El Secreto del Éxito - William Walker Atkinson - E-Book

El Secreto del Éxito E-Book

William Walker Atkinson

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Beschreibung

¿Todavía no has descubierto tu individualidad? ¿Está tu ser real oculto en algún escondido rincón de tu mente? ¿Necesitas potenciar el uso de tu voluntad? William Waker Atkinson, uno de los pensadores más influyentes de principios del siglo XX, nos da en este libro las claves para acceder al enorme poder que está latente en nuestras mentes. En él, aprenderás cómo encauzar el poder del deseo, aprenderás a usar la fuerza de tu alma y a aprovecharte al máximo de la ley de la atracción, todo ello te permitirá lograr una vida mucho más plena, llegar a ser la persona que estás destinada a ser y a conseguir el éxito en todos los ámbitos.

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WILLIAM WALKER ATKINSON

EL SECRETO DEL ÉXITO

Título: El Secreto del Éxito

Autor: William Walker Atkinson

Título Original: The Secret of Success

Editorial: AMA Audiolibros

© De esta edición: 2022 AMA Audiolibros

Email: [email protected]

Audiolibro, de esta misma versión, disponible en servicios de streaming, tiendas digitales y el canal AMA Audiolibros en YouTube.

Todos los derechos reservados, prohibida la reproducción total o parcial de la obra, salvo excepción prevista por la ley.

ÍNDICE

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

PRÓLOGO

SOBRE EL AUTOR

CAPÍTULO 1: EL INDIVIDUO

CAPÍTULO 2: ESPÍRITU

CAPÍTULO 3: PODERES LATENTES

CAPÍTULO 4: LA FUERZA DEL ALMA

CAPÍTULO 5: EL PODER DEL DESEO

CAPÍTULO 6: LA LEY DE LA ATRACCIÓN

CAPÍTULO 7: MAGNETISMO PERSONAL

CAPÍTULO 8: UNA PERSONALIDAD ATRACTIVA

CAPÍTULO 9: PALABRAS FINALES

FIN

INTRODUCCIÓN

¿Todavía no has descubierto tu individualidad? ¿Está tu ser real oculto en algún escondido rincón de tu mente? ¿Necesitas potenciar el uso de tu voluntad? William Walker Atkinson, uno de los pensadores más influyentes de principios del siglo XX, nos da en este libro las claves para acceder al enorme poder que está latente en nuestras mentes. En él, aprenderás cómo encauzar el poder del deseo, aprenderás a usar la fuerza de tu alma y a aprovecharte al máximo de la ley de la atracción, todo ello te permitirá lograr una vida mucho más plena y llegar a ser la persona que estás destinada a ser.

PRÓLOGO

Al ponerme a escribir este librito, que titulo El Secreto del éxito, no puedo impedir que me asalten las dudas. No es que no le tenga simpatía al tema, ni tampoco que no crea que existe un «secreto del éxito», sino que más bien es porque ya se ha escrito demasiado acerca del éxito. Son tantos los que han hablado de esto que uno teme adoptar una posición en la que puedan considerarlo como maestro del éxito. Es mucho más fácil decir las cosas que hacerlas. Es más fácil llenar páginas y páginas con buenos consejos y dedicarse a formular un código de preceptos, que salir al campo del comportamiento real y poner en práctica esos mismos preceptos. Ya podéis imaginar por qué me asaltan las dudas al asumir un papel que deja la puerta abierta a que se me considere un maestro del éxito de los de «haz lo que te digo y no lo que yo hago».

Pero esta cuestión tiene otra faceta. Aparte del mero recital de la lista de buenas cualidades que llevan al éxito —lista que todo escolar y todo lector de libros de autoayuda conoce perfectamente— hay algo más, y ese algo más sugiere que el buscador del éxito posee algo en su interior que si lo traduce en acción tendrá para él un valor incalculable. Y este es el verdadero secreto del éxito, que no tiene nada que ver con una lista de normas a seguir. Por ello me propongo dedicar este librito a desarrollar mi idea de qué es ese algo que tenemos en nuestro interior y qué logrará aquél que lo desarrolle y consiga expresarlo en actos. Así, no esperes encontrar aquí «un compendio completo de reglas que te llevarán al éxito, aprobadas y formuladas por aquellos que han tenido éxito y que lo lograron sólo tras aplicar dichas reglas por lo que se sienten inclinados a pasarlas a otros». Este libro no es de ese tipo, sino muy diferente. Espero que os guste, de cualquier forma, siempre os hará bien.

