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El tiempo que pasas en la presencia de Dios te da fuerzas, cambia tu carácter y transforma tu liderazgo. Como hombre de Dios, tienes la oportunidad de guiar a las generaciones más jóvenes a través de aguas turbulentas, modelar la integridad en las relaciones y proporcionar las bases para la toma de decisiones sabias. Fortaleza hoy para hombres es un devocionario que te alienta a pasar tiempo con el Creador todos los días. Al considerar estas lecturas devocionales en oración, quedarás marcado por la verdad y motivado para ser el hombre que Dios creó en ti. CARACTERÍSTICAS ESPECIALES • Diseñado hermosamente en su interior a todo color • Cubierta de piel símil exquisita con grabado térmico y laminado metálico • Oraciones inspiracionales • Escrituras que animan • Marcador de cinta
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BroadStreet Publishing Group, LLC.
Savage, Minnesota, USA
Broadstreetpublishing.com
Fortaleza hoy para hombres
Edición en español, copyright © 2021 por BroadStreet Publishing®
978-1-4245-6354-8 (tapa piel símil)
978-1-4245-6355-5 (libro electrónico)
Devocionales escritos originalmente por César Castillejos, Ken Castor, Chris Folkestad, Bryan Halferty, Steven McCready, John Mulholland, Phil Petersen, Tony Roos, Luke Trouten, Jared Van Voorst y McYoung Yang.
Edición de los devocionales por Jason Haché.
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, distribuida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, incluyendo fotocopias, grabaciones u otros métodos electrónicos o mecánicos, sin el permiso previo por escrito de la editorial, excepto en el caso de breves citas incorporadas en revisiones críticas y ciertos otros usos no comerciales permitidos por la ley de derechos de autor.
Las escrituras marcadas como “NTV” son tomadas de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © 2010 por Tyndale House Foundation. Usada con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., 351 Executive Dr., Carol Stream, IL 60188, Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados. Las escrituras marcadas como “NVI” son tomadas de la Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.® Usada con permiso de Biblica, Inc.® Todos los derechos reservados en todo el mundo. Las escrituras marcadas como “RVR1960” han sido tomadas de la versión Reina-Valera © 1960 por Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 por Sociedades Bíblicas Unidas. Usada con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia. Las escrituras marcadas como “LBLA” son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS © Copyright 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. Las escrituras marcadas como “TLA” son tomadas de la Traducción en lenguaje actual, © 2000 Sociedades Bíblicas Unidas. Usada con permiso. Las escrituras marcadas como “PDT” son tomadas de La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT) © 2005, 2008, 2012, 2015 por Centro Mundial de Traducción de la Biblia. Usada con permiso.
Diseño por Chris Garborg | garborgdesign.com
Traducción, adaptación del diseño y corrección en español por LM Editorial Services | lmeditorial.com | [email protected] con la colaboración de Belmonte Traductores y produccioneditorial.com
Impreso en China / Printed in China
21 22 23 24 25 5 4 3 2 1
Introducción
Enero 1: El interruptor de apagado
Enero 2: Tu cruz
Enero 3: Afirmación
Enero 4: Padre nuestro
Enero 5: Santificado
Enero 6: Hágase tu voluntad
Enero 7: El pan cotidiano
Enero 8: Perdónanos... como
Enero 9: No nos dejes caer
Enero 10: Ser uno
Enero 11: Prueba
Enero 12: Nuestro ayudador
Enero 13: Un cuerpo
Enero 14: Legado
Enero 15: Pensamientos
Enero 16: Quebrantado
Enero 17: Oposición
Enero 18: Cristo en mí
Enero 19: Símbolo de estatus
Enero 20: Libertad
Enero 21: Invitación
Enero 22: Evangelismo
Enero 23: Calificado
Enero 24: Reto y crecimiento
Enero 25: Deseo de Dios
Enero 26: Aléjate
Enero 27: El llamado del trabajo
Enero 28: Escondidos
Enero 29: Sáname
Enero 30: Necesidad de Jesús
Enero 31: Actúa en fe
Febrero 1: Comprometido
Febrero 2: Humildad
Febrero 3: Sincérate
Febrero 4: Obreros
Febrero 5: Reinicia mi alma
Febrero 6: Oídos entrenados
Febrero 7: Fortaleza
Febrero 8: Guía
Febrero 9: Confía en el Señor
Febrero 10: Usa mis palabras
Febrero 11: Ríndete
Febrero 12: Sé mi luz
Febrero 13: No más ansiedad
Febrero 14: Amor
Febrero 15: Compasión
Febrero 16: Vida con Cristo
Febrero 17: Valentía
Febrero 18: Creatividad
Febrero 19: Preparación
Febrero 20: Compromiso
Febrero 21: Presencia en las tormentas
Febrero 22: Cree nada más
Febrero 23: Como un niño
Febrero 24: Liderazgo de servicio
Febrero 25: Gracia
Febrero 26: Sacrificio
Febrero 27: Rutinas
Febrero 28: La presencia
Marzo 1: Participar
Marzo 2: Abrazar la abundancia
Marzo 3: Un mandamiento nuevo
Marzo 4: A todos
Marzo 5: Crecimiento
Marzo 6: Regalo de gracia
Marzo 7: Propósito
Marzo 8: Verdadero poder
Marzo 9: Enfoque
Marzo 10: Visión
Marzo 11: Pastoreo
Marzo 12: Mensajeros del evangelio
Marzo 13: Dejen de pelear
Marzo 14: Discipulado
Marzo 15: Enfoque en Jesús
Marzo 16: Regocijo
Marzo 17: Un modelo
Marzo 18: Aprobación
Marzo 19: Agradecimiento
Marzo 20: Dominio propio
Marzo 21: Justicia
Marzo 22: Escuchar
Marzo 23: Oración
Marzo 24: Libertad en Cristo
Marzo 25: Confianza en Dios
Marzo 26: Pasión
Marzo 27: Mentoría
Marzo 28: Liderazgo
Marzo 29: Paternidad
Marzo 30: Construir un fundamento
Marzo 31: Motivación
Abril 1: Acceso a Dios
Abril 2: Ministerio eficaz
Abril 3: Fidelidad
Abril 4: Devoción personal
Abril 5: Amar a Dios
Abril 6: Servicio
Abril 7: Semana Santa
Abril 8: Vivir a la altura de nuestra valía
Abril 9: Actitud
Abril 10: Piedad
