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Esta obra sigue la vida de Julia Ross, una mujer que se enamora de Dick Ragland, conocido por beber demasiado en París, y tienen un corto romance. Mientras Dick lucha contra el alcoholismo, Julia comienza a perder esperanzas en él. Cuando se entera de que él le fue infiel, decide terminar la relación. Sin embargo, no todo está perdido, con la aparición de Phil Julia consigue recuperar la esperanza y entregarse a un nuevo romance..Este cuento corto fue publicado en 1931 en The Saturday Evening Post.-
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Seitenzahl: 29
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F. Scott Fitzgerald
Saga
Vida nueva
Copyright © 1931, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726521061
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
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Vida nueva (Saturday Evening Post, 4 de julio de 1931) quizá sea el mejor relato de Fitzgerald sobre los efectos del alcoholismo en el carácter. Sin embargo, Harold Ober le achacó —y probablemente repetía lo que le habían dicho en el Post— que, como en otros dos cuentos recientes, Fitzgerald «no había conseguido que el lector se interesara por ninguno de los personajes». Esta observación puede ser puesta en duda, particularmente en el caso de Julia. Parece que a Ober le preocupaba que el suicidio resultara un tema demasiado desagradable para el Post, cuyos responsables consideraban que los lectores de la Depresión querían evadirse de la dura realidad.
Fue el primer día en que hizo el calor necesario para comer al aire libre en el Bois de Boulogne, mientras las flores de los castaños llovían oblicuamente sobre las mesas y caían con insolencia en la mantequilla y el vino. Julia Ross se comió algunas con el pan mientras oía cómo los peces se movían en el estanque y los gorriones aleteaban alrededor de una mesa que acababa de quedar vacía.. Volvías a ver a la gente: camareros con cara de camareros; mujeres francesas y perspicaces, sólo tacones y ojos; Phil Hoffman sentado en la silla de enfrente, con el corazón haciendo malabarismos sobre el tenedor, y el hombre extraordinariamente guapo que acababa de salir a la terraza.
... la fuerza transparente del mediodía púrpura.
No pesa el soplo de la brisa húmeda
en los capullos sin abrir...
Julia se estremeció con discreción; pudo controlarse. No saltó de alegría ni se puso a gritar: «¡Bien! ¿No es magnífico?», ni lanzó al maître d’hôtel entre los lirios del estanque. Siguió sentada, una mujer muy formal, de veintiún años, y con discreción se estremeció.
Phil se levantaba en aquel momento con la servilleta en la mano.
—¡Eh, Dick!
—¡Phil!
Era el hombre guapo; Phil se le acercó y, lejos de la mesa, se pusieron a charlar.
—...visto a Cárter y Kitty en España... —...abarrotado el Bremen...
—...así que iba a...
Luego el hombre siguió al jefe de camareros y Phil volvió a sentarse.
—¿Quién es? —preguntó Julia.
—Un amigo, Dick Ragland.
—Es, sin duda alguna, el hombre más guapo que he visto en mi vida.
—Sí, es guapo —asintió Phil con poco entusiasmo.
—¡Guapo! Es un arcángel, un puma. Está para comérselo. ¿Por qué no me lo has presentado?
—Porque es el americano con peor reputación de todo París.
—Tonterías. Deben de ser calumnias, una conjura infame:
una multitud de maridos celosos porque sus mujeres le han echado el ojo. Pero si ese hombre no ha hecho otra cosa en su vida que mandar
cargas de caballería y salvar niños a punto de ahogarse.
—El caso es que no lo invitan a ninguna parte, y no por una, sino por mil razones.
—¿Qué razones?