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Ven. Siéntate a mi lado. Qué te pasa? Qué te preocupa? Qué sueñas? Hablemos de tú a tú. Entre Amigos. Entre Amigos es un DIÁLOGO íntimo sobre la familia, la amistad, el amor, los miedos y el sentido de la vida. Es una pausa diaria para que la rutina no nos aleje de lo que realmente importa. Un REGALO muy especial, una palmada en el hombro, un consejo a tiempo, para ti, para tus familiares y amigos más cercanos. ENTRE AMIGOS contiene ideas de poder que te ayudarán a ser tu mejor versión. Un abrazo en palabras para ti.
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Derechos reservados:
D.R. © Carlos Cuauhtémoc Sánchez. México, 2022.
D.R. © Ediciones Selectas Diamante, S.A. de C.V. México, 2022.
Te invito a leer este libro
1.
Pelea por tu familia
2.
El lenguaje del mal
3.
Arréglalo, aunque no lo hayas roto
4.
Canario cantor
5.
Tu pareja salió defectuosa
6.
Gracias
7.
Cuatro salidas al desaliento
8.
Ser felices nos hace productivos
9.
Lo que otros opinan de ti
10.
Mantente joven
11.
Putrefacción interna
12.
Domador de serpientes
13.
Mete goles
14.
Los cuerpos se pueden amar
15.
Trabajar es amar
16.
Deja de pelear en casa
17.
¿Por qué duele tanto una infidelidad?
18.
¿Te vas? ¡Que te vaya bien!
19.
El tren de Chicago
20.
Elige tus incomodidades
21.
Para esto vivo
22.
Reconóceme, soy yo
23.
Despídete
24.
El perro necesita alguien que lo entienda
25.
¿Cómo pasó tanto tiempo?
26.
Maltrato emocional
27.
A mi esposa le gusta el vecino (y a mí la vecina)
28.
Si hablas mal de tu equipo, lo destruyes
29.
¿Cuál es el propósito de la reunión?
30.
El matrimonio es como el pádel
31.
¿Quieres descansar?
32.
Arrogancia o calidad humana
33.
La costumbre mata al amor
34.
El buen noviazgo
35.
Elogia los esfuerzos
36.
¿Cómo es la pareja ideal?
37.
Atiende al niño a tiempo
38.
Hazte fuerte en el amor
39.
Las gaviotas adivinaron
40.
Eterno noviazgo
41.
Déjate aconsejar
42.
Novio que golpea
43.
Hagamos cuentas con mamá
44.
Espérame a que acabe
45.
Solo toma la iniciativa
46.
Es un privilegio ser tu mamá
47.
Buenas noches
48.
Al centro del cuadrilátero
49.
Comprende a tu papá
50.
¿Por qué cambió tanto?
51.
TÚ no metes autogoles
52.
Prueba de amor
53.
Cualidad indispensable del líder
54.
¿Te rompieron el corazón?
55.
Un grito desesperado
56.
Hermanos que se pelean a muerte
57.
Mi peor es nada
58.
Eres su prisionero
59.
A veces la vida duele
60.
Haces falta
61.
Pecado de omisión
62.
Frases de repudio
63.
Hace falta una mujer
64.
La cena que cambiará todo
65.
Soledad creativa
66.
Si lo amas, lo corriges
67.
¿Perdonar a tus enemigos?
68.
Reacciones primitivas
69.
Amor a primera vista
70.
Cuando las cosas te salen mal
71.
Siete palabras mágicas
72.
No me vengas con berrinchitos
73.
Haz que tus hijos sean ricos
74.
La familia o el dinero
75.
Ofrenda afectiva
76.
¿Perdonar una infidelidad?
77.
Lento para juzgar
78.
El espejismo de la actitud
79.
Haz crecer tus marcas
80.
La familia, escuela de vida
81.
Tres opciones para tu muerte
82.
Una suegra agredió a su nuera
83.
El Sultán
84.
Conquista a la mujer
85.
Intencionalidad
86.
Te lo dijo tu mamá
87.
