Siempre conmigo, mi amada niña - Evelyn Coombs - E-Book

Siempre conmigo, mi amada niña E-Book

Evelyn Coombs

0,0

Beschreibung

Durante el transcurso de nuestras vidas acumulamos experiencias de todo tipo que creemos dejar en el pasado, sin darnos cuenta de que nuestras emociones, sentimientos, comportamientos, acciones y reacciones están regidos precisamente por el camino que hemos recorrido. El hacernos conscientes de ello nos permite crecer, cambiar. Nos ayuda a ser verdaderamente quienes vinimos a ser, no la consecuencia de un pasado infantil traumático o la distorsión de la realidad por nuestra propia percepción. Buenos días, mi amada niña le habla a quienes quieren mejorar holísticamente su vida poniendo en práctica la autoobservación, la integración del ego y el reconocimiento de las sombras personales como primeros pasos para alcanzar una vida más plena. También es un libro para padres y madres que quieren forjar el mejor futuro posible para sus hijos evitando perpetuar el ciclo de sufrimiento generacional. A través de estas páginas, Evelyn Coombs explica cómo respetar, aceptar y honrar el pasado considerándolo lecciones de aprendizaje y crecimiento para hacernos conscientes del presente y empezar a ser los directores de nuestra propia vida.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 142

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



SIEMPRE CONMIGO, MI AMADA NIÑA

Un camino de autoconocimiento, amor y sanación en conciencia de las heridas de la infancia

Evelyn Coombs

© Evelyn Coombs

© Siempre conmigo, mi amada niña

Ilustración de portada e ilustraciones interiores: Katie m. Berggren

Septiembre 2023

ISBN papel: 978-84-685-7836-1 ISBN ePub: 978-84-685-7835-4

Depósito legal: M-29362-2023

Editado por Bubok Publishing S.L.

[email protected]

Tel: 912904490

Paseo de las Delicias, 23

28045 Madrid

Reservados todos los derechos. Salvo excepción prevista por la ley, no se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos conlleva sanciones legales y puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.

Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

A mi alma, por darme la oportunidad de sanar;

a mi amada niña interior, por confiar en mí;

a mi conciencia, por despertar,

y a ti, querido lector, por tener el coraje de enfrentarte a ver tus sombras…

¡Bravo!

Agradecimientos

A mi pequeña familia, a quienes amo intensamente, mi esposo Bart y mi increíble hija Luciana, quienes me dieron su apoyo con amor, creyeron en mí y me permitieron contar con el tiempo para dedicarme a escribir este libro. Sin ellos, este libro no sería una realidad.

A mis padres: mi mami, quien es un ejemplo de fe y amor incondicional y que, a pesar de todas sus propias travesías en esta vida terrenal, sabe brindarme su apoyo con palabras y actos que muestran su fortaleza, resiliencia y entrega a su familia; mi papi, quien, aunque es de pocas palabras, siempre creyó en mí y en mi capacidad de superación.

A mi hermano, con quien volví a tener una conexión después de haberla perdido por mucho tiempo; te extrañaba, y tu apoyo desde siempre fue un ancla para sobrevivir.

A D., quien al conocer mi historia me apoyó en momentos grises de mi vida. Tu apoyo fue esencial cuando enfrentaba la oscuridad.

A la ACCA y sus mentores, quienes me dieron ese empujón que necesitaba para escribir este libro y de esta manera ayudar a iniciarme en este viaje de amor propio sin retorno.

A todas y cada una de las personas que se aventuren a leer mis líneas y mi mensaje, a sus almas valientes y hermosas y a sus hermosos niños interiores. ¡Gracias, gracias, gracias!

Índice

INTRODUCCIÓN

FÁBULA BUDISTA

Capítulo 1. UN MINUTO DE TU TIEMPO

¿Quién eres y cómo estás?

¿Quién eres?

¿Cómo estás?

Introspección Capítulo 1: ¿Quién eres y cómo estás?

Capítulo 2. TU ESTADO PRESENTE

Es tiempo de ser honesto

Capítulo 3. ESO QUE NO QUEREMOS VER DE NOSOTROS

Nuestras sombras

Invita a tu inconsciente a tomar una taza de café

Capítulo 4. ¿CUÁL ES LA REALIDAD?

