Ester, el coraje y la astucia - Jean-Daniel Macchi - E-Book

Ester, el coraje y la astucia E-Book

Jean-Daniel Macchi

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Beschreibung

El libro de Ester se lee fácilmente, como una buena historia. Este Cuaderno Bíblico nos ayuda a descubrir su lugar en el conjunto de la Biblia y en la tradición judía, dado que constituye el relato fundacional de la fiesta de Purim. Jean-Daniel Macchi, especialista en la época helenística, nos orienta para poner el relato en su contexto y dar relieve a la intriga. El libro de Ester se revela, así, como una búsqueda apasionante de la identidad judía.

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Contenido

Portada

Prólogo

Portadilla

Introducción

Una novela bien construida

Ester y la Biblia

Ester y la mirada de los griegos sobre Persia

Los grandes temas de la obra

Contexto histórico de la producción

I – Cambio de reina en un mundo de locos (Est 1–2)

II – La amenaza (Est 3)

III – La elección del compromiso (Est 4)

Un diálogo desde la distancia (4,1-12)

Una elección decisiva (4,13-17)

IV – Astucia y orgullo (Est 5–7)

Dos banquetes organizados por Ester (5,1-8; 7,10)

Los dos regresos de Amán a su casa (5,9-14; 6,12-14)

Un triunfo inesperado (6,1-11)

V – La salvación por la fuerza (Est 8–10)

VI – Las «adiciones» griegas

El sueño de Mardoqueo y su interpretación (adiciones A,1-11 y F,1-10)

Otro complot de los eunucos (adición A,12-17)

El contenido de los dos edictos (adiciones B y E)

Las oraciones de Mardoqueo y de Ester (adición C)

La llegada de Ester ante el rey (adición D,1-6)

Para saber más

Lista de recuadros

Créditos

CB190

Jean-Daniel Macchi

Ester, el coraje y la astucia

Al asumir la dirección del Servicio bíblico Evangelio y Vida, y, en consecuencia, de los Cuadernos Bíblicos, quiero saludaros a todos y espero, al hilo de los números y de la vida de nuestra asociación, poder conoceros y serviros en vuestra lectura de la Biblia y vuestro deseo de hacerla leer en la Iglesia. Desde el 1 de septiembre he conocido a personas disponibles y entusiastas para dar vida a este servicio eclesial; les doy las gracias por su gran dedicación a sus hermanos y al Evangelio.

Tenéis en vuestras manos un texto que os hará descubrir el libro de Ester; para algunos se trata de una bella historia que hace soñar: los justos terminan triunfando sobre los malvados. Sin que se mencione a Dios (al menos en el texto hebreo), el relato deja entrever su acción divina dirigida a proteger a su pueblo… Pero ¿qué aporta este libro al conjunto de la Biblia?

El estudio de Jean-Daniel Macchi nos ofrece una contextualización, un análisis literario, con una presentación de la intriga y sus cambios, que permite penetrar en las cuestiones del autor del libro, que es más denso que lo que deja entrever una primera lectura fácil.

Finalmente, sus cuestiones parecen más cercanas a las nuestras: ¿qué relación hay entre el pueblo de la Alianza y aquellos que no forman parte de él?; ¿qué lugar ocupar en la vida de la ciudad?; ¿qué debemos decir, dar testimonio, de nuestra esperanza?; ¿hasta qué punto podemos poner nuestra vida en juego por nuestra fe?; ¿cómo llegar a confiar en la providencia?

Después de haber estudiado y meditado el libro de Ester con el trabajo de Jean-Daniel Macchi, es, con toda seguridad, posible y fructífero dedicar un tiempo al intercambio en nuestras comunidades: ¿cómo la historia de Ester y su padre adoptivo Mardoqueo nos permite pensar de forma diferente sobre estas cuestiones? ¡Puede que nos enfrentemos muy rápidamente a problemas muy contemporáneos! La mediación del texto bíblico debería ayudarnos a llevarlos con serenidad.