Amor o genitalidad
88.
Depresión estacional
89.
Todos hablaban mal de él
90.
¿Debes confesar una infidelidad?
91.
¿Cómo empiezo de nuevo?
92.
Los premios que importan
93.
Mi familia se la pasa protestando
94.
La ley del hielo
95.
Luna de miel
96.
¿Quieres ganarte el amor de alguien?
97.
Te voy a acusar
98.
Qué hacer si insultan a tu esposa
99.
Escucha activa
100.
Frialdad en casa
101.
Cómo conquistar a la persona que te gusta
102.
¡Que no te manipulen!
103.
¿Cómo hacer que tu hijo sea genio?
104.
Los celos me matan
105.
La inseguridad afea
106.
No seas tímido
107.
Conecta con tu familia
108.
La princesa que se enamoró de un vago
109.
Te veo
110.
Instante eterno
111.
Papá, me equivoqué
112.
Trabajaba tanto que perdió todo
Cuarta de forros
Biografía
Sustitúyelo por tu rutina diaria de ver videos cortos en el celular.
Cada capítulo es equivalente a un short de YouTube o a un video de Tiktok. Lo lees en un minuto o dos. Así está diseñado. Con temas importantes, independientes, que se pueden abordar al azar. Como los videos que miras.
Pero cuidado. No es lo mismo.
Cuando ves el celular, tu mente entra a un estado de pereza. No hace ningún esfuerzo. No piensa. Solo recibe comida procesada y a veces perjudicial.
Imagina tu cerebro como un cuerpo sedentario al que sientas todos los días por horas a deglutir azúcar refinada, conservadores químicos y grasas saturadas. Al paso de los años tendrás neuronas grasientas, lentas, bofas, necesitadas de una silla de ruedas para moverse.
Suena cruel; es real.
¿Te has acostumbrado al placer de mirar capsulas que te entretienen? Hazlo de mejor manera. En vez de verlas, léelas. En vez de sentar a tu cerebro a flojear, al menos ponlo a trotar. ¡LEE!
Leer es el mejor hábito que puedes cultivar.
La lectura te da un entrenamiento intelectual y creativo que no puede darte ninguna otra actividad.
Si lees, ineludiblemente te convertirás en una persona más inteligente y sabia. Tu mente desarrollará otras facultades que antes no tenía.
Entre amigos, te digo: Deja tu celular a un lado. Apágalo o ponlo en modo avión, y disfruta estos textos.
Son los que te gustaría ver en un video. Pero también son los que tu mente necesita para activarse.
Con todo cariño:
¡Lee!
Carlos Cuauhtémoc Sánchez
Nunca voy a olvidar esa frase.
Mi esposa y yo nos casamos muy jóvenes, con gran ilusión, solo para darnos cuenta de que el matrimonio era más difícil de lo que imaginamos. El primer año discutimos tanto que menguaron nuestras esperanzas de una vida maravillosa juntos; eso no tenía sentido. Pensamos que nuestro matrimonio había sido un error.
Acudimos a un consejero y él nos dijo: “Peleen por su familia”. Yo contesté: “Todavía no tenemos familia; no tenemos hijos”.
Se puso de pie y me encaró: “¿Y eso ¿qué? Ustedes son una familia; mírame a los ojos, esta mujer es tu familia; pueden llegar a tener hijos o no; y los hijos podrían darles un proyecto de unión, pero ustedes también podrían generar proyectos de unión en otras actividades o compromisos. Para ser familia ¡no necesitan niños, ni casa, ni perro! Solo se necesitan ustedes; tú y ella. ¡Tu esposa es tu familia!”.
Lo miré sin hablar. Continuó:
“Escúchame, Carlos, tú has sobrevivido a adversidades muy fuertes, has peleado con garras para ganar medallas en competencias de ciclismo, has logrado publicar una novela después de que muchas editoriales te rechazaron. Terminaste tu carrera y estás poniendo un negocio. A pesar de los problemas y obstáculos, sigues peleando. Eres un guerrero. Logras lo que te propones. Así que ahora, ¡pelea por tu familia!”.
