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"Allí de pie, con las piernas bien separadas, miraba sobre la ciudad mientras sentía como él le levantaba lentamente el vestido, centímetro a centímetro. Finalmente, la tela roja acabó sobre su cintura y con una mano tiró de las bragas de encaje negro y provocó un movimiento de roce contra su sexo.Después de una noche loca, Jenny revela sus sentimientos a Oliver. Son vecinos desde hace tres años y Oliver, que siempre se ha portado de forma correcta y amable, de repente se vuelve impredecible; se muestra alternativamente caliente y frío y le hace una sugerencia que Jenny no sabe interpretar.En una terraza con vistas a todo Estocolmo, Oliver finalmente cumple la fantasía de Jenny pero ¿qué es lo que realmente quiere de su relación?-
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Seitenzahl: 27
Veröffentlichungsjahr: 2022
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Original title: Betagen av grannen
Original language: Swedish
Copyright © 2020, 2022 Vicktoria Gilles and LUST
All rights reserved
ISBN: 9788726570311
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
Jenny entró por la puerta principal y se quitó los zapatos negros. No le gustaba salir con tacones altos, pero por alguna razón la elección acaban siendo este tipo de zapatos cada vez que salía con sus amigas el fin de semana. No obstante, el resultado solían ser ampollas y dolor de pies.
Levantó la cabeza bruscamente y apartó el pelo rubio que le caía sobre la cara. Estaba mareada, pero agitó la cabeza y entonces tropezó con la alfombra desgastada del vestíbulo que estaba llena de grava. La embriaguez por alcohol no ayudaba a la hora de entrar al apartamento. Chocó contra la pared y casi se cae. El bolso que tenía colgado del hombro se deslizó hasta el suelo y le siguió la chaqueta.
Detrás de ella, se abrió la puerta.
–Por fin estás en casa.
Jenny giró un poco la cabeza y miró a Oliver. Su cuerpo musculoso llenaba casi todo el recibidor. Llevaba pantalones de chándal y ella sonrió para sí misma cuando percibió lo bien dotado que estaba. La mirada subió, a su torso bien moldeado. Los músculos de sus brazos se tensaron cuando cruzó los brazos sobre la camiseta de tirantes negra. La mirada que se encontró fue a la vez preocupada e irritada.
–Sí, ¿quieres algo en particular? –preguntó ella. ¿Por qué parecía disgustado?
Habían vivido en los apartamentos contiguos durante casi tres años y se habían conocido extremadamente bien durante ese tiempo. No obstante, no tan bien como ella hubiera querido. Parecía verla más como una hermana, lo cual era absolutamente incómodo. Además, no había un solo hombre que le gustara después de que él apareciera en su vida. Nadie podía compararse con Oliver. Había habido algunos hombres en los que se había interesado un poco, pero se había cansado de ellos rápidamente porque le parecían aburridos. ¿Cómo era posible que todos los hombres que hubieran sido perfectos para ella no le atraían, mientras que Oliver, que era un completo error conseguía seducirla con una sola mirada?
Oliver apoyó un hombro contra el marco de la puerta.
–Sabes que me preocupo cuando llegas a casa a esta hora.
–El hecho de que seas cinco años mayor no significa que puedas controlarme –suspiró profundamente y avanzó tambaleándose hacia la sala de estar. Detrás de ella, le escuchó murmurar algo inaudible mientras cerraba la puerta y prosiguió decididamente hacia su cocina. Ella no pudo dar un paso más y se tumbó en el sofá.