Todos nos esforzamos buscando el éxito. La idea que cada uno posee del éxito puede no ser la misma, pero todos estamos de acuerdo en nuestro deseo de lograrlo. «Lograrlo» es la palabra que encarna la esencia de eso que llamamos éxito. Es «alcanzarlo», «llegar», llegar a la meta que nos hemos propuesto. Ese es el asunto del éxito.

Muchos hombres y mujeres se han dedicado a señalar el camino hacia el éxito y aunque algunos han sido de gran ayuda para quienes los seguían en el sendero del logro, ninguno hasta ahora ha sido capaz de contar toda la historia acerca del éxito. Y ello no es de extrañar, porque en el camino hacia el éxito cada hombre y cada mujer, en cierta medida, dictan la ley para sí mismos. No hay dos temperamentos exactamente iguales. La naturaleza se complace en la variedad. Ninguna circunstancia es exactamente igual que otra, pues en ellas se manifiesta también la infinita variedad de la naturaleza. Por ello es tontería tratar de establecer normas de aplicación universal, normas que, sin duda estarán todas encaminadas hacia la meta del éxito. Tan sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor y ver las necesidades particulares que tienen los distintos individuos que componen las masas, así nos daremos cuenta de lo absurdo de intentar dictar normas de aplicación universal sobre este tema. Cada hombre y cada mujer que ha tenido éxito lo ha hecho de un modo distinto, aunque generalmente siguiendo ciertas líneas comunes de acción; de hecho, lo que conocemos como particularidad o singularidad parece jugar siempre un papel importante en el éxito de la mayoría de personas que han logrado alcanzarlo. La singularidad da a quienes la poseen un buen bagaje que les permitirá no seguir férreamente ningún conjunto de reglas previamente marcadas. Por ello, debo señalar como un principio importante el hecho de que cada uno debe trabajar en busca del éxito siguiendo las líneas de su propia particularidad, en lugar de seguir ciegamente una serie de normas o de líneas de conducta marcadas por otros.

Ante lo que acabo de decir, puede parecer extraño que pensando como pienso, me haya atrevido a escribir un libro titulado «El secreto del éxito», especialmente habiendo comenzado el mismo manifestando la imposibilidad de establecer una serie de normas sobre el tema. Puede parecer paradójico, pero veréis que no lo es. Es cierto que creo que todos y cada uno deben trabajar en busca de su éxito siguiendo las líneas de su propia singularidad y particularidad, en lugar de seguir algún plan establecido por otros. Y aquí es donde reside el «secreto del éxito», en «seguir las líneas de su propia singularidad y particularidad». De esto se deduce que poseemos dicha singularidad precisamente para trabajar siguiendo sus lineamientos. Y en la medida en que tengamos esa singularidad, poseeremos el primer requisito para lograr el éxito. Y a esto es a lo que me refiero cuando hablo del «secreto del éxito»: SINGULARIDAD.

Toda persona posee una singularidad latente, pero muy pocos le permiten expresarse. La mayoría de nosotros somos como reses que caminan complacidas tras la que lleva el cencerro, cuyo sonido guía nuestros pasos. Pensamos, de alguna forma, que quien lleva el cencerro posee el conocimiento, el poder y la capacidad de pensar, y en lugar de desarrollar nuestros propios poderes aletargados, nuestras posibilidades latentes, dejamos que permanezcan en la oscuridad mientras andamos mansamente tras aquel que lleva la campana. En este sentido el ser humano se parece mucho a estos animales. Preferimos obedecer e imitar antes que asumir la responsabilidad de dirigir nuestros propios pasos. Esperamos que alguien nos guíe y luego salimos todos en estampida tras él. ¿Es de extrañar que esos líderes reclamen para sí mismos lo que consideran más sustancioso, dejando que la manada se contente con la hierba medio seca? En absoluto, pues precisamente por su singularidad e iniciativa, sus seguidores les han otorgado el privilegio de elegir. De hecho, se les elige como líderes por esa cualidad de autoafirmación y asertividad. Si en lugar de ello se hubieran mostrado modestos y educados, la manada los habría hecho a un lado sin reconocerlos como líderes, yendo a buscar a otros que sepan cómo estar al frente.

