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El narrador, llamado P..., describe el interés creciente en el mesmerismo, una pseudociencia consistente en imbuir al paciente en un estado hipnótico mediante la influencia del magnetismo (el mesmerismo evolucionaría más adelante en la hipnosis). Señala que, hasta donde él sabe, nadie ha mesmerizado a un voluntario en el umbral de su muerte, y tiene curiosidad por conocer sus efectos en un moribundo.
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Edgar Allan Poe
Desde luego que no fingiré estar asom-brado ante el hecho de que el extraordinario caso de M. Valdemar haya excitado tanto la discusión. Habría sido un milagro que así no fuese, especialmente debido a sus circuns-tancias. A causa del deseo de todos los inte-resados de ocultar el asunto del público, al menos por ahora, o hasta que tuviéramos nuevas oportunidades de investigación -a través de nuestros esfuerzos al efecto-, una relación incompleta o exagerada se ha abierto camino entre la gente y se ha convertido en la fuente de muchas interpretaciones falsas y desagradables y, naturalmente, de un gran escepticismo.
Ahora se ha hecho necesario que yo dé cuenta de los hechos, tal como yo mismo los entiendo. Helos sucintamente aquí: En estos tres últimos años, mi atención se vio repetidamente atraída por el mesmeris-mo1; y hace aproximadamente nueve meses que de pronto se me ocurrió que, en la serie de experiencias realizadas hasta ahora, había una importante e inexplicable omisión: nadie había sido aún mesmerizado in articulo mor-tis. Hacia falta saber, primero, si en tal estado existía en el paciente alguna receptividad a influencia magnética; segundo, si en caso existir, era ésta disminuida o aumentada por su condición; tercero, hasta qué punto, o por cuánto tiempo, podría la invasión de la muerte ser detenida por la operación. Había otros puntos por comprobar, pero éstos excitaban en mayor grado mi curiosidad, especialmente el último, por el importantísimo carácter de sus consecuencias.
Buscando en torno mío algún sujeto que pudiese aclararme estos puntos, pensé en mi amigo M. Ernest Valdemar, el conocido com-pilador de la Bibliotheca Forensica, y autor (bajo el nom de plume de Issachar Marx) de las visiones polacas de Wallenstein y Gargan-tua.
M. Valdemar, que resi [...]