La caza del Snark - Lewis Carroll - E-Book

La caza del Snark E-Book

Lewis Carroll

0,0
2,99 €

oder
-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

La caza del Snark es un poema sin sentido escrito por el británico Lewis Carroll en 1874, a la edad de 42 años.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



LA CAZA DEL SNARK

Lewis Carroll

LA CAZA DEL SNARK una Agonía en Ocho Espasmos

PREFACIO:

Si, y esto es algo desatinadamente posible, se acusara al autor de este breve, pero instructivo poema, de escribir tonterías, estoy convencido de que dicha acusación estaría basada en el siguiente verso:

Entonces el bauprés y el timón se confundían en ocasiones.

En vista de esta dolorosa posibilidad, no apelaré indignado (como podría hacer) a mis otros escritos para demostrar que soy incapaz de algo semejante; no aludiré (como podría hacer) al fuerte propósito moral de este poema, ni a los principios aritméticos tan precavidamente inculcados en él, ni a sus nobles enseñanzas de historia natural. Prefiero adoptar el procedimiento más prosaico de explicar simplemente cómo ocurrió todo.

El capitán, que era especialmente sensible en cuanto a las apariencias, solía hacer que el bauprés fuese desembarcado una o dos veces por semana para barnizarlo y en más de una ocasión, al llegar el momento de volverlo a poner en su sitio, no había nadie a bordo que supiese a qué extremo del barco pertenecía.

Todos sabían que no servía de nada consultar al capitán, ya que éste simplemente se habría referido a su Código Naval y habría leído en voz alta y patética las Instrucciones del Almirantazgo, que nadie en el barco entendía, así que generalmente terminaban por sujetarlo, como podían, sobre el timón. El timonel solía observar todo esto con lágrimas en los ojos: él sabía que estaba mal hecho, pero, ¡ay!, el artículo 42

del Código: "Nadie hablará al Hombre del Timón", había sido completado por el mismísimo capitán con la palabras: "y el Hombre del Timón no hablará con nadie". Así que quejarse era imposible y hasta el siguiente día que tocase barnizar no podría realizarse ningún movimiento con el timón. Durante esos desconcertantes intervalos, el barco normalmente navegaba hacia atrás.

Como, de alguna forma, este poema está conectado con la balada de Jabberwock, dejadme aprovechar esta oportunidad para contestar a una pregunta que me han hecho a menudo: cómo pronunciar "deslizosos tovos". La "i" de "deslizosos" es como la "i"; de "amistosos", y "tovos" se pronuncia de manera que rime con "lodos". Así mismo, la primera "o" de "borogovos" se pronuncia como la "o" de "loro". He oído gente que trata de pronunciarla como la "o" de "ahoga". Tal es la perversidad humana.

Ésta también me parece una buena ocasión para llamar la atención sobre otras palabras difíciles del poema. La Teoría de Humpty-Dumpty, la de dos significados metidos en una sola palabra como en un maletín, me parece una buena explicación para todas ellas.

Por ejemplo, tomemos las palabras "humeante" y "furioso".

Imaginad que deseáis decir las dos palabras, pero no sabéis cuál pronunciar primero Si vuestros pensamientos se inclinan, aunque sea levemente, hacia "humeante", diréis "humeante-furioso"; si por un pelo, se inclinasen hacia "furioso", diríais "furioso-humeante": pero, si tuvieseis el extraño don de una mente en perfecto equilibrio, diríais "humioso".

Supongamos que cuando Pistol pronunció la famosa frase:

¿Bajo qué rey bellaco? Habla o muere!

el juez Shallow hubiera sabido con certeza que se trataba de William o de Richard, pero, al no saber cuál de los dos exactamente, no podría decir primero uno y luego otro. No podemos dudar que para evitar morir habría exclamado:

"¡Rilchiam!"

ESPASMO I

EL DESEMBARCO

"¡Éste es lugar del snark!", gritó el capitán, mientras desembarcaba con cuidado a su tripulación, manteniendo a cada hombre por encima de las olas con la ayuda de un dedo enredado en su pelo.

"¡Éste es lugar del snark! Lo he dicho dos veces: eso alentará a la tripulación.

¡Este es lugar del snark! Lo he dicho tres veces: lo que yo diga tres veces es verdad."

La tripulación estaba completa. Incluía un limpiabotas, un fabricante de gorras y bonetes,

un abogado, para que mediase en las disputas, y un tasador, para que evaluase sus bienes.

Un jugador de billar, muy habilidoso,