Manifiestos por un fútbol apasionado - Manuel Rodríguez García - E-Book

Manifiestos por un fútbol apasionado E-Book

Manuel Rodríguez García

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«Manifiesto» que el fútbol siempre persigue un final clamoroso: «¡Goooooool!». Como aquel «manifiesto supremo» de Víctor Hugo Morales: «¡Ahí la tiene Maradona. Le marcan dos. Pisa la pelota Maradona… Arranca por la derecha el genio del fútbol mundial… ¡Diegooooool Maradona…! ¿De qué planeta viniste…?» La piel se eriza, y los ojos se humedecen… El fútbol es mejor entendido si le pones letras, palabras, música, reflexiones varias, sentimientos, incluso de autores menos técnicos en la materia.

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«Manifiesto» que el fútbol siempre persigue un final clamoroso: «¡Goooooool!». Como aquel «manifiesto supremo» de Víctor Hugo Morales: «¡Ahí la tiene Maradona. Le marcan dos. Pisa la pelota Maradona… Arranca por la derecha el genio del fútbol mundial… ¡Diegooooool Maradona…! ¿De qué planeta viniste…?» La piel se eriza, y los ojos se humedecen…

«El hombre inventa el juego, porque lo necesita para vivir. El fútbol, por su parte, es un juego que reinventa la vida, la recrea, la refleja. Y lo hace devolviéndole, como un espejo, toda su complejidad y riqueza» (…) «Cualquiera puede jugar al fútbol. Bien, pocos. Verdaderamente bien, unos cuantos elegidos…». (Andrés de Francisco).

Sin caer en lo que Mario Pérez Antolín describió en su «Oscura Lucidez»: «Recurrir al lenguaje artificioso para dárselas de docto es cosa reprochable. Ese camino siempre nos lleva a enunciados ininteligibles que prometen decir lo que no dicen». Aunque José Antonio Marina me situó: «Pero la pasión plantea un problema: se salta todos los controles. Es un movimiento poderosísimo, que nos arrastra violentamente a la acción».

Carlos Marzal clarificó: «De fútbol sabe todo el mundo, hasta la portera de mi edificio… La gente que habla de fútbol habla de fútbol con razón, aunque la pierda al hablar de fútbol» (…) «El fútbol como el sexo, se juega muy bien desde el sillón, desde la barra del bar, desde el sofá, empuñando la cerveza totémica de la sabiduría. De boquilla se juega fetén… De boquilla se folla como Dios».

Imanol Ibarrondo aconseja: «Cuando pierdas, sonríe y sigue entrenando. Cuando ganes, sonríe y sigue entrenando. Cuando te critiquen, sonríe y sigue entrenando. Cuando te alaben, sonríe y sigue entrenando. Sonríe, aprecia y agradece siempre todo lo que ya tienes… sigue entrenando… y el camino aparecerá».

El portugués Carlos Drummond de Andrade señaló: «Porque, se quiera o no, el fútbol es una forma de utopía. Y porque el poeta tiene razón: el fútbol se juega en el alma». Menotti apostilló: «El fútbol es el único lugar donde me gusta que me engañen». Y Simeone sentenció: «Lo maravilloso del fútbol es que nadie tiene razón».

Y es que el fútbol es mejor entendido si le pones letras, palabras, música, reflexiones varias, sentimientos, incluso de autores menos técnicos en la materia.

Manifiestos por un fútbol apasionado

Manuel Rodríguez García

www.ushuaiaediciones.es

Manifiestos por un fútbol apasionado

© 2023, Manuel Rodríguez García. MAROGAR

© 2023, Ushuaia Ediciones

EDIPRO, S.C.P.

Carretera de Rocafort 113

43427 Conesa

[email protected]

ISBN edición ebook: 978-84-19405-10-4

ISBN edición papel: 978-84-19405-09-8

Primera edición: enero de 2023

Diseño y maquetación: Dondesea, servicios editoriales

Ilustración de cubierta: © Alberto Andrei Rosu / Shutterstock.com

Todos los derechos reservados.

www.ushuaiaediciones.es

Contenido

Preámbulo

Introducción

1. Metropolitano

2. Santiago Bernabéu

3. Camp Nou

4. Ramón Sánchez-Pizjuán

5. Anoeta

6. Benito Villamarín

7. Helmántico

Epílogo

El autor

Con el tiempo, nos olvidamos de los maestros-entrenadores de fútbol que tuvimos.

En este ensayo de fútbol, el decimoquinto, quiero recordar a todos los que me entrenaron. Lo que me hace muy feliz. Y un recuerdo nostálgico.

Porque todos me inspiraron, de todos guardo enseñanzas útiles de fútbol y mundanas.

Todavía los tengo muy presentes: Antonio «Guarnicionero»; Vicente; Tony Almaraz; Paco Hache; Lesmes I; Héctor Martín «Torini»; Eusebio Fuentes; Luis Diestro; Pepe Hériz; Víctor Martínez; Luis Menéndez; Arturo; Humarán; Santiago.

Preámbulo

¿Es que el fútbol no tiene contenidos finitos?

Porque ya escribí 15 libros con éste y parece como si los argumentos se repitieran, aunque es inacabable el entendimiento del juego, así como las maneras de enfrentarlo. Aunque en esto hice mucho caso a José Antonio Marina que es partidario de repetir argumentos para que las ideas se sedimenten. Y hay que vencer dichos pudores. Por eso siempre busco nuevas iniciativas, innovaciones posibles, aspectos ocultos que aparecen si los buscas con entusiasmo y profundidad. Siempre haciendo minería práctica con búsquedas intensas… El mencionado Marina nos propuso una definición de «Pasión»: «Una conmoción afectiva vehemente, intensa, con gran capacidad movilizadora que se adueña tiránicamente de la conciencia y hace perder al sujeto el control de su conducta». Además, nos anticipó: «Pero la pasión plantea un problema: se salta todos los controles. Es un movimiento poderosísimo, que nos arrastra violentamente a la acción». Y aclaró: «Pathos significa en griego lo que afecta al ser humano, lo que se padece. Durante siglos fue el término más general para designar el mundo emocional».