Abril 11: Fuerza en la debilidad
Abril 12: Agradecimiento
Abril 13: Dios es mayor
Abril 14: Liderazgo
Abril 15: Contentamiento
Abril 16: Gracia y perdón
Abril 17: Deléitate en Dios
Abril 18: La voluntad de Dios
Abril 19: Elimina el desorden
Abril 20: Generosidad
Abril 21: Dinero
Abril 22: Providencia
Abril 23: Oración persistente
Abril 24: El reino de Dios
Abril 25: Posesiones
Abril 26: Lidera mediante el servicio
Abril 27: Inversión
Abril 28: Una vida de sacrificio
Abril 29: El Espíritu Santo
Abril 30: Fe o duda
Mayo 1: Comparación
Mayo 2: Comunidad
Mayo 3: Vergüenza
Mayo 4: Confía
Mayo 5: Transformación
Mayo 6: Unos cimientos fuertes
Mayo 7: El fruto del Espíritu
Mayo 8: Proceso
Mayo 9: Actitud
Mayo 10: Compañía
Mayo 11: Lleva la paz
Mayo 12: Duda
Mayo 13: Enojo
Mayo 14: Acción
Mayo 15: Ámense profundamente
Mayo 16: Hospitalidad
Mayo 17: Humildad o confianza
Mayo 18: Mundanalidad
Mayo 19: Dolor y gozo
Mayo 20: Novedad
Mayo 21: Modestos comienzos
Mayo 22: Favoritos
Mayo 23: Escucha
Mayo 24: Amor total
Mayo 25: Compromiso
Mayo 26: Repite
Mayo 27: Llévalos
Mayo 28: Escríbelos
Mayo 29: Sé fuerte
Mayo 30: Creación admirable
Mayo 31: Amabilidad
Junio 1: Actúa con justicia
Junio 2: Compasión
Junio 3: Caminar humildemente
Junio 4: Sacrificio
Junio 5: La lección más importante
Junio 6: Dar buenos regalos
Junio 7: No te eches para atrás
Junio 8: Honrar a los padres
Junio 9: Esperanza
Junio 10: Valentía
Junio 11: Anima
Junio 12: Comer carne
Junio 13: Los peces más cercanos
Junio 14: Disciplina con amor
Junio 15: Disciplina divina
Junio 16: Está alerta
Junio 17: Solo una generación
Junio 18: Lavar los pies
Junio 19: Discernimiento
Junio 20: Toque físico
Junio 21: Planes de largo plazo
Junio 22: Preparación
Junio 23: Hiciste bien
Junio 24: Mantente fuerte
Junio 25: Lo que llevas puesto
Junio 26: Dedicado a la oración
Junio 27: Cada oportunidad
Junio 28: Representante
Junio 29: Estar contento
Junio 30: Confiar en Dios
Julio 1: Prioridades
Julio 2: Bendición
Julio 3: Cambiar vidas
Julio 4: Trabaja con empeño
Julio 5: Continúa viviendo
Julio 6: Que nadie te atrape
Julio 7: Nueva naturaleza
Julio 8: Contento
Julio 9: Testigos
Julio 10: Inspirada por Dios
Julio 11: Obediencia
Julio 12: Hacer el bien
Julio 13: Añadir palabras
Julio 14: Señalar
Julio 15: Infinitamente más
Julio 16: Más grande
Julio 17: Modelos de misericordia
Julio 18: Nada sin Él
Julio 19: Cansado
Julio 20: Aliento
Julio 21: Adora la magnificencia
Julio 22: Imita
Julio 23: Plenitud
Julio 24: Ejemplos jóvenes
Julio 25: Reclutado
Julio 26: Seguridad en los números
Julio 27: Amonestación y paciencia
Julio 28: Cuéntales
Julio 29: Todo lo que haces
Julio 30: Descanso
Julio 31: Conoce a tu rebaño
Agosto 1: Más fuertes juntos
Agosto 2: Es lo que hay dentro
Agosto 3: Completamente nuevo
Agosto 4: Fortaleza
Agosto 5: Estoy obrando en ti
Agosto 6: Paz y fortaleza
Agosto 7: Sabiduría
Agosto 8: Hacer el bien
Agosto 9: Hablar vida
Agosto 10: Escogidos
Agosto 11: Esperanza
Agosto 12: Dependencia de Cristo
Agosto 13: Vence la postergación
Agosto 14: Enseña con trayectoria
Agosto 15: Carácter
Agosto 16: Identidad
Agosto 17: Almacén de riqueza
Agosto 18: Corazones agradecidos
Agosto 19: Respeto
Agosto 20: Supremacía de Cristo
Agosto 21: Ama a la iglesia
Agosto 22: Transparencia
Agosto 23: Huellas a seguir
Agosto 24: Relaciones
Agosto 25: Santidad
Agosto 26: Crecer en madurez
Agosto 27: Sométete a la mentoría
Agosto 28: Ejercítate para una maratón
Agosto 29: Examina las intenciones
Agosto 30: Agradecimiento
Agosto 31: Santidad a través de Dios
Septiembre 1: Marinado en la Palabra
Septiembre 2: Amor unificador
Septiembre 3: La ansiedad roba
Septiembre 4: Objetivo centrado en Cristo
Septiembre 5: Perversión disruptiva
Septiembre 6: El amor es una persona
Septiembre 7: La justicia de Cristo
Septiembre 8: Comportamiento
Septiembre 9: Sufrimiento
Septiembre 10: Actitud del corazón
Septiembre 11: Más de Él
Septiembre 12: Amor costoso
Septiembre 13: Provisión inagotable
Septiembre 14: Deuda de amor
Septiembre 15: Combustible de amor
Septiembre 16: Nuestro proveedor
Septiembre 17: Paz
Septiembre 18: El Dios que responde
Septiembre 19: Contar nuestras bendiciones
Septiembre 20: Dirección
Septiembre 21: Compasión, misericordia, gracia
Septiembre 22: Fuerte y valiente
Septiembre 23: Éxito
Septiembre 24: Victoria
Septiembre 25: Vista o visión
Septiembre 26: Alabanzas
Septiembre 27: Liberación
Septiembre 28: Experiencia
Septiembre 29: Prepárate para la bendición
Septiembre 30: Temor o confianza
Octubre 1: Temor
Octubre 2: El Padre Nuestro
Octubre 3: Adoración familiar
Octubre 4: Oración visionaria
Octubre 5: Recreado
Octubre 6: Anden en amor
Octubre 7: Poder
Octubre 8: Armadura y fuerza
Octubre 9: Vivir por fe
Octubre 10: Fe en el plan de Dios
Octubre 11: Mentoría
Octubre 12: Sabiduría de lo alto
Octubre 13: Permanencia
Octubre 14: Familia
Octubre 15: Futuro
Octubre 16: Muestra el amor de Dios
Octubre 17: Vencedores
Octubre 18: Pueblo sacramental
Octubre 19: Sin temor
Octubre 20: Confianza
Octubre 21: Volver a soñar
Octubre 22: Volver a reír
Octubre 23: Encuentra esperanza
Octubre 24: La luz ha resplandecido
Octubre 25: Alma extraviada
Octubre 26: Seguido de otros
Octubre 27: En mi lugar
Octubre 28: Generoso con la identidad
Octubre 29: Necesito más
Octubre 30: A salvo y seguro
Octubre 31: Identidad y llamado
Noviembre 1: Sé genuino
Noviembre 2: Sé apasionado
Noviembre 3: Sé valiente
Noviembre 4: Sé leal
Noviembre 5: Sé íntegro
Noviembre 6: Ensúciate las manos
Noviembre 7: Prepárate
Noviembre 8: Enfócate
Noviembre 9: Sigue adelante
Noviembre 10: La Palabra
Noviembre 11: Lo principal
Noviembre 12: No sigas al grupo
Noviembre 13: Cumplir con los deberes
Noviembre 14: Con los ojos en el premio
