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¿Conoces la Ley de Atracción?
¿Has escuchado alguna vez que alguien hablara sobre un gran secreto que tuviere el poder de cambiar la realidad, desencadenando fuerzas inimaginables?
O tal vez has leído algo al respecto, decidiendo que no era asunto tuyo.
O bien, tal vez quisieras saber más, justo aquello que necesitas, para poder realizar tus propios verdaderos milagros en tu vida diaria.
Por el contrario, hace años que lo intentas y dado a que contigo precisamente no funciona, decidiste dejar pasar, porque al final se trata de una verdadera estupidez.
Esta sería una verdadera lástima, porque la Ley de Atracción no sólo existe más allá de cada duda razonable, sino que el motivo por el cual no funciona contigo es mucho más simple de comprender y de eliminar de lo que pudieras pensar.
Y dejarla quieta justo ahora, podría significar perder una grandiosa oportunidad para el cambio en cada uno de los aspecto de tu vida.
Imagina tener un Coach personal, que te enseña cómo se juega con el Universo, para obtener lo que tú quieras.
¡Cuando no funcione te explicará el por qué, cuando caigas te ayudará a levantarte, cuando estés cansado te animará y te guiará hasta la victoria final!
Eso es este libro.
Tu Coach personal, que te enseñará a utilizar la Ley de Atracción, y te explicará por qué antes no había funcionado.
Tomar conciencia sobre tus creencias y resistencias, significa comprender aquello que te obstaculiza en la realización de tus deseos.
Comprender cómo trabaja la Ley de Atracción, y sobre todo, cuáles son los mecanismos que la obstaculizan, significa tomar posesión del más grande Secreto del Universo y aprender a usarlo.
Los juegos que te presento fueron pensados intencionalmente para acompañarte hacia un recorrido de crecimiento continuo.
Mientras otros tantos manuales sobre la Ley de Atracción te brindan juegos para realizar, dando por descontado que tú no presentes resistencias en los hechos, este libro no sólo te brinda los juegos, sino que te ofrece en una secuencia estudiada para modificar, paso a paso, tus creencias limitantes y trabajar sobre distintas áreas.
Hay un recorrido tras estos juegos aparentemente simples.
Se parte sobre todo, de la conciencia sobre ti mismo, de tus deseos y creencias, y sólo después es que se actúa sobre los deseos particulares y las creencias correspondientes, divididas por áreas.
Los Juegos están divididos por bloques, al principio de los cuales te explicaré el mecanismo, cuál área corresponde y cuáles creencias se modificarán.
Este podría ser el juego más importante de tu vida, aquel que te hará realizar cada uno de tus deseos.
Tu única tarea será desear y soñar.
Entonces, ¿estás listo para jugar?
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CAMBIA TU VIDA CON LA LEY DE LA ATRACCIÓN
PRIMERA PARTE – ¿QUÉ ES ESTE LIBRO Y POR QUÉ FUNCIONARÁ?
¿Conoces la Ley de Atracción?
Bienvenido a esta nueva aventura
¿Qué es la ley de atracción?
Tú eres la Ley de Atracción
¿Cómo funciona la ley de atracción y por qué no funciona contigo?
Lo semejante atrae a lo semejante
Nuestro corazón es el más poderoso campo de energía electromagnética
Un experimento impactante
Los 3 pasos de la ley de atracción: pedir, permitir, recibir
Permitir, el más importante y difícil paso de la Ley
SEGUNDA PARTE - ¿CUÁLES SON LAS CREENCIAS?
Al principio fue Freud y la profecía autocumplida
¿Podemos prever nuestro futuro?
La Psicología y las creencias que nos guían
Te comportas en el modo en el cual crees que debes comportarte
Un asunto de forma… ¡y de ilusiones!
¿Un sombrero o un elefante?
No se trata de Pensamiento Positivo
Luego llegó Jung y fue de inmediato Sincrodestino
¿Y si no fuese mera casualidad? La Sincronicidad
Al final fue la ciencia de los Quantum
Efecto observador
Las cosas saldrán exactamente como creemos que saldrán
Se trata de la consciencia humana
Desenvolver el regalo del Universo
La historia del pequeño tren rojo
Tú eres el milagro
Una cuestión de inspiración
El Universo nunca es trivial
Los lentes rosa de nuestras creencias
Crisis quiere decir oportunidad
Gastón lo sabía bien
Expectativas vs creencias
Expectativas sobre los sentimientos
Las expectativas de lo que creemos dependen de nosotros
Expectativas que se sabotean
TERCERA PARTE - DESPEDAZAR LAS CADENAS DE LAS CREENCIAS LIMITANTES
Descubre tus creencias
Entendiendo cuáles Creencias nos guían
Las creencias sobre el dinero
No hay suficiente para todos
Otra de las creencias más arraigadas que probablemente te pertenezcan es la siguiente:
Hablemos de dinero
Durante muchos, pero muchos años, se escucha hablar de una crisis económica.
Las creencias sobre la salud y el bienestar físico
Mira tu cuerpo como un castillo
Las creencias sobre el amor y las relaciones
Todas las creencias no son iguales
Ningún juicio, ninguna culpa
Conciencia, no culpa
Nuevas confesiones neurales
El mecanismo se basa en la experiencia
¡Prohibido quejarse!
Y ahora…comienza a expresar tus deseos!
CUARTA PARTE - Y AHORA EN SERIO JUGANDO
ÁREA DE LA CONCIENCIA
El Juego del Quiero, Quiero…
El Juego del Espejo
El Juego del Querido Diario
El Juego del Tu mejor amigo
ÁREA DE LA GRATITUD
Donde estás es justo el punto desde el cual comenzar
El Juego del Agradecer en la mañana
Primer motivo para estar agradecido
El segundo motivo para estar agradecido
El Juego del Menú
El Juego de las Frecuencias para pedir
ÁREA DE LA OBSERVACIÓN
Un escudo en contra de las creencias negativas de los demás
El Juego del Detective
El Juego del Escudo
El Juego del Cambiar el tema
ÁREA DE LAS COINCIDENCIAS
El tiempo es tu aliado
El Juego del Nuevo camino
El Juego de las Cosas nuevas
El Juego de Bota el reloj
El Juego del Libro mágico
El Juego del Descubre las Coincidencias
El Juego del Sigue a las Coincidencias
ÁREA DE LAS EXPECTATIVAS
Deber contra placer
El Juego del Envíate una postal
El Juego del Envíate un regalo
El Juego del Haz lo que tú quieras
El Juego del Deber… no deber
El Juego del Apaga la TV
El Juego de las Buenas Noticias
El Juego del Por qué
ÁREA DEL INCONSCIENTE
Preparar el terreno para sembrar
El Juego del Tu Lugar
El Juego de las Biografías
El Juego de los Buenos días
El Juego de las Buenas Noches
El Juego de los Sueños
El Juego del Guión
El Juego de Tu Plato favorito
ÁREA DE LA SALUD
El Juego de las Carcajadas
El Juego del Elimina la Balanza
El Juego del Desenchúfate
El Juego del Come lo que quieras
El Juego del Te amo
ÁREA DEL DINERO
El Juego del ¡1,000,000 de dólares!
El Juego de la Prosperidad
El Juego del Rompe las notas de cobro
El Juego de la Lotería
El Juego de los Cheques
El Juego del Haz algo por nada
El Juego del ¿Quieres dinero? ¡Da dinero!