En todos mis anteriores libros he sido muy insistente sobre las ideas, reflexiones, argumentos y conceptos que se manejan en el mundillo del fútbol, y fuera de él, antiguos y modernos. Por supuesto, no todas las mejores ideas de fútbol las he aprendido de jugadores o entrenadores. Hay gente muy lúcida en el relato de los aspectos del fútbol, escritores, pensadores, artistas y entusiastas del fútbol que no viven de esta disciplina, aunque la sienten apasionadamente.

La cuestión, por tanto, es indagar sobre donde está el conocimiento. Los entrenadores, siempre lo he criticado, son poco generosos en la transmisión de sus «sabidurías» y busco las ideas como un náufrago en alta mar, afortunadamente siempre encuentro algún salvavidas. Y huyo siempre de los dogmas que los más «autoritarios» pretenden implantar como verdades absolutas sin mayores discusiones.

Quizás en este libro me ha interesado mucho aunar pensamientos sutiles, huyendo también de asuntos de manual, indagando más sobre las sensibilidades de los individuos, de los grupos que se constituyen en equipos. La metáfora siempre indispensable para mí, la literatura futbolística tan creativa más allá de los cuentos prefabricados, huyendo de lo estándar, todo me acerca a un pensamiento humanístico que nos haga pensar sobre un fútbol innovador y apasionado.

Afortunadamente, la pandemia «Covid19» acabó mejorando con las vacunas, aunque asistiendo a picos imprevisibles, el fútbol recobró algo fundamental: El público. Por otra parte, cubriendo otro factor vital como son las recaudaciones de los aficionados que permitan equilibrar la cuenta de resultados y añadirle ese plus irrenunciable a las televisiones que retransmiten.

Después del partido Athletic de Bilbao contra Real Madrid, del 22 de diciembre 2021, encontré un nuevo manifiesto futbolero, sin duda una manera distinta de observar el fútbol que Andoni Zubizarreta escribió sobre «La velocidad del balón»: «Pero claro, luego aparece Benzema y en dos minutos te enseña cual es la diferencia entre el fútbol y el gran fútbol. Una rosca inmensa, un disparo inesperado y sin tiempo de haber calentado los guantes, una acción propia de los grandes jugadores y el marcador ya cuesta arriba. Creo que lo que más me sorprendió en mis primeros partidos en Primera División fue la velocidad del balón y cómo los jugadores eran capaces de golpearlo sin postura ni posición para desplazarlo de forma precisa y rápida. La velocidad de balón de Schuster y de Dirceu en mi primer trofeo Colombino me pareció hasta sobrenatural, imposible de entrenar salvo cuando lo vives en directo y te preparas para combatirla».

Tales lecturas me llevan a estados de ánimo con plena disposición al disfrute, para la mejora, para la superación, para la observación curiosa del máximo de elementos que contribuyen al buen fútbol. Son manifestaciones muy sentidas, muy profundas, muy enraizadas en las meninges de los que han practicado fútbol en distintos estadios de sus vidas. Con todo, iremos navegando con sutileza por un mundo futbolístico más lírico que épico, más sutil que industrial, más poético que prosaico, aunque todo ello formando parte de una visión global y alentadora del fútbol.

De ahí estas primeras impresiones del filósofo Andrés de Francisco: «Fútbol y pedagogía: Una reflexión a partir de Panzeri» (https://rebelion.org/futbol-y-pedagogia-una-reflexion-a-partir-de-panzeri:

• «El fútbol feo suele ser un fútbol previsible antes que sorpresivo; destructivo en vez de creativo, mecánico más que orgánico, deslavazado más que articulado. La belleza es lo que salva al fútbol - como a la vida - de la rutina, de su mecanización, de su previsibilidad. Por eso es tan difícil de alcanzar».

• «Porque la belleza está ligada al talento que es un bien escaso».

• «La belleza del fútbol está ligada al talento de sus jugadores, y cuanto más tienen, mejor juegan, más creativos son y más nos sorprenden, rompiendo los planes, las tácticas y las expectativas del contrario. A veces, los de más talento, hacen real, no ya lo difícil, sino lo que a simple vista parecería imposible. Son magos, son artistas. Crean»,

• «Cualquiera puede jugar al fútbol. Bien, pocos. Verdaderamente bien, unos cuantos elegidos. Sin embargo, es esa minoría de jugadores con talento, es esa aristocracia del fútbol, la que impide que el fútbol sea un espectáculo aburrido, monótono y unidimensional. Sin ellos, el fútbol estaría hecho sólo a la medida de las pasiones del hincha y la rivalidad entre clubes. Sería un juego harto primitivo. Sin ellos, el fútbol quedaría reducido a la estadística fría: número de goles, frecuencia de lesiones, horas de juego, kilómetros recorridos, pelotas recuperadas, pases fallidos, etc. Eso en lo que se refugian los entrenadores mediocres».

Luego, en enero de 2022, acumulé nuevos argumentos para emprender reflexiones útiles para el fútbol, del catedrático de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid, Fernando Vallespín, quien plasmó magníficas ideas en su libro «La sociedad de la intolerancia»: «De las dimensiones de crisis de la democracia liberal, hay una particularmente aguda: la creciente falta de respeto por la opinión de quienes no forman parte de nuestro grupo de referencia. Esto lo vemos continuamente en las redes sociales, en artículos de opinión de la prensa, incluso en reuniones de amigos. Lo que debería ser un hecho en una sociedad plural, la serena convivencia de opiniones divergentes sobre la política u otros aspectos de la vida social, ha dado paso a una sorprendente animadversión hacia quienes se manifiestan públicamente sobre algo que no nos gusta o no coincide con nuestra propia posición…»

Es toda una realidad social también en el fútbol, así que procederé a dar opiniones de mi propia cosecha, más las de otros personajes documentados, por supuesto, aunque no coincidan con la mía. Es lo que me enseñaron de niño, con dichas inmersiones intentaré profundizar en ese mundo fabuloso, tan apreciado por propios y extraños.

