo
EL REY SE DIVIERTE
Traducido por Carola Tognetti
ISBN 978-88-3295-962-8
Greenbooks editore
Edición digital
Noviembre 2020
www.greenbooks-editore.com
EL REY SE DIVIERTE
PERSONAJES
EL REY FRANCISCO I TRIBOULET
BLANCA
M. DE SAINT-VALLIER SALTABADIL MAGDALENA CLEMENTE MAROT
M. DE PIEUNE
M. DE GORDES
M. DE PARDAILLAU
M. DE BRION
M. DE MONTCHENU
M. DE MONTMORENCY
M. DE COSSÉ
M. DE LA TOUR-LANDRY MADAME DE COSSÉ MADAME BERARDA
UN GENTIL HOMBRE DE LA REINA UN PAJE DEL REY
UN MÉDICO
SEÑORES, PAJES, GENTE DEL PUEBLO.
Acto primero
M. De Saint-Vallier
Fiesta nocturna en el Louvre. Sala magnífica y muy alumbrada, que ocupan muchos caballeros y damas en traje de baile. Sirvientes traen y llevan platos de oro y vajilla de esmalte. Grupos de damas y caballeros. La fiesta toca a su fin. El alba blanquea ya las vidrieras. La arquitectura, los muebles y los trajes son del gusto del Renacimiento.
Escena primera
EL REY, vestido como lo retrató el Ticiano, y M. DE LA TOUR-LANDRY.
EL REY. -Me propongo seguir hasta el fin esta aventura,conde; indudablemente, es mujer de oscuro linaje, de la clase media, pero encantadora.
LA TOUR. -¿Y la encontráis en la iglesia?
REY. -En San Germán, donde voy todos los domingos. LA TOUR. -¡Pues la estáis encontrando ya dos meses! REY. -Sí.
LA TOUR. -¿Y dónde vive? REY. -En el callejón de Bussy.
LA TOUR. -¿Cerca del palacio de Cossé? REY. -Sí, cerca de sus altas paredes.
LA TOUR. -¿Y la perseguís, señor?
REY. -La persigo inútilmente, porque siempre va con ella una vieja adusta que la vigila. LA TOUR. -¿De veras?
REY. -Lo curioso es que por la noche entra en la casa un hombre misterioso, embozado en la capa.
LA TOUR. -Pues haced vos lo mismo. REY. -No es eso fácil.
LA TOUR. -Cuando vuestra majestad sigue a la dama, ¿notáis en algo que os corresponda?
REY. -Por ciertas miradas comprendo que no le inspiro odio. LA TOUR. -¿Sabe que la ama el rey?
REY. -No, porque yo la sigo disfrazado. LA TOUR. -Entonces...
Entran TRIBOULET y muchos señores.
REY. (A LA TOUR.) -Vienen, mucho silencio. En amor hay que saber callar para conseguir. (A TRIBOULET, que ha oído estas últimas palabras.) ¿No es verdad?
TRIBOULET. -El misterio es la única envoltura donde las intrigas amorosas están seguras.
Escena II
EL REY, TRIBOULET, M. DE GORDES y muchos caballeros. EL REY contempla un grupo de damas que pasan.
LA TOUR. -Es divina la señora Vendôme.
GORDES. -No lo Son menos la de Alba y la de Montchevreuil. REY. -Pero la de Cossé las aventaja a todas.
GORDES. -Bajad la voz, señor, que su esposo lo está oyendo.
Indicándole a M. COSSÉ, que pasa por el fondo.
REY. -Nada me importa. GORDES. -Irá a decírselo a Diana. REY. -¡Que vaya!
Va al fondo a hablar con otras damas que pasan.
TRIBOULET. (A GORDES.) -Acabará por enojar a Diana de Poitiers, a la que no ve hace ocho días.
GORDES. -¿Si querrá remitírsela a su marido?
TRIBOULET. -Creo que no.
GORDES. -Ha pagado el perdón de su padre, y en paz.
TRIBOULET. -A propósito de Saint-Vallier, ¿qué capricho tuvo este viejo estrafalario de casar a su hija Diana, que es hermosa y angelical, con un senescal jorobado?
GORDES. -Porque su padre es un viejo loco. Me encontraba yo al pie del cadalso en el momento mismo en que el rey le perdonó, y le oí decir estas palabras: « ¡Dios guarde al rey!» Pero ahora está loco de remate.
REY. (A MAD. DE COSSÉ.) -¿Sois tan cruel que vais a partir?
MAD. COSSÉ. (Suspirando.) -Voy a Soissons, donde me lleva mi esposo.
REY. -¿No es lástima que cuando vuestros hermosos ojos inflaman los corazones de los grandes señores de París, cuando deslumbráis en la corte con el resplandor de vuestra hermosura, os vayáis como astro humilde a brillar en un cielo de provincia, despreciando señores y príncipes?
MAD. COSSÉ. -Calmaos.
REY. -Es original capricho apagar la luz en medio del baile. (Entra M. COSSÉ.)
MAD. COSSÉ. -Aquí viene mi celoso. (Se aparta del REY.)
REY. -¡El diablo se lo lleve! (A TRIBOULET.) No por eso he dejado de echar muchas flores a su mujer. ¿Te ha enseñado Marot los últimos versos que he compuesto?
TRIBOULET. -No leo nunca vuestros versos: los versos de los reyes siempre son malos. REY. -¡Eres muy chusco!
TRIBOULET. -Dejad que escriba versos la plebe... Vos cortejad a las mujeres hermosas y Marot que las dedique coplas.
REY. -Si no estuviera viendo ahora a madame de Coislin, mandaba que te dieran azotes. (Corre hacia la COISLIN, a la que dirige algunas galanterías.)
TRIBOULET. -(¡Todas le gustan!)