Noviembre 15: Hermandad
Noviembre 16: Todo lo que necesitas
Noviembre 17: La asombrosa noticia
Noviembre 18: Cosas nuevas
Noviembre 19: Bienvenido a la familia
Noviembre 20: Jesús, Mesías
Noviembre 21: Cuenta la historia
Noviembre 22: Enviado
Noviembre 23: No temas
Noviembre 24: Den gracias
Noviembre 25: Avaricia
Noviembre 26: Restauración de la relación
Noviembre 27: Fielmente comprometido
Noviembre 28: Afirma a otros
Noviembre 29: Adoración
Noviembre 30: Acceso al trono
Diciembre 1: Penetra hasta el corazón
Diciembre 2: Integridad
Diciembre 3: La suficiencia de Dios
Diciembre 4: Perdón
Diciembre 5: Llamados a predicar
Diciembre 6: Devoción a Jesús
Diciembre 7: Refugio y fuerza
Diciembre 8: Anhelo de Dios
Diciembre 9: Tiempo con Dios
Diciembre 10: El ánimo importa
Diciembre 11: Salvación mediante Cristo
Diciembre 12: Intercesión
Diciembre 13: Equipado
Diciembre 14: Salvado por su misericordia
Diciembre 15: Ritos de paso
Diciembre 16: Transmite la fe
Diciembre 17: Fe valiente
Diciembre 18: Integridad
Diciembre 19: Perdón
Diciembre 20: Disciplinas
Diciembre 21: Lleno hasta rebosar
Diciembre 22: Dios es fiel
Diciembre 23: Identidad
Diciembre 24: Una historia más grande
Diciembre 25: Este niño
Diciembre 26: Restaurar a otros
Diciembre 27: Señalar a Jesús
Diciembre 28: Fe
Diciembre 29: Misiones
Diciembre 30: Unidad
Diciembre 31: Dios está cerca
Todos los hombres tienen un papel increíblemente importante. Tenemos la oportunidad de dirigir a generaciones más jóvenes por las aguas turbulentas, modelar integridad en las relaciones, y proporcionar fundamentos para una toma de decisiones sabia. Hay veces en las que tal vez sintamos que lo sabemos todo, y otras veces no nos sintamos dignos de las responsabilidades que impactan a nuestra generación.
El tiempo que pasas en la presencia de Dios te empodera para ser un hombre de carácter, fortaleza y liderazgo. Este libro devocionario te anima a hacer diariamente el trabajo al que has sido llamado. Medita en un versículo bíblico, un mensaje para meditar, y una oración diseñada para desafiarte, equiparte y animarte a labrar el terreno que tienes por delante.
Cada día durante un año, lee una página en oración, deja que sus palabras te marquen, y esfuérzate por ser el hombre que Dios te ha llamado a ser.
Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al SEÑOR tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo.
ÉXODO 20:9-10 NVI
¿Alguna vez has tenido algún aparato que era difícil de apagar? Quizá había un proceso específico y necesario de pasos y paciencia antes de poder apagarlo. Tal vez un interruptor que estaba atascado, quedándose en la posición de encendido. Quizá algo interno estaba roto, impidiendo que se apagara. A menudo, este es un cuadro desafortunado de nosotros. Nos atascamos en la posición de encendido, seguimos operando hasta que nuestros circuitos están fritos o nuestras baterías se agotan. Nos decimos a nosotros mismos que después de un correo electrónico más, estaremos listos para acostarnos. Nos convencemos de que esta llamada de teléfono es importante como para separarnos de las amistades o la familia tan solo un rato. No podemos desconectarnos.
Dios dio a los israelitas un interruptor de apagado obligatorio. Se llamaba el día de reposo. Este interruptor de apagado era una forma en la que ellos honraban a Dios, al recordar que los problemas y las oportunidades del mundo no recaían sobre sus hombros. Pero no solo honraba a Dios; también era bueno para ellos. Ellos, a diferencia de muchos de nosotros, tenían un ritmo de descanso y de trabajo, y el descanso les impedía quemarse. Esta semana, considera apartar algo de tiempo para descansar. Haz algo que honre a Dios y te llene.
Dios, el mundo no depende de mí. Tú estás en control. No necesito trabajar ansiosamente sin descanso. Ayúdame a creer esto verdaderamente durante esta semana, y a honrarte a ti mediante el descanso.
Luego dijo Jesús a sus discípulos: —Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.
MATEO 16:24 NVI
Seguir a Jesús es un camino de gran gozo, pero también de verdadero sacrificio. A menudo, cuando oímos la palabra sacrificio, pensamos quizá en un campo misionero o en dar una gran cantidad de dinero. Todo eso está bien y es bueno, y a veces es lo que Dios nos llama a hacer.
Pero la mayoría de las veces, el sacrificio es algo más parecido a levantarte a las tres de la mañana para ayudar a un amigo que está enfermo, dedicar tiempo durante tu tarde para ofrecerte como voluntario en un comedor social, u orar con un compañero de trabajo. Estos son los pequeños sacrificios que, cuando se practican a lo largo de los años, te producen las mayores recompensas. ¿Cuál podría ser tu “cruz” hoy? ¿Cómo puedes tomarla y, al hacerlo, seguir a Jesús?
Padre, ayúdame a estar listo para sacrificar mi tiempo y energía para los que tengo más cerca. Deseo poder amar como tú amas. Dame la fuerza para hacerlo.
Entonces Jacob llevó la comida a su padre. —¿Padre?—dijo. —Sí, hijo mío—respondió Isaac—. ¿Quién eres, Esaú o Jacob?
GÉNESIS 27:18 NTV
Isaac siempre había preferido a su hijo mayor, Esaú, antes que a su hijo menor, Jacob. A fin de cuentas, Esaú sabía cazar y poseía otros atributos masculinos. Sin embargo, Jacob se quedaba en casa y también era un poco conspirador, mientras que Esaú era más simple. El corazón de Isaac gravitaba hacia su hijo mayor. Casi al final de la vida de Isaac, Jacob, en un loco esfuerzo por quedarse con la primogenitura de Esaú, se vistió como su hermano mayor y engañó a su anciano padre. Jacob fue un poco entrometido, ¿pero te imaginas saber que eres el segundo después de tu hermano con respecto al amor de papá? Eso es difícil de tragar.