El vehemente consejo me dejó helado. Volteé a ver a mi joven esposa. Los dos teníamos veintidós años. Entonces la miré de una manera diferente. En ese instante dejó de ser la posibilidad de un futuro incierto; con ilusiones de felicidad incumplidas ¡y de pronto la vi como lo que era! ¡Mi familia!
Hoy tenemos treinta y cinco años de casados. Nuestro matrimonio ha sido maravilloso. Como pareja hemos dado muchos frutos; pero nada de eso hubiera sido posible si no hubiésemos tomado aquella decisión un día, motivados por la frase que todavía resuena en mi mente y que se ha convertido en el eslogan secreto de mi vida.
Te invito a que sea el de la tuya también: Pelea por tu familia.
Los ángeles caídos tienen un mismo lenguaje. Se comunican bien entre ellos. Su lenguaje se basa en dos prácticas: MENTIR Y ACUSAR.
Muchas personas pertenecen a ese club. Y te invitan. Si te niegas a pertenecer, te van a engañar y cuando te equivoques, van a acusarte. Siempre es así.
Hay que decirlo abiertamente.
No seamos acusones de nimiedades.
Dejemos de buscar los errores triviales de la gente buena.
Dejemos de subrayar las faltas de otros (¡difundirlas, exagerarlas, dramatizarlas!).
No tratemos de desprestigiar al prójimo solo porque se tropezó o se equivocó.
Evitemos generar un ambiente de tensión, rencor y venganza.
No promovamos ni permitamos acusaciones por tonterías.
Aunque está bien evidenciar de manera objetiva y real a las personas malintencionadas que quieren hacernos daño de forma deliberada, no usemos como “nuestro”, el lenguaje de la acusación y la mentira.
Entre amigos, te digo: somos más grandes que eso.
Nuestro lenguaje es la verdad y la ayuda al que tropieza. Pertenecemos a otro club.
Te voy a decir el secreto para ser una persona extraordinaria. En una frase: Por donde pases deja todo mejor que como estaba.
De forma natural, los seres humanos, por donde pasamos, dejamos desperdicios, desgastamos lo que utilizamos, agotamos lo que consumimos, deterioramos lo que usamos. Es lo normal. Si no nos esforzamos por provocar que las cosas mejoren a nuestro paso, haremos que empeoren. Si no construimos, destruimos.
Enfócate, concientízate, encauza tu energía en construir.
Sé extraordinario en tu familia, en tu trabajo, en tu escuela, en tu equipo.
Si comes en una mesa, déjala limpia; mejor que como estaba.
Si usas un baño, déjalo impecable; mejor que como estaba.
Si hablas con una persona, asegúrate de que tus palabras no la lastimen ni la denigren, sino que la inspiren, la alegren, la fortalezcan.
Por donde pases arregla las cosas, aunque no las hayas roto.
Compón el ambiente de trabajo, aunque no lo hayas descompuesto.
Fortalece relaciones sociales, aunque no las hayas debilitado.
Genera lealtad y unión en el equipo, aunque no lo hayas dividido.
Y, por Dios, cuando camines por la calle y encuentres basura a tu paso, levántala, aunque no la hayas tirado tú, aunque no sea tu calle, o aunque no tengas planeado volver a caminar por ahí.
Es un estilo de vida. Una forma de ser.
El lugar por donde pasas debe ser mejor solo porque tú pasaste por ahí.
Convierte el concepto en un lema, en un himno, en un propósito gobernante de tu vida. Es simple. Tatúalo en tu mente:
Por donde paso sumo valor, hago que las cosas mejoren, dejo todo mejor que como estaba.
Siempre estamos buscando los defectos de los demás. Tenemos una pareja extraordinaria, amigos o compañeros maravillosos. ¿Por qué no los valoramos y aceptamos como son?
La gente tiene virtudes y defectos. ¿A qué se debe ese afán de encontrar y agrandar los defectos, e ignorar o disminuir las cualidades?
Esa persona (con la que a veces tienes problemas) es genial.