Éric MORIN

Después de una primera formación como arquitecto, Jean-Daniel Macchi estudió Teología en la Universidad de Ginebra. Tras una práctica pastoral, fue asistente del prof. Albert de Pury en Ginebra y de Thomas Römer en Lausana. Desde 1996, ha estado enseñando Hebreo y Antiguo Testamento en la Universidad de Ginebra. Ha ocupado la cátedra de Antiguo Testamento desde 2005 y fue decano de la Facultad de Teología de la Universidad de Ginebra desde julio de 2013 hasta julio de 2017. Además del libro de Ester en el contexto de la literatura del período helenístico, sus principales áreas de investigación son la historia del antiguo Israel y el origen de los samaritanos, el Génesis 49 y las cuestiones relacionadas con el Pentateuco, así como la interpretación de los libros proféticos de la Biblia hebrea.

Ester, el coraje y la astucia

El libro de Ester describe las aventuras de una judía que llega a ser reina de Persia y de su padre adoptivo Mardoqueo. Como Moisés o José antes de ella, esta heroína logra salvar a su pueblo del exterminio.

Este breve relato delicioso, con una intriga perfectamente construida, no carece de aspectos humorísticos y caricaturescos. Sin embargo, suscita cuestiones teológicas e identitarias muy profundas. Por ejemplo, en su forma hebrea, este relato bíblico no menciona explícitamente a Dios. Esta extraña particularidad, que los traductores griegos de la obra se encargaron de corregir, invita a preguntarse si Dios actúa en el mundo y cómo lo hace. Además, las amenazas que pesan sobre el pueblo de Ester, disperso en un mundo que funciona de forma absurda, nos invitan a reflexionar sobre la actitud que debemos adoptar frente a las persecuciones y los perseguidores. ¿Es mejor ocultar la identidad y el origen para evitar los riesgos de persecución? ¿Debemos, por el contrario, afrontar las dificultades con coraje y sutileza? Por último, el libro de Ester plantea la cuestión de la legitimidad de la resistencia armada.

En la actualidad, el libro de Ester juega un papel importante en el judaísmo, pues se trata del libreto de la fiesta carnavalesca de Purim.

Jean-Daniel MACCHI

Introducción

El libro hebreo de Ester cuenta que, después de la destitución de la reina persa Vasti (1,1-22), Ester —hija adoptiva del judío Mardoqueo— se convierte en reina después de un concurso de belleza en el que participaron todas las jóvenes agraciadas del reino (2,1-8). Mardoqueo denuncia un complot contra el rey (2,21-23), tras el cual se desencadena un conflicto entre Amán, convertido en primer ministro, y Mardoqueo, pues este no acepta postrarse ante él. Amán obtiene la proclamación de un decreto real que ordena exterminar a los judíos del imperio once meses después, el día 13 del mes de adar (3,1-15). Mardoqueo pide entonces a la reina Ester que interceda ante su esposo, el rey, y ella acepta pese a los riesgos mortales que conlleva tal empresa (4,1-17).

Ester se presenta ante el rey y le invita, con Amán, a un banquete misterioso, al termino del cual vuelve a invitarlos para el día siguiente (5,1-8). Al salir de este primer banquete, Amán, enfurecido con Mardoqueo, y cada vez más orgulloso, erige un patíbulo antes de ir a pedir al rey la autorización para ahorcar a Mardoqueo (5,9-14). Desgraciadamente para él, el rey lee durante la noche las crónicas y se acuerda del complot que había frustrado Mardoqueo. A la llegada de Amán, el rey le pregunta qué conviene hacer cuando se quiere honrar a alguien. Pensando que sería él el beneficiario de los honores, el primer ministro sugiere un desfile en la ciudad. Para su consternación, el rey le ordena organizarlo para Mardoqueo (6,1-11). Cumplida esta tarea, Amán tiene el tiempo justo para volver a casa (6,12-14) antes de ser llevado al segundo banquete de Ester, donde ella pide la salvación de su pueblo revelando que él es la causa del drama. Amán es entonces condenado y colgado (7,1-11). Sin embargo, cuando Ester ruega al rey que anule el decreto contra los judíos, él le dice que no se puede revocar un decreto real. Se proclama entonces un segundo decreto que permite a los judíos defenderse (8,1-17). Los días 13 y 14 de adar, los judíos derrotan a sus enemigos, y el 14 y 15 celebran su victoria (9,1-19). Mardoqueo instituye la fiesta anual de Purim (9,20-32) y administra en adelante el imperio (10,1-3).

