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La cabeza de Juan el Bautista a cambio de una danza erótica: la pieza teatral en un acto de Oscar Wilde que escandalizó a la sociedad victoriana. La presente edición reproduce sin censuras las exquisitas ilustraciones originales de Beardsley.
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Seitenzahl: 64
Veröffentlichungsjahr: 2024
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Salomé
ILLUSTRATA
Título original: Salomé
© 2011,
de
la
traducción:
Herederos
de
Rafael
Cansinos
Assens
La
traducción
procede
de
la
obra
Salomé
en
la
literatura
(Flaubert,
Wilde,
Mallarmé,
Eugenio
de
Castro,
Apollinaire)
de
Rafael
Cansinos
Assens,
publicada
por
Editorial
América,
Madrid, 1919
© 2011, de esta edición: Libros del Zorro Rojo / Barcelona–Buenos
Aires
www.librosdelzorrorojo.com
Traducción
de
la
nota
preliminar
de
Robert
Ross:
Juan
Gabriel
López
Guix
Esta
obra
es
una
realización
de
Libros
del
Zorro
Rojo
Dirección editorial:
Fernando
Diego
García
Dirección de arte:
Sebastián
García
Schnetzer
Edición:
Marcial
Souto
Corrección:
José
Ramón
Díaz
Gijón
. . .
ISBN:978-84-10228-48-1Depósito legal:B–14572-2011
Primera edición: mayo de 2011
No
se
permite
la
reproducción
total
o
parcial
de
este
libro,
ni
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en
cualquier
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contra
la
propiedad
intelectual.
Proyecto financiado por la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura, Ministerio
de
Cultura
y
Deporte.
Financiado
por
la
Unión
Europea-Next
Generation
EU.
Digitalización:
Proyecto451
Primera
edición
en
libro
electrónico
(epub):
octubre
de
2023
*
ix
La presente edición deSalomé reúne las ilustraciones realizadas por Aubrey Beardsley para la obra de Oscar Wilde. No solo reproduce las imágenes creadas para la primera edición en inglés, publicada en 1894por Elkin Mathews & John Lane en Londres y por Copeland & Day en Boston, sino que recupera cuatro ilustraciones no incluidas en dicha edición: «J’ai baisé ta bouche, Iokanaan», «Juan y Salomé», «Salomé sobre un banco» y «El aseo de Salomé, II», recogidas un año des-pues de la muerte del artista en The Early Work of Aubrey Beardsley (John Lane, 1899).
Todas las imágenes de esta obra fueron cuidadosa-mente reproducidas a partir de un raro álbum de edi-ción limitada, titulado A Portfolio of Aubrey Beardsley’s Drawings Illustrating «Salomé» by Oscar Wilde (John Lane, 1907), que contiene las ilustraciones tal y como fueron concebidas, sin censuras ni mutilaciones, con todos los detalles originales que desaparecieron en los dibujos expurgados de la primera y la mayoría de ediciones posteriores.
La traducción al castellano, realizada por Rafael Cansinos Assens, apareció en el libro Salomé en la lite-ratura (Flaubert, Wilde, Mallarmé, Eugenio de Castro, Apo-llinaire),publicado en 1919 por la Editorial América de Madrid, y sigue la versión original en francés del drama, editada en 1893por Librairie de l’Art Indépendant de París y que Oscar Wilde dedicó a su amigo Pierre
Louÿs.
nota
sobre
la
edición
Nota
sobre
la
edición
Cabe señalar al respecto que la primera edición en inglés, con las exquisitas imágenes de Beardsley, fue dedicada por Wilde a su amigo íntimo Bosie: «A Lord Alfred Douglas, el traductor de mi obra».
Por último, se incluye el artículo «Una nota sobre Salomé»,que Robert Ross (1869-1918), fiel amigo y al-bacea de Wilde, escribió para la edición publicada en Londres en 1907 por John Lane, The Bodley Head, y que aporta curiosos datos de la época, acompañado por un valioso material iconográfico de la primera repre-sentación teatral de la obra en Inglaterra, en 1905, y la ópera de Richard Strauss estrenada en Alemania ese mismo año.