ÁREA DE LA CREACIÓN
¡Empieza a cambiar tu realidad!
El Juego de los Lentes Rosa
El Juego del Completa la imagen
El Juego de la Filmación
El Juego del Catálogo de los sueños
El Juego del Revive el viaje que aún no has hecho
El Juego del ¡Creer para Ver!
JUEGOS ESPECIALES PARA LAS FIESTAS
En Navidad Escríbele a San Nicolás
En Carnaval disfrázate
En Pascuas Resucita
En tu Cumpleaños baja 1 año
JUEGOS EXTRAS PARA LAS EMERGENCIAS
Observa a un niño
Agradece a tus miedos y luego déjalos ir
¡Pero primero desbloquee las creencias limitantes
que siempre le han impedido hacer que funcione!
de Simona Ruffini
(Traducido por Serena Cuoghi)
© Copyright Simona Ruffini Junio de 2019 - Cualquier reproducción de todo o parte del trabajo debe considerarse prohibida
El hombre es plenamente hombre sólo cuando juega
(Friederch Schiller)
Bienvenido a ustedes que están leyendo estas líneas.
Si viniste aquí después de leer el libro gratuito 'Echa al Hada que hay en ti y deja salir a la Mujer', ya sabes que aquí hacemos magia.
Si, en cambio, sucedió aquí por casualidad (¿sabe que nada sucede por casualidad, verdad?), comience a descargar el libro 'Echa al Hada que hay en ti y deja salir a la Mujer' y luego déjeme explicarle dónde se encuentra.
¿Has escuchado alguna vez que alguien hablara sobre un gran secreto que tuviere el poder de cambiar la realidad, desencadenando fuerzas inimaginables?
O tal vez has leído algo al respecto, decidiendo que no era asunto tuyo.
O bien, tal vez quisieras saber más, justo aquello que necesitas, para poder realizar tus propios verdaderos milagros en tu vida diaria.
Por el contrario, hace años que lo intentas y dado a que contigo precisamente no funciona, decidiste dejar pasar, porque al final se trata de una verdadera estupidez.
Esta sería una verdadera lástima, porque la Ley de Atracción no sólo existe más allá de cada duda razonable, sino que el motivo por el cual no funciona contigo es mucho más simple de comprender y de eliminar de lo que pudieras pensar.
Y dejarla quieta justo ahora, podría significar perder una grandiosa oportunidad para el cambio en cada uno de los aspecto de tu vida.
Imagina tener un Coach personal, que te enseña cómo se juega con el Universo, para obtener lo que tú quieras.
¡Cuando no funcione te explicará el por qué, cuando caigas te ayudará a levantarte, cuando estés cansado te animará y te guiará hasta la victoria final!
Eso es este libro.
Tu Coach personal, que te enseñará a utilizar la Ley de Atracción, y te explicará por qué antes no había funcionado.
Tomar conciencia sobre tus creencias y resistencias, significa comprender aquello que te obstaculiza en la realización de tus deseos.
Comprender cómo trabaja la Ley de Atracción, y sobre todo, cuáles son los mecanismos que la obstaculizan, significa tomar posesión del más grande Secreto del Universo y aprender a usarlo.
Los juegos que te presento fueron pensados intencionalmente para acompañarte hacia un recorrido de crecimiento continuo.
Mientras otros tantos manuales sobre la Ley de Atracción te brindan juegos para realizar, dando por descontado que tú no presentes resistencias en los hechos, este libro no sólo te brinda los juegos, sino que te ofrece en una secuencia estudiada para modificar, paso a paso, tus creencias limitantes y trabajar sobre distintas áreas.
Hay un recorrido tras estos juegos aparentemente simples.
Se parte sobre todo, de la conciencia sobre ti mismo, de tus deseos y creencias, y sólo después es que se actúa sobre los deseos particulares y las creencias correspondientes, divididas por áreas.
Los Juegos están divididos por bloques, al principio de los cuales te explicaré el mecanismo, cuál área corresponde y cuáles creencias se modificarán.
Este podría ser el juego más importante de tu vida, aquel que te hará realizar cada uno de tus deseos.
Tu única tarea será desear y soñar.
Entonces, ¿estás listo para jugar?
Seas bien recibido en este paso de tu camino.
Te hablo como si ya conocieras mis libros y hubieses emprendido el Viaje más extraordinario que tú puedas hacer, y eso es lo que te reconectará a ti.
Este libro forma parte en efecto, de un ciclo dedicado a las personas, y en modo particular, a las Mujeres, que ya no se aman, pero que decidieron volver a hacerlo.
Todas aquellas personas que han decidido que la vida es mucho más, y que desean llevar al interior de ella cada deseo, para lograr convertirse en aquello que siempre han soñado, sea lo que fuere.
Más aún, este es un libro particular, un libro especial, porque se refiere a todos, precisamente a todos aquellos que finalmente quieran comprender qué es la Ley de Atracción y a utilizarla para atraer a ellos cada deseo.
Mira por qué es perfecto para ambos.
Las Mujeres que están en el Viaje hacia ellas mismas, pueden encontrar su camino y todas las herramientas dedicadas a ellas en el portal simonaruffini.it.
Para Ti, que en cambio sólo te has tropezado (también si ese no es naturalmente el hecho, y te explicaré por qué) con este libro, quiero decirte por qué funcionará.
Funcionará porque en este momento te estoy escribiendo, como si hubiese un puente espacio temporal entre nosotros, desde mi escritorio que se asoma al pórtico de mi casa de campo.
Te preguntarás qué tiene que ver ésto con la promesa sobre un libro que podrá cambiar tu vida.
Te lo contaré de inmediato.
Si conoces mis libros, sabrás que a veces te hablo sobre mí.
Lo hago para retribuirte esa confianza que tú me concedes al leer mis palabras.
Lo hago para ponerme al desnudo y demostrarte que antes de escribir mis libros, he experimentado en mi vida aquello de lo que te hablo.
Lo hago para demostrarte que todo lo que te enseño, lo he aprendido primero en años de vida, experiencias y de estudios, y que no es fruto de un simple e inútil ejercicio intelectual.
Mi anterior libro, “La mochila mágica” (puedes encontrar todos mis libros en el site simonaruffini.it), habría nacido de un momento de desaliento del que, como narro en ese texto, se había revelado rápidamente un pequeño milagro, que me había otorgado la consciencia sobre las herramientas que describí en el Maletín.
Este libro, “Cambia tu vida con la Ley de Atracción”, nace de un momento de profundo agradecimiento.
Exactamente.
Estar aquí, en este preciso instante en el cual estoy escribiendo estas palabras para ti, dedicándome a mis libros, a mis asuntos, significa que he alcanzado precisamente el punto en el cual quería estar.
La casa desde la cual te escribo, es una casa que había soñado y deseado por largo tiempo, imaginándome justamente ante este escritorio.
Este es el por qué estoy profundamente agradecida con el Universo, por haberme otorgado aquello que yo misma he atraído.
Cuando se está agradecidos por algo, se desea realizar algún gesto para retribuirlo.
Este es mi gesto de agradecimiento.
Enseñarte como hice para realizar cada uno de mis sueños (hasta ahora, naturalmente, porque tengo muchos otros en la gaveta, ¡listos para sacarlos!).
