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Quedan unas horas para celebrar la Nochebuena y Sofie y Adam están solos en casa de ella. Sofie ha soñado con ese momento muchas veces, pero la primera siempre vez impone respeto. Cada vez el calor invade más sus cuerpos y los nervios van dando paso a las ganas. Entre juegos, caricias y bromas, sus cuerpos desnudos se van encontrando hasta que Sofie le pide a Adam eso que ha estado deseando durante tanto tiempo. -
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Seitenzahl: 17
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E. M. Beijer
Translated by Carlos Osvaldo Rocha
Lust
3 de diciembre: Un pastelero
Translated by Carlos Osvaldo Rocha
Original title: En sockerbagare
Original language: Swedish
Copyright © 2020, 2021 E. M. Beijer and LUST
All rights reserved
ISBN: 9788726712124
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
—¿Sofie? ¿Estás lista para este paso? —Adam la miró—. Puedes decir que no, si…
—Estoy lista. De lo contrario no estaría acostada aquí en la cama, contigo encima de mí.
A pesar de sus palabras, Sofie miraba nerviosamente hacia la puerta del dormitorio. Se podía escuchar el murmullo sofocado del televisor en la parte de abajo y el ruido en la cocina donde se trabajaba de cara a las fiestas . Era diciembre y se disponían a celebrar la víspera de Navidad con el lado materno de la familia de Sofie. En una hora más o menos, la casa se llenaría de voces alegres y el aroma de los manjares propios del banquete de Nochebuena . Evidentemente, no era el mejor escenario para tener intimidad, pero Sofie no podía aguantar más tiempo.
Adam colocó un dedo debajo de su barbilla para hacer que ella le mirara a los ojos . Él sonrió con propósito.
—No es la primera vez que estamos solos en tu cama, con nuestros cuerpos uno contra el otro. La última vez, te lamí y metí mis dedos en tu estrecho agujero hasta que gritaste mi nombre. Solo quiero asegurarme, ¿quieres que lo hagamos de verdad esta vez?