Ester se presenta ante el rey y le invita, con Amán, a un banquete misterioso, al termino del cual vuelve a invitarlos para el día siguiente (5,1-8). Al salir de este primer banquete, Amán, enfurecido con Mardoqueo, y cada vez más orgulloso, erige un patíbulo antes de ir a pedir al rey la autorización para ahorcar a Mardoqueo (5,9-14). Desgraciadamente para él, el rey lee durante la noche las crónicas y se acuerda del complot que había frustrado Mardoqueo. A la llegada de Amán, el rey le pregunta qué conviene hacer cuando se quiere honrar a alguien. Pensando que sería él el beneficiario de los honores, el primer ministro sugiere un desfile en la ciudad. Para su consternación, el rey le ordena organizarlo para Mardoqueo (6,1-11). Cumplida esta tarea, Amán tiene el tiempo justo para volver a casa (6,12-14) antes de ser llevado al segundo banquete de Ester, donde ella pide la salvación de su pueblo revelando que él es la causa del drama. Amán es entonces condenado y colgado (7,1-11). Sin embargo, cuando Ester ruega al rey que anule el decreto contra los judíos, él le dice que no se puede revocar un decreto real. Se proclama entonces un segundo decreto que permite a los judíos defenderse (8,1-17). Los días 13 y 14 de adar, los judíos derrotan a sus enemigos, y el 14 y 15 celebran su victoria (9,1-19). Mardoqueo instituye la fiesta anual de Purim (9,20-32) y administra en adelante el imperio (10,1-3).

Una novela bien construida

El libro de Ester es una pequeña novela con una trama bien ejecutada. Como suele ocurrir en las novelas, el libro se abre con una situación de partida que presenta el contexto en el que se desarrollará la historia —la lujosa corte del rey persa con su extraño funcionamiento— y los protagonistas: una mujer judía que se convirtió en reina por casualidad y su padre adoptivo. Una dificultad desencadena la acción en sí misma. Este es el nudo de la trama: Amán conspira contra los judíos, manipula al rey y consigue que se emita un decreto de exterminio. Varios personajes actúan para cambiar la situación. Mar­doqueo pide a la reina que actúe; Ester organiza banquetes y denuncia el complot, y, finalmente, un providencial insomnio real lleva al soberano a honrar a Mardoqueo.

Estos varios episodios llevan a un primer resultado con la condena de Amán. Todo podría acabar aquí de no ser porque, como sucede a menudo en las novelas, se produce un giro inesperado: un decreto persa no puede ser anulado. Mardoqueo debe entonces proclamar otro decreto para que los judíos se defiendan de sus enemigos. El relato termina con una situación de final feliz —un happy end— en la que Mardoqueo dirige el Imperio persa y los judíos celebran cada año la fiesta de Purim.

El humor y la ironía no están ausentes de este relato. En el capítulo 1 resulta divertido ver cómo el rey, después de haber pasado más de seis meses celebrando su grandeza con todo lujo y con borracheras, se ve frustrado en el clímax de los festejos porque su esposa se niega a exhibirse. Asimismo, en el capítulo 6 no podemos que sonreír al leer que Amán es tan orgulloso que no puede imaginar que el rey quiera honrar a otro que no sea él.