En este libro tampoco trataré de despertar en ti el espíritu de «llegar a lograr eso», ni el deseo de luchar por dirigir a la manada. Más allá de cierta vanidosa autosatisfacción, no hay mucho que valga la pena en el hecho de dirigir a otros. Lo verdaderamente deseable es poseer la suficiente singularidad e iniciativa para llegar a ser tu propio «portador del cencerro», para marcar tu propia ley. Los grandes seres —los verdaderamente fuertes— no se preocupan de la manada, que sin embargo los sigue obedientemente. Esto no les causa ninguna satisfacción, ratificando tan solo las ambiciones de las mentes inferiores. Los grandes hombres —los grandes espíritus de todos los tiempos— han obtenido más satisfacción de esa convicción interna acerca de su fuerza y capacidad que del aplauso de las masas y de la servidumbre de quienes sólo piensan en imitarlos y seguir sus pasos.

Así que, el quid de la cuestión es lo que llamamos singularidad. Todos la poseemos en nuestro interior y todos podemos desarrollarla y ponerla en acción. Esa singularidad es la expresión de nuestro Ser. Ese Ser al que nos referimos cuando decimos «yo». Cada uno de nosotros es un individuo —un «yo»— distinto de cualquier otro «yo» del universo y en la medida en que expresemos y desarrollemos los poderes de ese «yo», seremos fuertes, grandes y exitosos. Es algo que todos poseemos, pero su expresión externa depende de cada uno de nosotros. Y esa expresión externa constituye el núcleo del «secreto del éxito». Por eso he usado esta expresión y sobre esto os voy a hablar en este librito. Creo que vale la pena aprender este «Secreto».

SOBRE EL AUTOR

William Walker Atkinson, nacido en Baltimore, Maryland, el 5 de diciembre de 1862; murió en Los Ángeles, California, el 22 de noviembre de 1932. Fue abogado, comerciante, editor, y escritor, así como un ocultista y un pionero estadounidense del movimiento el Nuevo Pensamiento. También es conocido por haber sido el autor de las obras publicadas con seudónimo que fueron atribuidas a Theron Dumont, Magus Incognito y Yogui Ramacharaka.

William Walker Atkinson era un empresario y abogado de éxito en los Estados Unidos cuando el estrés le dejó al borde del desastre financiero. A raíz de entonces, buscó su curación y la encontró en una nueva conciencia mental y física. Siguiendo sus principios, alcanzó un perfecto estado de salud, un gran vigor mental y la prosperidad material perdida. Poco después de su recuperación, Atkinson comenzó a escribir algunos artículos sobre las verdades que había descubierto y se convirtió en un activo promotor del movimiento como editor y autor, lo que le hizo muy popular e influyente. En su frase «El hombre es lo que piensa que es. El pensamiento es fuerza y, gracias a su poder, lo que pensamos se convierte en realidad. La solución reside en elegir conscientemente nuevos pensamientos, pensamientos beneficiosos, y que el subconsciente los recuerde para nuestro bien», se resume así la esencia de su obra.

CAPÍTULO 1EL INDIVIDUO

En el capítulo anterior dije que el «Secreto del éxito» consiste principalmente en la libre expresión de esa singularidad, del «yo», pero antes de que seas capaz de aplicar esta idea con éxito deberás descubrir y ser consciente de qué es realmente ese «yo» que hay en tu interior. A muchos de vosotros, a primera vista esto os parecerá ridículo, pero vale la pena que captéis la idea, pues con la realización del «yo» nos viene el poder.