Y recordaré con nostalgia a todos mis maestros entrenadores: Antonio «Guarnicionero»(Barrio de la Vega), Vicente (Kostkas), Tony Almaraz (Unión Deportiva Salamanca juvenil), Paco Hache (UDS juvenil), Lesmes I (Selección Oeste de fútbol), Héctor Martín «Torini»(Selección Oeste de fútbol), Eusebio Fuentes (UDS Amateur y Béjar Industrial Tercera División), Luis Diestro (UDS Tercera División), Pepe Hériz (UDS Tercera División), Víctor Martínez y Luis Menéndez (Selección Española Amateur y Juvenil), Arturo (Béjar Industrial Tercera División), Humarán (Béjar Industrial Tercera División), Santiago (Salmantino Tercera División)…

En todo momento, mis manifiestos buscarán la tolerancia y sensibilidad necesarias y, espero, que podamos entendernos los unos y los otros con el apasionamiento máximo.

Introducción

Reflexionar de manera profunda debe ser definitivo para el fútbol. Si no nos ponemos trascendentes, rompiendo rutinas, nos seguiríamos mostrando como se suele decir de los oficinistas de 8 a 3, viviendo lánguidamente los acontecimientos en el «pesado tiovivo de la burocracia» tediosa.

Porque el fútbol tiene un elemento crucial para sobrevivir: La pasión.

Pero, sin caer en lo fácil, no solo debemos apasionamos si ganamos partidos y campeonatos porque, al final de una trayectoria, los ganadores son muy pocos. Por ello, ¿los equipos que pierden no pueden apasionarse? ¿Ellos no aspirarían nunca a tener «seguidores»? ¿Puede haber un disfrute íntimo con aquellos equipos que pierden muchos partidos en todos los Torneos?

Mi equipo del alma ya no existe y nadie me lo podrá arrebatar de mi memoria. Porque lo llevo dentro, porque nunca renunciaré a lo vivido, a las personas que formaron parte de mi desarrollo humano, a compañeros que formaron parte como mi familia, a directivos o entrenadores que hicimos equipo buscando objetivos comunes. La Unión Deportiva Salamanca feneció ahogada entre deudas acumuladas que otros fueron amontonando, sin duda fue un triste final. Pero sigo teniendo pasión por su historia, un «cachito» de la misma lo protagonicé yo mismo y alguno de mis hijos que también fue protagonista durante 15 años.

Igual podríamos decir de otros aspectos de la vida. Sin pasión por las cosas, por los hechos, por la amistad, por la familia, no seríamos nada. Vegetativos… Por eso, muchos capítulos de este libro llamarán al recuerdo, quizás a la nostalgia, al relato futbolístico, a la prosa, o a la poesía, bien construida de muchos pensadores de fútbol entre los que encontraremos a entrenadores históricos también.

Los diversos capítulos tendrán siempre un halo de trascendencia, como ocurre con los «manifiestos» políticos, religiosos o mundanos. Y buscaremos siempre el apasionamiento vital por el fútbol. Porque viendo fútbol necesitamos nuestra ración de «dopamina» que nos haga vibrar por el juego, lo mismo tendría que ocurrir tanto al escribir como al leer estos hechos deportivos. Sería nuestra recompensa para llegar a la plena plenitud.

Cuando había empezado a escribir este ensayo, llegó a mis manos un libro de «fútbol profundo» escrito con tanto amor y empeño como es el caso de Carlos Marzal: «Nunca fuimos más felices». Pocos técnicos se detendrán a aprender en sus «divagaciones» extraordinarias en las que, sin embargo, yo sí me vi retratado, porque yo también acompañé a mi hijo pequeño en sus aventuras futbolísticas por esos campos de Dios, y trataba de que cada aventura de sábado, o de domingo, sirviera de enseñanza para la vida misma, para superar una mala alineación del entrenador, el desempeño caótico de un árbitro perdido entre la letra de los Reglamentos y los cientos de circulares aclaratorias, los controvertidos ambientes entre padres, tíos y demás familiares de esos jugadores infantiles que se afanaban en ganar por encima de otros objetivos… Y sus disquisiciones futbolísticas me vienen muy bien a mis intereses divulgadores, me adhiero a ellas y trataré de aportar otras muchas visiones propias y ajenas…

Alguna vez ya conté esta anécdota ilustrativa. Hubo un tiempo que. por mi trabajo, llegaba tarde a algunos partidos que jugaba mi hijo siendo menor de 14 años. Lo normal es preguntar, al llegar, por el resultado del partido que se estaba jugando. Y enseguida calibraba el ambiente: «¡Ganamos por 6-0!», me decían entusiasmados los padres seguidores. Entonces, yo exclamaba: «¡Coño, ya podían ir 6-6!». Por lo que todos me miraban muy asombrados como diciendo: «Pero, ¿éste de qué va?». Al final del partido, cuando el ambiente estaba más asequible, trataba de explicarles que un equipo que gana por tanta diferencia de goles no genera mejoras significativas en el desarrollo futbolístico de nuestros hijos por cuanto denota demasiadas diferencias con los jugadores contrarios. De ahí que, un posible empate a seis tantos, infundiría al partido un mayor equilibrio técnico, se producirían más disputas de calidad en el juego, más superación de las mínimas dificultades expuestas por el contrario, más voluntad de mejora al ser más competido el partido… La verdad es que, pasados los años, todavía me planteo si mis explicaciones fueron útiles para un aprendizaje deportivo en el que yo me afanaba de manera enfermiza, e impertinente, tantas veces.

De la lectura del libro de Carlos Marzal he recopilado muchos aspectos fundamentales que él concreta con sumo detalle y cuidado, que me los tomo como amplios manifiestos educativos de un fútbol del que casi ya no se habla ni se siente: «El aficionado ilustrado no solo debe ser un aficionado educado, sin uno aficionado educándose, un aficionado que alimente el relato del fútbol, su tradición, sin la cual nada de este mundo alcanza la condición de mitología»; «El fútbol ilustrado es el fútbol que más se parece al fútbol niño, sin dejar de ser también el fútbol al que hemos llegado a través de la historia»; «En pocos ámbitos he visto la combustión de tanta energía moral y afectiva como en la perseverancia de los padres hacia los hijos que juegan al fútbol»; «Los padres del fútbol, tras fracasar durante la juventud en su ilusión de ser futbolistas, reviven en la persona de sus hijos el sueño épico que no fueron capaces de cumplir».