Aunque esta situación es en algunos aspectos un poco inverosímil, la experiencia nos recuerda cuán común es. Muchos de nosotros vivimos con un vacío de afirmación, un lugar donde no recibimos lo que deseábamos. El truco es recordar que, cuando sentimos la necesidad de amor, tenemos que recordar a Dios, que dio a su único Hijo para que pudiéramos ser llamado sus hijos. Ese es un amor que puede sanar los vacíos de afirmación. Ese es un amor que nos da un ejemplo de cómo dejar que nuestro amor salpique a los que nos rodean.
Padre, enséñame tus caminos. ¡Ayúdame a amar como tú amas! Quiero conocer tu amor por mí y transmitirlo a otros.
«Ustedes deben orar así: “Padre nuestro…”».
MATEO 6:9 NVI
A lo largo de la Biblia encontramos muchos títulos para Dios. Aprendemos que Dios es creador y poderoso, que es soberano y que lo sabe todo. Pero en el Nuevo Testamento, cuando Jesús está compartiendo cómo deben orar sus seguidores, Él lo llama “Padre nuestro”. Deja que eso te llegue hasta muy dentro.
El Dios Creador, infinito y soberano, quiere que lo conozcas como tu “Papá”. No solo eso, sino que Jesús habla acerca de Dios diciendo que es el tipo de padre que otea el horizonte, buscando a los hijos y las hijas perdidos, y después corre hacia ellos cuando los ve a lo lejos (Lucas 19). Dios es un padre, y el amor del Padre es íntimo y protector, y anhela darse a conocer y ser conocido.
Dios, tú eres todopoderoso, pero también deseas intimidad. Quieres que te conozcamos como Papá. Ayúdame a conocerte como un padre bueno hoy.
“Santificado sea tu nombre”.
MATEO 6:9 NVI
Cuando la mayoría de las personas oyen la palabra santo, piensan en “moral” o “religioso”. Eso no está del todo equivocado, pero pierde el abundante significado bíblico. Santo realmente significa “apartado” u “otro”. Algunos teólogos han sugerido que, cuando vemos la palabra santo, deberíamos pensar en “exclusivamente otro”. Dios es perfecto; nosotros no. Dios es todopoderoso; nosotros no. Ya me entiendes. En el Antiguo Testamento, los sacerdotes tenían que realizar ciertos rituales de pureza para acercarse a Dios. ¿Por qué? Porque Dios es santo y ellos no lo eran. Para acercarse a Dios tenían que purificarse, convertirse en santos.
Es interesante que Jesús dice que deberíamos llamar a Dios “Padre”, pero también saber que Él es santo. Jesús quiere que unamos estas dos verdades tan importantes. Dios está más allá, y Dios está cerca. Dios es poderoso, y Dios es manso. Dios es un guerrero, y Dios es amor. Es como si Jesús, justo al inicio del Padre Nuestro, nos estuviera invitando al hermoso misterio de quién es Dios. Cuando reflexiones en esto, tal vez empieces a asombrarte. Tal vez te deslumbre. Y si lo hace, estás en el camino correcto.
Oh Dios, todopoderoso y santo, Padre íntimo y amoroso. Ayúdame a asombrarme contigo. Que hoy me acerque a ti.
“Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.
MATEO 6:10 NVI
En el mundo antiguo, un reino era un lugar donde se practicaban los valores y el modo de vida que el rey deseaba. Como te puedes imaginar, esto podía ser bueno o malo dependiendo del rey. Jesús es el buen Rey supremo. A lo largo de los Evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan), Él sana a los enfermos; incluye en su familia a los marginados socialmente, espiritualmente y racialmente; y, al final, hace un espectáculo público al triunfar sobre el poder del mundo mediante su muerte. El reino de Jesús no tiene igual.
Al alinearnos con este Dios que está más allá y también cerca, debemos tomar la causa de su reino. Esto puede ser difícil. Dentro de cada uno de nosotros hay un pequeño gobernante que, si lo dejamos, establecería un reino que discurriría conforme a nuestros deseos y antojos básicos. Al aprender a orar como Jesús, debemos dejar nuestros reinos y aceptar la misión de su reino. Esto no significa que todos vayan a ser pastores. No significa que tengamos que vivir en la iglesia. Significa que nosotros, al igual que Jesús, deberíamos tener un corazón para los marginados y los vulnerables. Significa que deberíamos familiarizarnos con el sacrificio. Y significa que deberíamos darle a Jesús nuestra primera lealtad en todas las áreas de nuestra vida.
Dios, dame la fuerza para vivir para tu reino. Dame el poder para amar a mi familia, a mis compañeros de trabajo y a mis vecinos. ¡Ayúdame a desear tu reino!
“Danos hoy nuestro pan cotidiano”.
MATEO 6:11 NVI
Dios no solo se preocupa por tus necesidades espirituales. Él está interesado y desea que lo reconozcas en y a través de todas las cosas; a fin de cuentas, Él es quien creó todo. Sí, eso significa incluso la comida que comes.
Generaciones anteriores tenían una relación mucho más íntima con su comida. A menudo criaban y mataban la comida que se comían. Dependían de que hubiera “suficiente” lluvia y sol. Mientras que nosotros podemos simplemente ir a comprar una barra de pan, generaciones anteriores veían el trigo crecer en el campo. Así que la oración de abajo podría tener un sentido más intuitivo para un grupo de judíos o cristianos de hace algunos siglos atrás. Aun así, cuando oramos por nuestro “pan cotidiano”, reconocemos que Dios es Dios de cada centímetro de la creación. Recordamos que Él creó todas las cosas y que cuida de todos nosotros. Y nosotros, a su vez, recordamos que todo, incluso una tostada de pan por la mañana, es un regalo de gracia.
Dios, gracias por los regalos que olvidamos fácilmente: por la comida y la amistad, la familia y el empleo. Tú eres generoso, y te doy gracias por ser mi proveedor.
“Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores”.
MATEO 6:12 NVI
Perdón es una de esas palabras que suena muy bien pero que es terriblemente difícil de poner en práctica. Quizá esa es la mejor descripción de ella: una hermosa dificultad. El perdón se muestra como una hermosa dificultad cuando una mujer adulta encuentra las fuerzas para perdonar a un padrastro malvado y encuentra la libertad que siempre brinda el perdón. Una hermosa dificultad se produce cuando un esposo dice: “Te amo, y te perdono” a su esposa que acaba de admitir un desliz moral. Esta hermosa dificultad se muestra cuando un empresario abraza a un empleado que acaba de ser sorprendido recortando presupuesto.
Sin embargo, la mejor imagen del perdón como una hermosa dificultad es la cruz. En la cruz, Jesús cargó con el difícil peso de nuestros pecados y ofreció el hermoso regalo del perdón divino. Cuando entendemos esta hermosa dificultad, nuestro llamado a perdonar se torna un tanto menos difícil.