La obra pone hábilmente en escena las motivaciones, la psicología y las disfunciones de los diferentes protagonistas. El capítulo 1 describe el modo de reac­cionar y argumentar de los borrachos. Los capítulos 5 y 7 muestran que Ester utiliza el deseo del rey por el vino y los banquetes para acercarse a él y llevarlo a condenar a su enemigo. En el capítulo 4, el diálogo entre Ester y Mardoqueo evoca el conflicto de conciencia de una reina llamada a elegir entre arriesgar su vida por su pueblo y mantenerse oculta en el seno de la corte.

El suspense está muy presente en el relato. ¿Aceptará intervenir la reina Ester? ¿Qué pretende cuando invita dos veces al rey a la fiesta en lugar de pedirle directamente lo que desea?

El motivo del cambio de situación y el de la oposición entre el ascenso y la caída están muy presentes. Así, Amán es ascendido dos veces —al principio por el rey, cuando lo nombra primer ministro, y después por Ester, que lo invita solo con el rey al banquete—, antes de caer otras dos veces. Es obligado a honrar a su enemigo en la ciudad y después es condenado a muerte. El relato de su caída es irónico, pues es llevado al patíbulo que él había preparado para Mardoqueo. Este último realiza un camino inverso al de Amán. Comienza cayendo dos veces al ser condenado con su pueblo por decreto y después al estar destinado a la horca. Posteriormente, es ascendido dos veces, con su desfile triunfal por la ciudad y con su nombramiento como primer ministro del imperio. Aparecen también otros cambios de situación. Vasti, después de haber sido reina, es destituida; Ester, después de arriesgarse a morir, triunfa sobre su enemigo. Finalmente, los judíos en su conjunto son inicialmente condenados antes de triunfar.

Otros motivos importantes están también presentes en el libro. Los banquetes señalan las etapas principales del relato. Encontramos diez, que aparecen frecuentemente en pares. Dos banquetes reales abren el relato, dos banquetes de Purim al final y en el centro de la trama. En cuanto al ayuno de Ester (4,15-17), es un anti-banquete organizado en un momento en que la tensión dramática está en su punto más alto. El motivo del decreto real aparece cuatro veces. Subraya la universalidad, el poder y la organización persa, pero también muestra los límites, el absurdo y la complejidad de este sistema. Un debate jurídico debe ser organizado para solucionar un problema conyugal en el capítulo 1, el rey es manipulado por su consejero en el capítulo 3 y, finalmente, un decreto de persecución injusta no puede ser anulado pese a la buena voluntad del rey.

Ester y la Biblia

El libro de Ester retoma y reelabora los temas de otros textos bíblicos.

El patriarca José

Las vidas de Ester y de Mardoqueo evocan la del patriarca José en la última parte del libro del Génesis. Ester, a imagen de José en Gn 37, es inicialmente exaltada antes de arriesgarse a perder la vida. Como Ester y Mardoqueo, José vive en una tierra extranjera en la que, después de haber sido amenazado, termina triunfando, gobernando y salvando a su pueblo (Gn 45).

Varios episodios del ciclo de José tienen semejanzas con aspectos del libro de Ester. En Gn 39–40, José conquista el favor de sus superiores, como Ester lo consigue con el eunuco y el rey (2,8-9.15-17; 2.5). En Est 2,21-23 y en Gn 40,2 los eunucos traman un complot contra el rey. En los dos relatos se produce un cambio de situación durante un problema de sueño del rey: José interpreta los sueños del faraón, mientras que el insomnio del rey persa conduce al triunfo de Mardoqueo. En Ester y en Gn 43 encontramos el motivo del banquete como lugar de manipulación y de poder. En el momento de su cambio de estatus social, José, como Mardoqueo, recibe nuevas vestiduras, el sello real y un paseo triunfal a caballo (compárese Gn 41,42-43 con Est 6 y 8,2). Finalmente, como en Ester, en el ciclo de José apenas se menciona la acción divina.