Deja de buscarle manchas y desperfectos. Concéntrate en sus virtudes y bondades. No agrandes sus sombras y déjate iluminar por su luz.
Y si esa persona (con la que convives tanto) sabe cantar, ¡por favor, no te enojes porque no sabe bailar!
¿Ya te diste cuenta? Tu pareja tiene desperfectos. ¡Muchos! ¿Y ahora? ¿Qué hacemos? Te salió defectuosa, y no hay a quién reclamarle.
Tienes dos opciones.
PRIMERA OPCIÓN: trata de hacerla cambiar.
Regáñala cuando se equivoque. Dale clases. Edúcala. Atibórrala de consejos. Motívala. Y si no entiende (que es lo más seguro), pues castígala. Eso va a ocasionar, al menos, que se sienta una persona más insegura y que entienda, de una vez por todas, que no es suficiente para ti.SEGUNDA OPCIÓN: acéptala como es.
Dile con claridad qué conductas son aquellas que no te gustan, pero déjale bien claro que a pesar de esas conductas y de sus imperfecciones, tú la amas y la aceptas tal como es. Es posible que, con esta segunda opción, si tu pareja se siente amada de verdad, en correspondencia, trate de cambiar.Las opciones son muy claras. No te culpo si eliges la primera. Es la favorita de la mayoría.
La gente pequeña cree que lo merece todo, y lo toma; pero los grandes se detienen (antes de ufanarse) y voltean alrededor. Saben que siempre hay alguien a quien darle las gracias. Y lo hacen. La gratitud es justo lo que los hace fuertes.
Sé agradecido con Dios:
Tienes demasiadas cosas que no buscaste. Se te dieron. Son un don, circunstancias, talentos, oportunidades, personas, lugares, potencialidades… Lo tienes porque sí. Porque Dios te lo dio. ¿Puedes verlo? Entonces da las gracias.Sé agradecido con las personas:
Hay gente que te ayuda, te sirve, te abre la puerta, te da el paso, te brinda trabajo, te escucha, te sigue, te cree, te admira, te paga, te deja crear y servir. ¿Puedes verlo? Entonces da las gracias. Y dalas bien. Con frases completas: “Aprecio mucho lo que hiciste”, “eres una persona extraordinaria”, “gracias por tanto”, “valoro lo que has hecho”, “te agradezco en el alma”, “eres genial”.Cuando das las gracias no pierdes. Ganas. Y te haces más fuerte.
Una mujer desalentada, desesperada, abrumada por problemas familiares, se durmió y tuvo un sueño muy extraño.
Estaba en medio de una enorme habitación cuadrada, blanca, vacía. Le faltaban las fuerzas. Y el aire. En cada pared de la habitación había una puerta con un grabado. La primera puerta tenía la insignia de una cadena. La segunda, la imagen de una nube. La tercera, una enorme pistola. La cuarta, un corazón.
Necesitaba salir de ese cuarto. El desaliento la asfixiaba. No sabía por qué puerta. Entonces tuvo una revelación.
La puerta de la cadena… se llama RESIGNACIÓN; cuando la persona pierde la esperanza y deja de luchar por un cambio, elige la resignación encadenándose a la tristeza permanente. La puerta de la nube se llama HUIDA; cuando la persona no tiene el valor ni las agallas de enfrentar sus problemas, decide salir huyendo para desaparecer, dejando en su lugar una nube de humo. La puerta de la pistola se llama VENGANZA. Cuando la persona decide devolver el daño que recibió, lastimando a otros, usa, como revancha, armas letales para causar dolor.La puerta del corazón se llama LEALTAD. La persona detecta lo que está mal, y decide quedarse a trabajar, brindar soluciones y dar la vida si es necesario luchando por mejorar ese lugar y ese equipo al que ama y considera suyo.Si has caído en una habitación de desaliento, ¿por qué puerta vas a salir? Son cuatro.
Podrás resignarte a una vida mediocre, a condiciones dolorosas e indeseables. Tienes la capacidad de adaptarte a lo malo.