El ego y la percepción

El ego

La percepción

Capítulo 5. LAS HERIDAS INVISIBLES QUE MÁS DUELEN

Las heridas de la infancia

La herida del abandono

Cómo reconocer la herida del abandono en la edad adulta

La herida del rechazo

Cómo reconocer la herida del rechazo en la edad adulta

La herida de la humillación

Cómo reconocer la herida de la humillación en la edad adulta

La herida de la injusticia

Cómo reconocer la herida de la injusticia en la edad adulta

La herida de la traición

Cómo reconocer la herida de la traición en la edad adulta

Conversemos un poco sobre lo que descubriste

Capítulo 6. LA INDISCUTIBLE CONEXIÓN

La conexión alma, mente, cuerpo.

Definiciones importantes

Si no escuchas tu alma, tu cuerpo gritará

Capítulo 7. ES HORA DE SANAR

El método ARCA

Capítulo 8. SANAR ES EL ÚNICO CAMINO

Descripción del método ARCA

1. La aceptación

2. Reparentalización

3. Conciencia y conexión con el YO SOY

4.Tipspara días grises

5. Agradecimiento

BIBLIOGRAFÍA

INTRODUCCIÓN

Es que no se va, aquí está otra vez, sale antes de que yo pueda entender. Sale cual galope, apurado, indomable e imperturbable… Entonces… todo cambia, el día se vuelve noche, la tinaja se rompe, la ventana se quiebra y yo soy… esa que ante las luces dice sí a todo, esa que siempre está para todos, esa que no tiene arreglo, esa que estropeó todo, esa que acepta todo y se pone de último, esa que quiere todo perfecto, esa a la que nada le hace feliz, esa que nadie quiere cerca, esa que necesita siempre el apoyo de alguien, esa que no puede vivir sola, esa que no vale nada, «esa que creo que yo soy» ante la multitud, ante las cámaras, ante el mundo; esa que carga una máscara de «esa es quien yo soy». Cada día el mundo me cansa más, porque pide más de mí, porque nada es suficiente, porque no me siento plena y completa…, y cuando llega la noche, cierro los ojos y aquí en mi cama, puedo ver sin mirar con mis ojos físicos cómo mis máscaras se caen, y mientras sueño, mi inconsciente toma el mando, mi ego y mis máscaras ya no son los actores principales de mi vida; en este momento puedo volar, puedo fluir, puedo sentirme libre…, puedo soltar las presiones de fingir ser quien en realidad no soy. Pero ese «yo soy» ahí dormido, ese es el que nadie conoce, ni siquiera yo misma, ese «yo soy» fue enviado a las oscuridades del océano de mi mente, y ahí está desde hace tantos años que ni siquiera soy capaz de reconocerme, está ahí aguardando por mí. Ese ser tiene otra mirada, tiene otra forma, tiene una esencia más pura, es mi propio ser con la forma de una niña llena de amor, pero a la vez asustada… Fue dejada en esa oscuridad y lo único que espera es volverme a ver. Esta pequeña se quedará en ese estado, en ese lugar escondido hasta que yo decida volver mi rostro hacia mi interior y reencontrarme con ella. No, no estoy siendo dura conmigo misma y no pretendo que lo seas tú tampoco, la verdad es que no fue culpa nuestra todo lo que pasó, solo hicimos lo necesario para sobrevivir cuando todo sucedió, pero en ese caminar dejamos a esa niña en el camino, allá atrás, lejos de ti. Esa niña, sin que ni siquiera nos demos cuenta con nuestra mente consciente y desde esas profundidades, sigue controlando nuestra vida ahora como adultos, determinando cómo reaccionamos ante cada situación que se nos presenta y estipulando cómo ves la vida. Esa niña se volvió, sin darnos cuenta, en nuestro observador.

Cuando podamos volver a conectarnos con nuestra esencia, nos daremos cuenta de que todo está ahí para nosotros, esperando ser encontrado un día, para hacer de ti un ser completo nuevamente, para empezar el camino hacia lograr lo que viniste a ser en esta vida, que no es nada menos que un ser de luz, de amor y energía que vibra alto.

Sin duda, el poder para cambiar tu vida no depende de nadie, excepto de ti misma. Depende de tu valentía para enfrentar tus sombras, tu ego, quitar tus máscaras y reconectar con tu esencia. Este es el momento en el que debemos reconocer que somos adultos y de tomar en nuestras manos la responsabilidad de trabajar en la reconexión con nuestra esencia más innata y pura, y de entender que solo logrando esta conexión estaremos frente al camino hacia nuestra sanación.