(…) «Casi todos los padres del fútbol, como casi todos los padres, están locos: pero locos por el fútbol»; «Hay una parte sensitiva, sensual, del fútbol, que añoro desde hace muchos años. Un ingrediente olfativo, visual, táctil. Es algo muy común, pero que solo conocen de verdad los que han jugado: El ruido nervioso de los tacos de aluminio… El olor del linimento con que nos untábamos las piernas… El ritual de atarse las botas… El olor del césped recién segado… El peso de la pelota mojada, en los partidos con el campo embarrado… Una buena parte de la memoria es de naturaleza sensitiva…»

Son esas múltiples pequeñas cosas que es difícil registrarlas en otros lugares que no sean en la memoria. Igual que somos capaces de distinguir estas apreciaciones: «Desde un punto de vista genérico, no hay equipos que practiquen fútbol barroco y equipos que lo practiquen renacentista o neoclásico, sino equipos eficaces: que no se dejan marcar goles y que procuran marcarlos, cuantos más mejor…Tan bello es el juego alemán como el brasileño, cuando son bellos, es decir, cuando son eficaces al máximo siguiendo las inclinaciones de su estilo. De su estilo propio. Por eso la belleza es verdad y la verdad es belleza».

Algo así como el «simil» que utilizo de Marti Perarnau cuando un partido es del máximo nivel al que él los cataloga de «Partidos macho» y yo amplío otras veces como «Partidos de pelo en pecho». Y todos, intuitivamente, sabemos qué tipo de jugador está apto para enfrentar ese tipo de partidos al margen de lo que se pague por ellos en un mercado abierto. «El fútbol, como la literatura, como el arte, como casi todos los aspectos que atañen a la cultura de una civilización, pertenece a su patrimonio intangible». «El fútbol es el ámbito del conocimiento omnisciente practicado por seres omniscientes. Entre ellos me incluyo, por supuesto, con mi omnisciencia generalizada…El fútbol constituye un ámbito de sabiduría infusa, por así decir… Como el bautismo, el fútbol imprime carácter, incluso entre los caracteres de los incrédulos».

Ya dije que es un excelente libro de fútbol donde el autor desgrana miles de percepciones. Tantos manifiestos sencillos de fútbol que a mi me alentaron: «La sabiondez popular en el asunto siempre me ha dejado perplejo, porque no existe en casi ningún ámbito del saber trascendente, ni siquiera entre los sabiondos por naturaleza: los cuñados, los miembros numerarios de las academias, los catedráticos en los departamentos de lenguas extranjeras, los politólogos en marcha de tertulias televisivas, y otros animales. ¿A qué se debe esta sobreabundancia de opiniones, de certezas, de argumentos ontológicos, de imperativos categóricos?». De fútbol sabe todo el mundo, hasta la portera de mi edificio. «La gente que habla de fútbol habla de fútbol con razón, aunque la pierda al hablar de fútbol»; «… a la salida de un partido, cualquier aficionado sabe cuáles han sido los errores cometidos por cada uno de los jugadores, y está en condiciones de explicarle al entrenador los inconvenientes de su táctica y su modelo de juego, y cómo debe corregirlos para la próxima jornada»…

(…) «El fútbol como el sexo, se juega muy bien desde el sillón, desde la barra del bar, desde el sofá, empuñando la cerveza totémica de la sabiduría. De boquilla se juega fetén… De boquilla se folla como Dios»; «Todos los que chillan a un jugador, todos los que se desgañitan cuando un jugador no hace lo que creen que debería haber hecho viven encaramados, apoltronados, y no solo en sus convicciones, sino sobre todo en su atalaya falsificadora del juego»; «En el fútbol, por lo general, bajar el balón al suelo constituye un universal, una de sus primeras y más importantes reglas de funcionamiento. El balón, mientras no se demuestre lo contrario, ha de correr por el suelo, de pie en pie, con precisión, a veces con velocidad y a veces con calma. Es cierto que también vuela, que también viaja por el aire, pero no es menos cierto que todo balón aéreo constituye un peligro»; «El jugador que no sabe bajar el balón no sabe jugar».

A pocos filósofos del fútbol he escuchado decir aquello de que «el fútbol es uno de los canales mediante los que se globaliza la globalización. Es el líquido elemento – uno de ellos, de los más importantes – por el que fluye el elemento líquido de la realidad contemporánea. Que tomen nota los filósofos, y los poetas, y los registradores de la propiedad». Y Carlos Marzal se atreve también con una pregunta que aparece en todos mis ensayos: «¿En qué consiste jugar bien al fútbol?» aunque en este caso se responde él mismo: «… en defender bien, en marcar cada vez que se tiene ocasión, en ser un pasador infalible, en equilibrar al equipo entre ataque y defensa, en ser un malabarista con la pelota, en tener un espíritu invencible, en poseer una velocidad endiablada, en disponer de clarividencia táctica y estar siempre en el lugar adecuado?»; «El hecho de que el fútbol sea una actividad asociada al juego y a la infancia, lo convierte en una afición eterna, porque nos brinda la posibilidad de recuperar la infancia siempre que la practiquemos». Todas estas muestras, entresacadas de varios capítulos, ilustran mi acercamiento con esa manera de observar y percibir el fútbol, el de antes y el de ahora. Pero es que en un libro de más de 500 páginas lo mejor es comprarlo y leerlo con tranquilidad, saboreándolo…

Este ensayo, «manifiesto», lo he estructurado en 7 epígrafes, en este caso me refiero a los «Teatros de los sueños» futbolísticos de los equipos, sus Estadios. Para evitar complicaciones de elección, tomé a los 6 equipos primeros de la clasificación de la Liga 2020/21. Y les añadí uno de mi propia cosecha, el Estadio Helmántico de Salamanca (Continuación del viejo Calvario de mi niñez), recinto que en mi memoria permanece como parte de mis «manifiestos» personales en los que practiqué un buen fútbol, con buenos compañeros y buenos entrenadores, en medio de un público muy entusiasta.