El libro de Ester comparte con el ciclo de José la idea de un judío que vive en tierra extranjera y corre ciertos riesgos. Sin embargo, en el caso de José el peligro no proviene inicialmente de un extranjero como Amán, sino de israelitas, los hermanos de José. En Gn 37–50, las condiciones de vida y las posibilidades ofrecidas a los judíos en la diáspora parecen, por tanto, más favorables, y la mirada sobre el mundo no judío es menos severa.

Moisés y el Éxodo

Las semejanzas entre el libro de Ester y el del Éxodo son numerosas. Como Moisés, Ester es adoptada y es llamada, durante su juventud, a vivir dentro de una corte extranjera. Ante la opresión de su pueblo, Ester se hace la misma pregunta que Moisés: ¿debe ocultarse o comprometerse para salvar a su pueblo? Así que las dudas y el primer rechazo de Ester en el capítulo 4 evocan el relato de la vocación de Moisés en Ex 3 y 4. Como Moisés, Ester debe presentarse varias veces ante el rey para salvar a su pueblo. Además, su acción salvífica se desarrolla en la época de la Pascua, en el momento en el que se celebra la salida de Egipto (los acontecimientos descritos en Est 4–7 se desarrollan entre el 13 y el 16 del mes de nisán). Finalmente, como durante el paso por el mar (Ex 3-14), en Est 9 la salvación de los judíos se logra a costa de la muerte de numerosos enemigos.

El libro de Ester desarrolla una reflexión sobre la salvación de Israel reutilizando las temáticas del Éxodo. La salvación de los judíos de Susa se produce gracias a unas acciones similares. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en el libro del Éxodo, en el que los israelitas abandonan Egipto, al final del libro de Ester los judíos se quedan allí donde viven.

Los primeros reyes de Israel

El libro de Ester alude a los inicios tumultuosos de la monarquía de Israel. Encontramos algunas alusiones al rey David, especialmente en Est 2,2-4. No obstante, el relato de Ester evoca sobre todo los episodios de la vida de su predecesor Saúl, el primer rey de Israel.

Por una parte, al igual que Amán anuncia la masacre de los judíos con once meses de adelanto, en 1 Sm 11, el amonita Najás da un plazo a los habitantes sitiados de Jabés antes de perseguirlos. Saúl correrá a ayudarlos.

Por otra parte, Amán —el enemigo de los judíos— es presentado como oriundo de Agag en Est 3,1-10; 8,3.5; 9,24, en referencia a Agag, el rey de los amalecitas, los ancestrales enemigos de Israel (Ex 17,8-16; Nm 24,7.20). Ahora bien, según 1 Sm 15, el rey Saúl venció a Agag, pero perdió el apoyo del Señor después de haberse apropiado del botín en lugar de haber destruido a los amalecitas y sus bienes. En el libro de Ester, la alusión al conflicto entre Saúl y Agag es subrayado por el origen de Mardoqueo, que, como el primer rey de Israel, es benjaminita (Es 2,5), y por la insistencia en el hecho de que los judíos no se quedan con el botín (Est 9,10.15.16), evitando así reproducir el error de Saúl.

Ester y la mirada de los griegos sobre Persia

El bagaje intelectual de los redactores del libro de Ester no se limita a los textos bíblicos. El libro de Ester refleja también la manera en que los autores de la literatura griega de la Antigüedad, como Esquilo, Heródoto, Tucídides, Jenofonte, Ctesis, Claudio Eliano y numerosos otros, presentaban el mundo de la Persia aqueménida.

Es bien sabido que el mundo persa es abundantemente descrito por la literatura griega y después por la romana.

De hecho, durante su historia, los griegos tuvieron que enfrentarse al inmenso Imperio persa que, durante las famosas guerras médicas, estuvo incluso cerca de conquistar la Grecia continental. Gracias a sus escritores, los griegos tienen una imagen bastante detallada, aunque a veces algo estereotipada, de Persia.

Pues bien, la forma en que el libro de Ester presenta el mundo persa es muy compatible con las representaciones griegas de Persia. Además, las historias de Ester a menudo muestran sorprendentes similitudes con los relatos griegos de Persia.