El momento es ahora, no podemos modificar el pasado, pero podemos trabajar en el presente para lograr un mejor futuro, un futuro en el que puedas verte como una persona más completa, viviendo en mayor plenitud. El pasado también sucedió como parte de tu aprendizaje en esta vida y nadie puede negar que pudo haber sido muy doloroso, complejo, difícil y en muchos casos abrupto y hasta desgarrador, nadie puede decirte que no fue nada y que lo olvides así por así, porque seamos realistas, no funcionará; sin embargo, abre tus hermosos ojos y reconoce que ahora ya no eres más esa niña… mírate y ve a la adulta que eres ahora, asumamos nuestra responsabilidad con amor y paciencia… Te invito a que sanemos nuestras heridas de la niñez juntas, te invito a despertar tu conciencia y abrirte a explorar más allá de lo conocido, a permitirme mostrarte el camino que yo tomé y a que tú encuentres el tuyo propio, a caminar con calma y sin prisa, pero de manera urgente, a embarcarte en el camino que iniciará el reencuentro con tu amada niña, tu retorno a casa, pero no a cualquier casa: a la tuya, a ese lugar donde la magia existe, donde te sientes plena, sin miedos, donde tu valor no dependa de nadie ni de nada, donde te reencuentres con tu verdadero yo. Ahí es donde se inicia el retorno al hogar.

FÁBULA BUDISTA

Me encantó encontrar la fábula budista que te dejo a continuación, va muy bien con el camino que vamos a emprender, léela, entiéndela y disfruta.

Hace tiempo, una anciana llamada Rabiya, muy querida en un pequeño pueblo, comenzó a buscar algo en la calle. A todos les gustaba la compañía de Rabiya, y solían contarle sus problemas porque siempre les daba buenos consejos. Las personas que la vieron se acercaron y preguntaron:

—¿Qué buscas, Rabiya? ¡Te ayudaremos!

—Oh, sois muy amables. Se me cayó una aguja.

—¿Una aguja? Será difícil, pero te ayudaremos —contentaron sus vecinos.

Todos empezaron a buscar la aguja, pero no encontraban nada. Entonces preguntaron:

—Rabiya, ¿no recuerdas en qué zona de la calle se cayó la aguja? La calle es muy larga y eso ayudaría a acercarnos más a nuestro objetivo. Además, está a punto de anochecer y ya no tendremos luz para buscar.

—Oh, el caso es que no se me cayó en la calle, sino en mi casa.

—¿Cómo? Entonces… ¿por qué buscamos aquí algo que no podremos encontrar?

—Es cierto, eso me pregunto yo… No sé por qué siendo tan inteligentes, malgastáis esa inteligencia cuando se trata de buscar la felicidad. No sé por qué andáis buscando siempre la felicidad en la calle y lejos de vosotros, en lugar de buscarla donde la perdisteis… en vuestro interior.

Y sonriendo, Rabiya se dio media vuelta y entró en su casa, dejando una profunda reflexión en todos sus vecinos.

Moraleja: «Sé inteligente y no busques la felicidad lejos de ti. La perdiste dentro».

La anciana que buscaba una aguja, fábula budista sobre la felicidad.

Capítulo 1 UN MINUTO DE TU TIEMPO

¿Quién eres y cómo estás?

¿Quién eres?

«¡Hola!, yo soy…». Te invito a completar esa oración.

La primera vez que me hicieron esa pregunta me quedé paralizada por un momento, no sé si fueron segundos o minutos los que transcurrieron, pero sin duda hubo un silencio antes de mi respuesta. Ya había escuchado esa pregunta anteriormente, pero no sabía qué respuesta dar. Solo por curiosidad, ¿qué respondiste tú?

Parece una pregunta fácil. Sin embargo, ¿de verdad lo es? Por mucho tiempo creí que sabía la respuesta y estaba equivocada. Habitualmente la respuesta a esa pregunta es algo como: «yo soy una mamá, una doctora, abogada, estudiante, una mujer, ama de casa, una esposa, una escritora, una amiga», etc. ¿Y qué pasaría si te digo que todas esas respuestas son los roles que cumplimos en nuestra sociedad y no realmente quiénes somos?, ¿me creerías? En realidad no estoy tratando de convencerte o cambiar tu forma de pensar de la noche a la mañana; para serte sincera, por costumbre yo di esa respuesta por casi toda mi vida y muchas veces aún me descubro repitiendo ese patrón. Lo importante es que ahora cuando sucede, lo noto y lo cambio.

El camino del autoconocimiento espiritual requiere de un trabajo arduo y constante, requiere de mucha voluntad propia y de ese deseo ardiente de reconocernos como más que simples cuerpos físicos, requiere también de valentía, de darte tiempo para ti misma, tiempo de conexión interna, tiempo de silencio, paz y meditación, tiempo de adentrarte en tu interior y nadar en lo desconocido por tu mente consciente. No te asustes, aunque suene como mucho trabajo, es la mejor inversión que puedes hacer en ti misma, es importante, urgente, es el único camino y sin duda alguna te conviertes en la mejor versión de ti misma, porque te descubres, descubres tu verdadero «yo soy».