Tomar conciencia sobre las propias creencias y resistencias, significa comprender aquello que nos obstaculiza en la realización de nuestros propios deseos.
Comprender como trabaja la Ley de Atracción, y sobre todo, cuáles son los mecanismos que la obstaculizan, quiere decir entrar en posesión del más grande Secreto del Universo y aprender a usarlo.
Comprende que...
¡Has leído bien!
Entérate de que utilizas la Ley de Atracción en cada instante de tu día: apenas te despiertas, mientras vas al trabajo, cuando hablas con tus amigos, cada vez que tomas una decisión y hasta que finalmente te adormeces en tu cama.
¿No lo crees?
Te despiertas en la mañana con el sonido de la alarma en los oídos, y ya sabes que tu jornada irá mal.
En lugar de estar lleno de expectativas y ansioso por todas las cosas hermosas que te pudiesen ocurrir, tú ya sabes el día que te espera.
Las cosas son dos: o tienes el don de la clarividencia, o bien la negatividad es lo que te esperas de la Vida.
¿Y sabes lo que ocurre?
Que la Vida te lo otorga.
Puede también darse que te levantas y, mientras tomas rápidamente una taza de café, decides que quieres ser optimista.
El punto es que no te lo crees ni un poco, porque tu convicción profunda es que las cosas “ocurren” y que tú no puedes hacer nada al respecto.
Sólo esperas que te ocurra al menos una buena.
Así sales de casa.
El auto no enciende.
Con un suspiro te dices que en el fondo no importa, no es tan grave.
No quieres dejarte abatir.
Así que tomas el autobús.
Pero entonces, el autobús no llega, y tú ya estás retardado.
Intentas no enfocar tu atención en el fastidio de tener que discutir con tu jefe por un permiso, o en la molestia de tener que hacer horas extra para compensar un retraso que, objetivamente, no depende de ti, mientras hubieses querido pasar la tarde en el parque.
Aún así sigues contento y, pese a todo, relajado.
Sin embargo, en este punto, las personas que te rodean comienzan a derramar sobre ti toda su negatividad.
Algunos resoplan, otros miran nerviosamente el reloj, otros más comentan con términos no precisamente corteses sobre la ineficiencia del transporte público.
Poco a poco, tus vibraciones cambian.
Te sientes nervioso e inquieto, hasta el mismo y verdadero enojo.
Tú también empiezas a controlar el reloj, pensando ya en el reproche que recibirás en el trabajo.
De inmediato, como por una extraña e inexplicable “atracción”, te llega a la mente la nota de cobro recién recibida, justo esa que te lanzó al caño las vacaciones que tanto deseabas.
Y luego justo que llega otro pensamiento más, obviamente negativo, casi atraído por un imán: la discusión que tuviste con tu mejor amigo el día anterior.
Más el tiempo pasa, y la serenidad que sentías tan sólo algunos minutos atrás, se transformó en rabia.
Y tu único, lacónico y lapidario comentario es “¿Viste? Yo sabía que hoy me iría mal”.
¿Qué sucedió?
Exactamente eso.
Es la Ley de Atracción.
¿Pero cómo?, te estarás preguntando en este punto.
¿La Ley no debería funcionar a mi favor?
¡Pues no! La Ley funciona, punto.
Eres tú quien atrae determinadas frecuencias, y en base a ello, la Ley te envía todo aquello que pidas.
Si te esperas agotadoras discusiones, descomposturas en el auto y retrasos, agotadoras discusiones, descomposturas en el auto y retrasos es exactamente lo que te llegará.
¿Pero como funciona todo eso?
La primera cosa asombrosa que debes aprender acerca de la Ley de Atracción, es que la Ley de Atracción funciona a como dé lugar.
No eres tú quien deba hacer activamente algo para que las cosas ocurran.
No es que tú debas concentrarte con fuerza y esfuerzo en un objetivo y sudar para obtenerlo.
No “pain, no gain” (sin dolor no hay ganancia) es una frase que simplemente debes eliminar de tu vocabulario.
Aquello que tú debes hacer es entrar en la corriente y seguirla, dejando que las cosas ocurran.
Esta es ya una primera noticia espectacular, porque tu única tarea es la de desear.
Soñar y desear, ¿no es maravilloso?
Tú debes dejar que las cosas ocurran, tú debes permitir.
Esta es al mismo tiempo la cosa más fácil y más difícil que puedas hacer.
La más fácil porque, precisamente, no debes esforzarte como te han enseñado, para obtener algo; la más difícil, porque, al menos para la mayoría de nosotros los occidentales, no hacer algo es más complicado de lo que pueda parecer.
No resistes a meter las narices en cada cosa.
No resistes a emitir juicios.
No resistes a insistir hasta que algo no sale exactamente como tú decías.
Pero todo esto, con la Ley de Atracción, no sirve.
Por el contrario, puede ser el único verdadero obstáculo en su funcionamiento para tu conveniencia.
Sigue repitiéndote que sólo te ocurren cosas negativas, y la negatividad te llegará como atraída por un enorme imán.
¿De qué lado quieres posicionar al imán de tus pensamientos y de tus creencias, hacia el polo positivo o hacia el negativo?
Este es el punto.
Esta es la pregunta.
Este es un concepto que no debería serte precisamente ajeno. Imagino que se te fue explicado muchas veces en la escuela, ¿cierto? Se me viene a la mente aquel juego que consistía en el agrupar entre sí las fichas similares. El cuadrado con el cuadrado, el círculo con el círculo, el cono con el cono, el rojo con el rojo, el verde con el verde y así sucesivamente.
No había forma de hacer entrar a la fuerza un cuadrado en el espacio correspondiente al círculo.
Es como un gran rompecabezas, en el cual cada pieza va exactamente donde debe ir.
La Ley de Atracción funciona así, y su funcionamiento es mucho más científico de lo que crees.
¿Tienes presente el imán?
Físicamente atrae sólo determinadas cosas y repele otras.
Tú eres el imán, y las cosas que te llegan son aquellas “ubicadas” sobre la frecuencia electromagnética de tus pensamientos.
Ciertamente no se puede despreciar el hecho de que nuestros pensamientos son ondas cerebrales, que pueden ser transcritas como señales sobre un trazado electroencefalográfico.
A cada pensamiento le corresponde una frecuencia.
No sólo eso, se ha demostrado que nuestro corazón es un muy potente electromagneto, que produce ondas de amplia frecuencia.
En su libro “La Matrix Divina” Gregg Braden, científico, programador informático, geólogo y comunicador, nos habla sobre el Institute HeartMath.
HeartMath es un instituto fundado en 1991, especialmente para estudiar el poder de las emociones sobre el cuerpo humano. La encuentro una iniciativa espléndida.
En este instituto se estudia mayormente al corazón.
Ha sido demostrado que el campo de energía electromagnética desarrollado por el corazón, se extiende por fuera del cuerpo y lo rodea en un diámetro aproximado de 2 metros (entre 1,5 y 2,4 m).
¿Puedes ver este campo? Porque lo que voy a decirte podría cambiar tu forma de pensar ...
Los 3 pasos fundamentales en el funcionamiento de la Ley de Atracción son:
Pedir: es decir, expresar en esencia un deseo. Quisiera tener mucho dinero…
Recibir: percatarse de los modos tan asombrosos en los cuales el Universo te da aquello que has pedido, y tomar aquello que te llega en formas que no habías imaginado. En esencia, dejar que el Universo haga su trabajo.