Además, aunque a veces parezca lo contrario, hice caso a Mario Pérez Antolín en su «Oscura Lucidez» cuando señaló: «Recurrir al lenguaje artificioso para dárselas de docto es cosa reprochable. Ese camino siempre nos lleva a enunciados ininteligibles que prometen decir lo que no dicen. Conozco a muchos filósofos que se empeñan en tal defecto; no comprenden que sin claridad embotamos el pensamiento, llenándolo de galimatías absurdos».

Así que ese es el reto de este ensayo, el decimoquinto sobre un fútbol que, para mí, nunca acaba. Mi reto personal como en anteriores ocasiones para hacer evolucionar el fútbol en su concepción, en su pensamiento, en su desarrollo, en su apasionamiento…

Manifiesto que el fútbol siempre persigue un final clamoroso: «¡Goooool!». Aunque, hablando de fútbol, no podemos olvidarnos que, antes, son necesarias las interrelaciones de los futbolistas, los marcajes, las anticipaciones, los despejes, los pases, los tiros, los desmarques, los regates y gambetas de los más virtuosos… Todo eso que llamamos «fútbol bien jugado».

1. Metropolitano

Estadio del Club Atlético de Madrid.

Conocido, por razones de patrocinio, como Wanda Metropolitano. Y desde julio 2022 como Civitas Metropolitano. Situado en el barrio de Rosas (distrito San Blas-Canillejas) en Madrid. Con un aforo de 68.456 espectadores, gradería dividida en tres niveles.

Inaugurado el 16. Setiembre. 2017, celebrándose el partido Atlético-Málaga que finalizó 1-0 correspondiente a la jornada 4 del Campeonato Nacional de Liga.

En su día, 6 de setiembre de 1994, este Estadio funcionaba como de atletismo de la Comunidad de Madrid y conocido como «Estadio La Peineta» por la configuración de la tribuna superior. El consistorio suscribió un convenio patrimonial con el Club Atlético de Madrid en 2008, por el cual se traspasaba la propiedad del recinto al club rojiblanco, tras el proyecto de reforma.

Los atléticos se sienten muy orgullosos de su Estadio.

1.1. La pasión por el fútbol es similar al amor romántico

«Los circuitos cerebrales que se activan en los hinchas de fútbol son los mismos que en el amor romántico». (Equipo investigación Universidad de Coimbra).

La Universidad de Coimbra (Portugal) analizó el comportamiento de dos mujeres y 54 hombres aficionados al fútbol de entre 21 y 60 años durante tres años. Esta noticia pude leerla el 21. marzo. 2017, firmada por Víctor Gil. «El científico Castelo-Branco aseguró que «la amígdala cerebral» (que regula las emociones) se activa más en los aficionados al fútbol que en los que profesan el amor romántico».

«Cuando el hincha celebra un gol, con una buena jugada o festeja una victoria de su equipo, se activan regiones similares del cerebro – el córtex frontal – donde se libera dopamina a modo de recompensa. Hemos podido comprobar que los sistemas neuronales que se activan son muy semejantes al del amor romántico». (…) «La pasión tiende a prevalecer sobre los contenidos más negativos como, por ejemplo, la derrota contra un rival, ya que las experiencias menos deseadas tienden a ser suprimidas de la memoria emocional».

Me emocionó la canción de Tony Zenet a ritmo de jazz cubano, y me abandoné a su evocadora letra de «Soñar contigo» https://www.youtube.com/watch?v=7CdZlQsBUII. Un manifiesto de amor al fútbol mezclándolo con el amor de una mujer, ambos compatibles sin duda, incluso con la irrefrenable intención de confundirlos:

«Déjame esta noche... soñar contigo,

déjame imaginarme en tus labios los míos,

déjame que me crea que te vuelvo loca,

déjame que yo sea quien te quite la ropa,

déjame que mis manos rocen las tuyas,

déjame que te tome por la cintura,

déjame que te espere, aunque no vuelvas,

déjame que te deje, tenerme pena».

«Si algún día diera con la manera de hacerte mía,

siempre yo te amaría como si fuera siempre ese día,

qué bonito seria jugarse la vida, probar tu veneno,

ue bonito seria arrojar al suelo la copa vacía».

«Déjame presumir, de ti un poquito, que mi piel sea el forro de tu vestido,

déjame que te coma solo con los ojos,

con lo que me provocas yo me conformo.

«Si algún día diera con la manera de hacerte mía,

siempre yo te amaría como si fuera siempre ese día,

qué bonito seria jugarse la vida, probar tu veneno,

que bonito seria arrojar al suelo la copa vacía».

«Déjame esta noche... soñar... soñar... contigo».

¿Soñar con el fútbol y todo lo que origina a su alrededor?

El fin de semana del 15 de agosto comenzará el Campeonato de fútbol español relativo a la temporada 2021/2022. De nuevo, se recrudecerán las pasiones por el fútbol, las inversiones de los clubes en concepto de fichajes se han reducido de manera extrema para que los clubes no acaben en «suspensión de pagos», incluso a punto de quedarse huérfanos de ayudas y patrocinios comerciales.

Y lo que es peor, sin tener claro que los aficionados puedan asistir al Estadio a disfrutar «in situ» del fútbol.

Pero nuestra ración de «dopamina» la necesitamos ya. Que comiencen los partidos, que el mejor juego aflore, que los futbolistas reciban su reconocimiento, que los clubes encuentren su recompensa, que el espectáculo sea evidente y todos se expresen en plenitud.

8.agosto.2021.

1.2. ¿A quién echamos «la culpa» con lo de Messi…?

«Entre todos la mataron y ella sola se murió». (Refranero español).

Messi no seguirá jugando en el Barcelona en esta temporada 2021/22. El presidente Laporta lo explica drásticamente: «El Barça está por encima de los jugadores, incluso por encima del mejor del mundo». Laporta amplía: «Hemos recibido una herencia nefasta y no tenemos margen salarial». A las pocas horas, el París Saint Germain confirmó la contratación de Leo Messi por unas cifras «mareantes» que a ellos no les afecta como al Barça.