Oh Dios, gracias por tu perdón. Gracias por la cruz. Ayúdame a recordar que tú me perdonaste, todo de mí, y me acordaré de perdonar a los que me han herido u ofendido.
“Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”.
MATEO 6:13 NVI
La oración de Jesús termina con la petición de no dejarnos caer en la tentación. A veces, cuando estamos luchando para vencer una tentación, nos damos cuenta de que nos enfocamos en ella más que nunca. El instante en que se menciona una tentación es el momento en que no podemos sacárnosla de la cabeza. Tan solo menciona la palabra helado a alguien que esté contando las calorías, y sabrás a lo que me refiero. La solución para vencer la tentación es enfocarse en algo mejor que lo que nos está tentando.
Hay una razón por la que las Escrituras hablan varias veces de fijar nuestros ojos en Jesús. Cuando fijamos nuestros ojos en Él, las tentaciones se vuelven “extrañamente débiles”. ¿Por qué? Porque nuestra mirada está en algo mucho mejor que las diversiones que nos lanza nuestra cultura. Sin duda, nuestra mirada está en Aquel a quien verdaderamente anhela nuestro corazón.
Dios, tú eres digno de todo mi enfoque. Ayúdame a verte en tu poder y tu fuerza hoy. Que obtenga un destello de ti en tu amor. Así no resbalaré hacia las distracciones.
“Para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti”.
JUAN 17:21 NVI
Un equipo vencerá o fallará según cuán unido esté. No importa si es una empresa, un pelotón, un equipo de fútbol o una familia. La fractura relacional en un entorno de equipo conduce al fracaso. El equipo estadounidense de baloncesto de las Olimpiadas de 2004 es un ejemplo. Aunque eran los mejores jugadores del mundo, no consiguieron el oro. Esto ocurrió porque cada persona quería ser la estrella; no estaban unidos. La fractura de un equipo nos lleva al fracaso del equipo. Es así de sencillo.
Sencillo, seguro, pero difícil de poner en práctica. En cuanto tienes cualquier tipo de equipo, tienes a seres humanos quebrados y rebeldes en el mismo entorno, y está destinado a la tensión. Como los puercoespines que se acurrucan en el frío, también nosotros a menudo nos herimos unos a otros al buscar conectar. Pero al igual que hay división, también está lo opuesto: armonía. Cuando dos voces armonizan, se puede producir una canción bonita. Lo mismo ocurre cuando las vidas se funden en un entorno de equipo. Por eso Jesús ora para que sus discípulos (a lo largo de las eras de la iglesia) sean “uno”. Jesús quiere armonía, no división.
Dios, hoy oro por todas las relaciones en mi vida. Oro para que yo sea, mediante tu obra, una voz que armonice, un jugador de equipo y un amigo amoroso. Ayúdame con esto, Dios, porque por mí mismo me equivoco y hago que se trate de mí.
Permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
JUAN 17:21 NVI
No se sabe hasta que se prueba, como afirma el viejo dicho, dando a entender que lo único que realmente importa es si algo funciona. Lo entiendes, ¿verdad? Al final, la publicidad y el precio de venta significan muy poco si el producto falla cuando lo abres.
Jesús continúa orando por unidad, sugiriendo que, cuando la iglesia esté unida, el mundo creerá. La prueba de la iglesia está en la unidad aquí, podríamos decir. Eso significa que, cuando se trata de la unidad, hay algo en la cuerda floja: nuestra integridad espiritual y nuestro testimonio a un mundo que necesita conocer el amor de Dios.
Dios, ayúdame a irradiar tu amor para que el mundo conozca tu amor. Que viva una vida de unidad, ¡para que el mundo conozca tu poder y tu amor!
Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
JUAN 17:22 NVI
¿Alguna vez te han pedido hacer algo, quizá una tarea en particular en tu trabajo o una redacción en clase, sin tener los recursos o el entrenamiento adecuados para conseguir la meta? Si es así, ¿cuál fue el resultado? La mayoría de las veces se podría haber hecho mejor. Cuando se trata de la unidad cristiana, Jesús, por fortuna, ¡no nos ha dejado sin recursos! En el versículo de arriba, Jesús describe la unidad cristiana como una meta alcanzable. No porque realmente tengamos talento o seamos increíblemente amigables. No. Según la perspectiva de Jesús, la unidad cristiana es posible porque Él nos ha dado su gloria, que es la presencia misma de Dios en las vidas de sus creyentes. La presencia de Dios en los seguidores de Cristo produce una unidad cristiana real y duradera.
En un sentido, esto es alentador. Jesús no nos ha dejado solos para descubrirlo. Nos ha dado un ayudador, su Espíritu Santo. Pero, en otro sentido, esto significa que tenemos que trabajar en ello. La unidad no se produce de forma natural; tenemos que rendirnos a otros y al Espíritu Santo. Tenemos que dejar nuestras agendas. Si realmente queremos la unidad que Cristo oró para que experimentáramos, tenemos que ir al paso del Espíritu, diciendo diariamente: “No se haga mi voluntad, sino la tuya”.
Dios, confieso que te necesito. Específicamente, necesito tu Espíritu Santo en mi vida. Quiero verte obrar. Quiero crecer como un hombre. Para eso necesito tu presencia. Por favor, dame tu fuerza hoy.
También nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás.
ROMANOS 12:5 NVI
Una bicicleta tiene muchas partes. El manillar nos ayuda a girar o a mantener la bicicleta recta mientras vamos cuesta abajo. Los cambios los activamos con un toque con los dedos, ayudándonos a subir las cuestas. Los pedales que conectan con los cambios mueven la cadena y la rueda trasera. Y los frenos nos detienen cuando el semáforo se pone en rojo. Si eliminamos una de estas partes, la bicicleta no funcionaría o sería peligroso montarla.
Ahora piensa en tu familia, tu iglesia, o incluso tu lugar de trabajo. Hay algunos que tienen dones administrativos; pueden organizar y crear sistemas. Hay gregarios extrovertidos, siempre haciendo nuevas conexiones. Algunos tienen una presencia afable y afectuosa, de las que hacen que te sientas seguro. Las personalidades cautas y conservadoras nos ayudan a jugar a lo seguro y no andar a lo loco por territorios sin explorar. Los pioneros equilibran las voces cautelosas y nos desafían a tener fe y a salir de la barca incluso cuando es incómodo. Los creativos imaginan hermosas creaciones que honran a Dios, las cuales nos inspiran a maravillarnos de Dios. Después están los que disparan de frente, los que te miran a los ojos y te dicen lo que tienes que oír. Si quitaras alguno de estos tipos de personas de tu familia, tu iglesia o tu lugar de trabajo, la diferencia sería notable.
