Los Diarios de Adán y Eva - Mark Twain - E-Book

Los Diarios de Adán y Eva E-Book

Mark Twain

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Beschreibung

El diario de Adán y Eva cuenta el surgimiento de la especie humana. De manera ingeniosa, a través de lo los diarios íntimos escritos en primera persona por Adán y Eva, Mark Twain nos acerca su visión sobre el encuentro entre el primer hombre y la primera mujer, narrando con simpleza, astucia y frescura, las distintas sensibilidades y maneras de ver el mundo. Fiel a su estilo franco, irónico e irreverente, Twain nos acerca una mirada distinta sobre el jardín del Edén, con imaginación y mucho humor, presenta los problemas de convivencia y la vida en pareja, existentes aún estando en el paraíso. Este clásico de la literatura juvenil, parodiando con dulzura el significado de la existencia y las relaciones, lo divertirá de principio a fin y le despertará más de una sonrisa.-

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Mark Twain

Los Diarios de Adán y Eva

Saga

Los Diarios de Adán y EvaOriginal titleThe Diaries of Adam and EveCover image: Shutterstock Copyright © 1906, 2020 Mark Twain and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726457858

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 2.0

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

I Extractos del diario de Adán

Lunes. La criatura nueva de pelo largo es bastante entrometida. Siempre anda por ahí y me sigue. No me gusta esto; no estoy acostumbrado a la compañía. Me gustaría que se quedara con los demás animales... Nublado hoy, viento del este; creo que tendremos lluvia... ¿Tendremos? ¿Nosotros? ¿De dónde saqué esa palabra? Ahora recuerdo: la criatura nueva la usa.

Martes. Estuve viendo la gran cascada. Es lo mejor de la hacienda, creo. La criatura nueva la llama Cataratas del Niágara: no estoy seguro de por qué. Dice que Pa—rece las Cataratas del Niágara. Eso no es una razón, es simple imbecilidad y atolondramiento. Yo mismo no tengo la menor oportunidad de nombrar nada. La criatura nueva nombra todo lo que aparece, antes de que yo pueda protestar. Y siempre ofrece el mismo pretexto: parece eso. Está el dodo, por ejemplo. La criatura dice que en cuanto uno le da un vistazo "parece un dodo". Sin duda el animal tendrá que quedarse con ese nombre. Me fatiga discutir sobre el asunto y tampoco sirve de nada. ¡Dodo! No se parece a un dodo más que yo.

Miércoles. Me construí un refugio contra la lluvia, pero no pude tenerlo para mí en paz. La criatura nueva se metió. Cuando traté de echarla volcó agua por los agujeros con los que mira y se la quitó con el dorso de las zarpas, e hizo un ruido como el que hacen los otros animales cuando están con pena. Me gustaría que no hablara; siempre está hablando. Esto suena como una agresión barata a la pobre criatura, un desprecio; pero no es lo que pretendo. Nunca antes oí la voz humana y cualquier sonido extraño y nuevo que se entrometa con el silencio solemne de estas soledades ensoñadas me ofende el oído y parece una nota en falso. Y este sonido nuevo es tan cercano a mí; está justo en mi hombro, justo en mi oído primero de un lado y después del otro y estoy acostumbrado sólo a sonidos que están más o menos lejos de mí.

Viernes. Poner nombres sigue sin cesar, haga lo que haga yo. Yo tenía un nombre muy bueno para la hacienda y era musical y hermoso:

Jardín Del Edén.

En privado, sigo llamándolo así, pero ya no en público. La criatura nueva dice que es todo bosques y rocas y paisaje y por lo tanto no se parece a un jardín. Dice que Parece un parque y que no se parece a nada sino a un parque. En consecuencia, sin consultarme, le ha dado un nombre:

Parque de las cataratas del niágara.

Me parece que es algo bastante arbitrario. Y ya hay un cartel:

No

pisar

El Césped

Mi vida ya no es lo que era.

Sábado. La criatura nueva come demasiada fruta. Lo más probable es que nos quedemos cortos. Otra vez hablando de "nosotros": esa es su palabra; también la mía, ahora, de tanto oírla. Buena cantidad de niebla, esta mañana. Yo no salgo en la niebla. La criatura nueva sí. Sale con cualquier clima y entra después con los pies embarrados. Y habla. Solía estar tan agradable y tranquilo aquí.

Domingo. Logré resistirlo. Ese día se va poniendo cada vez más difícil. Fue elegido y puesto aparte en noviembre pasado como día de descanso. Yo ya tenia seis de esos a la semana, antes. Esta mañana encontré a la criatura nueva tratando de bajar manzanas con terrones del árbol prohibido.

Lunes. La criatura nueva dice que su nombre es Eva. Me parece muy bien, no tengo objeciones. Dice que es para llamarla, cuando yo quiero que venga. Le dije que entonces era superfluo. Es evidente que la palabra hizo que me respetara más; y en realidad es una palabra grande, buena y que soportará la repetición. Me dijo que no es una criatura, es una Ella. Lo más probable es que esto sea dudoso; sin embargo para mí es lo mismo; lo que ella es no seria nada para mí si se metiera en sus asuntos y no hablara.

Martes. Ella ha sembrado la hacienda entera con nombres abominables y carteles ofensivos:

Al Remolino Por Aquí A La Isla De La Cabra Por Aquí Por Aquí A La Cueva De Los Vientos

Ella dice que este parque seria un lindo lugar de vacaciones si existiera la costumbre. Lugar de vacaciones — otro de sus inventos: sólo palabras, sin el menor sentido. ¿Qué es un lugar de vacaciones? Pero mejor no preguntarle, le da tanta rabia explicar.

Viernes. Le ha dado por rogarme que deje de ir a las Cataratas. ¿Qué hay de malo en eso? Dice que la hace temblar. Me pregunto por qué; siempre lo hice, siempre me gustó la zambullida y el fresco. Supongo que para eso se hicieron las Cataratas. No tienen otro uso que pueda ver y tienen que haber sido hechas para algo. Ella dice que sólo fueron hechas como paisaje: como el rinoceronte y el mastodonte.

Bajé las Cataratas en un barril: no fue satisfactorio para ella. Bajé en una bañera: seguía siendo insatisfactorio. Nadé por el Remolino y los Rápidos vestido con hoja de vid. Se dañó mucho. De allí vinieron quejas aburridas sobre mi extravagancia. Me siento demasiado sofocado aquí. Necesito un cambio de clima.

Sábado.