Dijo Laporta: «Leo deja un legado excelente. Ha dejando una huella esplendorosa en la historia del Barça. Espero que la podamos superar y ahora empieza una nueva era. Hay un antes y un después de Leo. Lo que tenemos hacia él es un agradecimiento eterno». (…) «Leo ha puesto todas las facilidades que ha podido… El límite salarial que podríamos afrontar es con la regla 4 a 1. Para tener 25 millones de salario tenemos que liberar 100… Contando lo que estaba previsto con Leo, estábamos en 110% de la masa salarial respecto a los ingresos del club… Es consecuencia de unas inversiones desmesuradas que se hicieron…» (…)»No se puede seguir adelante, tenía que tomar una decisión y la he tomado».

(…) «Las pérdidas que teníamos previstas eran de unos 200 millones de euros, pero serán 487 millones que son muchos… No será fácil sustituir un jugador que te hace más de 30 goles por temporada…« (…) «Había razones subjetivas y objetivas por las que no se ha podido formalizar el acuerdo… Hemos tardado un par de meses en hacer la auditoría y vamos encontrando varias cosas con el «Barça Gate», el «Espai Barça», el «BLM».

Vicente Jiménez firmó un artículo (8. agosto. 2021) sobre «Messi y lo que le pasa al fútbol»: «Pocas lágrimas simbolizan de manera tan palmaria un fracaso con mayúsculas como las que vertió Messi en su despedida. Fracaso para el fútbol español, para el club y sus directivos, para la afición y para el propio jugador. Si un astro como Messi y un club más que un club como el Barça acuerdan continuar juntos tras 21 años enamorados y en unas horas todo se viene abajo para presunto beneficio de un equipo propiedad de un Estado soberano árabe es que algo grave, muy grave, aqueja a nuestro fútbol». El escritor Abrasha Rotenberg había propuesto una solución «naif», o sea, que Messi firmase por un euro.

«Pero esto no es un cuento con final feliz. Esto es un asunto de dinero… Los ilusionantes fichajes de antaño y el escaparate de los torneos y las giras veraniegas han sido sustituidos por sobresaltos como la salida de Messi o Ramos, conflictos de enorme tensión como la «SuperLiga» o la entrada del capital riesgo en «La Liga», o asuntos desgraciados y deprimentes para el aficionado como las mafiosas grabaciones a Florentino Pérez. De no haber sido por el buen papel de las selecciones absoluta y olímpica en la «Eurocopa» y en los «Juegos de Tokio», respectivamente, sería inevitable pensar que alguien ha echado un mal de ojo al fútbol español. ¿Qué es lo que está pasando?».

«Tras meses de oir hablar de los dulces sueños de Laporta con Messi, en apenas 9 líneas el club echó el cierre de 21 años de relación entre el crack y su afición… Y al final, en unas horas nos desveló que todo tenía truco, que el club está en la ruina y que Messi es una hipoteca inasumible». (…) «Una de las terribles lecciones que ofrece esta historia, y no es la menor, es la progresiva brecha entre los clubes y sus aficiones... Los clubes alemanes o británicos difícilmente tomarán alguna decisión a espaldas de sus socios, hinchas o simpatizantes. Ni siquiera aquellas entidades que son propiedad de algún magnate nacional o extranjero…»

(…) «En «Can Barça» intentan hacer de la necesidad virtud y cuentan a quien quiera oírlo que la salida de Messi es una medida necesaria… Incluso soñaríamos con una solución a lo Rotenberg, con Messi jugando en el club de su vida por un euro al año. Sería bonito, pero ¿quién se cree este cuento?».

11.agosto.2021.

1.3. El Reglamento de fútbol es de todos

«A los árbitros hay que defenderlos y no olvidar nunca que tienen una labor muy difícil. Como todos los deportistas que están en el campo, los árbitros también tienen un margen de error que debemos aceptar. Y tampoco vale que luego los programas de televisión especializada en conformación deportiva repitan los fallos arbitrales hasta la saciedad. Porque, en ocasiones, no se despeja la duda ni aunque se repita la jugada 80 veces a cámara lenta, y las interpretaciones son opuestas y contradictorias». (Johan Cruyff).

Para la próxima temporada, en la «Premier League», ajustarán muchos aspectos del VAR que el año pasado funcionaron muy mal. De momento, en el fútbol español nadie se ha atrevido a hacer otros ajustes que las manos, para lo que el Presidente del Comité Técnico de Árbitros, Velasco Carballo, presentó las consiguientes explicaciones de los nuevos cambios normativos. El ex árbitro de fútbol Eduardo Iturralde, colaborador en la «Cadena Ser» dijo con mucho acierto, día 13 de agosto, que «El Reglamento es de todos y no les pertenece tan solo a los árbitros».

Entrando en detalles, Iturralde aseguró que el Comité de Árbitros se equivocó de nuevo al presentar los cambios como un hecho consumado y previamente no consultó con entrenadores, jugadores, y otros estamentos oficiales. Así que los cambios se han presentando como hechos consumados sin ningún consenso. De ahí la acertada aseveración de que «El Reglamento es de todos» y no pertenece sólo a los árbitros exclusivamente.

Asegura Velasco Carballo que el nuevo invento incorpora «el concepto de inmediatez», considerado como clave. Para ello, se incluyen como novedad dos nuevas normas relacionadas con las manos: Si hay una mano accidental de un jugador e inmediatamente después un compañero mete gol, no se sancionará mano y por tanto el gol es válido; en caso de mano accidental de un jugador e inmediatamente después hay ocasión de gol o penalti, tampoco se sancionará la infracción. También se mantiene la consideración de que, si un jugador golpea el balón con la mano de manera «accidental» e «inmediatamente después» consigue meter gol, el gol debe ser invalidado. Pero añado, por mi cuenta y riesgo, que los cambios presentados resuelven muy poco de la problemática ocurrida durante la temporada pasada.

«Hemos insistido esta temporada y todos tenemos que entender que las manos es un hecho subjetivo, y solo corresponde al árbitro considerar qué es una mano natural o antinatural», apuntó. O sea, de nuevo queda al albedrío de la interpretación de cada árbitro. Todo es interpretable.

Se sancionará como mano:

• Voluntarias. Apunta el árbitro Undiano que «son más propias del fútbol base».

• Mano en posición antinatural. Cuando un brazo o mano ocupa un espacio mayor corriendo el riesgo de cortar el pase o tiro. Así como los brazos alejados del cuerpo.

• Mano accidental, que acabe en gol del mismo jugador, incluso si es accidental.