Dios, ayúdame a reconocer y a honrar la diversidad que has puesto en mi casa, mi iglesia y mi lugar de trabajo.
No ruego solo por estos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos.
JUAN 17:20 NVI
¿En qué piensas cuando oyes la palabra legado? ¿Piensas en dinero? ¿O en algunos valores familiares que se transmiten durante generaciones? Jesús hizo la última oración de “legado” a medida que se acercaba a la cruz. En esa oración no solo oró por sí mismo, aunque estaba en medio de una crisis. Ni siquiera oró solamente por sus amigos y seguidores, aunque pronto enfrentarían una crisis. Cerca del final de la vida terrenal de Jesús, Él oró por nosotros. Eso es asombroso. Tú. Yo. La persona en tu grupo pequeño que siempre llega tarde. Todos. Jesús, en uno de sus últimos momentos en la tierra, pensó en nosotros.
¿Cómo sería en tu caso que pensaras en dos o tres generaciones después de ti? ¿Cómo afectaría eso tu vida? Cuando piensas en ello, empiezas a tener una visión para dejar un legado, y estás más cerca de tener la “mente de Cristo” (1 Corintios 2:16).
Dios, dame una visión para mi vida que sea mayor que yo. Oro por una visión para mi futuro que sea incluso mayor de lo que puedo imaginar; una visión del tamaño de Dios. Ayúdame a pensar en el legado que estoy transmitiendo. Deseo que sea un legado que te honre a ti. Por favor, dame fuerzas.
Dichoso el que tiene en ti su fortaleza, que solo piensa en recorrer tus sendas.
SALMOS 84:5 NVI
¿En qué piensa tu corazón? Una manera de saberlo es pensar en las cosas en las que piensas a menudo. Otra podría ser pensar dónde empleas tu dinero o tu tiempo. El salmista dice que los dichosos tienen sus corazones en un viaje. El término “recorrer tus sendas” significa una búsqueda de algo que tiene un significado real, algo que es espiritualmente importante. Así que es mayor que el siguiente ascenso o que una casa nueva.
El hombre que solo piensa en el peregrinaje está persiguiendo algo que es mayor que él mismo. El hombre que solo piensa en el peregrinaje conoce sus debilidades y deficiencias morales, y busca crecer en esas áreas. El hombre que solo piensa en el peregrinaje está persiguiendo a Jesús. Este es el hombre que es verdaderamente dichoso.
Padre, quiero que el enfoque de mi corazón esté en ti. No quiero conformarme con cosas menores o metas más pequeñas. Quiero que tus planes sean mis planes, así que me rindo. Tú serás el destino del viaje de mi vida.
Al escuchar esto, me senté a llorar; hice duelo por algunos días, ayuné y oré al Dios del cielo.
NEHEMÍAS 1:4 NVI
¿Alguna vez has experimentado algo en tu vida que te decepcionó profundamente? Por lo general, vemos esas experiencias como algo negativo, y a menudo lo son; pero también tienen el poder de impulsarnos a la acción. Un rápido repaso de la historia muestra que los hombres que han afectado el mundo de la forma más positiva han sido movidos a la acción por alguna necesidad grave, algo que rompió su corazón. Nehemías es un ejemplo. Cuando escuchó sobre la destrucción de su ciudad natal, su corazón se quebrantó y eso lo llevó a regresar a su ciudad natal y trabajar para restaurarla. Revisó el problema y tuvo el entendimiento de lo que se necesitaba hacer. Reunió personas que ayudaran a restaurar las murallas y las estructuras rotas. Perseveró en medio de los retos cuando la gente se burlaba de sus esfuerzos. Todo esto sucedió porque se le partió el corazón cuando oyó algunas noticias.
Entonces, ¿qué está a punto de romper tu corazón ahora mismo? ¿Es una familia que sabes que está en necesidad? ¿Son los niños del vecindario que necesitan una buena influencia masculina? ¿Es que la gente conozca el amor de Dios? Cuando eres capaz de responder a esas preguntas, puede que, al igual que Nehemías, seas enviado a actuar.
Padre, ayúdame a tener un corazón que se quebranta con las cosas que rompen tu corazón. Ayúdame en ese momento a saber lo que debo hacer.
Y Tobías el amonita, que estaba junto a él, añadió: —¡Hasta una zorra, si se sube a ese montón de piedras, lo echa abajo!
NEHEMÍAS 4:3 NVI
¿Qué haces cuando enfrentas oposición? Es fácil dejar que la oposición nos empuje hacia un sentimiento de derrota. Otras veces es fácil atacar verbalmente, lanzar un contraataque hacia la persona que se nos opone. Quizá lo más difícil de todo es perseverar, proseguir en medio de la oposición. Tal vez recuerdes que el corazón de Nehemías se abatió cuando escuchó las noticias de que su ciudad natal estaba en ruinas. Se fue a su casa y buscó su restauración. Pero no mucho después en todo este proceso, se encontró con oposición. Él no devolvió insultos ni se hundió en la derrota. En cambio, encontró la fuerza para perseverar. Su secreto para hacerlo estuvo en la oración: lo primero que hizo cuando los críticos elevaron sus voces.
Cuando estás intentando causar un impacto positivo, te encontrarás con oposición. La oposición viene internamente cuando experimentas dudas de ti mismo y te encuentras distraído. La oposición viene externamente cuando oyes las voces de los críticos y los que cuestionan. Ya sea que la oposición venga de dentro o de afuera, el camino hacia la perseverancia comienza con la oración. Cuando oramos, Dios nos recuerda la urgencia de lo que estamos haciendo y encontramos la fortaleza para seguir haciéndolo.
Dios, ayúdame a perseverar. Recuérdame la urgencia de cuidar de quienes me rodean. Recuérdame la importancia de mostrar tu amor en mi vecindario. Recuérdame que hay mucho en juego.
He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.
GÁLATAS 2:20 NVI
¿Cómo te sientes cuando no encuentras tu cartera? Quizá no puedes dormir en la noche o llegas tarde al trabajo buscando debajo de cada cojín del sofá. Si tienes que conducir a algún lugar, seguro que te sientes un tanto agitado. Tu cartera dice algo acerca de quién eres. En un sentido, contiene tu identidad. Pero la pregunta de la identidad es mayor que lo que hay en tu cartera. “¿Quién soy yo?” es una pregunta que hacemos de muchas formas, y a menudo estas preguntas de identidad se manifiestan en torno al tema del logro. Muchos de nosotros nos definimos por lo que hemos hecho o lo que no fuimos capaces de hacer. Derivar la identidad de los logros nos lleva con frecuencia a una crisis al darnos cuenta de nuestras limitaciones y debilidades.
Pablo nos da una forma distinta de derivar nuestra identidad. En el pasaje de arriba, él dice que la esencia de quiénes somos está conectada con Jesucristo. Él proporciona nuestra identidad (o la falta de ella). Se nos da una identidad que no se puede perder debido al logro de Cristo por nosotros.