«J’ai baisé ta bouche, Iokanaan»,
dibujo realizado en 1893 para la revista The Studio,
que inspiró a Oscar Wilde y a su editor John Lane la decisión
de encargar a Aubrey Beardsley las ilustraciones de
Salomé para la versión inglesa, que se publicaría
en febrero de 1894.
xv
Saloméha convertido en familiar el nombre de su autor en todos los lugares donde no se habla inglés. Pocas obras de teatro inglesas tienen una historia tan peculiar. Escrita en francés en 1892, se ha-cían ya los ensayos finales con Sarah Bernhardt en el londinense Palace Theatre cuando fue prohibida por la censura. Oscar Wilde anunció de inmediato su inten-ción de cambiar de nacionalidad, una de sus provo-caciones características que solo se tomó en serio, por extraño que parezca, en Irlanda. Rara vez ha sido más popular o más calurosamente respaldada por los críti-cos ingleses la interferencia de la censura. Con motivo de su publicación en forma de libro, Saloméfue recibi-da por un coro de burlas, y cabe señalar de pasada que al menos dos de las reseñas más acerbas procedieron de la pluma de dramaturgos sin éxito, mientras que todos aquellos cuyo francés nunca pasó del manual de Ollen-dorff se alegraron de encontrar en ese venerable clási-co escolar un insospechado activo de su educación: un útil proyectil que arrojar contra Saloméy su autor. Por supuesto, se impugnó la corrección de la lengua, por más que el texto hubiera pasado por las manos de un distinguido escritor francés, a quien he oído que se le atribuía toda la autoría. The Times,aunque desdeñó la obra, le reconoció al autor el mérito de un tour de force,ser capaz de escribir una obra francesa para madame Bernhardt; y ello motivó la siguiente carta:
nota sobre salomé
Robert
Ross
The Times, jueves, 2 de marzo de1893, p. 4.
Oscar Wilde sobre Salomé.
Al director deThe Times.
Señor:
Ha llegado a mi conocimiento la publicación la
semana pasada de una crítica sobre Salomé en las
columnas de su diario. Las opiniones de los críticos
ingleses sobre una obra francesa mía me resultan,
por supuesto, de escaso cuando no de nulo interés.
Le escribo sencillamente para que me permita corregir
un error que aparece en dicha crítica.
El hecho de que la mayor actriz trágica hoy viva sobre
cualquier escenario percibiera en mi obra tal belleza
que deseara producirla, interpretar el papel de la
protagonista, otorgar a todo el poema el encanto de
su personalidad y a mi prosa la música de su voz
cristalina, ha sido naturalmente, y siempre será, una
fuente de orgullo y placer para mí, y espero con deleite
ver a Mme. Bernhardt presentar mi obra en París,
ese intenso centro del arte en el que a menudo se
representan dramas religiosos. Sin embargo, mi obra
no fue en modo alguno escrita para esa gran actriz.
Jamás he escrito para ningún actor ni ninguna actriz,
ni lo haré nunca. Semejante tarea es para el artesano
de la literatura, no para el artista.
Le saluda su seguro servidor,
oscar wilde
xvii
Nota sobre Salomé
Cuando Lord Alfred Douglas tradujoSaloméal inglés, su ilustrador, Aubrey Beardsley, no disentía de algunas de las calumnias arrojadas sobre Wilde. Resulta intere-sante que encontrara inspiración para su excelente tra-bajo en una obra que nunca admiró y de la pluma de un autor que le desagradaba cordialmente. Los motivos, por supuesto, están hechos a su medida, y nunca hubo un material más adecuado para ese extraño arte tan-gencial sin valores tangibles. Las divertidas caricaturas de Wilde que aparecen en el frontispicio, «Entra Hero-días» y «Los ojos de Herodes», son las únicas muestras de verosimilitud de esos exquisitos dibujos. El colofón es una auténtica obra maestra y también, una aguda crítica de la obra.
Con motivo de la producción de Salomérealizada porel New Stage Club en mayo de 1905,*los críticos vol-vieron a expresarse con vehemencia y se lamentaron a grandes voces de que la obra hubiera sido sacada de su oscuridad. Sin embargo,