Permitir: dejar que el Universo se reorganice a su manera, a fin de que te llegue mucho dinero, y sobre todo, creer que esto sucederá.
En apariencia es la cosa más fácil en el mundo.
En realidad es muy difícil.
Piénsalo: si fuese extremadamente sencillo, todos tendríamos lo que fuera en el preciso instante en el cual la deseamos, ¿no te parece?
La realidad es que en cada una de estas fases, existe unatrampa, típica de la mente humana, y si no aprendes a encontrar esa trampa, seguirás viviendo en la convicción de que nunca te ocurre nada bueno y que la Ley de Atracción no funciona.
Y la Ley, que por el contrario, funciona de maravillas, te dará aquello que has pedido.
Podría parecer paradójico el tener que especificar que debes permitir al Universo de darte aquello que quieres.
En cambio, es justo sobre este punto que casi todos se bloquean, y bloquean también a la realización de aquello que han pedido.
Es precisamente en este momento de hecho, en la fase del “Dejar que ocurra…”, que nuestras resistencias y creencias negativas entran en juego.
Todos desean dinero, pero la mayor parte de las personas no creen que sea tan fácil que esto ocurra.
Así que, mientras se expresa en deseo “Quisiera mucho dinero”, simultáneamente se boicotea al mecanismo con la negatividad.
He aquí un ejemplo.
Jugar a la lotería y al mismo tiempo pensar con convicción “Yo juego, ¡pero igual no ganaré nunca!”, es una contradicción.
Significa expresar un deseo, pero negarse a la posibilidad de que realice.
Además, el Universo no hace distinciones y se alinea con las vibraciones que nosotros emanamos, de allí el que a un pensamiento de carencia y pobreza, se asocien otros pensamientos de carencia y pobreza.
El resultado final será que seguirán manifestándose situaciones reales, alineados con los pensamientos expresados.
Por esto que el libro que estás leyendo ahora es importante.
Porque primero te ayuda a modificar las creencias limitantes que arrastras, tal que, sólo después, podrás expresar los deseos libres de miedo y desconfianza.
Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, ya hablaba sobre la denominada “Profecía autocumplida”.
Haz la siguiente prueba, y te demostraré que puedes predecir tu futuro.
Repítete que hoy será un día terrible, ¡convéncete de que será así, y sucederá!
Todo está aquí.
Somos tan buenos en esperarnos sólo cosas negativas, que casi hemos desarrollado dones de clarividencia.
Estamos seguros de que llegaremos tarde, y llegamos tarde, estamos seguros de que lloverá, y llueve, estamos seguros de que perderemos el último tren, y es un hecho que desde el banquillo vemos los vagones alejarse.
Una frase como “Cada vez que me enamoro, ocurre algo terrible”, es una expresión muy peligrosa, porque pone en marcha un programa mental, según el cual cuando te enamores… ¡click! ...Ocurrirá algo terrible.
¿Y si no ocurre?
Bueno, la verdadera perversión es que harás que ocurra como sea, o bien, tergiversarás la realidad para convencerte de que ocurrió.
Mira este ejemplo.
Te enamoras, pero tienes la certeza de que las personas que quieres siempre te dejan.
La persona en cuestión, sin embargo, es la más enamorada del mundo y no piensa en lo absoluto dejarte.
Por otra parte, tú no tienes dudas, te dejará.
Tu desconfianza alimenta a la paranoia, y te llevará a cometer algún hecho que hará que esa persona, exasperada, te deje.
¡Hay está! Lo sabía… dirás tú. ¿Viste?
Por ende, que tú escojas inconscientemente personas acostumbradas a relaciones superficiales o que tú pongas en acción comportamientos que exasperen a quién sea, en cada una de esas oportunidades te involucras en situaciones que terminan exactamente del modo que temes.
En ese punto exclamarás: ¡Yo sabía que habría salido mal también esta vez!
¿Pero no tienes ya suficientede todo esto?
Si la respuesta es sí, como creo, sigue leyendo.
En psicología hay diversas teorías que tienen todas en común una sola cosa.
Se basan en el hecho de que nuestros comportamientos están guiados por las conviccionesque le subyacen.
Una de estas es la Teoría Cognitivo Conductual.
Dado que nuestros comportamientos están siempre asociados a las emociones, es un hecho que los comportamientos son dictados por las convicciones, así que si yo estoy convencido de que las cosas siempre me salen mal, no sólo las cosas siempre me saldrán mal, sino que yo tendré sentimientos negativos cuando las cosas me salgan mal.
Mi sentimiento negativo reforzará a mi convicción de que las cosas siempre me salen mal.
¿Logras pillar el profundo círculo vicioso de este mecanismo?
Despedazar las creencias, modificándolas, es la única clave que te podrá permitir desbloquear la repetición infinita de comportamientos, ¡que crean situaciones cuya intención es darte la confirmación sobre tus propias creencias!
Es importante más no una solución definitiva, el tomar acciones sobre nuestros propios comportamientos.
Esto de hecho, sirve sólo para comprender CÓMOnos comportamos.
Pero si no trabajamos sobre aquello que guía a dichos comportamientos, no entenderemos jamás PORQUÉnos comportamos de determinada manera.
Aquí viene otra de las teorías de las que te hablaba.
Se trata de la Psicología de la Forma, Gestalt en alemán.
Según esta teoría, las percepciones de los eventos no dependen simplemente del cómo los ojos vean las cosas, sino del todo percibido.
Observa la imagen de arriba.
Es el juego del “completa la figura uniendo los puntos”.
Instintivamente tú sabes que tienes en frente un elefante, aún si de hecho no lo ves completo.
Pero lo sabes.
Ahora te muestro otra imagen.
¿Qué es?
Simple, tú me dirás… un sombrero.
Muy bien.
Observa aquí ahora…
¡Ves, se trata de un elefante cubierto por un telón!
La pregunta ahora es: ¿es un sombrero o un elefante escondido por el sombrero?
La respuesta es… dependede lo que tú creas.
Y lo que tú crees, hace que aquello que veas asuma una forma u otra.
¿No es mejor creer entonces, que todo irá bien?
Una cosa importante de aclarar es que todo esto nada tiene que ver con el pensamiento positivo.
Pensar positivo obviamente está muy bien, porque es importante ser optimistas.
Sin embargo, no es suficiente.
No sirve repetirse lo bella que es la vida, si en cambio, dentro de nosotros, en lo profundo, estamos convencidos de que la vida es un asco.
No sirve repetirnos lo mucho que nos amamos, si por otra parte, tenemos la creencia sobre nosotros mismos, de no merecer ser amados.
No sirve que nos repitamos con una sonrisa, que constante mente nos ocurren cosas buenas, si más bien estas cosas buenas ni siquiera las vemos, porque en realidad estamos convencidos de que a NOSOTROS no nos ocurren.
Y hablando sobre las cosas que nos ocurren…
...lee aquí un poco más…
Ha ocurrido algo increíble…
...qué extraño, parecía hecho a propósito…
...¡no me parece realidad el haberte encontrado!…
...¡estaba pensando justo la misma cosa!
Qué coincidencia.
Cuántas veces habrás dicho eso.
¿Si hubiese un motivo por el cual nos involucramos constantemente con hechos, personas y situaciones que encajan a la perfección?