Padre, recuérdame que estoy en Cristo. Ayúdame a recordar que, al final, eso es lo que me define. Dame la claridad mental para recordar que Él es, en última instancia, mi identidad.
Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús.
GÁLATAS 3:28 NVI
Una de las primeras preguntas que tendemos a hacer a una persona a la que acabamos de conocer es: “¿A qué te dedicas?”. Con “dedicas” nos referimos al trabajo que desempeña. La respuesta a la pregunta, lo admitamos o no, determina lo que pensamos de esa persona. Si responde: “Soy médico”, nuestro marcador de respeto sube y puede que incluso nos sintamos un tanto inseguros. Es fácil que esta pregunta inocente se desvíe hacia una búsqueda de estatus. Cuando alguien tiene más educación académica o un empleo mejor, nos volvemos inseguros sobre nuestro estatus. Si alguien tiene una red más amplia, nos quedaremos preguntándonos sobre nuestro estatus.
Pablo, escribiendo a los gálatas, desmantela los grandes símbolos de estatus y posiciones de su tiempo. Para él, un esclavo está al mismo nivel que una persona libre. Un judío está al mismo nivel que un gentil. Una mujer está al mismo nivel que un hombre. Nadie está por encima y nadie está por debajo. Esto es así porque, antes de Cristo, todos estábamos en una situación de desesperanza, y en Cristo se nos ha dado más de lo que podríamos pedir o imaginar. Para Pablo, el símbolo supremo de estatus no es un auto nuevo o un empleo estupendo, sino la cruz.
Dios, ayúdame a creer que lo único que necesito para sentirme importante eres tú. Guárdame de la inseguridad y el orgullo. Recuérdame quién soy en ti.
Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud. Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor.
GÁLATAS 5:1, 13 NVI
Probablemente, no tardarías mucho en pensar en una película o en un libro donde toda la trama tiene que ver con la búsqueda de la libertad. Nos encantan las historias de personas que son liberadas de la cautividad o de situaciones de opresión. Para los estadounidenses, es algo que está entretejido en nuestro ADN cultural con frases como “hogar de los libres” y otras de este estilo. Es interesante que la Biblia transmite la misma idea. Pablo desafió a los gálatas porque basaban su fe en cuestiones de adherencia a las reglas. Pablo quería que supieran que la verdadera fe significa libertad de una religión enfocada de forma muy estricta en reglas y estipulaciones.
Culturalmente, nos encanta la idea de ser liberados de la aprobación de otros, de la religión basada en reglas o de la autocrítica, y es entendible. Pero la libertad se trata de algo más que de escapar de algo. En Gálatas 5:1, Pablo habla sobre ser liberado de la ley, pero después, en el versículo 13, dice que hemos sido liberados con un propósito. La verdadera libertad significa que hemos sido liberados de las reglas y estipulaciones religiosas mediante la obra de Cristo en la cruz, y que somos liberados con el propósito de amar a Dios y al mundo. Ambos son elementos esenciales de verdadera libertad.
Padre, recuérdame que soy libre de la ley. Recuérdame que soy liberado con un propósito: para amar.
Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero.
APOCALIPSIS 7:9 NVI
Ya sea la celebración de un día de fiesta o una comida festiva con la familia o los amigos del trabajo, una de las preguntas importantes para todas estas reuniones es: “¿A cuántas personas invitamos?”. Quizá no sea una pregunta popular ni una decisión fácil, pero al final, ciertas personas estarán en la lista de invitados y otras no. Este proceso puede provocar ansiedad por parte de los que hacen las invitaciones, y a veces causa frustración en los que no son invitados. Aun así, todo es parte del proceso.
Cuando Juan, el autor de Apocalipsis, vio una vislumbre del cielo, vio a personas de todos los continentes, pueblos y trasfondos económicos todos juntos. La invitación de Jesús a su fiesta interminable no está limitada; está abierta a todos. Todos están invitados. Aunque las invitaciones de nuestra fiesta terrenal es entendible que tengan límites, ¿cómo sería para nosotros vivir sabiendo que todos han sido invitados al banquete celestial?
Dios, ayúdame a incluir, no a excluir. Ayúdame a dar la bienvenida, no a rehuir. Y ayúdame a seguir amando a los que quizá me excluyan a mí. Para todo esto necesito tu fortaleza.
Oren también por nosotros, para que Dios nos dé muchas oportunidades para hablar de su misterioso plan acerca de Cristo. Por eso estoy aquí en cadenas.
COLOSENSES 4:3 NTV
Evangelismo es una palabra que desagrada por igual tanto a los de adentro como a los de afuera de la iglesia. Puede producir ansiedad porque algunos se sienten obligados, pero no equipados, o nerviosos por lo que pueda decir la persona con la que están hablando. Otros sienten que están forzando la situación, y se preocupan por parecer rudos o “más santos”. Parte de esta ansiedad existe porque no siempre hemos tenido grandes ejemplos. Es fácil pensar en el tipo en una acera que grita comentarios irritantes. En contraste con esta caricatura, Pablo pide a la iglesia colosense que ore para que Dios abra puertas. El método de evangelismo de Pablo era orar por puertas abiertas, no abrirse paso a través de ellas.
Eso no nos excusa de hacer el trabajo de evangelismo. Todo el que haya oído las buenas nuevas del evangelio está llamado a transmitirlas. Y cada día hay puertas abiertas. El evangelismo requiere paciencia y una oración vigilante. Conlleva estar en relación con los que no conocen a Cristo. Conlleva tener una amistad lo suficientemente larga como para ver a Dios abrir la puerta del corazón de una persona. Significa decir algo sencillo, como: “Sabes, me he estado preguntando cómo puedo orar por ti”.
¡Dios, dame ojos para ver las puertas abiertas para tu evangelio!
Así que disponte a partir. Voy a enviarte al faraón para que saques de Egipto a los israelitas, que son mi pueblo. Pero Moisés le dijo a Dios: —¿Y quién soy yo para presentarme ante el faraón y sacar de Egipto a los israelitas?
ÉXODO 3:10-11 NVI
¿Alguna vez has sentido que no estabas calificado para realizar una tarea? Quizá lo experimentaste durante una conversación tensa con un familiar. Quizá fue tu primer día en un nuevo puesto, o tal vez fue mientras salías del hospital después de la muerte de uno de tus padres. Ya sea que estés experimentándolo ahora o viéndolo venir en el futuro, la pregunta: “¿Estoy realmente a la altura de esta tarea?” acecha a muchos hombres. Fue el temor lo que inundó la mente de Moisés cuando Dios lo llamó a guiar a los israelitas a la libertad. Y, en cierto sentido, la preocupación de Moisés no carecía de fundamento. No estaba completamente a la altura de la tarea. Aparentemente, tartamudeaba (Éxodo 4:10), había huido de la ciudad tras matar a alguien en un estallido de ira (Éxodo 2:12) y su currículum no encajaba en ese papel. Pero Dios no llama a los calificados, sino que califica a los llamados.
