Editado por HarperCollins Ibérica, S. A., 2022Avenida de Burgos, 8B. Planta 18 28036 Madridharpercollinsiberica.com© Del texto: Tamara GorroEdición y desarrollo editorial: Emma Lira, 2022© De las ilustraciones: Anna Franquesa, 2022Representada por Tormenta www.tormentalibros.com © 2022, HarperCollins Ibérica, S. A.© Dibujos de la pág. 71: Valeria Riesco CarroAdaptación de cubierta: equipo HarperCollins IbéricaDiseño gráficoymaquetación:RaquelCañasFoto de contra: facilitada por la autoraISBN: 978-84-1877-476-8Composición digital: www.acatia.esCualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública otransformacióndeestaobrasolopuedeserrealizadaconlaautorizacióndesustitulares,salvoexcepciónprevistaporlaley.DiríjaseaCEDROsinecesitareproduciralgúnfragmentodeestaobra.www.conlicencia.comTels.:917021970/932720447Losbeneficiosdelosderechosdeautordeestelibroserándonadosa@una_pizca_demagia, que pertenece a la Fundación de Neuroblastoma, www.fneuroblastoma.org, para la investigación del cáncer infantil.
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El día que la princesa Valeria voló alto, el 28 de juliode 2022, sus padres decidieron que la despedida tendría que ser como un homenaje; uno muy bonito y dulce como era ella.Todos estábamos desconsolados por su pér-dida, pero alguien debía mantenerse fuerte paraorganizar ese momento tan especial con todas laspersonas que acudieran al lugar elegido, un campocon un pequeño río que ella visitaba habitualmenteporque le transmitía paz.Me resultaba imposible hacer un guion de las co-sas que tenían que suceder, jamás hubiese imagina-do ese momento. El día 29 volví a casa. Aunque nohabía dormido nada la noche anterior, me puse en elporche frente al ordenador y pensé en ella. Se me-recía lo más precioso y espectacular, también penséen sus padres, abuelos, tíos, primos y demás familia,de ahí saqué la fuerza para hacer el guion. En él en-traban varios momentos especiales: canciones que le
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gustaban,lecturadeunfamiliar,lanzarflores;ademásquise escribir un cuento breve que describiera lo quefue Valeria, una niña especial, fuerte, luchadora, que ja-más perdió la sonrisa, un ejemplo de vida.Ese cuento tuvo mucha repercusión a nivel na-cional, ya que lo publiqué en las redes sociales de@una_pizca_demagia, el proyecto que tanta ilusión le hizo crear para recaudar dinero y ayudar a todos los niños que sufrían su misma enfermedad: cáncer. Yes que, como ella decía, el cáncer se cura investigando.Una de aquellas noches horribles que pasé sinpoder dormir, recordé el momento en que me des-pedí de Valeria. Le hice varias promesas, una de ellasfue continuar con @una_pizca_demagia. Teníamos mu-chas cosas pendientes de hacer, y le juré que yo segui-ría con ellas sin pausa.Se me ocurrió escribir ese cuento de una mane-ra más profesional, con ilustraciones incluso, y que todo el mundo pudiera comprarlo. Porque aparte de leer una historia preciosa y real, todo el porcentaje que yo recibiría por cada ejemplar iría destinado a@una_pizca_demagia.Por ti, mi niña, por tu legado, esto sigue y no parará.Te quiero.TAMARA GORRO
7l día que Valeria vio por primera vez a la mari-posa fue una tarde de abril, de un día diferenteque nunca olvidará. El móvil no paraba de so-nar y su padre hablaba en voz baja. La mariposarevoloteaba y jugaba con la niña como si quisiera de-cirle algo. Valeria se dio cuenta de que esa mariposa noera normalyqueteníaunsignificadomuyespecial.Su madre, con los ojos brillantes y la voz toma-da, se acercó a ella, la llevó a su habitación y le aca-rició el pelo muy despacito, mientras le decía que el abuelito se había ido para siempre a un lugar má-gico. Valeria pensó que «para siempre» era muchí-simo tiempo y que quizá el abuelo se aburriera de
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8La princesa y la mariposaestar tanto tiempo solo, sin su hermana Martina y sin ella. Pero sus padres estaban tan tristes que no se atrevió a comentarles nada. Entonces, mamá le dio un abrazo tan fuerte que casi la espachurra. Fue un abrazo muy especial: calentito pero triste. Y largo.Esa tarde, su hermana y ella tuvieron que que-darse en casa con la otra abuela. Valeria se sentía triste y un poco enfadada; echaba mucho de menos al abuelo. Fue en ese momento cuando apareció la mariposa. Se sorprendió porque todo lo veía gris, pero, ¡vaya coincidencia!, la mariposa tenía todos sus colores favoritos: las alas verdes, azules y mora-das ribeteadas de purpurina rosa y dorada.Eragran-de y preciosa. Revoloteó a su alrededor y Valeria la observó asombrada. ¿Por dónde había entrado? Le rozó las alas con las manos, y un rastro brillante, como de polvo de hadas, se le quedó en los dedos.—¿Habéis visto qué bonita mariposa?—Pero ¿qué mariposa? —le dijo su abuela.Valeria se fue a su habitación siguiendo su vuelo y allí le preguntó:—¿De dónde vienes?—De un lugar mágico y precioso en el que todo es decolores… —contestó la mariposa.
10La princesa y la mariposa—¿Podría ir yo? —le interrogó.—Claro. Algún día…—¿Y a qué has venido?—A ponerte un poquito de color. ¿Cómo te sien-tes?—Un poco triste—le explicó ella—. Mi abuelo se ha marchado…—Lo sé. Por eso he venido, para hacerte sonreír.La mariposa revoloteó alegremente frente a su nariz, dio una vuelta sobre sus hombros y se le posó en la cabeza. De repente, desapareció.Valeria parpadeó un par de veces intentando encontrarla de nuevo. Justo en ese momento llega-ron sus padres. La pequeña corrió a los brazos de su madre.—¡Mamá! ¡Se ha ido! —le dijo algo nerviosa.La madre la miró con tristeza y la abrazó fuerte.—Sí, cariño —exclamó dulcemente—. Se ha ido.La niña se dio cuenta de que su madre se refería a su abuelo y no a la mariposa. Ese fue el día en que empezó la magia.
11se otoño fue muy triste porque se acordabamucho de su abuelo y del viaje que queríanhacer juntos. Tiempo atrás él había compradouna hucha para Valeria y su hermana Martina,que iba llenando para ir a Disneyland. Cuando llegóNavidad, su abuela les dijo que el paquete del lazo rojoque estaba debajo de árbol era el regalo que pidió el abuelo a Papá Noel para ellas. Las niñas lo abrie-ron juntas, nerviosísimas.—¡Es una hucha! —dijo Valeria. Pero se dieron cuenta de que estaba llena, a rebosar de monedas y billetes. Todos se quedaron sorprendidos y leyeron una nota que ponía:
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