Casualidad, coincidencia, imprevisto, suerte o desdicha.
Dependen siempre de lo que te esperas y de lo que decides hacer.
Se llama Sincronicidad.
Fue Carl Gustav Jung, quien la estudiara de manera profunda.
Así es como hablaba de ello en 1952: “Es importante la coincidencia que hay entre los eventos en el espacio y el tiempo, observándose algo más allá de la simple casualidad, y eso es, la peculiar interconexión existente entre los hechos objetivos, como también entre éstos y las condiciones psíquicas del observador...” (Synchronizitat alsein Prinzip akausaler Zusammenhänge, 1952).
¿Qué quería decir?
Simplemente que con frecuencia, más bien, constantemente, ocurren hechos, algunas coincidencias, algunas casualidades, que pueden literalmente cambiar el curso de nuestras vidas, y pudieren hacerlo para mejor.
Nosotros sin embargo, estamos tan ocupados en esperarnos lo peor, que en la mejor de las hipótesis, ni siquiera vemos estas señales mágicas, y en la peor las saboteamos.
¡Quejándonos al final, de que sólo nos ocurren cosas negativas!
Para usa la Ley de Atracción, debemos confiar constantemente en el Sincrodestino, porque con frecuencia, la Ley envía señales bajo la forma de coincidencias y sincronicidad, y nosotros debemos estar listos para recibirlas.
Lo que en la mayor parte de los casos no vemos, es que la Ley de Atracción funciona de maravillas.
Todo lo que tememos ocurrirá, todo aquello de lo que estamos seguros que sucederá, sucede.
Por esto te vuelvo a preguntar: ¿no sería mejor esperarnos sólo cosas positivas?
Estamos tan seguros de todo, como para no ver más la realidad que nos rodea.
La realidad es que las cosas no ocurren, las cosas llegan.
La realidad es que no somos víctimas inconscientes e inertes, sino espectadores, más bien… observadores.
¡Permite que te lo demuestre!
Recuerdas cuando en la escuela nos sometían a la famosa pregunta “Si un árbol cae, pero nadie lo ve, el árbol hará ruido o no?”.
El sentido de aquella interrogante era de que la realidad sólo existe, si alguien la observa.
Naturalmente, el árbol igual caerá, o tal vez no, pero el punto es que en tu realidad, el árbol sólo existe si lo ves.
Del mismo modo, la realidad existe según la manera en la cual la ves.
En física se habla de un fenómeno, ahora ya demostrado, que da una clave sobre esto.
Se llama
Significa que existen infinitas posibilidades de que un evento ocurra de determinada manera.
Pero ese evento ocurrirá de la manera en la cual te esperas que ocurra.
No se trata simplemente de tener un punto de vista sobre el mundo.
Se trata de modificar el curso de los eventos, según cómo se los observa y el cómo uno espera que ocurran.
La probabilidad de que una cosa ocurra de una cierta manera, se convierte en realidad en el momento en el cual prestamos atención a esa cosa.
Es una forma muy evolucionada de profecía autocumplida o, si queremos, no es más que la Ley de Atracción.
El experimento espectacular que lo ha confirmado es el siguiente:
Cuando un investigador en un laboratorio de física “observa” una onda subatómica, ésta se transforma convirtiéndose en una partícula.
Técnicamente se dice que “colapsa”, o como prefiero decir, cae en la realidad física, se vuelve real.
¿Cómo es posible?
Es la física cuántica, y no sólo es posible, es así que ocurre.
En teoría existen infinitas posibilidades de que una cosa ocurra.
Es un gigantesco catálogo, como dice Joe Vitale en el libro “The Secret”.
En ese catálogo hay prácticamente de todo.
Y luego, nosotros escogemos.
Y nuestra selección hace colapsar al objeto, el cual se manifiesta en la realidad.
Todo nació en un laboratorio en el lejano 1803.
El científico Thomas Young demostró que la luz no es una partícula, sino una onda y que se comporta como tal.
Luego llegó nuestro Albert Einstein, quien retomó este experimento y demostró que las ondas en realidad, a nivel subatómico, están constituidas por partículas, las cuales llamó fotones, que se comportan como tales.
¿Pues bien, la luz es una onda o una partícula?
He aquí nuestra paradoja.
La luz se comporta a veces como una onda y a veces como una partícula, ¡estando presente simultáneamente en dos puntos distintos!
¿Pero cómo es posible?
John Von Neumann pensó en cómo dar una explicación de esto.
Von Neumann descubrió que el factor responsable del hecho de que a veces la luz se comporte como onda y a veces como partícula, es el único factor que nunca es considerado en las investigaciones.
Cuando el observador no miraba a la luz, ésta se comportaba como onda, pero en el momento en el cual un espectador observa la luz, ésta se transformaba en una partícula.
Von Neumann demostró que la realidad cambia físicamente según donde dirijamos nuestra atención.
Este es un descubrimiento increíble.
Todo este libro está elaborado, partiendo de conocimientos adquiridos de la ciencia y la psicología.
No se trata de fábulas o de juegos sin fundamento.
¡Se trata de la más grande revolución que tú puedas imaginar!
Es la consciencia, la búsqueda de focalizarnos en algo antes que nada, el hecho de prestar atención deliberadamente a ciertos hechos y no a otros, lo que cambia físicamente a la realidad.
Cambiar el modo en el cual concebimos nuestra vida, significa cambiar la realidad de las cosas que se encuentran en nuestra vida.
Hasta ahora, se ha demostrado de inequívoca con las partículas microscópicas, y como nosotros mismos estamos hechos de esas partículas… dejo a ti las conclusiones.
El punto que debes tener siempre en mente es que existen infinitas posibilidades.
Los eventos no están predeterminados, sin embargo, todo puede ocurrir.
Es como si existiesen universos paralelos, pudiendo encontrarte en su interior en cada momento, y tus decisiones, de vez en cuando, vuelven real a uno de estos universos y desechan a los otros.
¿Qué es lo que decide lo que ocurre y lo que no?
Tú y tus expectativas, tú y tus convicciones.
Si crees ser una persona desafortunada, no sólo harás lo que sea por verificar esta creencia tuya, sino que tenderás literalmente a no ver cualquier cosa que pueda desmentirte, como por ejemplo, la fantástica oportunidad de un nuevo empleo.
Sin embargo, en el instante en el cual comiences a tomar en cuenta nuevas formas de ver las cosas y nuevas perspectivas, la realidad se adapta y acontecen todos esos eventos y coincidencias que abren las puertas hacia el Universo.
Sólo porque creemos que algo sea posible, ese algo empieza a manifestarse.
Imagina que yo te dé un regalo.
¿Qué puede haber adentro?
Tú no lo sabes, pero automáticamente empiezas a hacer una serie de conjeturas sobre el contenido del paquete.
Una joya, un pastel, un gatito, un boleto aéreo para una isla paradisíaca.
O bien un muñeco de resorte que te asuste, una factura de cobro, o inclusive, nada.
Pues bien, la física cuántica funciona así, al menos dicho con términos muy simples.
Dentro de ese paquete hay virtualmente millones de posibilidades, correspondientes al número de cosas que tu imaginación le pueda colocar en su interior.
Sin embargo, sólo en el instante en el cual abres el empaque, es decir, en el momento en el cual “observas” el contenido, éste toma forma, colapsa.