No se sancionará como mano:

• Mano en posición natural.

• Manos pegadas y próximas al cuerpo.

• Manos apoyadas o que vayan hacia el apoyo.

• Mano tras balón jugado por el propio jugador.

• Mano procedente de despeje de compañero de equipo.

• Mano accidental e inmediata de un compañero que acabe en gol.

• Gol tras mano accidental no inmediata.

14. agosto.2021.

1.4. ¡Apriétense los cinturones que despega la Liga 2021/2022!

«Año I después de Messi. El argentino se fue a París y parece haberse llevado consigo al fútbol mismo». (Jorge Valdano).

Como escribe Valdano (ElPaís), «la estruendosa marcha de Messi no apagó el ruido de otros conflictos. Tebas y Rubiales siguen enfrentados como niños tercos. Los equipos grandes ven en un fondo de inversión que apuesta por el futuro de la Liga un problema, donde los equipos modestos ven una solución. El mercado, en comparación con los alardes de la Premier o del PSG, nos advierte de que somos pobres, al tiempo que comprobamos que el «Fair Play» Financiero es un cuento chino. Y bajo este idílico panorama, empieza la Liga. ¿Qué nos queda? «.

El público volvió a los estadios españoles de manera desigual. Madrid, Andalucía, Galicia y Baleares son las comunidades más permisivas con un 40% del aforo, mientras el País Vasco apenas llega al 20%. Valencia permite hasta 15.000 personas. En la segunda jornada, el Atlético recibirá al Elche el domingo 22 con 27.000 espectadores mientras que el Getafe se enfrentará a Sevilla con 7.000 aficionados. El Rayo Vallecano no podrá acumular más de 5.600 aficionados y el R. Madrid jugará los 3 primeros partidos fuera de Madrid.

El entrenador Calleja del Alavés, a preguntas de Enrique Ortego (ElPaís, 14.8.2021) reconoció acerca del R. Madrid: «Ese club tiene un gen ganador único que quizás no pueda entender quién no ha estado allí. Te enseñan a creer en ti, a defender el escudo que llevas y, sobre todo, en la obligación de ganar. Te hacen muy fuerte mentalmente. (…) «Ahora hay muchas escuelas de fútbol con distintos estilos a las que van los chavales y les mecanizan mucho todo. El niño tiene que equivocarse, saber regatear, le tienes que dejar esa libertad y asumir ciertos errores. No hay que penalizar a un jugador porque se equivoque. Al final el jugador que te cambia un partido es el que se sale del guion. Yo soy un enamorado del futbolista de la calle y se está perdiendo».

(…) «Me gusta alternar con varios sistemas. La base será una defensa de cuatro hombres atrás y a partir de ahí en el centro del campo y arriba vamos a ir cambiando dependiendo del partido, del rival, y de lo que queramos en cada momento… Me siendo más seguro jugando con cuatro (en defensa). Cuando hemos probado con tres centrales nos hemos metido muy atrás y nos hemos desajustado bastante más. Lo peor de todo en el fútbol es confundir. Y lo que no se puede querer es que el portero dé los pases de gol y sea quien más intervenga en el juego. Salir jugando de esa forma tiene que ser un recurso o una variante a la que no hay que renunciar, pero no hacerla una obligación».

(…) «No me gusta eso de dar 20 pases en el área para después nada. Lo veo absurdo. A mis jugadores les digo que tenemos que llevar la iniciativa a través de la posesión, tener el balón cuanto más tiempo mejor, pero en el campo contrario y si hay posibilidad de llegar con tres pases mejor que con 200. Ser un suicida, jugar constantemente en tu área, me parece un absurdo. Lo que intentamos es jugar el balón, pero estamos preparados por si tenemos que jugar directos».

Ancelotti declaró con transparencia: «Es un jugador (Nacho) que tiene la capacidad de estar concentrado los 90 minutos. Siempre digo que hay dos tipos de defensas, los pesimistas y los optimistas. Y él es un defensa pesimista, porque siempre piensa que algo malo puede pasar y por eso siempre está concentrado los 90 minutos». También dijo de Vinicius: «Tiene calidad en el uno contra uno, para marcar goles le he dicho que es muy difícil marcar tras muchos toques. Hay que marcar en uno o dos toques. Es joven, va a progresar. A veces desborda los partidos con su calidad».

Los entrenadores que lo tienen claro lo explican claro… El Barcelona, At. Madrid, Sevilla, Villarreal, etc., jugaron excelentes partidos; mucho mejor de lo que se está transmitiendo al colectivo de aficionados en ausencia de «figurones»...

16.agosto.2021.

1.5. «Deja de joderte la vida»

«Deja de culpar a la suerte. Deja de culpar a los demás. Deja de señalar a influencias o circunstancias externas». (G.J. Bisho).

Ya en otras ocasiones he recurrido al libro de Gary John Bisho y he tratado de superarme con sus recomendaciones orientadas a «no joderme la vida». Precisamente, en el momento actual, todo el ambiente futbolístico respira una actitud destructiva. Una muestra son estas afirmaciones de Álvaro Benito en la «Cadena Ser»: «Veníamos de un año en el que la Liga era bastante tediosa, con propuestas más bien conservadoras. Hemos visto mayoría de partidos ofensivos y creo que este es el camino a seguir. No vamos a poder competir con los mejores jugadores, como ocurría antes, y tenemos que trabajarnos a partir de la base y sobre todo con las propuestas. El aficionado tiene que volver al campo y seducirse. En la «Premier ocurre ya, en Alemania, Francia, Italia… y creo que España debe hacerlo por la buena salud del negocio del fútbol».

Mis manifiestos de fútbol quieren ser siempre lo más positivos posible minorando las diferencias entre el éxito y el fracaso. Haciéndonos «los víctimas» resulta un anclaje indeseable, me hacen gracia los barcelonistas por sus estados de ánimo y volviéndose locos para encontrar cabezas de turco, en lugar de disfrutar con los buenos jugadores de los que dispone. Quizás ahora sean más comprensivos con los aficionados del Real Madrid cuando éstos perdieron el concurso de Cristiano Ronaldo.