Dedica algo de tiempo a examinar tu vida. ¿Dónde tienes un indicio de inseguridad? ¿Es en una amistad en concreto? ¿O posiblemente en el trabajo? Dondequiera que sea, has de saber que Dios está ahí contigo, y a medida que lo busques, Él guiará tus pasos.
Dios, confieso que dudo de tu capacidad para usarme. Ayúdame a confiar en ti. Ayúdame a creer que tú quieres usarme.
El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele.
1 PEDRO 1:7 NVI
Levanta peso, y te dolerá todo tu cuerpo. Decide correr un maratón de 15 kilómetros, y tendrás que aguantar el dolor. Trabaja en una relación deteriorada, y tendrás que tener conversaciones duras sobre esas áreas de crecimiento que fácilmente se pasan por alto. Para comprar una casa, tendrás que ser disciplinado y firme a la hora de ahorrar para dar el pago de entrada. Por mucho que nos gustaría que la madurez fuera fácil de conseguir, parece que el reto y el crecimiento son cosas inseparables.
Las personas a las que Pedro estaba escribiendo (exiliados esparcidos por las provincias de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia) no tenían mucho dinero, y sus vecinos y compañeros de trabajo los difamaban por su fe. Además, es muy probable que estos exiliados no tuvieran ningún estatus social y, por lo tanto, no tuvieran verdaderas oportunidades de avanzar. Todo esto unido creaba una situación de desafío. Pero Pedro dice que lo que tenían los unos en los otros y en Cristo era más valioso que el oro. No solo eso, sino que esta riqueza escondida se volvía más pura y más fuerte en la oposición. De nuevo, descubrimos que el reto y el crecimiento son inseparables.
Dios, ayúdame a dar la bienvenida a los retos. Dame ojos para ver lo que estás haciendo en mí en tiempos de dificultad. Dame la fe para creer que lo que tengo en ti vale más que el oro.
Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y, aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso.
1 PEDRO 1:8 NVI
Cuando los hijos se van a la universidad, los padres a menudo se encuentran viendo fotografías que captan momentos de tiempos pasados. Otros quizá sacan su teléfono y deslizan la pantalla para ver algunas fotos de seres queridos cuando están lejos de casa. La ausencia hace que el corazón se enternezca, como dice el viejo adagio. Los receptores de la primera carta de Pedro nunca tuvieron la oportunidad de ver a Jesús cara a cara, pero cuando oyeron de Él mediante los esfuerzos misioneros de la iglesia primitiva, algo cambió en ellos. Se encontraron amando a Jesús y siendo llenos de gozo mientras anticipaban la eternidad con Él.
Pero, así como la ausencia puede enternecer el corazón, también puede producir olvido. Los receptores de la carta de Pedro experimentaron un crecimiento de deseo por el Señor, no olvido. ¿Por qué? Porque, así como los padres hacen con las fotos de su familia, sostenían la realidad de Jesús delante de ellos lo más frecuentemente posible, y esto les daba un gran gozo.
Padre, no te he visto; ayúdame a amarte. Deseo conocerte; ayúdame a desearte más.
Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros salieron a buscarlo. Por fin lo encontraron y le dijeron: —Todo el mundo te busca.
MARCOS 1:35-37 NVI
Jesús no estaba preocupado por la multitud. Sí, los amaba, pero la principal preocupación de Jesús era la conexión con su Padre. Él sabía que esa conexión era de dónde venía la fortaleza. Cualquier sanidad y esperanza para las multitudes descansaban en su relación con el Espíritu y el Padre. Pero Simón (o Pedro) estaba preocupado. La multitud buscaba a Jesús, y si Jesús no aparecía pronto, podrían desaparecer. Entonces ¿qué ocurriría con el movimiento? ¿No entendía Jesús que Simón había invertido su vida en este movimiento? Si la multitud se iba, ¿qué le sucedería a su inversión? Tendría que regresar y recuperar sus aparejos de pesca. Suspiro.
¿Por qué Jesús no sucumbió a la ansiedad de Pedro? Jesús sabía que la popularidad de la multitud no lo definía. Él sabía que su prioridad no era la corte de la aprobación pública o incluso ver su movimiento subir de categoría. Él sabía que la voz de su Padre y la presencia del Espíritu son lo más importante, y que la identidad que ofrecen nadie se la arrebataría.
Dios, dame la valentía para alejarme hoy. No tengo que ganarme infatigablemente el favor de las multitudes. Lo que necesito es oír la voz de tu favor.
Dios el SEÑOR tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara.
GÉNESIS 2:15 NVI
“Trabajo el fin de semana”, decimos a veces. Es entendible. A veces, nuestra mirada está puesta en esa escapada de fin de semana o tan solo en pasar tiempo de relax con la familia. Aún más, los entornos laborales pueden ser estresantes y suscitar más el querer que sean las cinco de la tarde. Al comienzo del libro de Génesis vemos el sello de aprobación de Dios sobre el trabajo. Esto puede parecer contrario a lo que hemos pensado sobre el jardín del Edén. ¿Acaso el “paraíso” no es algo que tiene que ver con sombrillas y bebidas tropicales? Tal vez, pero también tiene que ver con trabajo. Como fuimos creados a imagen de Dios, y Él creó el mundo, nosotros también tenemos en nuestro interior una compulsión por crear y hacer: trabajar.
¿Qué tal si Dios te hubiera puesto en tu lugar de trabajo al igual que puso a Adán en el jardín? ¿Cómo podrías honrarlo a Él allí? ¿Cómo sería encontrar gozo en el proceso de trabajar? ¿Cómo responderías a la invitación de Dios de amarlo a Él y a las personas que allí se encuentran, en el trabajo?
Dios, ayúdame a encontrar gozo mientras trabajo. Quiero que sea algo más que una rutina. Quiero que mi actitud en el trabajo te honre. Ayúdame a enorgullecerme en lo que hago.
Cuando el día comenzó a refrescar, el hombre y la mujer oyeron que Dios el SEÑOR andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no los viera.
GÉNESIS 3:8 NVI
No dejamos de jugar a las escondidas cuando somos jóvenes. Seguimos jugando bien entrados en la edad adulta, aunque las cosas cambian y ya no es divertido. Cuando alguien con el que tenemos un desacuerdo sin resolver entra en una tienda, nos vamos a un pasillo lleno de gente donde no nos vea. Cuando nuestro jefe nos pregunta cómo vamos con el “gran proyecto”, bajamos la mirada. Como no queremos que nuestros amigos o familiares sepan cuánto bebemos, guardamos nuestras cervezas o el licor en el garaje.