Este concepto es tan fascinante como para hacer estallar la cabeza.
¿Entiendes cuán importante es esperar sólo cosas positivas?
¿Comprendes qué inmenso poder tienes?
Tal vez en este punto experimentes una gran confusión.
Casi podría dolerte la cabeza en el intento de imaginar y tratar de entender lo que has leído hasta aquí.
Entonces te muestro algunos de los ejemplos más concretos.
Estás pensando tener un hijo.
De improvisto, empiezas a ver niños donde sea y te parece encontrarte sólo mujeres embarazadas.
Claro, te dirás, es porque en mi mente está la idea, la imagen de un niño.
Obviamente sí, pero trata de verlo de otro modo.
En tu realidad comienza a manifestarse una cosa, desde el momento en el cual tú piensas en esa cosa.
No es que los niños no existiesen antes y ahora en cambio, tú los creas de la nada.
El punto es que en la realidad aparecen las cosas que están en tu mente.
Y sobre todo, ¡tú las notas!
Es como si tuvieses un lente de “encogimiento” que enfoca sólo ciertas cosas, excluyendo todo lo demás.
Y lo mismo vale también para el dinero, las oportunidades de trabajo, los encuentros románticos, las posibilidades y las sorpresas.
Tal vez tú no las recuerdes, pero hace tiempo eras grande en el hacer ocurrir las cosas…
¿Recuerdas cuando creías en San Nicolás?
Expresabas tu deseo exactamente como deseabas que se realizara.
Por ejemplo, si deseabas intensamente un pequeño tren rojo, un pequeño tren rojo era justo en lo que pensabas.
Imaginabas tan bien sus detalles más pequeños, que casi podías verlo y escuchar el ruido de sus pequeños rieles.
Luego llegaba el día de Navidad y, mágicamente, aparecía el trenecito.
¡El mismo que habías imaginado!
Naturalmente eran tus padres quienes habían cumplido tu deseo, después de haber leído la carta que le habías escrito a Santa, pero esto lo habrías descubierto muchos años después.
El punto es que desde entonces siempre has creído que este sea exactamente el modo en el cual ocurren los milagros.
Pides algo y, milagrosamente ese algo aparece.
Exactamente como lo pediste.
Quiero un trenecito, aparece un trenecito.
Luego, creciendo, te das cuenta de que las cosas cambian, y empiezas a sentirte inmediatamente traicionado.
Esa magia parece no repetirse más, al punto de convencerte de que todo fue un engaño, y no crees más en ese mecanismo mágico.
¿Qué ocurrió?
Ocurrió que eres tú quien hace los milagros, pero no lo sabes, o bien, ¡simplemente no lo recuerdas!
¿Qué era según tú lo que atraía al pequeño tren rojo?
¿Tus padres? ¿San Nicolás?
¿La Navidad misma o alguna otra fuerza misteriosa?
¡No! Eras tú, y precisamente la carta que escribías.
Piénsalo.
Tú hacías algo, una acción (escribir la carta) y ésta ponía en marcha el mecanismo entero.
A alimentar tal mecanismo concurrían dos fuerzas: un deseo y una inspiración.
Es exactamente así que actúa el Universo cuando trata de enviarte un milagro.
He dicho trata, porque la mayor parte de las veces tú no lo aceptas.
Sé que puede parecerte extraño este discurso, inclusive sin sentido.
¿Pero cómo?
El Universo (o Dios, o el Karma, o la Fuente, o el Campo, o como tú lo quieras llamar) me envía un milagro y yo lo rechazo?
¡Imposible!
Y aún es así.
Escucha lo que estoy por decirte.
Cuántas oportunidades no has aprovechado, cuántas personas no quisiste visitar, cuántas calles que no quisiste recorrer te han pasado en la vida?
Tú tienes un deseo, un sueño, probablemente más de uno.
Quisieras perder peso, o mudarte a la ciudad de tus sueños, o realizar tu vocación o también ganar mucho dinero.
Lo que te falta, sin embargo, es...
Sabes por qué ocurre todo esto?
Porque el Universo, a fin de de que ocurra un milagro, no te envía el trenecito rojo, sino que te envía la inspiración de escribirle una carta a Santa.
¡Ahí está el secreto!
No te esperes un objeto, sigue la inspiración.
Si, por ejemplo, tu deseo es el de ser una persona acomodada, muy probablemente jugarás a la lotería todas las semanas.
Deseas sincera y fuertemente mucho dinero, pero crees que el Universo te enviará trozos de papel y monedas para realizar lo que deseas.
El Universo, con frecuencia no actúa así.
Para hacer que se realice lo que deseas, te enviará las inspiraciones.
Podrías no adquirir un boleto vencedor, pero ciertamente encontrarás algunas personas que podrían hacerte enriquecer.
Un posible socio de negocios, un probable financiador para un proyecto que tengas encerrado en una gaveta, un hipotético magnate que esté buscando a alguien exactamente como tú, para confiarle la administración de su dinero.
Probablemente la inspiración se manifieste dentro de ti, pero tú no la escucharás.
Sentirás una atracción hacia alguna de esas personas pero, como crees que el milagro significa ganar la lotería, ignorarás a esas personas que el Universo te ha enviado, cerrando así la puerta frente a tu pequeño tren rojo.
Después de un tiempo, en vista que ninguno de los boletos que te empecinas a comprar te hará ganar, (aún si te aseguro que ésto también puede ocurrir) dejarás de probar tu búsqueda de la riqueza, concluyendo no sólo que el Universo (o Dios) no te escucha, sino que ni siquiera vale la pena insistir.
Todo porque esperabas que el dinero viniera solo de una forma, y descartaste cualquier posibilidad de que se manifestara de otras maneras.
Ni siquiera has considerado pensar en ello.
Enfocabas tus pensamientos exclusivamente en el boleto ganador, hasta el punto de que tu atención había descartado selectivamente todas las otras oportunidades que se presentaban ante ti.
Podrías ganar la lotería, pero también podrías obtener ese dinero de otras maneras.
Lo mismo sucede en el amor.
Deseas con todo tu corazón encontrar a tu alma gemela.
Crees que esto se realizará como en una película rosa, y comienzas a fijarte en todas las personas del otro sexo que ves en el metro por la mañana, esforzándote por creerlo y convenciéndote de que una de esas personas DEBE ser tu alma gemela.
El Universo, por otro lado, que realmente te escuchó, te envía la inspiración para inscribirte en ese nuevo gimnasio que se acaba de abrir bajo tu casa, o te hace pasar "por casualidad" en tus manos un folleto de la inauguración de un museo que te gustaría visitar.
¿Y sabes porqué?
Porque en ese gimnasio o en esa inauguración podría estar tu alma gemela.
¡Así es como funciona!
El Universo no se limita de manera banal a entregarte un objeto o una persona en tu hogar.
Te envía la inspiración que necesitas para hacer realidad tu deseo.
Todo lo que tienes que hacer es abrir tu corazón y seguir tu instinto.
Si una mañana sientes que tienes que ir a trabajar a pie, en lugar de ir en el auto, ¡hazlo!
No te demores.
Algo o alguien está ahí para ti, esperándote esa mañana por un camino que te lleva al trabajo y que nunca recorres.
No estoy hablando de ideas bizarras o extrañas que puedan venirte a la mente, sino de ese "estado de gracia" particular y mágico que te sucede cuando "sientes que debes hacer algo, incluso si no entiendes el motivo".
