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Como todos en Belgrame, la vida de Satie ha sido decidida por LeXuS. ¿Pero qué ocurre si LeXuS ha elegido erróneamente? Infeliz con el Distrito y la Pareja que le han sido asignados y que no son los adecuados para ella, parece que solo existe una escapatoria posible. En el último minuto aparece un atisbo de luz, la cual podría salvar su vida y cambiarla para siempre: el Praegressus.En una distopía en el futuro, la ciudad de Belgrame está gobernada por un conjunto de leyes reunidas en un código jurídico llamado LeXus. Bajo un estricto régimen totalitario, el sexo se ha transformado en un privilegio que puede comprarse, venderse o ganarse. El derecho al sexo demuestra éxito social y gracias a un riguroso control, los crímenes sexuales pertenecen al pasado.Sin embargo, no todo está bien en Belgrame. Un grupo de rebeldes prepara una rebelión para derrocar al gobierno de LeXus y otorgarle a todos su libertad sexual.Bienvenidos a Belgrame, un mundo que descubrirás a través de los ojos de sus habitantes. Cada personaje tiene su propia historia, que puede ser leída de manera independiente a las demás. Esta es la historia de Satie, número de registro: 1593.-
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Seitenzahl: 53
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Virginie Bégaudeau
LeXuS: Satie, el Praegressus
Translated by Raquel Luque Benítez
LUST
LeXuS: Satie, el Praegressus
Translated by Raquel Luque Benítez
Original title: LeXuS: Satie, le Praegressus
Original language: French
Copyright © 2020, 2021 Virginie Bégaudeau and LUST
All rights reserved
ISBN: 9788726638981
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
Artículo L-8535274 - Código L-17
Todos los residentes de Belgrame tienen derecho a participar en el Praegressus antes de cumplir los treinta años. El torneo tiene lugar anualmente, durante el primer día de verano. La solicitud para participar en el Praegressus es un compromiso vinculante. El no participar cuando se le convoque resultará en la transferencia inmediata al Distrito X.
Cualquier residente que salga victorioso del Praegressus recibirá inmediatamente la residencia en el Distrito de su elección.
Número de registro: 1593
Alias: Satie Wolfgram
Sexo: Femenino
Ubicación: Distrito II
La segunda explosión parece estar lejos. Conforme el sonido se atenúa, trato de averiguar de dónde procede. ¿Viene del este o del oeste? Ni idea. Los oídos me retumban y siento cómo la sangre se dispara hacia mi cabeza. Mi uniforme de Praegressus cuelga por debajo de mi abrigo blanco abierto. Miro a la multitud asustada sobre las gradas que colapsan bajo sus pies. Sus gritos se pierden en el aire. Ni siquiera me estremecí con la tercera explosión. Siento cómo mi observación toma distancia de lo que está sucediendo, mientras mis rivales y mi compañero de equipo se precipitan a mi alrededor. Estamos suspendidos en el tiempo mientras vemos a los terroristas destruir nuestra ciudad y captar toda nuestra atención. El humo está ascendiendo desde las gradas y las llamas envuelven los asientos sobre los que antes aclamaban los espectadores. Oigo disparos a mi alrededor; parecen estar en todas partes. Los gritos resuenan alrededor del estadio donde hace unos momentos luchábamos por nuestra libertad. Había esperado mucho tiempo para entrar en el Praegressus; era mi única oportunidad de escapar de una muerte segura y luchar por una nueva vida. Nunca supe cómo agradecerle al hombre que me introdujo en en el torneo.
Después de un agotador proceso de selección, los candidatos participan en un curso de formación de una semana. Luego son arrojados al estadio en el Distrito O. El Praegressus está organizado y dirigido por los Operarios, que trabajan de acuerdo con los escritos de los Fundadores. Nadie sabe cuándo tuvo lugar el primer Praegressus, ya que hay muchos rumores y diferentes versiones de la historia. El torneo es respetado con aterrorizada reverencia por todos en Belgrame, y los participantes son aclamados como héroes y mártires para siempre. Y ahora todo lo que puedo hacer es mirar mientras esta antigua tradición se deshace en el humo delante de mis narices. Las sirenas resuenan por las calles, confirman lo que nuestros corazones ya sabían. Esto es un ataque; el comienzo de una guerra. Pero mientras yazco en el campo de batalla con aquellos que alguna vez fueron mis enemigos, me siento extrañamente tranquila.
*
Desde el puente de la Avenida Talgrad, observaba el río fluyendo por debajo, el agua tranquila y acogedora. El amanecer se desgarraba sobre Belgrame y yo sabía que sería el último que vería. A pesar de mi miedo a las alturas, no estaba asustada. Sabía que podía saltar en ese momento; la niebla de finales de otoño me sumiría. Mi única esperanza era romperme por la caída para poder ahogarme en paz. El agua helada arrastraría mi débil cuerpo con velocidad.
Había fantaseado con este momento durante meses, convencida de que sería la mejor manera de acabar con mi vida. Aunque había tratado de evitar que pensamientos oscuros penetrasen en mi cabeza el mayor tiempo posible, con el paso del tiempo se volvieron más persistentes e insidiosos. Estaba convencida de que esta era la única salida. Antes de entender qué estaba sucediendo, me asignaron al Distrito II y me convirtieron en Pareja. Me precipitaron a una existencia donde mi sexualidad estaba controlada y LeXuS había elegido por mí la única pareja sexual que tendría de por vida. Nunca había sabido qué esperar y tampoco había prestado mucha atención a las Parejas que me criaron. Enseguida me di cuenta de que nunca encajaría en el Distrito II, ni en ningún otro distrito de Belgrame. Me sentía completamente perdida e indefensa, y conocer a mi futuro compañero, Fred, empeoró las cosas. Me sometí al entrenamiento del Instituto de Belgrame, donde los Operarios a cargo del programa nos emparejaron con parejas compatibles en función de nuestro ADN. Cuando llegamos nos dieron un formulario donde me declaré heterosexual, basándome únicamente en los deseos que había sentido hasta ese momento. Todo el mundo me había asegurado que me emparejarían con la persona adecuada, ya que el gran LeXuS nunca se equivocaba.
Vestida con mi nuevo uniforme y con el pelo recogido hacia atrás en un apretado moño, me reuní con Fred por primera vez, acompañada por mi instructor, Davis. Fred era alto, llevaba el pelo engominado hacia atrás y una barba cuidada. Sostenía una mirada cruel y fría en sus ojos que sacudió mi columna vertebral. Nos sometimos juntos a varias pruebas y controles, incluyendo una prueba de detector de mentiras. Según LeXuS, si una pareja mostraba una poderosa conexión emocional, la relación no funcionaría. La función del emparejamiento era criar a Paidis, niños nacidos artificialmente. La conexión entre Fred y yo realmente no era demasiado fuerte. Pero, al menos, debería haber habido algo entre nosotros, algo de respeto para construir nuestra relación.