«Si las emociones humanas se generan sobre todo a partir de los pensamientos, uno aparentemente podría controlar sus emociones al controlar sus pensamientos, al cambiar las creencias internalizadas o el discurso interno, con lo que detonó esa emoción en primer lugar», así piensa Albert Ellis, uno de los padres de la psicología moderna. La lógica del pensamiento de Bisho nos lleva a esos absurdos razonamientos a los que llegan esos aficionados solo acostumbrados a ganar: «Si a veces hablas de lo «injusta» que es la vida, empezarás a actuar conforme a ello, percibirás injusticias donde no las hay o, como han demostrado algunos estudios, te esforzarás menos en tu trabajo porque ya sabes que no lograrás nada». Los hinchas del Barcelona consideran injusto lo que les ocurrió con Messi, lo que menos les preocupa son las deudas abrumadoras del Club.

Así que para seguir «jodiéndonos la vida», «continuamente nos centramos solo en lo que no tenemos». Y «no dejamos de culpar al pasado». La gente del Barcelona, mientras que disfrutaban de un fútbol de ricos todos eran felices y hacían de menos a los contrarios, encima con ilegalidades permitidas. El anterior presidente Bartomeu fue un «Midas» al que nadie ha exigido responsabilidades. Creo que Laporta hace ahora lo que antes debió hacerse con plena responsabilidad, y sin embargo está siendo vituperado.

«Nuestros mayores triunfos surgen de la incomodidad, la incertidumbre y el riesgo», es posible que la actual directiva del Barcelona pudiera no superar esta crisis, el equipo debe ganar ya de manera inmediata alguna «Liga», «Champions» o «Super Liga». «No soy lo que pienso, soy lo que hago», aparentemente el valor comercial de la «Liga» española disminuirá. Las bajas notables de Cristiano y Messi en la Liga española son un hecho y ya veremos si se compensarían con la hipotética presencia de Mbappé y Halland, o alguna otra figura del momento.

Carl Jung aseguró: «Eres lo que haces, no lo que dices que vas a hacer». Vamos a dejar de limitarnos como ocurriera con el resurgimiento goleador de Benzema en ausencia de Ronaldo, el mismo Ancelotti aseguró el sábado pasado que el francés es mucho mejor que cuando él lo entrenó hace cinco años. Decía Vince Lombardi que «Lograríamos muchas más cosas si no pensáramos que es imposible». Por lo que, «dejemos de jodernos la vida», actuemos y acudamos a la reflexión de Napoleón: «Tómate tu tiempo para deliberar, pero cuando llegue el momento de actuar, deja de pensar y hazlo».

Así que, manos a la obra… Es posible que la Liga española no tenga «fueras de serie» pero es evidente que tiene muy buenos equipos para disfrutar del fútbol.

18.agosto.2021.

1.6. Mientras tanto, nos apasionemos con el fútbol de Eduardo Galeano

«En el fútbol como en todos los deportes, el entrenador te puede guiar, pero tú tienes que poner la pasión para ganar».

Para mí Eduardo Galeano es un maestro de la literatura futbolística, pero sin duda me educa mucho más que muchos entrenadores del máximo nivel. Es mucho lo que ya escribí, y transcribí de él, por lo fácil, por lo certero, por lo académico, por lo inaudito de su visión. Todavía recuerdo su anécdota inmortal de que, en tiempos de «Mundiales», su mujer y él ponían un cartel en la puerta de su casa: «Cerrado por Mundial».

Reuní un decálogo de frases narradas por él, leídas de un artículo firmado por abril de 2015, BBC Mundo, muchas de ellas ya las había plasmado en otros ensayos de fútbol y poco me importa repetirme porque su legado descriptivo será eterno.

A modo de manifiesto, todas ellas ligadas estrechamente, se regodeen:

• «El fútbol es la única religión que no tiene ateos».

• «No hay nada menos vacío que un estadio vacío. No hay nada menos mudo que las gradas sin nadie».

• «Siempre jugué muy bien, la verdad maravillosamente bien. Era el mejor de todos, pero sólo de noche mientras dormía. Durante el día, hay que reconocerlo, he sido el peor pata de palo que se ha visto en los campitos de mi país».

• «¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales».

• «Los niños no tienen la finalidad de la victoria, quieren apenas divertirse. Por eso, cuando surgen excepciones, como Messi y Neymar, son, entonces ellos, para mí unos verdaderos milagros».

• «Yo no soy más que un mendigo de buen fútbol. Voy por el mundo, sombrero en mano, y en los estadios suplico una linda jugadita por amor de Dios. Y cuando el buen fútbol ocurre, agradezco el milagro sin que me importe un rábano cuál es el club o el país que me lo ofrece».

• «El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue».

• «El fanático es el hincha en el manicomio. La manía de negar la evidencia ha terminado por echar a pique a la razón y a cuanta cosa se le parezca, y a la deriva navegan los restos del naufragio en estas aguas hirvientes, siempre alborotadas por la furia sin tregua».

• «En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol».

• «Y yo me quedo con esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido».

El fútbol en España tomará otra dimensión para la próxima Liga 2021/22, significativamente por la ausencia de Messi, como lo fue la marcha de Cristiano Ronaldo a Italia en campañas anteriores. Pero nunca anularán la importancia de los clubes que acogen a tantos aficionados desde hace años. Es ley de vida. Y siempre seguiremos queriendo la sustitución de aquellos, lo que es materialmente imposible, cuando lo que se producirá será una renovación de hombres, de estilos, de cualidades, de nuevas ilusiones…

De hecho, los primeros resultados, positivos y negativos, ya se produjeron. Como no podía ser de otra manera, aparecieron la sorpresa, el regodeo, la expectativa, la pasión, el cabreo, el desastre, la sublimación o la persecución de la eterna felicidad…

Teóricamente, la dogmatización de la individualidad ha sufrido un ligero revés. Ahora esperaremos a nuevos acontecimientos… Porque puedo asegurarles que aparecerán otros «Becerros de Oro» y volverá a ocurrir la secuencia que cita Práxedis G. Guerrero «Cread un ídolo y os daré un yugo».

22.agosto.2021.

1.7. El fútbol necesita de ídolos

«No se puede vivir sin héroes, santos ni mártires». (Ernesto Sábato).