¿Cuántas veces has pensado "Hoy quiero ir por otro camino" y te encontraste a un viejo amigo que no habías visto durante años y no hubieses vuelto a ver si no hubieras cambiado de rumbo ese día?
¿Comprendiste que ese amigo que lo reencontraste porque seguiste tu inspiración o todavía crees que son coincidencias?
Recuerda el Sincrodestino…
Bien.
Hasta aquí, todo está claro.
Empiezas a recordar cómo funcionan realmente las cosas o te estás convenciendo de cómo deberían ir.
Pero no funciona igual.
¿Por qué?
Como sabes, en este libro, te doy 52 juegos para hacer que la Ley de Atracción funcione en diferentes áreas de tu vida.
Un juego para cada semana del año.
La Ley de Atracción, y esto no todos te lo dicen, no funciona si primero no entiendes cuáles son tusCreencias sobre el mundo.
¿Recuerdas ese simpático personaje de la familia del Pato Donald llamado Gastón?
¿Ese pato tan afortunado que encontraba dinero, pasteles, boletos ganadores de lotería, premios de viaje y más?
¿Sabes qué tenía de extraordinario ese pato?
Creía ciegamente en que tenía suerte.
Lo daba casi por sentado.
Para él no había otra posibilidad que aquella por la cual en el mundo solo le sucedían cosas buenas.
El Universo con él no podía hacer otra cosa: ¡tenía que adaptarse!
Exactamente.
Cuando crees que solo te suceden cosas positivas, los eventos se distorsionan para tomar la forma que esperas.
¿Es verdad o no que hay personas, incluso en tu vida, a quienes parece sucederles sólo cosas buenas y otras que en cambio atraen la desgracia como verdaderos imanes?
Por supuesto, la vida no es una caricatura, las cosas malas llegan, y sería injusto acusar a alguien de haberse provocado un accidente o una enfermedad.
Pero el centro es subvertir el punto de vista.
Cambia el modo en el que ves las cosas.
Modificar la perspectiva, en definitiva, filtrar la realidad a través de lentes positivas.
No debemos presumir de conocer íntimamente el significado de las cosas que nos suceden.
¿Cuántas veces un evento negativo se ha convertido en la mayor de las oportunidades?
¿Y cuántas veces lo que parecía ser una oportunidad se convirtió en una catástrofe?
Luego hay otro aspecto importante en la historia del pato Gastón que quiero señalarle.
A menudo, especialmente cuando nos enfocamos en el dinero, esperamos recibir exactamente lo que pedimos, en la forma que lo pedimos.
Pensemos precisamente en el dinero.
Si queremos € 10,000.00 para comprar toda la ropa que queremos, nuestra atención se centrará en un único sentido sobre los billetes.
De hecho, esperaremos recibir físicamente el dinero que se utilizará para comprar ropa.
Pero como ya he dicho, el Universo nunca es trivial, y opera en modos creativas en los que nunca podríamos pensar.
Todo lo que tenemos que hacer es abrirnos a la posibilidad de recibir lo que deseamos.
Este es un punto fundamental enfatizado por todos aquellos que estudian y siguen a la Ley de Atracción.
De hecho, mientras estamos ocupados mirando a nuestro alrededor para ver los billetes, podemos perdernos el catálogo de ropa que anuncia un concurso gratuito, ¡cuyo primer premio es un suministro para un año de ropa!
Entonces, ¿qué diferencia hay en tener dinero en tu bolsillo para comprar ropa, o tener un suministro gratuito de ropa disponible por un año entero, por la suma hipotética de € 10,000.00?
¿Entiendes el punto?
No era un multimillonario, pero vivía en la profunda convicción de que cuando necesitaba algo, ese algo se materializaría inevitablemente.
Y efectivamente así sucedía.
Soñaba con hacer un viaje a una isla distante, y ... ¡zas! Justo que en el piso encontró un boleto de primera clase para un viaje a las Maldivas. No pasaba los días devanándose el cerebro para encontrar formas difíciles de ir a las Maldivas.
Él deseaba, dejar actuar al Universo, y recibía.
Pedir, recibir, permitir.
Leí una frase que decía: "La expectativa es todo aquello humano que está precedido por la esperanza y seguido por la desesperación".
El sentido de lo que es una expectativa está incluido en esta oración.
Esperamos algo, esperamos que llegue, y si esto no sucede, nos desesperaremos.
De hecho, las expectativas regulan toda nuestra vida, pero a menudo no hacen más que apegarse a las ruedas, y si investigamos un poco, podemos identificar inmediatamente al menos tres tipos.
Un primer tipo de expectativa concierne a los sentimientos.
Por ejemplo, esperamos ser amados, casi lo pretendemos, y si no ocurre, nos invade un sentimiento de abandono y soledad, acompañado de un buen sentimiento de culpa e inferioridad.
Nada bueno.
Otro tipo de expectativa tiene que ver con lo que pensamos racionalmente, que la vida debería devolvernos, en virtud de algún derecho o acto extraordinario que hayamos realizado.
Esta segunda forma de expectativa se manifiesta como una presunta consecuencia y efecto de nuestras acciones.
"No hago nada por nada",
"Después de lo que hice por él, fue un verdadero malagradecido",
"Me lo merezco"!
Son sólo algunas de las expresiones que hablan sobre la pretensión de recibir de vuelta algo que hemos dado.
Incluso en este caso, la Ley de Atracción no tiene nada que ver.
Finalmente, un tercer tipo de expectativa es aquella más ingenua pero aún ineficaz.
Esperar con todas nuestras fuerzas que algo que deseemos se realice, pero al mismo tiempo no creer que se realizará (¡porque sería demasiado bueno para ser verdad!) Y permanecer decepcionado y angustiado cuando nos damos cuenta de que incluso esta vez no salió cómo queríamos.
La casa de mis sueños ya estaba ocupada, no me contrataron para ese trabajo que tanto me gustaba, ¡ni siquiera esta semana gané la lotería!
Estas son las expectativas.
Pretensiones, caprichos, ideas sin convicción que te alejan del camino para cumplir todos tus deseos.
Otra cosa, y muy otra cosa, son las creencias.
Las creencias son convicciones profundas de que las cosas simplemente van de cierta manera.
Una de mis frases favoritas en lo absoluto es la siguiente: "Si puedes soñarlo, puedes hacerlo".
Significa que si puedes imaginar un evento, entonces ese evento es posible.
Y si es posible, entonces puede volverse real.
¿Sabes quién dijo esa frase?
Walt Disney, uno que sabía de sueños.
Otra frase que creo que es muy importante es la siguiente: "Lo único que te impide ser extraordinario es creer que no lo eres".
Hay ejemplos vivos que atestiguan esta profunda convicción.
Atletas que después de graves accidentes han empezado a competir de nuevo y también a ganar.
Los empresarios que terminaron en la calle que reconstruyen imperios de la nada.
Pacientes a los que no se les dio ni un mes de vida que se recuperan inexplicablemente (al menos para la medicina oficial).
"Nunca podré hacerlo" es el único pensamiento que siempre evitará que lo hagas.
Es por esto que conocer las propias creencias es fundamental para hacer que la Ley de Atracción funcione.