Las palabras «yo soy» tienen un poder increíble, recordemos que también Jesús mencionaba mucho estas palabras y que su significado está relacionado con ser divino y eterno. A continuación, te haré otra pregunta que espero respondas con sinceridad.

¿Cómo estás?

Seamos sinceros, esta pregunta es sin duda una de las que más escuchamos en nuestro diario vivir. Quizá la que más nos han hecho o la que más hacemos nosotros mismos; sin embargo, a la vez, es una de las preguntas que casi nunca respondemos de manera consciente, es decir, respondemos en automático. Si ahora mismo yo te pregunto: ¿cómo estás?, podría decir casi con seguridad que tu respuesta sería: «estoy bien» o «bien», «bien, gracias», etc. Y a continuación diríamos: «¿y tú cómo estás?», a lo cual la respuesta casi siempre es: «también estoy bien».

Es como si camináramos por el mundo adoctrinados con preguntas y respuestas repetitivas, y nada más lejano a la realidad, ya que lo hacemos de manera automática, tanto la pregunta como la respuesta. Pregúntate ahora mismo cuándo fue la última vez que alguien te hizo esa pregunta y cuál fue tu respuesta, o cuándo fue la última vez que tú la hiciste y cómo te respondieron, ¿fue hace una semana, ayer, hoy? Muchas veces ni siquiera estamos verdaderamente interesados en saber cómo está la otra persona, lo hacemos como un simple acto de educación o cortesía, o porque así nos enseñaron, así nos programaron desde que fuimos niños. Mamá, papá o mis cuidadores lo hacían y se veía como lo correcto, entonces ahora lo hacemos de manera automática; lo mismo sucede con la respuesta, la damos en automático y casi nunca es la realidad sobre cómo estamos. Entiendo perfectamente si esa es la respuesta a un extraño, que por ejemplo nos saluda en un centro comercial o en una tienda; sin embargo, esta también es la respuesta a las personas que se supone son nuestra tribu, nuestras amistades o familias cercanas… Pensamientos que nos llegan podrían ser: «no quiero decirle cómo me siento de verdad porque no quiero que piense mal de mí», o «¿qué va a pensar si sabe cómo me siento de verdad? ¿Va a dejar de valorarme? ¿Va a dejar de respetarme?». Y si vamos a un extremo, incluso podríamos pensar: «¿va a dejar de amarme?». Este tipo de preguntas y autorespuestas también están regidas por dos situaciones posibles: una, tus creencias, y dos, tus heridas de la niñez o juventud en algunos casos.

Este libro exigirá tu compromiso a ser honesta contigo misma, a que sepas que nadie puede juzgarte y que el único camino hacia el verdadero encuentro con tu ser es aceptando inicialmente tu situación actual, pero no desde una perspectiva física y materialista, sino más bien desde el punto de vista de que vinimos a este mundo a vivir en el SER. No se puede cambiar lo que no se conoce, lo que no ves como equivocado, ya que creciste creyendo que era normal; entonces el primer paso es reconocer que existen actitudes que no son nuestras y que vienen accionadas desde nuestro subconsciente, ya sea por nuestras heridas emocionales de la niñez (de las cuales hablaremos más ampliamente en capítulos posteriores) o por nuestra programación de creencias que adquirimos en los primeros años de nuestras vidas y que seguimos adquiriendo día a día; en la mayoría de los casos estas creencias son limitantes, es decir, nos limitan sin que ni siquiera nosotros seamos conscientes de ello, son como barreras invisibles que evitan que avancemos en diferentes aspectos de nuestras vidas.

Vivir en el SER es una tarea de amor para toda la vida. Implica vivir más conectados con nosotros mismos, validar nuestras emociones, estar en contacto con nuestras propias necesidades, poner límites desde el amor y el respeto y, aunque suene redundante, respetar los límites establecidos, etc.

Básicamente te estoy pidiendo que te plantees volver a ser el piloto de tu propia vida, te estoy animando a ver que no eres tú quien está dirigiendo tu vida, te estoy sugiriendo que es hora de quitar el piloto automático y retomar el volante.

Es un rotundo despertar, es un antes y un después.

Escúchame, porque no puedo ser más sincera, nadie va a juzgarte, y si lo hacen, no deberías poner atención a ello, es tu derecho trabajar en el despertar de tu conciencia en esta vida, por lo que te recomiendo que seas lo más honesta posible. Tómate unos segundos, respira, y cuando estés lista, completa las preguntas de autoevaluación de este capítulo.