"Es demasiado bueno para ser verdad"
"Nunca lo lograré, es inútil intentarlo"
"Soy demasiado gordo / feo para gustarle"
"Sólo las cosas malas pasan en la vida"
"El amor nos hace sufrir"
"¡Pero para qué juego la lotería, si de todos modos nunca se gana nada!"
"No lograré nunca cambiar de trabajo"
"Para ganar, tienes que luchar".
¿Estas frases te dicen algo?
Porque estas, exactamente estas, son las creencias.
Entender qué oraciones son tu guía en la vida, es el primer paso fundamental para desbloquear la Ley de Atracción.
De hecho, ¿qué sentido tiene darte juegos de dinero, si su convicción es que todos los ricos son deshonestos?
Aunque racionalmente podría seguir diciéndose que quiere hacerse rico (¿quién no querría hacerlo?) Inconscientemente, rechazarías esta posibilidad porque no quieres verte a ti mismo como una persona deshonesta
En muchas películas se dice a menudo que "el dinero trae problemas".
Por lo general, la historia ve al protagonista ganando casi una fortuna, y luego decide renunciar a él porque, de hecho, todo ese dinero solo le causaría problemas.
"Demasiado dinero trae preocupación y envidia" es una de las creencias más arraigadas en nuestra sociedad.
En cambio, esta creencia debe ser reemplazada por la que dice: "Mucho dinero resuelve muchos problemas".
Otra de las creencias más resistentes sobre el dinero es esta: "Los ricos son todos deshonestos, no puedes hacer todo ese dinero sin hacer trampa".
Por esta razón, es te es muy fácil rechazar el dinero, paradójicamente.
Precisamente porque no quieres sentirte como una persona deshonesta.
Esta creencia debería ser reemplazada por una que diga "Las personas deshonestas siempre lo son, independientemente de la cantidad de dinero que tengan, pero como no soy una persona deshonesta, sé que usaré el dinero para hacer el bien y mejorar la calidad de mi vida".
Suena mucho mejor, ¿no?
El tema del dinero en relación con la Ley de Atracción es ciertamente el más estudiado y difundido.
Esto debería reforzar la nueva creencia de que no todos pueden ser deshonestos si prácticamente todo el mundo quiere más dinero.
Hay y siempre habrá gente deshonesta, pero estarás de acuerdo en que también hay buenas personas en el mundo, como tú también lo eres.
"¡No hay suficiente para todos!"
No hay suficiente comida, no hay suficiente agua, no hay suficiente combustible, no hay suficiente bienestar, no hay suficientes empleos, no hay suficiente dinero para todos.
Esta es una creencia muy peligrosa.
En primer lugar porque está errada.
En segundo lugar, porque se asocia con sentimientos de carencia, que son precisamente aquellos que no hacen que la Ley funcione.
La creencia arraigada de que las cosas en el mundo van mal, lleva a la gente a no gastar.
No gastar provoca una desaceleración de la economía, con el resultado de que las cosas no se vendan, los precios suben y el mercado se detiene.
Aquí la crisis, temida al principio solo en pensamiento, se ha hecho realidad.
Si compró algo hoy, el minorista que se lo vendió podría a su vez comprar algo de una persona que a su vez podría comprar algo de otra persona y así sucesivamente.
Todo empezaría de nuevo.
Convencerse de sí mismo en lugar de que el dinero (que es un objeto virtual al final) ya no existe, crea en realidad la circunstancia exacta por la cual el dinero ya no se ve.
Además, la sensación de carencia es un freno poderoso contra la llegada de la abundancia.
Si estás convencido de que no hay suficientes recursos en el mundo, siempre te preguntarás cómo te puede llegar el dinero.
Estarás convencido de que si quieres algo, debes quitárselo a alguien que se quedará sin él.
Entonces, o te convertirás en un competidor listo para robar recursos de otros, o vivirás en la convicción de que, como no hay para todos, no quieres sentirte culpable si le restas bienestar a los demás.
Porque sabes, el hacedor de dinero es un tiburón.
¡Así que ya no saldrás de eso!
Pensar en cambio, o más bien creer que obtendrás lo que necesitas exactamente cuando lo necesitas, es la mejor manera de prepararte para la abundancia.
Por esta razón, los juegos diseñados para el dinero desbloquean precisamente las creencias sobre la carencia, sobre el hecho de que nadie hace nada por nada, sobre la abundancia, sobre la espera de facturas y demás.
Las creencias más extendidas sobre la salud, que es un tema muy importante, son típicamente estas:
"Ya no tengo la edad para hacer ciertas cosas",
"Cada vez que llega el invierno, pillo una enfermedad",
"Cada vez que como algo de más engordo",
"Los dulces son malos y todos terminan en las caderas",
"Para bajar de peso tengo que trabajar tan duro",
"Cada año me siento más viejo y cansado"
"Ciertas cosas yo no las digiero",
"Siempre tengo algunos pequeños grandes achaques",
"Estoy seguro de que algo malo me ocurrirá tarde o temprano"!
Los juegos que estudié para ti trabajan precisamente sobre estas creencias.
Te ayudan a cambiar tu relación con la comida y tu cuerpo, te recuerdan que no eres desechable en lo absoluto y también te ayudan a elevar el nivel de sus endorfinas, sustancias naturales que te protegen del dolor y la tristeza.
Estar seguro de que te enfermarás es la mejor manera de abrirle camino a la enfermedad.
Hay historias increíbles de curaciones inexplicables.
Hay historias increíbles de personas que se recuperaron milagrosamente después de trágicos accidentes.
La medicina se ha rendido ante estos casos.
No ha podido explicarlos, llamándolos precisamente inexplicables.
Sin embargo, lo que todas las personas sanadas han dicho es que había una profunda convicción dentro de ellos, una certeza muy arraigada (¡una creencia!) de que habrían estado mejor.
Muchos de ellos informan haber visualizado sus cuerpos mientras se curaban.
Casi podían ver las células que se regeneraban.
Sin llegar a estos casos extremos, no hay duda de que tu estado mental afecta tu cuerpo.
Es lo psicosomático, es decir, la influencia de la mente sobre lo físico.
¿Sabías que si el sistema inmunológico está sano, no hay ningún virus que pueda atacarte?
Cuando, durante el pico de la gripe de temporada, te preocupas por mantenerte alejado de quienes estornudan cerca de ti, debes saber que un virus primero debe esquivar al sistema inmunológico para poder penetrar dentro de tu cuerpo.
Desde muy lejos vienen enemigos a caballo decididos a conquistar tus defensas.
Vienen bajo las paredes y comienzan a tirar sus flechas.
Sin embargo, la fosa es ancha y profunda, y el puente levadizo está bien elevado.
Moraleja de la historia, los caballeros son incapaces de conquistar nada, no importa lo duro que trabajen.
Tu sistema inmunológico es la fosa.
Los virus que te rodean todos los días no pueden pasar a menos que bajes el puente levadizo para que entren.
Solo hay una cosa que hace que su puente levadizo sea más bajo, y es la tristeza, el estrés y la creencia de que tarde o temprano te enfermarás.
En ese punto, como respondiendo a la orden de su general, los soldados de tu castillo bajarán el puente dejando entrar a los enemigos.
¡Los juegos que te presento sirven para ganar esas creencias acerca de tu cuerpo que te exponen a los caballeros enemigos y a hacerte subir el puente levadizo!
"Nadie hace nada por nada",